I. El Eixo no es un área de oportunidad del mercado
En general, en la experiencia latinoamericana estamos acostumbrados a asistir a la emergencia de proyectos de renovación urbana “exitosos” en fragmentos de ciudad donde el “mercado” participa activamente del proceso. En ellos, diferentes razones de localización, dentro de procesos mayores de cambios de tendencias o simplemente de modificaciones de políticas, hacen que determinados sectores urbanos se conviertan en piezas estratégicas a desarrollar. Por cierto, en esos casos la capacidad de inversión de los agentes inmobiliarios “colabora” para producir un conjunto de impactos y de cambios socio – espaciales que suelen juzgarse como positivos. Sin embargo muy escasas veces nos encontramos frente a proyectos integrales que no formen parte de esas áreas de oportunidad, o de interés, o de valorización de una ciudad. El Eixo Tamanduatehy se ubica entre estos últimos y por ello se lo conoce poco, se lo difunde menos y no comparte cartel con las grandes intervenciones “exitosas” del mundo del marketing urbanístico latinoamericano. El proyecto del Eixo no tiene el objetivo de “vender” la ciudad al exterior, no se compone de una sumatoria de firmas prestigiosas, no intenta imponer una marca, no pretende contribuir a una estrategia comunicacional y de posicionamiento internacional. Es solo la necesidad y voluntad política de desarrollar equitativamente la ciudad. Implica la inversión de mucho tiempo y los efectos no son rutilantes ni instantáneos. En síntesis: para el catálogo de las cosas “importantes” que hay que hacer en la ciudad del mercado de los últimos 15 años se podría definir como un “no proyecto”.
Implantación de una sucursal de Supermercados Sé,
operación urbana interligada a la construcción de un plaza
y centro recreativo en la favela Jardim Cristiane
II. El Eixo y el papel del Estado
Como se sabe, en todo proceso de renovación urbana el rol del Estado tiene una importancia fundamental. Pero si además el área a renovar no despierta interés para los inversores, las decisiones estatales se convierten en el motor del proceso de desarrollo. El proceso seguido en el área del Eixo muestra justamente eso: decisión del Estado para intervenir, búsqueda de nuevos instrumentos, articulación entre diferentes ámbitos de decisión, estrategia para aprovechar al máximo la escasa capacidad de inversión que tiene el sector público, etc. Por cierto esto no es nuevo dentro de nuestra experiencia urbanística. Lo que si es “novedoso” en nuestra cultura de hacer ciudad, sobre todo después de los ’90, es que todo este despliegue estatal para renovar el área tiene como fin último motorizar procesos socio-económicos que beneficien principalmente a los sectores mas pobres de las periferias urbanas y que la valorización final que se logre se reparta socialmente a través de mecanismos de recuperación de las plusvalías urbanas. Resaltar estos valores es muy importante en la medida que en los últimos años la crisis del Estado generó en los municipios una fuerte dependencia política, económica y financiera. En consecuencia, el ejercicio efectivo del poder a nivel local, las tomas de decisiones, la definición de prioridades, suelen estar sujetas a los condicionamientos y a las modalidades de acción de otros ámbitos gubernamentales y a la financiación externa y/o de agentes privados con capacidad de inversión que suelen “reemplazar” la acción del Estado.
