N. de la R.: El texto original de este artículo fue publicado originalmente en Ethnologie francaise, 2003 / I – Janvier-Mars. Revue trimestrielle.
La fabricación plural de la ciudad, digámoslo desde el principio, constituye una contribución mayor al estudio de las sociabilidades y de las identidades de la ciudad contemporánea. Resultado de una tesis de doctorado en antropología de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales (EHSS), este libro da cuentas de una decena de años de investigaciones sobre el terreno, realizadas en la ciudad nueva de Cergy, particularmente en Cergy-Saint-Christophe. La obra participa a la vez del impulso contemporáneo de la etnología urbana y se consagra a cuestiones que atraviesan las ciencias humanas y sociales desde hace unas tres décadas: la construcción social de los territorios, el sentido de la evolución de las sociabilidades urbanas, la realidad de la cuestión de “los jóvenes de los suburbios”. Estos diferentes problemas son abordados cruzando los relatos de los citadinos y los espacios simbólicos encajados unos dentro de otros, a los cuales ellos se refieren (residencia, barrio, centro de la ciudad, ciudad nueva, región parisina, etc.).
En una primera parte, notable, Caroline de Saint Pierre sitúa el marco de estudio analizando la construcción simbólica de la ciudad nueva de Cergy-Pontoise, luego la del sector de la investigación, Cergy-Saint Christophe. Tal como lo anuncia el primer capítulo, “La ciudad se construye por las historias que se cuentan”, Saint Pierre describe la puesta en marcha de los extractos discursivos que componen el imaginario de la ciudad nueva. La autora parte del “relato público”, en adelante clásico, que pasa por la figura tutelar del “padre de las ciudades nuevas”, Paul Delouvrier, y por la del planificador de Cergy, Bernard Hirsch. De inmediato recorre los discursos de los “pioneros”, los primeros habitantes de la ciudad nueva. Sain Pierre recuerda el anclaje ideológico de su discurso (autogestión), pero pone de relieve también la homología con el discurso de los decisores (Delegación pedagógica experimental de arquitectura y de urbanismo, Talleres comunitarios de planificación y de urbanismo).
En adelante todo esto fue mejor conocido y el caso de Cergy confirma los análisis realizados en Val-de-Reuil o en Saint-Quentin-en-Yvelines. Sin embargo, Saint Pierre entiende superar esta historia de la producción de las ciudades nuevas para dar cuenta de los múltiples cruces identitarios que presiden “la fabricación de la ciudad verde y azul” (Cap. 2). A partir de los testimonios de los habitantes (un agricultor retirado, un ex militante de una asociación) y de los archivos audiovisuales, ella restituye el espíritu de origen de las ciudades nuevas: hacer una gran ciudad que se diferencie de los grandes conjuntos, superar el antagonismo tradicional rural/urbano, apostar por la continuidad simbólica entre lo antiguo y lo moderno (notable análisis de las mutaciones de la fiesta de Saint Christophe). El recurso a las entrevistas –allí donde un historiador se habría apoyado en los archivos– permite desprender una representación específica de la ciudad, compartida tanto por los decisores como por los citadinos: “La ciudad nueva es presentada como un niño que crece, y que a medida de su desarrollo, pasa de la infancia a la adolescencia” (p. 71). Esta colusión entre el tiempo de la ciudad y el tiempo de sus habitantes es una de las claves del libro. Es también una pelota lanzada al campo de los historiadores y de los sociólogos urbanos.
El último capítulo de la primera parte está consagrado a las representaciones paradojales del barrio Saint-Christophe, uno de los más conocidos de Cergy. Es aquí, en efecto, donde se encuentran los principales gestos arquitectónicos de la ciudad (Eje Mayor, escultura de Dani Karavan, inmuebles diseñados por Ricardo Bofill), que significan, a los ojos del exterior, su modernidad; es aquí también donde se encuentran los “zulúes” que ocupan la plaza central y cuya presencia suscita el fantasma de una “Chicago” de la ciudad nueva. A la oposición entre los grandes conjuntos y la ciudad nueva (mito de los años ´70) se sustituye desde ese momento la tensión entre la ciudad nueva y el “conurbano” (mito de los años ´90). Este resurgimiento del tema ancestral de la ciudad corruptora –nacido, recordémoslo, en los primeros momentos de la revolución industrial– es analizado de manera específica por Saint Pierre. Para la autora, el deslizamiento de una estigmatización (el gran conjunto) a otra (el conurbano) no es sólo un asunto del paso de una época a otra. Concierne también a una amalgama entre el pasado y el presente de los interlocutores.
