La aparición del libro Planes, proyectos e ideas para el AMBA, a partir del lanzamiento del Observatorio Metropolitano del CPAU (Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo), es una buena noticia. La promoción del debate urbano a través de la participación activa de profesionales involucrados en la producción de la ciudad –en todas sus dimensiones– es tan necesaria como insuficiente ha sido en las últimas décadas. Prueba de este retraso es que en la primera convocatoria del Observatorio en 2010 –cuyos resultados nutren la parte central del libro que nos convoca– se hayan presentado varios proyectos de las décadas del sesenta y setenta, alguno de principio de los ochenta y un par de los noventa.
En el cuerpo principal de las propuestas, desarrolladas en la primera década del siglo XXI, llama la atención la divergencia en la identificación de problemas, y hasta en el lenguaje y la comunicación gráfica de las presentaciones. Se podrían reconocer al menos dos registros bien diferenciados. El primero forma parte de la disciplina del planeamiento urbano, con una notable inclinación hacia el discurso del planeamiento estratégico en su versión catalana. El segundo registro –con menos representación en esta muestra– puede asociarse con una tradición seguramente inaugurada a partir de “S, M, L, XL” de Rem Koolhaas y Bruce Mau, y continuada en textos tales como “FARMAX: Excursions on Density” del estudio holandés MVRDV. En clave de manifiesto vanguardista, y con gran potencia gráfica, se presentan de este modo ideas temerarias, pero enunciadas con la mayor de las simplezas. Por ejemplo, y como un eco lejano del quinto punto declarado en 1919 por el Consejo de Trabajadores del Arte (Arbeitsrat für Kunst) en Berlín, que demandaba “la destrucción de los monumentos sin valor artístico junto con los edificios cuyo valor artístico fuera desproporcionado en relación al material que insumieron” (Citado en Sarfatti Larson, M., 1993), en FARMAX se propone: “… ya que la mayoría de nuestros desarrollos urbanos no pueden ser definidos como hermosos ni tienen ningún tipo de valor eterno, “vacíos” gigantes y múltiples fantasías pueden vislumbrarse para los próximos treinta años. Vastas áreas de nuestras ciudades pueden ser demolidas y rediseñadas… Las ciudades existentes tienen la oportunidad de disolverse en el paisaje” (MVRDV, 1998).
Un ejemplo de esta vertiente en la convocatoria del CPAU es la propuesta de “módulos urbanos de transición”, en donde se plantea “la inyección de un virus con un ADN arquitectónico, que inocule las manzanas, evitando futuros edificios entre medianeras, con el objetivo de permeabilizar las fachadas de los frentes hacia un pulmón de manzana más habitable”; seguido de la proposición: “buscamos que el crecimiento de la ciudad se direccione principalmente hacia los subsuelos, así disminuye la ocupación de los espacios vacíos y/o verdes”. Cabe aclarar que este último grupo ha sido menos favorecido por el jurado de la convocatoria.
Entre los temas más visitados por los trabajos seleccionados se destaca la cuestión de la ocupación de las cuencas y los bordes periurbanos, en cuyos tejidos socio-territoriales se encuentran las situaciones habitacionales más críticas del área metropolitana. Sobre este tema, y las respuestas urbano-arquitectónicas que han sido propuestas a lo largo del siglo XX, trata el ensayo introductorio de Jorge Francisco Liernur, “El ‘problema de la vivienda’ en Buenos Aires”. Uno de los ejes de este texto gira en torno a una discusión de gran contemporaneidad en los estudios urbanos –no sólo en Buenos Aires sino en el mundo– acerca del cambio de paradigma respecto de las acciones sobre las villas miseria (o slums en el debate internacional): de la erradicación a la radicación. Sin eludir la polémica, Liernur concluye: “La idea de radicación para las barriadas miserables ha permanecido como residuo ideológico de épocas pasadas pero sirve ahora como base de clientelismo político, y en los casos extremos actúa, volente o nolente, de escudo de protección de zonas liberadas pero ahora para las mafias y circuitos fuera de la ley”.
El texto de Pedro Pirez, sobre “Los proyectos urbanos metropolitanos en Buenos Aires”, aborda la cuestión del entramado institucional y jurisdiccional que opera en el AMBA y sus cambios en el pasado reciente. Aquí también se presenta una problemática fundamental en las discusiones sobre el AMBA: la falta y necesidad de entes de escala metropolitana que puedan decidir y coordinar sobre la realidad de la metrópoli que incluye a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios que la rodean. Esta cuestión se relaciona estrechamente con otro debate de mucha relevancia en la actualidad, y que ha sido particularmente productivo en la geografía anglosajona: la cuestión de la “fijación de escala” o, según el término original más ajustado: la scalar fix. La noción de “scalar fix” es de difícil traducción al castellano. En inglés el término explota el doble significado de la palabra “fix”. En primer lugar en el sentido de “fijo”, como opuesto a suelto o movible; pero también incluye la acepción de “arreglo” o “proveedor de una solución”. Es decir una “scalar fix” es una escala territorial que ha sido fijada (por ejemplo un municipio, un país, o un bloque económico continental) y que aporta una solución a un interés específico. Para Neil Brenner, uno de los teóricos que más ha escrito al respecto, cada etapa del capitalismo favorece y produce aquellas scalar fixes que son funcionales a la acumulación del capital en una coyuntura específica (Brenner, N, 1998). El trabajo de Brenner se inscribe dentro de una corriente actual en la geografía que comprende a las escalas geográficas como construcciones sociales y no como categorías ontológicas preexistentes (Delaney, D. y Leitner, H., 1997). Dentro de este marco, las escalas territoriales son a la vez escenario y resultado de las luchas por controlar el espacio social (Swyngedouw, E., 1992). En este sentido, el poder que se disputa en la política urbana sería el poder de persuadir que determinadas escalas son imperativas para el funcionamiento exitoso de la economía y la sociedad (McCann, E. J., 2003). En el texto de Pirez queda claro que la producción de una escala metropolitana –por ejemplo un gobierno metropolitano – no es una empresa sencilla en nuestra coyuntura actual y reciente.
