Para ilustrar la magnitud que alcanza el fracaso comercial del Tren de la Costa en Buenos Aires, un amigo suele decir que es el único lugar de mundo donde cerró un McDonald´s. Pronto este dato perderá relevancia: la más celebre cadena mundial de fast food, con presencia en las ciudades más importantes del mundo, anunció recientemente el cierre de 175 locales en diversos países. Poco después, la medida se comenzó a llevar a cabo con el cierre de 8 locales en Bolivia.
La cadena de los arcos dorados registró déficit en el cuarto trimestre de 2002, algo que le sucede por primera vez en su historia. Entre las causas: caída del consumo de carne en Estados Unidos y Europa por el temor a enfermedades bovinas como el mal de la vaca loca y la aftosa (con la consiguiente ventaja para los restaurants de pastas y spaghetti), la pérdida de imagen ante el hostigamiento de los movimientos anti-globalización, intelectuales y ecologistas, el propio enfriamiento de la economía mundial, y hasta el inicio de acciones legales de consumidores. Sin contar la competencia de otras cadenas como Burger´s King o Wendy´s, pero también las crecientes quejas de los clientes acerca de la calidad de productos y servicios, que incluyen aspectos fundamentales para la imagen de la empresa como la higiene y la atención. Para algunos, esto es el inicio de la decadencia para un símbolo de la globalización, y la señal de un posible cambio en los modos colectivos de alimentación y entretenimiento.
McDonald´s anunció desde su sede mundial, en las afueras de Chicago, el inminente cierre de 175 locales en al menos 10 países, incluyendo los Estados Unidos (donde se recortarán 600 puestos de trabajo), su retiro completo de 3 países y la reestructuración general en otros 4, aparentemente en Latinoamérica (aunque no en Brasil ni Argentina) y Medio Oriente. Más allá de la relativa insignificancia de la cantidad de locales a cerrar frente a los casi 30.000 locales abiertos en todo el mundo (McDonald´s tiene presencia en 121 países, y una clientela estimada en 46 millones de personas), el anuncio establece el fin de una tendencia de expansión universal que parecía incontenible. McDonald´s abría centenares de locales por año en todo el mundo, llegando al pico de 2000 en 1996, contra “solo” 600 en 2002. Los anuncios han determinado incluso la baja de la cotización en bolsa de sus acciones, que arrastró en su conjunto a Wall Street, y ocasionaron la renuncia del presidente de la cadena, Jack Greenberg.
Las medidas comenzaron a concretarse con el retiro de Bolivia (donde McDonald’s se había instalado en octubre de 1997), debido a que las operaciones en ese país son poco rentables. Esta decisión implica el cierre de los ocho restaurantes de la firma estadounidense en tres ciudades, incluyendo el McDonald’s “más alto del mundo”, en La Paz, y deja a 300 personas sin trabajo: “la corporación determinó que su operación en algunas regiones tiene retorno poco relevante con relación a la magnitud de la inversión”, fue la explicación. Al mismo tiempo se cerraron 13 de los 96 locales de la cadena en Dinamarca, por razones como la de ser demasiado pequeños para dar beneficios, o haber perdido su atractivo de localización por cambios en la estructura del tránsito.
Un feroz crítico, Eric Schlosser, en su best seller Fast Food Nation acusa a las cadenas de comida rápida de homogeneizar la sociedad, causar epidemias de obesidad, transformar los procesos de producción agraria y de crianza animal, monopolizar la industria alimentaria, profundizar la fractura social, acelerar el proceso de globalización y difundir acríticamente los valores culturales norteamericanos. El autor explica los problemas actuales de McDonalds atribuyéndolos al costo de administración de su “imperio”, tal como lo califica: “el costo de abrir un nuevo local en San Diego es muy bajo, pero abrir un local en Kuala Lumpur implica a la vez abrir toda una costosa infraestructura de soporte y aprovisionamiento“. Esta expansión de locales también ocasiona la desatención de los locales ya abiertos, donde el promedio de ventas se ha estancado de manera tal que desde el año 2000 no crece el número de clientes. A pesar de haber lanzado un menú con un precio de un dólar, las ventas durante 2002 en Estados Unidos han registrado un exiguo incremento de un 1% (sobre un total de 18 mil millones de dólares).
