Viene de la presentación
Tampoco hemos puesto demasiado atención a la adscripción ideológica de cada candidato, no porque creamos que ese debate esté superado, sino porque el interés de este cuestionario es el de conocer las propuestas concretas para la ciudad: los lectores juzgarán si estas propuestas son coherentes con las posiciones de quienes las sustentan. De todos modos, para ubicar a los lectores que menos conocen la política argentina, podemos aclarar que:
- Aníbal Ibarra, quien aspira a la reelección, representa a una coalición de fuerzas de centroizquierda, y en esta elección cuenta con el apoyo del presidente Kirchner.
- Patricia Bullrich, Mauricio Macri y Cristian Caram representan distintas versiones del espectro de centroderecha (más ideológica en Bullrich, alineada con el líder de ese sector, Ricardo López Murphy; con énfasis en la capacidad de gestión empresarial en Macri, apoyado por sectores del peronismo que no adhieren a Kirchner; y en el caso de Caram, como expresión de algunas tendencias dentro de la Unión Cívica Radical).
- Zamora es un político de izquierda, con ascendiente sobre otros sectores a partir de su honestidad y carisma personal.
Como suele suceder en la Argentina, seguramente todos estarán en desacuerdo con esta caracterización… (pero café de las ciudades la considera adecuada).
A continuación presentamos una breve síntesis comparada de las respuestas de los siguientes candidatos, por orden alfabético:
Patricia Bullrich, Unión para Recrear Buenos Aires
Cristian Caram, Unión Cívica Radical
Aníbal Ibarra, Fuerza Porteña (también apoyado por Partido de la Revolución Democrática y Partido de la Ciudad)
Mauricio Macri, Compromiso para el cambio (también apoyado por Movimiento Generacional Porteño y Frente de la Esperanza Porteña)
Luis Zamora, Autodeterminación y Libertad
Recomendamos a nuestros lectores acceder también a las respuestas completas de cada candidato, para comprenderlas dentro de su específico marco ideológico y político.
1- Integración y gobernabilidad metropolitana: Buenos Aires es la ciudad central de una de las regiones metropolitanas más pobladas del mundo. ¿Cuales son sus propuestas para gestionar con el resto de las jurisdicciones de esta metrópolis los problemas comunes de sustentabilidad ambiental, infraestructuras, seguridad, transporte, equidad social, vivienda, etc.?
Todos los candidatos coinciden en la necesidad de establecer mecanismos de integración y gestión metropolitana. En el caso de Zamora, con la particularidad de considerar indisolubles estos mecanismos y las políticas de planificación urbana. Pero en todos los casos, se reconocen explícita o implícitamente las restricciones jurisdiccionales existentes y se proponen distintas formas de cooperación y negociación, más que una integración institucionalizada.
Bullrich impulsa una política de negociación con los municipios del conurbano, la Provincia de Buenos Aires y el Gobierno Nacional.
Caram pretende generar nuevos acuerdos de gestión metropolitana que apunten a promover equilibrios en la estructura urbana. Pone énfasis en la atención de las numerosas familias del conurbano bonaerense en los Hospitales y Centros de Salud de la Ciudad, en las políticas conjuntas para el transporte, y en la construcción de “un imaginario colectivo de rango superior, más abarcativo, que no esté dividido por ninguna limitación administrativa o física“.
Ibarra cree en un acuerdo cuatripartito entre la Ciudad, la Provincia, la Nación y los Municipios del Gran Buenos Aires como marco de referencia, pero aclara que “no hay que esperar hasta tener todo sino que hay que ir avanzando en la construcción tema por tema“.
Para Macri, el instrumento más eficaz para detener el deterioro ambiental de la región metropolitana es el poder de policía, hoy “virtualmente diluido dentro de un sin fin de atribuciones jurisdiccionales cruzadas“. Propone una agenda con diversos temas, entre los que prioriza: la Cuenca Matanza Riachuelo, Mercado Central, CEAMSE, Estación de transferencia y vacío urbano Liniers, relación barrios residenciales zona oeste-norte, corredor Norte Libertador, Parques Costeros, Puente Saavedra y Parques en Villa Martelli. Propicia la firma de protocolos de estándares regionales de calidad urbana, y convenios de consolidación de paseos públicos de escala metropolitana.
Para Zamora, es imposible resolver los problemas más graves de la ciudad si no se interrelacionan con los municipios vecinos. Su propuesta incluye nuevas prácticas de participación y poder, sustentados en una nueva visión del derecho a la ciudad. Propone la integración metropolitana, tendiente a reformular la estructura concentradora de la ciudad y posibilitar la más equitativa movilidad de los diversos sectores sociales. A tal fin, se propone el establecimiento de convenios con la Provincia de Buenos Aires, los municipios vecinos y los concesionarios de ferrocarriles.
