Discurso inaugural de la peatonalización del Zócalo, convocado por el Gobierno de la Ciudad de México el 12 de mayo de 2024, editado y ajustado para publicación.
El espacio público empieza en las calles y plazas donde nos movemos, caminamos, nos encontramos cuerpo a cuerpo y, en un cruce de pasos y miradas, nos relacionamos con la ciudad de la gente. En estos lugares comunes, las personas distintas en clase, edad, origen, género, culto, pueden reconocerse y sentirse –o no– parte de una comunidad política más amplia, la capital del país. En esta urbe de dimensiones metropolitanas transcurre nuestra vida cotidiana, expresando en distintos espacios la manera cómo practicamos la tolerancia, el respeto, la solidaridad, la civilidad, la resistencia, el conflicto, la protesta, la demanda, la confrontación y la celebración. La plaza pública es un poderoso escenario donde se despliegan estas prácticas, entre otras que nos muestran como ciudadanos. En la Ciudad de México, el domingo 12 de mayo celebramos la peatonalización del Zócalo, la plaza pública más grande y emblemática de la capital, del país y del mundo. Peatonalizar es un reconocimiento al derecho del peatón, un anhelo que acompaña la historia reciente de cambios sociales, políticos y urbanos que marcan el tránsito del siglo veinte al veintiuno particularmente en el Centro Histórico. Se materializa después de las calles de Madero y Regina, con esta obra iniciada en febrero de 2024 que casi alcanza los veinte mil metros cuadrados de superficie, en un diseño que desplaza al automóvil y vehículos motorizados fuera del perímetro, para dar prioridad a caminantes y ciclistas, a la ciudadanía de a pie, a aquellas y aquellos que llegan a diario de la metrópoli y salen del metro para entrar al lugar central y simbólico que reúne frente a frente los poderes federal, local y religioso.
Zócalo de la Ciudad de México, previo a la peatonalización. Archivo fotográfico John Coletti (Getty Imagenes)
Es impresionante como finalmente llegamos al derecho del peatón en un espacio público como el Zócalo de la Ciudad de México, la gran plaza donde se inscriben las huellas de la memoria de más de siete siglos de historia social y urbana de la capital. Este espacio público aparece como el lugar donde la sociedad se expresa: hombres, mujeres, infancias, juventudes, personas mayores. También, como el lugar donde nos formamos como ciudadanas y ciudadanos porque aprendemos valores que nos enseñan a vivir con otros diferentes en el mundo urbano compartido que es la ciudad. En el espacio público nos iniciamos y forjamos en la práctica y experiencia de ser ciudadanas/os y luchamos por los derechos sociales, políticos, culturales, ambientales, económicos y urbanos para hacerlos efectivos.
A partir de esta transformación, el Zócalo podrá actuar como mecanismo articulador con las calles aledañas donde se despliegan las dinámicas intensas generadas por el cúmulo de museos, escuelas, centros culturales, librerías, mercados, comercios y servicios
Por eso es muy importante el día de hoy, en que celebramos el derecho a este espacio público que condensa las batallas históricas del pueblo para tener voz y voto. Las más próximas son aquellas que traza el movimiento estudiantil del 68 y las que le siguieron por el derecho a una ciudad para vivir, caminar, para el encuentro, para la relación y la participación, para una multiplicidad de actividades culturales, sociales y políticas que nutren de contenido a la vida pública democrática que deseamos fortalecer. Esta celebración emblemática exhibe lo que se puede lograr con ideas, políticas y planes incluyentes impulsadas por el gobierno de la capital. También, nos lleva más allá del Zócalo para pensarlo cuando fue una plaza pública arbolada, así como en el contexto local actual del que forma parte, con la micro-sociedad que lo usa y habita. Surge la necesidad de pensar la manera cómo, a partir de esta transformación, el Zócalo podrá actuar como mecanismo articulador con las calles aledañas donde se despliegan las dinámicas intensas generadas por el cúmulo de museos, escuelas, centros culturales, librerías, mercados, comercios y servicios, lo que impone una intensidad de flujos de entrada y salida de personas que viven y que trabajan cotidianamente, que transportan objetos, utilerías, mercancías de distinto tipo.
Zócalo peatonalizado Ciudad de México, en finalización de trabajos, 2024. Foto: Cuartoscuro
Para dar prioridad a caminantes y ciclistas, a la ciudadanía de a pie, a aquellas y aquellos que llegan a diario de la metrópoli y salen del metro para entrar al lugar central y simbólico que reúne frente a frente los poderes federal, local y religioso.
Esta situación compleja plantea desafíos que tienen que ver con la reconstrucción del espacio público, tanto en este Centro Histórico como en las distintas centralidades y periferias que configuran la ciudad en su conjunto como proyecto urbano y como realidad. Por ello. la peatonalización del Zócalo conduce a pensar en la necesidad de una política del espacio público y en un triple desafío: el primero, es abrir espacios de comunicación y de participación con los actores y demandas que convergen en este Centro Histórico; el segundo, es el cómo armonizar las diversas actividades económicas, sociales y prácticas culturales que convergen. El tercero, es que en circunstancias de cambio climático es ineludible la necesidad de un Zócalo verde, para que actúe como referente ambiental local y global recuperando la capacidad transformadora del diseño del paisaje con la inclusión de puntos estratégicos arbolados y flora que genere oxígeno, para producir sombra y contrarrestar las elevadas temperaturas sin obstaculizar los usos socio-culturales, las concentraciones políticas y las celebraciones cívicas o rituales. Se trata de atender la pluralidad de demandas ciudadanas que surgen de los cambios en el orden urbano, para lograr los equilibrios necesarios para una ciudad humanista. Es la utopía a la que aspiramos, a partir de una cultura cívica común entre diferentes, que contribuya a fortalecer el derecho al espacio público, a un medio ambiente sano y a co-crear el derecho a la ciudad.
PRK
La autora es Investigadora en el área de Estudios Urbanos y Regionales del Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
Sobre el tema, ver El Centro Histórico de México hoy. Un espacio democrático de diversidad cultural, identidad e innovación, por Inti Muñoz Santini en nuestro número 93.