Durante este mes de enero, el nuevo ejecutivo en jefe, James Cantalupo, revelará la nueva estrategia corporativa. Corren rumores de “desamericanización”, apuntando a nuevas fórmulas y tradiciones gastronómicas, en especial la mejicana y la italiana. También se prevé una estrategia basada en mejorar su negocio en Estados Unidos y en recortar los costos de sus operaciones mundiales.
Mc Donald´s, quizá involuntariamente (pero de seguro, disfrutándolo), se transformó en un símbolo mundial de la globalización. Este rol fue muy claro desde la apertura de una sucursal en la Plaza Pushkin de Moscú, en plena perestroika, y se consolidó con la expansión universal de los ’80 y ’90. Con toda seriedad, la política y la economía internacional registran teorías como las que siguen:
- El método “Arcos Dorados” de resolución de conflictos: nunca han entrado en guerra entre sí dos países donde existiera al menos una sucursal de Mc Donald´s (postulado en los 90 por Thomas Friedman en The New York Times). Esta hipótesis tiene sus bemoles: en 1989, la cadena abrió su local más grande hasta ese momento en Belgrado, Yugoslavia…
- El Big Mac como patrón de valor monetario: por tener los mismos componentes alimenticios y el mismo trabajo en cualquier lugar del mundo, el precio de un Big Mac sirve para establecer la incidencia de los costos laborales y la fortaleza de la moneda en cada país.
- El Día Mundial del Niño, celebrado el 20 de noviembre y patrocinado en conjunto con la UNICEF, es marca registrada de McDonald´s. En esa fecha, por cada Big Mac o Egg McMuffin vendido en Estados Unidos la compañía dona un dólar a la Casa Ronald Mc Donald, su propia fundación de caridad (a lo que se debe agregar las donaciones voluntarias de sus propios empleados).
Según el economista José Luís Coraggio “el capital global ha desarrollado tecnologías de estandarización de diseños y formas de provisión que le permiten extenderse en red hasta los rincones del planeta donde haya suficiente mercado para justificar una boca de salida. Se diseña un producto base que se adapta – por su gusto, su imagen, etc.- a cada mercado local, pero con los mismos procesos de trabajo y la misma marca, en muchos casos concesionada a expendedores locales. Así, al alcanzar masividad, toda necesidad, aunque deba ser satisfecha por fuentes de producción local, puede ser negocio global: la distribución del agua potable, las comidas rápidas, el lavado de ropa, las funciones de cine, la programación de televisión y, por supuesto, los servicios bancarios”.
La típica construcción de Mc Donald´s se impone sin variantes en cualquier lugar del mundo, salvo en unas pocas localizaciones donde la cadena debió atenerse a normativas de protección estética local, como recientemente en Oaxaca, México, donde les fue denegado el permiso para instalarse en la histórica plaza principal, el Zócalo (con manifestaciones incluidas, donde los activistas mostraban tamales como estandartes de su lucha anti fast food). O en Hampstead, Londres, donde también encontraron resistencia. O frente al Puerto Olímpico de Barcelona, donde debieron adaptarse al diseño marcado por el Plan Maestro de la Villa Olímpica. Durante el último año, se han registrado campañas en contra de la instalación de locales de McDonald´s en lugares como Toronto, California, Nueva Gales del Sur y Rusia, entre otros.
En Buenos Aires, en cambio, el Mc Donald´s de la tradicional calle Florida, en su remate sobre la Plaza San Martín, consiguió licencia para instalar un enorme cartel que tapa por completo la perspectiva de los pisos superiores de la calle desde la plaza: una invasión que en ningún shopping mall, con sus rígidas normativas sobre publicidad, sería admitida.
Sin embargo, es un poco injusto atribuir a Mc Donald´s una absoluta indiferencia por las condiciones locales en sus diversas implantaciones en el mundo. Comenzando por la evidente variedad de sus localizaciones urbanas (compactas, abigarradas, sin estacionamiento, raramente en esquinas) con respecto a las suburbanas o periurbanas, mucho más standarizadas, de acuerdo al patrón del edificio aislado rodeado de una circulación vehicular.
Así, en Francia el local de los Champs Elysées semeja un bistró parisino, mientras que el del centro de esquí de Briancon tiene el aspecto de una taberna de montaña. El McMusic en Napoles tiene una pantalla gigante donde se proyectan videoclips para los 380 concurrentes. Hay un local de McDonald´s en el ferry que hace el cruce marítimo a Inglaterra. Hay 6 locales en el estadio del Ajax, en Amsterdam, y uno en el estadio del Liverpool, que atiende los días en que hay partidos.