2- Areas específicas: ¿Que propuestas concretas desarrollará su gestión para reducir la inequidad (física, económica, social, etc.) entre el Sur y el Norte de la ciudad? ¿Que rol imagina para el área céntrica? ¿Cómo imagina la relación entre el río y la ciudad?
Para el área Sur, Bulrich contempla la baja de impuestos, a fin de generar incentivos para la inversión. También propone la conformación de un Fondo de Reparación Histórica, un polo tecnológico basado en el desarrollo ambiental, y medidas concretas para la habitabilidad: reparación de veredas, asfalto, reordenamiento del tránsito pesado.
Caram propone transformar el Parque de la Ciudad en un parque de diversiones equiparable a los principales del mundo, a partir de la colaboración con el capital privado, para incorporar al circuito turístico de la Ciudad. También propicia incrementar la residencialidad a través de programas de vivienda social en los predios vacíos, y una línea de créditos hipotecarios con tasa subsidiada del Banco de la Ciudad. Promete impulsar programas de saneamiento, construcción de infraestructuras, y regularización dominial en los asentamientos precarios, a fin de convertirlos en barrios integrados al ejido urbano.
Ibarra, que propone el Plan Estratégico como marco estratégico para el ordenamiento territorial, prefiere hablar de integración y equilibrio de la ciudad en su conjunto más que de la reivindicación de determinadas áreas postergadas. Propone continuar el plan de ampliación de subterráneos, que reivindica como un logro de su gestión, y que al modificar y mejorar la circulación entre el sur y el norte de la ciudad, favorece la integración territorial. Algo que también ocurre con el soterramiento del ferrocarril Sarmiento y la creación del Corredor Verde del Oeste. En el plano productivo, propone la creación de un Parque Industrial Abierto, delimitando todas las áreas industriales de la zona sur de la Ciudad para promover economías de escala y aglomeración, continuar con el financiamiento de PyMEs del Banco Ciudad con tasa diferenciada para el Sur, y culminar las obras del Centro Metropolitano de Diseño en Barracas. También promete la reconstrucción del Hospital Elizalde (ex Casa Cuna).
Macri considera necesario plantear una política de estado local para el Sur, que encolumne a toda la población detrás de un paradigma posible. Las áreas de intervención prioritaria serán el Riachuelo y los grandes vacíos urbanos. Para el Riachuelo promete “revivir a un río muerto que está desapareciendo gradualmente“, minimizando las graves inundaciones y la contaminación, además de revalorizar y desarrollar grandes áreas de la Ciudad y de la Provincia. Someterá a discusión y decisión el destino de los vacíos urbanos de las estaciones Buenos Aires y Sola, los neurosiquiatricos y el área Constitución-Barracas. Y auspicia “la realización efectiva” de un nuevo Hospital para Villa Lugano, un centro de investigaciones y desarrollo agrindustriales, la jerarquización del campo de golf de Villa Soldati, y un ambicioso plan de viviendas.
Zamora cree posible superar el desequilibrio histórico de la ciudad entre un norte “rico” y un sur “empobrecido”, al trasladar la autonomía del poder a las comunas (uno de los ejes de su propuesta urbana) y realizar una reingeniería del presupuesto de la ciudad, reorientando las partidas para salud, educación, cultura e infraestructura urbana. Propone transformar paulatinamente el modelo de centralidad concentradora, desmantelando la preeminencia de los “servicios”, favoreciendo la reconstrucción de identidades y la multiplicidad de roles. Propone un sistema de centros de abastecimiento comunales orientados a la oferta de productos a bajo costo y con venta directa de los productores, la unificación de las políticas crediticias orientadas a favorecer la producción, y un nuevo planeamiento “basado en los tejidos mixtos, la recuperación del rol productivo no contaminante de la ciudad y en los modelos de “ciudades” dentro de la ciudad“.
Solo Bullrich y Caram realizaron propuestas para el área céntrica.
Bullrich considera necesario incentivar el uso residencial, a través de medidas como garantizar la seguridad del área, servicios de transporte adecuado, y estricto control sobre el cumplimiento de las normas de tránsito.