En la segunda parte de la obra, que está en el origen de la investigación, son analizadas las sociabilidades de los jóvenes “con problemas” del “barrio sensible” de Cergy-Saint-Christophe y su percepción de la ciudad nueva. La autora examina aquí las investigaciones sociológicas sobre los “jóvenes” y el “suburbio”, que alimentan en gran medida los fantasmas de la seguridad contemporánea. La originalidad del examen es que ella integra dos momentos de investigación sobre el terreno (1990-1991 y 1993-1997) que son también dos momentos de la vida de la investigadora y los encuestados. Este lapso posiblemente permite escapar a los habituales clichés sobre “las bandas de jóvenes” y la creación de “guetos a la americana”. Muy acertadamente, Saint Pierre demuestra la importancia de los equilibrios demográficos propios de las ciudades nuevas. Los años ´90 ven a los hijos de los pioneros de fines de los años ´70 pasar a la edad adulta. La ciudad descubre sus adolescentes y tarda en poner en marcha dispositivos adecuados para responder a sus expectativas (Cfr. por ejemplo el análisis de la política de la Casa del barrio). Los medios de comunicación nacionales se alimentan sin ninguna reserva en el territorio de los “zulúes”, fabricando el acontecimiento que ellos pretenden filmar, y poniendo incluso en peligro el paciente trabajo de acercamiento de la etnóloga.
El capítulo cinco, más clásico, está consagrado a las lógicas de reconocimiento de los jóvenes de Saint-Christophe. La autora describe aquí los componentes de la cultura de los adolescentes: pertenencia étnica (“negro”, “árabe”), cultura hip-hop (violencia física o verbal, siglas, breakdance), necesidad crucial de reconocimiento (en la ciudad y fuera de ella). El efecto de catálogo está compensado por el lugar importante de la restitución en las entrevistas. Dando extensamente la palabra (en el capítulo 6) a estos/sus jóvenes (Moussa, Souleymane, Céline, Kodjo, Jean, Simon), la autora revela la complejidad y la ambivalencia de los discursos y de las posiciones que ellos adoptan. Este análisis de los relatos de vida es prolongado (capítulo 7) por el de la percepción que tienen los jóvenes de su ciudad nueva. La autora revela la distancia, pero también la proximidad de los jóvenes con sus mayores de los años ´70. Su rechazo hacia la cultura vernácula (“viejo estilo”, lentitud de vida en el campo opuesta al “Mouv” de la región parisina) los separa incuestionablemente de la utopía de “una ciudad en el campo”, cara a los pioneros. Por el contrario, el orgullo que ellos expresan por el hecho de vivir en una ciudad estética (apropiación de las obras arquitectónicas) los vuelve defensores activos de la imagen de Cergy. La adhesión afectiva al territorio de la ciudad nueva no es, sin embargo, sólo un elemento de las representaciones espaciales de los jóvenes de Cergy. La mundialización pasa también por aquí, agrandando las referencias familiares (retorno al África negra) y el universo mediático (básquet, ropas de marca, vestimentas traídas de Nueva York).
En su tercera y última parte, la autora retoma el campo y confronta la mirada de algunos habitantes de Cergy con la de los jóvenes. Demuestra así que la periodización de la historia y los clivajes de la sociología no bastan para dar cuentas del uso y de las percepciones de la ciudad, sobre todo de algunos de sus lugares claves (centro comercial de Trois Fontaines, Casa del barrio, mercado). Acá, además, las entrevistas son convocadas para afirmar que no solamente la percepción de un espacio dado es diferente de un individuo al otro, sino incluso que un mismo individuo puede, en una misma entrevista, caracterizar de manera contradictoria el espacio del cual habla. En el corto estudio que consagra al mercado de Saint-Christophe (capítulo 10), Caroline de Saint Pierre retoma y convalida los análisis de Michèlle de la Pradelle en su obra: Los viernes en Carpentras. Hacer su mercado en Provence o en otra parte (París, Fayard, 1995) sobre la apuesta en los “juegos de roles” que se sostienen y que sobrepasan las relaciones del simple comercio.