En Portugal, McDonald´s restauró completamente el frente de su local en la plaza del Rossio, así como el interior y exterior completo del local en Belem, donde además se usaron motivos marinos en la ambientación para “celebrar la herencia y vocación marinera del pueblo portugués”. En Oporto, McDonald´s funciona en el tradicional Café Imperial, restaurado luego de varios años de abandono. En otro viejo café de Coimbra, se mantuvo un panel de azulejos y se empleó a estudiantes locales.
En Inglaterra, varios locales están catalogados o se ubican en áreas de conservación, como por ejemplo Tower Hill, Fleet Street, Windsor, Cambridge, York y Stratford-upon-Avon.
En los 9 locales de Paraguay es posible acceder en forma gratuita a Internet para navegar y chatear, un atractivo importante en un país con muy poco acceso doméstico a la red. En Brasil se han instalado locales de Mc Donald´s incluso al lado o en frente de favelas. Cuenta Jorge Jáuregui, realizador de varios programas de urbanización de barriadas marginales, que la favela de Fernão Cardin tenia como único símbolo vertical visible en el entorno, una torre del Mc Donald’s al otro lado de la avenida de acceso: “cuando yo proyecté una plaza la localicé exactamente en frente de la torre e incluí una nueva torre – símbolo, de la misma altura, con el nombre de Fernão Cardin iluminado en la extremidad superior, para combatir el dominio paisajístico exclusivo que la primera torre tenia sobre el entorno. Hoy el McDonald’s de un lado y la plaza del otro establecen un contrapunto que refuerza la identidad del lugar. En otros casos hemos planteado la consecución de un fragmento de terreno próximo a equipamientos deportivos (lo que nosotros aquí denominamos “villa olímpica”) para una empresa llamada Bob’s (nacional similar al Mc Donald’s) a cambio de la manutención y conservación de las áreas públicas proyectadas”.
Las diferencias gastronómicas también forman parte de esta diferenciación local: hamburguesas kosher en Israel y en los barrios judíos de varias ciudades del mundo, platos vegetarianos como el Maharaja Mac en la India, ensaladas Marinara o Fiordiriso en Italia, el McBurger con salsa teriyaki en Japón, café bica en tazas de porcelana y pasteis de nata en Portugal, etc. En su página WEB, McDonald´s atribuye a su fundador Ray Kroc haber creado la famosa frase “piensa globalmente, actúa localmente”.
Sin embargo es la homogeneidad de su equipamiento, menú y servicios lo que distingue a Mc Donald´s. Algunos atribuyen el éxito en su país de origen a la necesidad de establecer puntos fijos de identificación en un contexto de extrema movilidad laboral y personal. Pero esta homogeneidad parece ser también uno de los puntos debiles de la cadena. Oliver Burkeman, en un excelente artículo en The Guardian del pasado 22 de noviembre, sostiene que, irónicamente, “el símbolo de la liberalización comercial promovida por Norteamérica es, en ciertos aspectos clave, un fenómeno bizarramente no-americano. En una cultura que premia el emprendimiento, la corporación es ahora una vasta e inmanejable burocracia; en una cultura que pregona la innovación, han estado vendiendo la comida rápida de la clase trabajadora norteamericana en tiempos de Eisenhower varias décadas después de Eisenhower. Y en una economía donde la elección ilimitada (aparente o real) es el principal argumento de venta de cada local gastronómico, McDonald´s adhiere desde sus comienzos a la filosofía de Comerás Lo Que Te Demos“.
Burkeman refiere que en la ciudad de Evansville, Indiana, McDonald´s ha abierto un local donde los consumidores, atendidos por camareras, pueden elegir entre más de 100 menúes distintos, “lo que haría revolver en su tumba a Ray Kroc”. En su enorme local insignia neoyorquino, cerca de Times Square sobre la 42, la compañía ha dispuesto una “cacofonía de estilos”, con paredes de ladrillo visto, pantallas de plasma exhibiendo películas infantiles, y corredores “industriales” con planchas de acero remachadas. “Las promociones típicas de McDonald´s conviven con jugos de banana y frutilla y con muffins preparadas al modo de las panaderías tradicionales, aunque lo que predomina es el olor a fritura de aceite”. Carteles aparentemente escritos a mano promueven las ofertas del día. Sobre un corredor, hay taburetes con monitores de computadora donde los comensales pueden contestar preguntas del tipo “¿cuando abrió el primer McDonald´s en Alemania?”.