Caram considera necesario recuperar la calidad ambiental y el paisaje urbano de las avenidas emblemáticas, y potenciar su rol de paseos públicos primarios y centros comerciales a cielo abierto. A tal efecto prioriza el mejoramiento de la limpieza, la seguridad, la reducción de la polución visual, la mejora del alumbrado público, la instalación de señalización eficiente y la creación de recorridos turísticos. Auspicia el fomento de la población residente desde una política de créditos hipotecarios, la preservación del patrimonio histórico, y el desaliento a las actividades disruptivas (baldíos utilizados como playas de estacionamiento) y a los vacíos urbanos, cuya retención considera necesario desalentar.
En cuanto a la relación entre la ciudad y el Río, los candidatos coinciden en la necesidad de su resuperación, aunque con distintos enfoques, y con la particularidad del interés de Bullrich por la Reserva Ecológica y de Macri por el Puerto.
Bullrich propone diseñar un contorno costero definitivo en armonía con la hidrodinámica fluvial, y una planificación que introduzca las variables ambientales en su conjunto. Su propuesta es generar un Corredor Verde de uso público y rejerarquizar a la Reserva Ecológica, con participación privada guiada por el Estado, y generación de empleo ligada al sector servicios.
Caram considera preciso continuar con el programa “Buenos Aires y el Río” iniciado durante la gestión de De la Rúa, para recuperar y revalorizar los bordes sobre el Río de la Plata y el Riachuelo, reconvertirlos en espacios públicos, preservar la calidad ambiental y asegurar la accesibilidad.
Ibarra propone la ampliación de la Costanera Sur con la incorporación de las 16 hectáreas recuperadas de COVIMET.
Macri prioriza la recuperación del espacio público y sostiene que el Río debe recuperar su condición de acceso público y gratuito: “hay concesiones vencidas que deben ser una oportunidad para recuperar el disfrute de la ciudad“. Propone “hacer público lo público” y una fuerte política de equipamiento urbano con valor patrimonial. También considera necesario poner como agenda prioritaria de discusión el puerto, su área logística y su impacto como factor generador de valor para la ciudad.
Zamora propone la integración al Plan Urbano Participativo de las grandes infraestructuras de la ciudad, y entre ella el Puerto y la ribera del Río de la Plata, Aeroparque y Riachuelo. Propone también la sanción de una Ley de Línea de Ribera, para recuperar la autonomía de la ciudad en el manejo de la ribera del río con el trazo de línea histórica de la ciudad, y un plan de gestión comunitaria de las reservas de la ribera y ecológicas.
3- Transporte: ¿Cómo imagina el sistema integral de transporte de la ciudad, y en particular la integración entre los distintos modos (peatonal, ciclístico, motorizado público y privado, guiados, cargas, etc.)? ¿Cuál es su propuesta para el transporte aeronáutico, y en especial para la continuidad o desafectación del Aeroparque Metropolitano?
Bullrich propicia un Sistema Integral de Transporte que garantice calidad y seguridad, contemplando cada uno de los modos de transporte e integrándolos al Plan de Seguridad Vial y en general al planeamiento urbano. Se propone lograr el traspaso a la Ciudad del planeamiento, control y fiscalización de las líneas de colectivos que la atraviesan: “hay que garantizar servicios de transporte nocturno, incrementar las frecuencias, readecuar recorridos y paradas, y que los colectivos respeten horarios de recorrido“. Calcula entre 6 y 8 años para el logro de estos objetivos, y pone como ejemplo la planificación de servicios realizada por la línea 132. Respecto a los subtes, promete servicios de calidad y garantías de accesibilidad, y anuncia una línea que vincule al Barrio de La Boca con el Centro de la Ciudad.
Caram considera que los automóviles son la principal fuente de contaminación ambiental, por lo que se deberá trabajar de manera efectiva en la reducción del tránsito vehicular en la ciudad. Para eso propone terminar el tendido de la red de subtes, y la construcción de playas de estacionamiento de disuasión. Este reordenamiento del transito tiene como objetivo “el fin de la hegemonía del transporte automotor público en la vía publica y el retorno de una peatonalidad segura y extendida“. Para promover y enriquecer este retorno, se prevé una diversidad de acciones de mejoramiento del espacio público, mejores veredas, mejores rampas para discapacitados, mayor forestación, mobiliario y señaletica de alto diseño y calidad ambiental.
Propicia una red de peatonalidad junto con una estrategia de ampliación de veredas. Propone reordenar los servicios e itinerarios del transporte automotor público, tendiendo a reducir el número de vías por las que circulan y priorizando el tránsito por avenidas, con carriles exclusivos, prohibir la libre circulación de automotores particulares en calles internas críticas del microcentro, autorizando el acceso sólo a quienes cuenten con estacionamiento fijo, y limitar la circulación en determinadas vías del resto del Área Central y macrocentro. Para el transporte de cargas, propone reorganizar su operación en determinadas calles en horarios prefijados, promoviendo el uso de vehículos pequeños para la distribución interna desde los centros de abastecimiento.