Finalmente, un aporte fundamental del libro radica en su sección histórica. Introducida por el texto de Alicia Novick, “Planes y Proyectos: un siglo de planificación”, en ella se pueden recorrer los planes –y por su intermedio las ideas principales– que guiaron las acciones u omisiones que en buena medida incidieron sobre el desarrollo del AMBA. Este renovado interés por el análisis histórico de planes y proyectos urbanos habilita un modo de indagar a la vez sobre la construcción material de las ciudades y regiones metropolitanas, los cuerpos técnicos y políticos que operaron sobre ellas y fundamentalmente los discursos predominantes en los que estaban insertos, ya que, como señala Novick, “por los acuerdos y divergencias que suscitan, y más allá de las transformaciones materiales que de ellos resultan, los planes condensan el estado del conocimiento sobre la cuestión urbana en un momento dado”. Si bien es evidente que muchas de las ideas nunca lograron trascender las dos dimensiones del papel, ciertamente existe una memoria de los planes y proyectos que permite la reaparición de líneas de pensamiento que ya parecían destinadas al olvido. Uno de estos casos –comentado por la autora en su texto– es el del Proyecto Orgánico de 1925, “que se transformó en un objeto de culto en la década de 1980”. Con los planes urbanos muy a menudo ocurre lo mismo que sucede con los proyectos que ineludiblemente revisitan una y otra vez los mismos casos y objetos estudios –las mismas ciudades y áreas metropolitanas– de modo tal que “cada etapa proyectual, sin cerrarse totalmente, lleva en sí los residuos de otras anteriores y plasma en la nueva versión una actualización de las ideas y acciones (…) la decantación va conformando una suerte de catálogo, materia prima sobre la cual se estructuran las sucesivas versiones” (Novick, A., 2009).
Resta sólo esperar, como Margarita Charrière en el prólogo, que el Observatorio Metropolitano del CPAU se fortalezca en el tiempo –en contra de la característica “mortalidad infantil” de los observatorios que no superan el primer año de vida, a la que aludía un funcionario de un organismo internacional citado por Charrière– y se consolide como un espacio de discusión y generador de insumos para el debate urbano sobre Buenos Aires, como ya ha sido la convocatoria de “Planes, proyectos e ideas para el AMBA”, y como ya ha sido este libro.
DK
El autor es Arquitecto FADU, Doctor en Arquitectura y Urbanismo Oxford Brookes University. Investigador CEUR-CONICET. Docente-Investigador CIHE-FADU-UBA. Profesor Asociado Washington University in St. Louis.
De su autoría o sobre su trabajo, ver también en café de las ciudades:
Número 83 | Urbanidad contemporánea
El neoliberalismo y “la Ciudad de los Fragmentos” | Entrevista a Daniel Kozak | Marcelo Corti
Número 93 | Planes y Proyectos de las ciudades (II)
Otros “Abastos” posibles | Veinte años de proyectos para el área en torno al ex-Mercado de Abasto de Buenos Aires, 1978-1998 | Daniel Kozak
Planes, proyectos e ideas para el AMBA. Dirigido por Margarita Charrière. 2011. Buenos Aires. Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo. 175 pgs. de 21 x 30 cm. ISBN 978-987-9210-26-0
Sobre planificación, gobierno y proyectos para el Area Metropolitana de Buenos Aires, ver también en café de las ciudades los informes trimestrales de Artemio Abba y, entre otras, estas notas:
Número 18 | Política
La construcción de un gobierno democrático metropolitano | Debate y propuestas en el Encuentro del Proyecto UR-BAL. | Marcelo Corti
Número 58 | Arquitectura (y Planes) de las ciudades
20 Ideas, 20 años | La prehistoria de una Buenos Aires fragmentada | Marcelo Corti
Referencias:
Sarfatti Larson, M. (1993). Behind the postmodern facade: architectural change in late twentieth-century America. Berkeley, Calif. ; London: University of California Press., p. 31.
Brenner, N. (1998) Between fixity and motion: accumulation, territorial organization and the historical geography of spatial scales. Environment and Planning D: Society and Space. Vol. 16 (4), pp. 459-481 y Brenner, N. (2000) The urban question as a scale question: reflections on Henri Lefebvre, urban theory and the politics of scale. International Journal of Urban and Regional Research. Vol. 24 (2), pp. 361-378).
Delaney, D. y Leitner, H. (1997) The political construction of scale. Political Geography. Vol. 16, pp. 93-97.
MVRDV (1998) FARMAX: excursions on density. Rotterdam: 010 Publishers, pp. 31-49 (traducción propia).
Novick, A. (2009) Las dimensiones de la ciudad desde los planes y proyectos. Historia, palabras y libros. Registros. Vol. 6 (6), pp. 56-69
Sarfatti Larson, M. (1993). Behind the postmodern facade: architectural change in late twentieth-century America. Berkeley, Calif. ; London: University of California Press., p. 31.
Swyngedouw, E. (1992) The mammon quest: ‘glocalisation’, interspatial competition and the monetary order: the construction of new scales. En: M Dunford, G. K., ed. Cities and Regions in the New Europe. London: Belhaven Press, pp. 39-68.