En otros países, la cadena se transforma en un símbolo de la cultura dominante a escala planetaria, asociado a los valores de libertad y consumo, o simplemente en un lugar de pertenencia de niños y adolescentes, grandes motores del consumo familiar (con además, la carga de tranquilidad para sus padres acerca de la seguridad familiar: en Fargo, la película de los hermanos Coen, resulta ridícula la advertencia del abuelo autoritario acerca de controlar al niño porque en el Mc Donald´s de su barrio con seguridad “se consumen drogas”). Jennifer Parker Talwar, sociologa de la Penn State University de Filadelfia e investigadora de las condiciones de trabajo en las distintas sucursales de la cadena en el mundo, recuerda que en los años 80′, en ciudades como México DF o Nueva Delhi, era un símbolo de status y de pertenencia a la elite el concurrir a McDonald´s.
Mc Donald´s escucha ofertas de propietarios sobre todo tipo de sitios donde localizar sus restaurants, incluso aunque ya haya construido otro enfrente o al lado. El sitio ideal debería cumplir con estas características:
- Superficie de un poco más de 3000 m2, aunque pueden interesar parcelas menores o mucho mayores.
- Ubicación en esquina, con señalización sobre dos calles principales.
- Intersección de rutas señalizada.
- Posibilidad de construir alrededor de 450 m2, estacionamiento según códigos vigentes y altura de más de 6,5 metros.
Las facilidades que da McDonald´s para la compra de menúes desde un vehículo pueden interpretarse como un fuerte incentivo al uso del automóvil privado como medio hegemónico para la movilidad. En Paraguay, los locales que poseen Auto-Mac producen por ese sistema más del 50 % de su facturación total, lo que representa uno de los más altos niveles de uso en el mundo. En Italia hay una veintena de locales McDrive funcionando en las gasolineras Agip.
La localización de las cadenas de fast food es muy dependiente de los grandes volúmenes de consumidores. Los datos extraídos del análisis de las ciudades donde ya están instalados los locales de la cadena, pueden establecer promedios de población por restaurant abierto (cruzados, por supuesto, con consideraciones soco económicas que permitan correlacionar los datos demográficos). Las ciudades que se encuentran sobre rutas interestatales tienen grandes flujos de tránsito de población, por eso es tan habitual ver Mc Donald´s a la salida de las autopistas. Ya elegida la ciudad, se debe considerar si es conveniente instalarse en áreas donde ya se encuentran otros locales de fast food, o buscar áreas de nuevo desarrollo, lo cual con frecuencia es más deseable. Se deberá buscar entonces en áreas que permitan ese tipo de uso y construcción, generalmente con ayuda de un GIS (sistema de información geográfica). Finalmente se deberán encontrar parcelas disponibles, y considerar la valuación de la tierra y el flujo de tránsito. En ocasiones el camino es inverso, ante una oferta de una parcela, el GIS determina la correspondencia con los criterios de localización de Mc Donald´s.
Mc Donald´s es la corporación de fast food que más franquicias otorga en el mundo, seguida por Subway. Todos los locales McDonald´s en países árabes, por ejemplo, son propiedad de sus operadores locales. Según un estudio realizado en la Washington State University por Ananish Chaudhuri, Parikshit Gosh y Chester Spell, existen modelos que explican los motivos por los cuales los concesionarios de franquicias, como Mc Donald´s, tienden a mantener a la vez locales franquiciados y locales de propiedad corporativa. La coexistencia de locales de propiedad corporativa y locales franquiciados es explicada habitualmente como una forma de incorporar capitales por parte de la concesionaria, lo cual no explica porque en numerosas ocasiones el propio concesionario financia la instalación del usuario de la franquicia. Otras teorías explican el papel de los usuarios de franquicias como expertos locales que reducen el costo de monitoreo e investigación de mercado para las concesionarias. Según el estudio, las corporaciones como Mc Donald´s reservan las mejores localizaciones para sus propios locales, mientras que entregan en franquicia localizaciones no tan redituables. La información proporcionada por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos demuestra que el nivel de ventas promedio de los locales de propiedad corporativa es mayor que el de los locales franquiciados. Y en general, los concesionarios tienden a intentar la recompra de la licencia de franquicia en los locales franquiciados más redituables.