Según Ibarra, su visión estratégica es la de una oferta integral de instalaciones aeroportuarias, portuarias, ferroviarias y de transporte automotor, dimensionadas y organizadas en función de criterios de integración metropolitana, de capacidad de soporte de las estructuras urbanas y de mínima perturbación. Privilegia los sistemas de combinación intermodal como el boleto único y un mejoramiento sustancial de los centros de transferencia.
Macri recuerda que la Ciudad no cuenta con facultades sobre el transporte público, que depende del Estado Nacional, y tampoco controla y fiscaliza el tránsito, que es facultad exclusiva de la Policía Federal: “por ello nuestras primeras medidas estarán orientadas a lograr la transferencia de jurisdicción de los subterráneos y de las líneas de autotransporte” entre otras cuestiones. Continuará el plan de expansión de los subterráneos, pero en función de las posibilidades de financiación que hoy “son reducidas, a punto tal que se estaría, por parte del Banco Mundial, dejando sin efecto créditos otorgados que actualmente administra el Estado Nacional“. Su propuesta incluye vías preferenciales para el transporte publico en el micro y macro centro, la definición de corredores de transporte para el resto de la ciudad, y la jerarquizacion de la red vial. Propicia completar la red actual de autopistas con la construcción de la autopista ribereña, cuya función principal debe ser la de canalizar adecuadamente el transito pasante y los accesos al Puerto de Buenos Aires. Para reestructurar el tránsito de cargas, propone la implementación de zonas de actividades logísticas.
Zamora fomentará el desarrollo de una nueva accesibilidad, que implique también condiciones de mayor equidad para los sectores más vulnerables, en el acceso a los servicios y equipamiento urbano. Esta propuesta implica una mayor peatonalización de la ciudad. Propone un Plan de Integración del Transporte Metropolitano 2003-2007, que incluye la vinculación de toda la ciudad con la red vial y con un sistema de transporte público y tránsito pesado que permita el desarrollo productivo y residencial de las distintas áreas. Privilegia la ampliación y continuación de los subterráneos y su articulación con ferrocarriles urbanos y metropolitanos, el desarrollo de Centros de Transferencias, la vinculación ferroviaria pública del corredor Retiro – Constitución (“que producirá un fuerte impacto metropolitano“), y la eliminación de los pasos a nivel en las principales arterias, para aumentar la frecuencia de los servicios ferroviarios de 2 a 3 minutos por formación.
En cuanto al Aeroparque Jorge Newbery, Bullrich cree que debe permanecer en la Ciudad sin modificación alguna respecto de su emplazamiento, con mejoras en la seguridad, en la operación y el control aéreo. Entre otras medidas de modernización, promueve la desregulación de la operación aérea en el Área Metropolitana, para poder agregar a los actuales mercados de cabotaje y Uruguay, los de Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay.
Macri también considera que la ciudad debe mantener el Aeroparque, mejorando las condiciones de seguridad.
Zamora, en cambio, promoverá un amplio debate en la comunidad para estudiar y determinar una solución en el marco de un proyecto urbano sostenible.
Ninguno de los candidatos formula precisiones sobre el rol del resto de los aeropuertos metropolitanos.
4- Vivienda:¿Cómo enfrentará el problema de la vivienda para sectores de recursos bajos y medios bajos?
Los candidatos proponen distintas estrategias basadas en la autogestión, el subsidio y las facilidades crediticias, y en todos los casos reconocen la validez del derecho a la vivienda.
El eje de la propuesta de Bullrich es la urbanización y/o relocalización total o parcial de las villas de emergencia y asentamientos, aplicando un criterio selectivo para cada caso, tendiendo a la urbanización y promoviendo algunas iniciativas de autoconstrucción. Promete plantear este tema como una política de estado, y “reorientar un gasto público marcadamente ineficiente“. Para la Villa 31 o de Retiro, plantea involucrar a la comunidad en la resolución de sus problemas, y la constitución de un Fideicomiso con el Banco Ciudad a tasa de interés cero (que también permita financiar la compra o construcción de vivienda para los habitantes de casas tomadas o bajo autopistas). Todo esto acompañado de proceso de facilitación y mediación “que garantice una relocalización consensuada y no traumática“.
