Los Lineamientos Estratégicos elaborados por la Subsecretaría de Urbanismo y Vivienda de la Provincia de Buenos Aires generan una significativa variante respecto a propuestas anteriores de planeamiento metropolitano en la RMBA: el reconocimiento de la incertidumbre y la multiplicidad de actores intervinientes en la escala metropolitana del territorio. El Plan Director de Eduardo Sarrailh y Odilia Suárez, por ejemplo, incluyó “lineamientos estructurales” de alcance metropolitano y regional que se propusieron como “indicativos”: en su Planes y Códigos para Buenos Aires 1925-1985, Odilia simplemente “lamenta” que el equipo de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires que trabajó entre 1958 y 1965 no haya tenido jurisdicción para actuar en el Gran Buenos Aires.
Lejos de implicar una renuncia a la planificación del territorio y a la voluntad propositiva de los cuerpos técnicos del estado (y más allá del tributo epocal al planeamiento estratégico como paradigma), el esquema de lineamientos despliega una estrategia de intervención en un contexto de fragmentación urbana y política, en donde el rol del planificador está desprovisto del aura despolitizado y tecnocrático que alguna vez tuvo (o supuso tener). No casualmente, la presentación (realizada el pasado 5 de septiembre) coincide con un momento de articulación de períodos políticos en la Nación, la Provincia y la Ciudad (los tres estamentos políticos claves de la gobernabilidad metropolitana de Buenos Aires), en un marco de continuidades y discontinuidades no del todo claras en cuanto a su alcance. Y donde aun se desconoce la suerte que tendrá la tercera presentación del Plan Urbano Ambiental de la Ciudad a la Legislatura, a pesar de su mandato constitucional. Sin embargo, según el Ministro de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos, Eduardo Sícaro, estos lineamientos serán declarados de interés por la Provincia antes de finalizar la actual gestión.
En este contexto, el esquema de lineamientos asume la imposibilidad de plantear mandatos de planeamiento y, en cambio, se dedica a establecer escenarios posibles en función de políticas sociales y económicas más amplias. Para esto propone 12 temas de intervención, insertos respectivamente en las matrices productiva, ambiental y social y, en función de ello, dilemas (aunque algunos, por su propia asimetría, no pueden ser considerados como tales…) que en la combinación de sus posibles resoluciones, y en una jerarquización dada por el sistema de tracciones entre las alternativas posibles, establecen dichos escenarios de planeamiento.
Así se identifican un escenario reciente (marcado por las políticas de los ’90), un escenario previsible en caso de continuar las decisiones recientes, un escenario basado en el desarrollo de la matriz productiva y un escenario de desarrollo social. El escenario que aparece más deseable para los autores es un desarrollo integrado productivo – social. Combina la localización de un nuevo puerto de contenedores en las cercanías de La Plata (de modo de establecer un polo gravitacional de actividades económicas en el sur de la metrópolis), el establecimiento de un sistema integrado de transporte con boleto único intermodal, y un cambio en la planificación de las redes de provisión de agua y desagües cloacales, tendiente a la resolución por áreas discretas. Todo ello con un importante rol asignado a la cuenca Matanza – Riachuelo, prácticamente en la intersección de las tres matrices consideradas.
Los supuestos de los que parte la propuesta de Lineamientos, realizados a partir de estudios financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo y apoyados por consultores internacionales (en su mayoría españoles), son que la población regional continuará creciendo a razón de un millón o un millón y medio de habitantes por período intercensal (“una Córdoba o un Rosario por década“), que la superficie de suelo requerida por la industria crecerá de 35 a 100 m2 por puesto de trabajo, que a su vez la superficie destinada a logística duplicará la que requiere la industria. Para la implementación de los Lineamientos, sus autores calculan el requerimiento de una inversión del 6% del PIB en infraestructuras. El análisis actualiza los supuestos del Diagnóstico del Área Metropolitana Bonaerense de 1994, realizado en su momento por un equipo del CONAMBA (Comisión Nacional del Área Metropolitana de Buenos Aires), incluso con la participación de sus mismos autores en algunas de sus partes.