La explicación de los autores es que la concesión de franquicia evita a la concesionaria los costos de monitoreo de la fuerza de trabajo, entre otros factores. Esto explica que los locales más cercanos a los cuarteles administrativos donde se administra ese monitoreo (y por lo tanto, donde los costos de monitoreo son menores) tienden a ser de propiedad de la concesionaria (un corolario es que los cuarteles centrales tienden a ubicarse en áreas de alta rentabilidad). Por lo tanto, existe una relación directa entre rentabilidad comercial de la localización y tendencia a la propiedad de la compañía, e indirecta con respecto a los costos de monitoreo. Los costos de una franquicia habitualmente envuelven una tasa fija y un porcentaje de royalties sobre las ganancias.
Estas conclusiones son acordes con la idea de la cadena de retirarse de la propiedad de sus locales en los países donde los problemas son más graves, y limitarse allí a la operación y cobro de franquicias.
Más que su arquitectura, es el emblema de los arcos el gran atractor de la cadena: es lo que se ve primero desde una ruta, elevándose por sobre las construcciones bajas y los arbustos, es lo que asoma entre la confusa cartelería de las calles comerciales en los centros urbanos. La forma simple y asociativa, el color dorado que contrasta con el cielo y con el gris habitual de la edificación. Típico negocio de oportunidad, aprovecha nuestra dificultad de decisión y nuestras necesidades sociales: nunca será un mal lugar para encontrarse (“nos vemos en el Mc Donalds de la calle principal, a tal hora”), no plantea dudas sobre la comida ofrecida, el precio y el servicio, como puede hacerlo un restaurant más atractivo pero desconocido, es ideal para horarios excéntricos de almuerzo. Si usted va por una ruta muy transitada y llega a un cruce importante donde hay un Mc Donald´s, lo más probable es que el local de los arcos dorados se encuentre antes del cruce, del lado de su mano. Eso le dará a usted un motivo para entrar al estacionamiento del Mc Donald´s, antes que buscar en medio del caos del tránsito una alternativa gastronómica.
Cuando usted entra a cualquier Mc Donald´s del mundo, aunque no haya estado jamás en ese local o ni siquiera en ese lugar o ciudad, está repitiendo una costumbre adquirida durante años, buscando en ese Mc Donald´s algún factor que usted ya sabe que existe por su conocimiento de otros Mc Donald´s: precio, horario, ambiente, atención, y hasta en algunos casos, la propia comida. Otra ventaja de los Mc Donald´s: proporciona baños gratuitos y generalmente limpios en los lugares centrales de la ciudad, una bendición para paseantes, turistas y flanneurs.
¿Está probado que Mc Donald´s amenace o destruya el comercio gastronómico local e independiente? Deberíamos referirnos a muchas investigaciones diversas, y con seguridad todas ellas indicarán una invasión de Mc Donald´s sobre las cuencas de mercado de muchos emprendimientos familiares o de muy pequeña escala, pero esto solo no indica toda la verdad sobre el tema. En rigor el avance de la cadena no solo afecta al rubro gastronómico, sino en general a toda una serie de actividades (recreativas por ejemplo) que la cadena tiende a remplazar, aunque en realidad puede interpretarse que en un contexto de economías en crecimiento la apertura de un Mc Donald´s puede acompañar una valorización creciente de determinados centros comerciales, y que en recesión la cadena tiene alguna facilidad para adaptarse a las nuevas necesidades del consumo, aunque no mucho más que los pequeños emprendimientos locales, cuyo trato con el consumidor es más directo.
Consciente de sus límites, es raro ver un Mc Donald´s en una ubicación privilegiada por su valor ambiental o cultural, donde la gente va a comer especialidades locales. Con seguridad lo encontraremos en el aeropuerto, en la calle comercial a la noche o cerca de la estación de ómnibus, pero es más difícil al borde de la playa, donde lo que nos apetece es un pescado recién sacado del mar, o en esa plaza italiana donde nos sentimos humanistas del Renacimiento (aunque sí de verdad lo buscamos, probemos cerca de la estación de trenes, como en Florencia).