Caram considera que una política de vivienda moderna y eficiente ya no puede consistir en la construcción de una única tipología de viviendas. Es necesario diseñar operatorias para distintos sectores sociales, con distintos mecanismos de financiamiento y con diferentes tipologías de viviendas: autoconstrucción y autogestión, construcción en conjunto con organizaciones no gubernamentales y empresas constructoras con financiamiento mixto, proyectos que incorporen a la banca oficial y privada, y un fondo de fideicomiso para otorgar garantías a las personas que no pueden acceder a los créditos hipotecarios del sistema financiero. También propone la creación de líneas de crédito del Banco Ciudad con tasa subsidiada para sectores medios y medios bajos en las zonas en las que se priorice el incremento de la residencialidad; integrar las villas urbanísticamente viables al resto de la ciudad, mediante aperturas de calles, tendidos de agua potable, cloacas y energía eléctrica, generación de espacio público y equipamientos comunitarios; y atender la situación transitoria de crisis de las personas en situación de calle.
Para Ibarra, que considera el tema como muy dependiente de la evolución de los factores económicos y sociales, las prioridades son la mejora de las condiciones del hábitat de los sectores de menores ingresos y/o con desventajas ambientales mediante una diversidad de acciones que respondan a las distintas situaciones existentes, la transformación de villas de emergencia en barrios y su integración a la estructura urbana, así como la recuperación de las viviendas precarias y su regularización dominial y catastral con criterio de radicación definitiva. Propicia el mantenimiento de la calidad del hábitat de la ciudad en su conjunto “ya que esta es una de las fortalezas de Buenos Aires, y en caso de perder esta ventaja se corre el riesgo de un aumento de los procesos migratorios“. Entre las medidas concretas, menciona la coordinación de las políticas de vivienda con las de desarrollo social económico y ambiental, la generación de un banco público de reserva de tierras e inmuebles, el reclamo por una participación más equitativa en el Fondo Nacional de la Vivienda, la coordinación metropolitana de las políticas habitacionales y la coordinación de la misma con la planificación física de la ciudad y de las infraestructuras.
Macri propicia un Plan Integral de Vivienda con el Estado como responsable y planificador de políticas habitacionales. Promueve la participación de los beneficiarios de los programas en la elaboración y seguimiento de los mismos, e implementar registros que garanticen con equidad la adjudicación de las viviendas. Con respecto a los asentamientos precarios, asegurará la presencia del Estado “mejorando las condiciones de vida no sólo en cuanto a la vivienda e infraestructura sino también en materia laboral, de seguridad, educativa y sanitaria: para eso todas las áreas de gobierno y no sólo la de la vivienda, trabajarán en conjunto con el foco puesto en los más pobres“. En cuanto a las casas tomadas, considera que el Estado debe garantizar el ejercicio del derecho a la propiedad privada, pero también “ofrecer soluciones para quienes no tienen donde vivir“.
Zamora promueve la ampliación de las estrategias de autogestión para resolver el déficit habitacional de la ciudad en los estratos más bajos y para los sectores medios. Propone un plan coyuntural de emergencia, que incluye: un plan de 4000 viviendas nuevas para el primer semestre del 2004 por autogestión y organización cooperativa, y la reorganización de la Comisión Municipal de la Vivienda a través de una gestión eficiente y con control de gestión por parte de las organizaciones intervinientes; un plan de 2000 viviendas transitorias en inmuebles recuperados del Gobierno de la Ciudad para el primer semestre del 2004; un plan de reorganización y renegociación de vivienda transitoria en hoteles, la puesta en marcha efectiva de las operatorias manejadas por la CMV; y para las villas miserias, el afincamiento y regularización en el uso de las tierras y un plan de equipamiento social y urbano. Como plan estratégico promueve una nueva ley de vivienda participativa, la unificación y reemplazo de toda la legislación de vivienda existente en la ciudad por una única normativa, la organización de una Unidad de Gestión Autónoma para la puesta en marcha de los procesos de vivienda por autogestión y soluciones habitacionales comunitarias, y un Plan de 10.000 viviendas anuales a partir del 2005 basado en la implementación de soluciones habitacionales comunitarias por autogestión. Para sectores medios promueve nuevas lineas de crédito del Banco Ciudad con tasas de interés menores al 6% anual.
5- Planificación y gestión: ¿Cómo se implementarán las operaciones concretas de planeamiento urbano en su gestión? ¿Que pasará con la descentralización de la ciudad? ¿considera necesario desarrollar nuevas formas e instrumentos de planificación y gestión urbanística? ¿Cuales?