III. El Eixo y las metodologías de intervención: ¿cómo se interviene?
Los más de doce kilómetros cuadrados de intervención y la fuerte heterogeneidad de situaciones dentro de ellos, convierten al Eixo en una experiencia difícil de definir: ¿es un gran proyecto urbano tal como los franceses o los españoles entienden este concepto?, ¿es un plan de sector mas que un proyecto?. Es todo eso junto. La experiencia del Eixo en estos años nos muestra la pertinencia de trabajar con la dupla plan/proyecto urbano como lógica de actuación concreta. Esto supone tomar decisiones en dos niveles o escalas que se complementan y articulan (estrategia urbana y proyecto urbano) en una búsqueda permanente del tipo de definición correcta para cada una de ellas. De tal forma, la tradicional metodología de obtener como resultado final del proceso de planificación un Plan Director omnicomprensivo y exhaustivo está siendo reemplazada por la noción más instrumental de estrategia urbana abierta a posibles cambios, acompañada de proyectos urbanos sintetizadores de ella. Una intervención de este tipo implica entonces la definición y puesta en marcha de una serie de acciones ordenadas y sistemáticas alrededor de un programa de mediano / largo plazo tendiente a satisfacer las necesidades de estas áreas o sectores urbanos que por su situación requieren una gestión particular o especial. De esta manera el Plan y el Proyecto se entienden como herramientas de gestión en un modelo de territorio que tiene valor referencial y por lo tanto tiene, en términos de gestión urbana, un “final abierto”.
Renovación de la Av. Industrial
IV. El Eixo y las metodologías de intervención: ¿con qué se interviene?
La experiencia del Eixo muestra otra cuestión muy importante en materia de metodología de intervención urbana: la integralidad del abordaje territorial implica la necesaria integralidad de los instrumentos de actuación. Esto enseña que es imposible poner en marcha una iniciativa pública de las complejidades que presentan las ciudades en nuestros países sin una fuerte articulación entre:
- herramientas urbanísticas de actuación que aborden la doble escala del plan y del proyecto;
- herramientas urbanísticas de regulación que aborden también esa doble escala poniendo el acento en la formulación de “reglas del juego”;
- herramientas administrativas (simplificación de trámites para ciertas iniciativas);
- herramientas de corte fiscal tributario (cargas y desgravaciones impositivas para favorecer o desalentar actividades o procesos, recuperación de rentas diferenciales para hacer equitativo el proceso de desarrollo);
- políticas económicas activas (diferentes financiamientos bancarios y no bancarios, que pueden incluir o no, subsidios diferenciales en las tasas de interés);
- herramientas de concertación multiactoral que respeten las capacidades, los intereses y las necesidades de los involucrados;
- políticas de promoción e inclusión social.
V. La experiencia de Eixo y la experiencia argentina
El proyecto de recuperación urbana del área del Eixo Tamanduatehy tiene una serie de características que lo hacen particularmente importante para la experiencia urbanística argentina y latinoamericana. Algunas se intentaron señalar muy rápidamente mas arriba. ¿Existen en la Argentina iniciativas que podrían tomar referencias de la paulista?. Sin duda: el (¿frustado?) proyecto de renovación del área sur de la ciudad de Buenos Aires comparte con el brasileño una enorme cantidad de similitudes en lo que hace a la escala, tipo y complejidad de las problemáticas a tratar. Y además comparte otra buena cantidad de similitudes en lo que hace al contexto político y social en el que se enmarcan estos problemas e iniciativas. ¿Por qué no aprender? Todavía hay en el proceso del área del Eixo mucho que corregir y avanzar, pero sobre todo hay mucho por debatir, calificar y ponderar. ¿Será posible construir un cuerpo de ideas a partir de estas experiencias latinoamericanas?. En general pareciera que este tipo de experiencias en nuestros países tienen el defecto de no terminar de conformar un cuerpo conceptual sistematizado o por lo menos de no tener un “espacio” de discusión que permita un avance reflexivo y crítico. Esto siempre nos hace vulnerables y dependientes de las supuestas enseñanzas de las publicitadas iniciativas europeas, o de las locales motorizadas por los intereses del mercado.
ER
El argentino Eduardo Reese es arquitecto y urbanista.
Remodelación del Parque Celso Daniel, como parte de la Operación Industrial 2
Sobre el proyecto Eixo Tamanduatehy ver nota en este número de café de las ciudades.
Sobre marketing urbano, ver la nota de Mariona Tomàs “La marquetización de las ciudades”,
en el número 6 de café de las ciudades.