Los dos últimos capítulos están consagrados al estudio de la vida asociativa. La autora se dedica en principio a la evolución de la relación de las asociaciones con el territorio. Las asociaciones de residentes o de barrios, características de la época de los “pioneros”, han muerto y cedido el lugar a asociaciones que reclutan a la gente más allá del territorio de la ciudad nueva. El análisis se extiende también a la crisis contemporánea del mundo asociativo. Retomando los análisis de Jacques Ion, Saint Pierre muestra que aparecen nuevas formas de sociabilidad (la asociación como satisfacción de sí), trascendiendo la separación entre el individuo y lo colectivo.
Al final del estudio, la autora interroga la validez de los criterios de intervención de la política de la ciudad, llevada tanto por el Estado como por las colectividades locales. El principio de subsidiariedad (acción de “proximidad”, desarrollo social de los “barrios”, consejos locales) no coincide con la percepción compleja del espacio de vida que tienen los ciudadanos. Quizás es aquí donde el estudio etnológico merecería ser completado y nutrido por los trabajos sobre las políticas urbanas contemporáneas. El punto de vista de los habitantes, posiblemente, no sea más que uno de los componentes de la fabricación de una ciudad. Una ciudad también es producida por actores (representantes electos, profesionales e institucionales), obligados por coyunturas (económicas o políticas), tomada en apuestas geográficas que la sobrepasan (ver por ejemplo, sobre el mismo espacio, la obra de Pierre Gaudin (dir.), L’invention du Val-d’Oise, 1920-2000, Conséil général du Val-d’Oise, 2001). Los “decisores” mencionados en el título de la obra son en realidad abordados únicamente por sus discursos, en el momento mismo que un abordaje histórico se hubiera apoyado sobre los archivos del Establecimiento Público de Planificación o de los consejos municipales concernidos. Significativamente la Casa del barrio de Cergy-Saint-Christophe, sobre la cual la autora señala en numerosos aspectos su rol fundamental, no es aprovechada más que desde el exterior, y los juicios se apoyan sólo sobre las representaciones de los entrevistados. Se gira alrededor del lugar, de su lógica y de su historia, incluso cuando, edad de por medio, los excluidos de ayer se encuentran entre los animadores de hoy. Estas reservas inherentes al método de trabajo elegido no podrían, sin embargo, ser capaces de minimizar la amplitud del trabajo aquí propuesto. La fabricación plural de la ciudad innegablemente está llamada a convertirse en un “clásico” de las ciencias humanas, y es todo el mal que se le desea.
LV
El autor es Profesor de Historia Contemporánea en Paris-Este Marne-la-Vallée. Su último libro se titula Retour sur les villes nouvelles. Une histoire urbaine du XXème siécle (Créaphis, Paris, 2014).
La fabricación plural de la ciudad. Decisores y ciudadanos en Cergy-Pontoise 1990-2000. Caroline de Saint Pierre. Traducción: Miguel Espejo. Ediciones Antropofagia, Buenos Aires, 2014. Páginas: 376. ISBN: 978-987-1983-06-3
Sobre Caroline de Saint Pierre y su investigación sobre Cergy Pontoise, ver también en café de las ciudades:
Número 77 | Política y cultura de las ciudades (I)
Cergy-Pontoise | Caroline de Saint-Pierre y el desarrollo de una ville nouvelle francesa | Marcelo Corti
Ver también la reseña Un intenso recorrido por la fabricación plural de la ciudad, por Romina Olejarczyk en Quid 16.
Recientemente, Presses Universitaires de Rennes ha publicado La ville patrimoine. Formes, logiques, enjeux et stratégies, bajo la dirección de Caroline de Saint Pierre.
Ver también la entrevista en la Croix sobre el traslado de la ciudad de Kiruna, en la Laponia sueca.