El otro gran supuesto conceptual que articula los Lineamientos es el de la gobernabilidad metropolitana, eje sobre el cual se postula la necesidad de definir una agenda, un pacto y unos criterios de política territorial. Según el consultor uruguayo Federico Bervejillo, a cargo del tema, se trata del “proceso de construcción de un orden complejo que combina integración con autonomías, que respeta y conduce la diversidad hacia objetivos comunes, y define reglas de procedimiento para construir consensos“. Ni esta agenda ni los Lineamientos en general se postulan como normativos sino más bien como una guía de gobernabilidad basada en la orientación de inversiones. No obstante, se postula fuertemente la necesidad de modificación de la Ley 8912, de Uso del Suelo y Ordenamiento Territorial, que se considera agotada y poco instrumental a las reales condicionantes y necesidades del desarrollo metropolitano (en especial, al problema de la producción de suelo para la vivienda social).
Aun cuando el esquema de Lineamientos Estratégicos requiere fuertemente de flexibilidad política y técnica para su implementación, el discurso de Garay es sin embargo muy preciso en dos materias esenciales:
- La fuerza del Plan como generador de hegemonía intelectual: aun cuando no se realicen, los planes dejan su marca en la cultura institucional.
- La necesidad de una intervención del Estado en la cuestión territorial, sin la cual resulta inevitable una crisis de gobernabilidad metropolitana, y una sociedad más injusta.
La pregunta que no es posible dejar de formularse, cuando se plantea de esta forma una correspondencia entre escenarios sociales y políticas territoriales consecuentes, refiere a la construcción política más amplia que hace posible esos escenarios. El desafío (y la astucia) de estos Lineamientos es la forma particular y (al menos para la experiencia argentina) novedosa con que el planteo técnico se inserta en las condiciones políticas
MC
Entrevista a Alfredo Garay, Subsecretario de Urbanismo y Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, sobre la propuesta de Lineamientos Estratégicos para la Región Metropolitana de Buenos Aires
Los Lineamientos Estratégicos para la Región Metropolitana de Buenos Aires serán publicados próximamente en la Web.
Ver en este número la nota de Mario Sabugo sobre el Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires.
Sobre las condiciones de la planificación territorial en la metrópolis de Buenos Aires, ver también en café de las ciudades:
Número 55 I Planes de las ciudades
Andar con pensamiento I Ciudad y urbe en tiempos del Bicentenario I Mario Sabugo
Número 49 I Cultura de las ciudades
Odilia Suárez I Cuando tuvimos Plan… I Marcelo Corti
Número 18 I Política
La construcción de un gobierno democrático metropolitano I Debate y propuestas en el Encuentro del Proyecto UR-BAL. I Marcelo Corti
Sobre planificación contemporánea, ver también en café de las ciudades:
Número 25 I Planes de las ciudades
“Abrir la ventana, mirar la ciudad y preguntar quién hizo esto” I Jorge Wilhem y el Plan Director Estratégico de Sao Paulo. I Jorge Wilhem
Número 27 I Tendencias
El Urbanismo: una disciplina border line de frente a poderes inciertos (I) I “La participación debe ser real: los ciudadanos deben conocer realmente los datos del problema”. I Maurizio Marcelloni
Número 28 I Tendencias (II)
El Urbanismo: una disciplina border line de frente a poderes inciertos (II) I “El urbanista debe desempeñar su rol de la manera más radical posible”. I Maurizio Marcelloni
Número 46 I Planes de las ciudades
Alta simplicidad (I) I A propósito de la gestión. I Ramón Martínez Guarino
Número 47 I Planes de las ciudades (II)
Alta simplicidad (II) I A propósito de la gestión. I Ramón Martínez Guarino