En cierto modo, la standarización y los patrones de servicio de Mc Donald´s tienden a establecer patrones de competencia que las cadenas o emprendimientos locales no tardan en asimilar: equipamiento, amenidades anexas, atención, limpieza, densidad de ocupación de los locales, servicios sanitarios, etc. Esto favorece la actividad en su conjunto. La política de Mc Donald´s no es una política de saturación al estilo de los cafés Starbucks, que inunda de locales los centros comerciales hasta hacer imposible la competencia de los locales independientes (aunque en la defensa de su marca, la corporación llega e extremos como los de hacer cambiar de nombre a pequeños restaurants familiares que llevan el nombre de sus dueños, de apellido McDonald´s, aunque en algunos casos sean anteriores a la fundación de la corporación: esto ocurrió por ejemplo en Illinois, donde según Naomí Klein la cadena libro una pelea judicial de 6 años contra un restaurant familiar propiedad del señor Ronald Mc Donald´s…). Y las actividades y servicios que requiere Mc Donald´s generan actividad economica en rubros como la fabricación de equipamientos y muebles, la publicidad, los servicios legales y financieros a la producción, etc.
Más complicada es la defensa de su sistema de contratación de trabajadores, muy centrada en la flexibilización y la utilización de jóvenes en general recién incorporados al mercado de trabajo, con pagas muy bajas y con contratos “basura”. Y también genera reservas y críticas su incidencia sobre la producción agropecuaria.
El incidente conocido como “Mc Libel”, en 1997, es otro punto negro en la historia de la cadena, por su afectación a la libertad de expresión. Se trata de una causa judicial de dos años y medio de duración contra dos activistas londinenses. La Corte falló aceptando que McDonald´s explota a los niños con su publicidad, comete actos de crueldad contra animales, y es hostil a la sindicalización de sus trabajadores, a quien además paga bajos salarios, pero condenó a los activistas a pagar 60.000 libras a la cadena por haberla difamado, ya que no pudieron demostrar el resto de sus acusaciones… En otro caso, la cadena debió compensar a grupos hinduístas y vegetarianos agraviados por la utilización de grasa vacuna para freír papas en varios de sus locales. Recientemente, 8 jóvenes de Nueva York han iniciado juicio a la corporación y a dos de sus locales del Bronx por haberlos conducido a la obesidad, al inundarlos de publicidad que no indicaba los valores calóricos de su menú (tal como hacen las tabacaleras con respecto a sus productos) y no hacían referencia a los contenidos de sodio y grasas de sus platos. Esto se realiza en el marco de la reciente sanción de una ley que considera la obesidad como una epidemia norteamericana a combatir como un problema de salud. Ya en el verano la corporación había decidido cambiar el aceite con el cual fríe sus papas.
La cadena es objeto también de ataques por expresar casi mejor que ningún otro símbolo la cultura norteamericana: recientemente han sido agredidos con mucha violencia locales de la cadena en Francia, Arabia Saudita y el Líbano.
Los valores y la estética de McDonald´s están en la base de las críticas sostenidas por los intelectuales. Según el arquitecto Rubén Cherny, por ejemplo, “la degradación cultural es la que permite bombear gente a los hipermercados y a los shoppings. A los McDonalds. ¡Gente adulta que se alimenta de “eso”, en “ese” entorno arquitectónico y en “esas” condiciones absolutamente bárbaras de práctica gastronómica!”. Schlosser predice que los futuros historiadores considerarán a la industria del fast food norteamericana como una reliquia del siglo XX, “un complejo de actitudes, sistemas y creencias que emergió en la posguerra en el sur de California, con ilimitada fe en la tecnología, se desparramó rápidamente por todo el mundo, floreció brevemente y entró en recesión, una vez que sus verdaderos costos quedaron claros y su modo de pensar se volvió obsoleto”.
Mientras tanto, los arcos dorados continúan asomando sus curvas por sobre calles, plazas y autopistas del mundo, pregonando como modernos campanarios o minaretes la religión del Big Mac y las papas fritas, y además, “si abona cincuenta centavos más, le damos un vaso grande de gaseosa”.
Si algún parroquiano desea ofrecer un terreno de su propiedad a la cadena de los arcos dorados,
puede dirigirse a la división inmobiliaria.
En cambio, los parroquianos que realmente odien a McDonalds pueden alimentar su sentimiento en www.mcspotlight.org El sitio sostiene que McDonald´s “no es la única corporación con lindo logo que arruina la Tierra. Es solo la más estúpida”.