Bullrich promete aprobar un Plan Urbano Ambiental consensuado con las organizaciones de la sociedad civil. Entre las acciones concretas menciona: realizar las obras faltantes del Plan Hídrico; recuperar para la Ciudad todos los espacios públicos y verdes posibles; convocar a un concurso de ideas para proponer proyectos que garanticen el cuidado y el desarrollo de la Reserva Ecológica; realizar el enlace de las autopistas urbanas, impulsar la transferencia del Puerto a la Ciudad y la conformación de una Sociedad Administradora del Puerto de Buenos Aires; crear con fuerza de ley un “Consejo para la Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural y para la Defensa y Protección del Espacio Público de la Ciudad”. Propicia para el Estado el rol de planificador y transformador de la Ciudad para todos sus habitantes.
Caram considera que Buenos Aires debe formular sin demoras su nuevo Plan Urbano Ambiental, que debe ser el marco al que se ajusten las obras públicas, las leyes y las grandes inversiones públicas y privadas durante los próximos 20 años. Sostiene que las bases de una planificación moderna están dadas por cuatro elementos centrales, sustentabilidad económica, sustentabilidad ambiental, sustentabilidad social, y participación ciudadana. Cree necesario formular presupuestos plurianuales para volver a encarar obras de gran escala, y que es imprescindible fortalecer la capacidad técnica del Gobierno y crear mecanismos de cooperación permanente con las Universidades Nacionales y los Institutos Tecnológicos. Anuncia el desarrollo de varios proyectos, entre los que destaca: la recuperación de terrenos de playas ferroviarias desactivadas, la ampliación de la red de subterráneos, la reconversión de las grandes terminales de transbordo intermodal, la realización del Corredor Verde del Oeste, interconectar las autopistas en un verdadero sistema, y crear un plan integrado para los terrenos bajo autopista.
Ibarra considera que las herramientas de planificación y gestión “deberán tener un aprendizaje crítico de modelos de gestión como la Corporación Puerto Madero o la Corporación del Sur“. Propicia los presupuestos plurianuales, y los incentivos fiscales y de FOT y fiscales, así como la capacidad financiera del Banco Ciudad, como estímulo a las acciones privadas sobre la ciudad. Considera necesaria la descentralización (“las nuevas formas de planificación y gestión deberán incluir formas más locales a partir de estos ámbitos descentralizados“) y reivindica el mecanismo del Presupuesto Participativo, puesto en marcha durante su gestión: “en el Presupuesto Participativo 2003, trabajamos en 43 áreas barriales, mientras que para el 2004, las asambleas barriales fueron 51. A partir de la puesta en marcha del Presupuesto Participativo 2003, se dio respuesta a viejas demandas vecinales, construyéndose obras significativas para distintas barriadas de la Ciudad, como la Casa de Carlos Gardel, los Centros de Salud de la Villa 31 y de Palermo-Colegiales (…). El Presupuesto Participativo es la forma en que queremos democratizar más un Gobierno y someterlo a la ratificación popular como corresponde en un estado de derecho que valora la opinión de la sociedad“.
Macri impulsará la aprobación inmediata del Plan Urbano Ambiental como ley marco para las políticas de desarrollo urbano: la vigencia de dicho instrumento dotará a las operaciones concretas de planeamiento urbano de legalidad y legitimidad. Este Plan no debe ser estático, sino acompañar el desarrollo y el dinamismo de Buenos Aires. Considera que el Plan en su estado actual “ha sido en algunas de sus fases una suma de desaciertos, cristalizados en la imposibilidad, luego de varios años de gestión, de validarlo y convertirlo en una herramienta para administrar y gobernar nuestra jurisdicción“. Realizará ajustes periódicos al Plan Urbano Ambiental, abriendo anualmente un periodo de discusión, evaluación e implementación de acciones y políticas correctivas.
Zamora considera que la Ciudad requiere una profunda transformación en su modelo de desarrollo urbano, el cual implicará superar los paradigmas funcionalistas que la rigieron. También deberá favorecer la permanencia de los actores sociales históricos y emergentes, y la articulación de nuevas prácticas de participación y poder que brinden consenso y legitimidad a los cambios urbanos, todos ellos sustentados en una nueva visión del derecho a la ciudad. Para la reformulación del Código de Planeamiento Urbano propone algunos lineamientos estratégicos: Plan urbano participativo y sostenible, como propuesta alternativa y superadora del Plan Urbano Ambiental; Plan de comunas auto sustentables, como descentralización y ruptura de los procesos de concentración; grupos gestores de participación comunitaria; el reconocimiento del derecho a la ciudad equitativa y participativa; recuperar el rol histórico productivo de la ciudad como motor para la generación de empleo a escala metropolitana; y un nuevo proyecto urbano, en el cual se establezcan las modalidades para la implementación de tejidos mixtos y modelos de ciudad autosustentable y sostenible.
Zamora es el candidato que más alude en sus respuestas a las políticas de descentralización y creación de comunas, que en su caso constituyen uno de los ejes ideológicos y estratégicos de su política urbana: “buscamos estimular, acompañar y defender todos aquellos procesos participativos en los que la población, decidida a tomar la solución de los problemas en sus manos, genere alternativas desde una perspectiva en que las necesidades de la gente son colocadas en primer plano“.
En cuanto a nuevas formas e instrumentos de planificación y gestión, Bullrich considera necesario que la ciudad se involucre utilizando diversos mecanismos de participación: “es fundamental lograr una alianza estratégica entre vecinos, gobierno e inversores, que privilegie en cada acción el interés general sobre los intereses particulares“.
Macri considera que no es necesario crear o implementar nuevas formas o instrumentos: “lo que hay que hacer es usar los que ya existen, la ciudad de Buenos Aires esta llena de oportunidades urbanas para potenciar su desarrollo y volver a situarla dentro del mapa de ciudades agradables y vivibles a escala global“.
No se encuentran, en las respuestas de los candidatos, menciones a los nuevos instrumentos de planificación ensayados en Brasil a partir del Estatuto de las ciudades, o a otras formas de concertación y gestión ensayadas en América Latina y en Europa.
6- Arquitectura de la ciudad: ¿Considera que la ciudad debe fomentar una arquitectura basada en la evolución de sus tipologías y características históricas (la manzana, la calle, el lote de 8,66, etc.) o que es conveniente propender la introducción de nuevas experiencias y tipologías? ¿Instrumentará concursos públicos de arquitectura como forma de asignar los encargos de proyectos para la obra pública?
Bullrich sostiene que “por el momento vamos a seguir con esta tipología que conservamos desde la época colonial“. Propone un análisis exhaustivo a largo plazo para evaluar la posibilidad de extender las ochavas.
Caram cree necesario terminar con la lógica de los grandes conjuntos habitacionales, “que con el correr de los años se transforman en verdaderos ghettos“. Los planes nuevos de viviendas deben respetar “las mismas lógicas de la ciudad que conocemos“. Sostiene que hacer ciudad significa mezclar usos, sectores sociales, actividades y generar espacio público y referencias simbólicas. Propicia la renovación integral del mobiliario urbano, con una inmediata licitación: “el diseño y la calidad del mobiliario urbano son centrales para la revalorización del espacio público, constituyen una marca de imagen y de calidad que se expande por todo el territorio urbano“. Y auspicia “una verdadera cultura del mantenimiento urbano: Buenos Aires perdió, como consecuencia de la mediocridad de sus dirigentes, esa obsesión por cuidar, por mantener, por limpiar, por arreglar que caracteriza a las ciudades más bellas del mundo“.
Ibarra considera que “la ciudad puede albergar su arquitectura histórica, al mismo tiempo que permitir la introducción de nuevas, en la medida de que se integren exitosamente“. Cuestiona la fragmentación espacial y funcional y los ghettos cerrados para ricos y pobres.
Macri considera que las intervenciones en la ciudad deben prestar especial cuidado “en mantener la autenticidad del todo, y no solamente en mantener o en embellecer su fachada. No hay que perseguir la adaptación sistemática a los tiempos actuales o al futuro próximo hasta el punto de deformar o suprimir lo que se ha conseguido“.
Zamora propicia un nuevo proyecto urbano, “que posibilitará el desarrollo de nuevas tipologías y estructuras morfológicas a partir de la recuperación de la identidad urbana, anteponiendo las condiciones de paisaje urbano a los condicionantes de FOS y FOT, y un modelo de nueva accesibilidad que permita recuperar vivencias barriales e integrar participativamente a la comunidad“. Considera inviables las grandes obras de infraestructura o megaproyectos, por lo cual propone un sistema de completamiento y renovación de la trama urbana y de obras públicas de pequeña escala. Promueve el debate con las organizaciones profesionales “para que estas adopten los roles que demanda la sociedad desprendiéndose de su carácter corporativo“. Y auspicia la modificación del sistema de gestión para la aprobación y habilitación de obras, con un sistema de auditoría y control de gestión para la obtención de permisos en un lapso de 30 a 60 días como máximo.
En cuanto a los concursos públicos, Bullrich los considera un mecanismo fundamental para encarar las obras relacionadas a la planificación urbanística y al cuidado ambiental, y sostiene que paisajistas, arquitectos e ingenieros estarán vinculados a obras de esas características.
Para Ibarra, aunque los concursos públicos sean un sistema con defectos, se acercan a una distribución más equitativa para el otorgamiento de los proyectos y las obras, y garantizan una mejor calidad de la arquitectura. Reivindica la participación de la comunidad desde la propia formulación de las bases, y considera que “los eventuales defectos se pueden mejorar haciendo mejores concursos y no deben ser un pretexto para asignar a dedo las convocatorias a profesionales“.
Macri anuncia que su gestión contará con una oficina de desarrollo de proyectos que centralizará las decisiones sobre los recursos físicos patrimoniales de la ciudad. Se propenderá a “una fuerte participación de la matricula de arquitectos a través de concursos“, de los que se anuncia para el primer año 5 de carácter local, 2 nacionales y uno internacional.
Zamora propone mecanismos participativos que permitan una mayor inserción del trabajo profesional en la construcción de la ciudad. Esto incluye ampliar el sistema de concursos de arquitectura y urbanismo, la multiplicación de obras de pequeña escala a través de los nuevos Centros Comunales, y aplicar sistemas de concursos para cargos públicos para todos los nuevos centros comunales y la administración central.
7- Por último, y si lo considera oportuno, una reflexión sobre algún aspecto no incluido o desarrollado en las preguntas anteriores, o sobre su visión general de la ciudad.
Ibarra aspira a que Buenos Aires “sea una gran Ciudad integrada al MERCOSUR y al mundo, eje de una región metropolitana cohesionada y espacio institucional pluralista que permita el desarrollo de las potencialidades de sus habitantes. Atractiva por la calidad de vida que tiene para sus vecinos, vibrante por la oferta cultural y productiva, en permanente cambio, pero respetando su identidad cosmopolita. Segura por su nivel de integración social y con futuro por su calidad educativa y respeto por el medio ambiente“.
Zamora destacó la necesidad de recuperar los espacios públicos que la ciudad fue perdiendo “a través de procesos viciados y una gestión ajena a las necesidades de las mayorías“. Para ello propone un plan coyuntural de emergencia, con recuperación del espacio publico usurpado, investigación y anulación de concesiones irregulares, y un fuerte incremento selectivo de cánones impositivos a emprendimientos y/o construcciones sobre espacio públicos. Para ocupaciones de espacios públicos que no puedan ser recuperados en lo inmediato, propone la modificación del Código de Planeamiento en lo referente a Urbanizaciones Futuras destinando el 100% de estas superficies a espacios públicos. Promueve la revisión y auditoría sobre lo actuado por la Corporación Antiguo Puerto Madero y la anulación de la Corporación Buenos Aires Sur.
MC
café de las ciudades agradece a los candidatos a Jefes de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
que han respondido nuestro cuestionario, y a sus colaboradores por la atención brindada.
Ver las respuestas particulares de cada candidato:
Patricia Bullrich, Cristian Caram, Aníbal Ibarra, Mauricio Macri, Luis Zamora.
Para conocer la opinión de café de las ciudades sobre la evolución de las políticas urbanas en Buenos Aires,
ver en el número 6 la nota “Muchos problemas, pero ¿cual es el problema?”.
Sobre la vida política cotidiana de Buenos Aires, ver información en los diarios nacionales (Clarín, Página 12, La Nación)
y en medios locales como el diario digital Noticias Urbanas.
Otros candidatos:
– Lía Méndez, Partido Humanista
– Vilma Ripoll, Izquierda Unida
– Marcelo Ramal, Partido Obrero
– Jorge Rodríguez, Partido Reconquista – Cambio con Justicia Social
– Christian Castillo, Partido de los Trabajadores por el Socialismo
– Eduardo Traboulsi, Partido Demócrata Cristiano
– Julio Muñoz, Movimiento de Integración Ciudadana
– Emilio Nani, Movimiento por la Recuperación de la República
– Enrique Martorell, Partido Reconstrucción Republicana
– Andrea Salmini, Movimiento Al Socialismo
– Julián Licastro, Partido Blanco
– Cesar Arias, Partido de la Generación Intermedia
– Jorge Selser, Partido Socialista Auténtico
– Jorge Guidobono Rey, Liga Socialista Revolucionaria
– Pedro La Rocca, Partido Acción Ciudadana
– Ariel Ferrari, Partido Jubilados en acción
– Luis Clementi, Movimiento de Integración y Desarrollo
– Lucio Somoza, Partido Popular de la Reconstrucción
– Mariana de Alva, Partido para una República con Oportunidades
– Joaquín Vilella, Movimiento de Jubilados y Juventud