Los textos de esta nota integran Laboratorio Urbano. Poesía encontrada, compilado por Paula Oyarzábal y publicado recientemente por café de las ciudades. El libro refleja el trabajo realizado en el Laboratorio Urbano, primer taller de poesía de café de las ciudades, a lo largo del cual se indagó sobre la creación poética como técnica y como proceso creativo articulado en el cruce entre ciudad y poesía. Se realizó entre los meses de abril y julio del 2021, y contó con el antecedente del proyecto Buscador/poesía encontrada, de Paula Oyarzábal, directora del taller y compiladora del libro. Los dibujos son de Daniel Vergara.
Héctor Ferral Cid
Nací en la ciudad de México, en 1974. Arquitecto por profesión, aprendiz de Poeta por un hermoso error. Pensando en esa simple condición de decir césped, en lugar de pasto o acera en lugar de banqueta, así mi intento de poesía, oníricamente busca reconciliar los sueños en imágenes tangibles, sensaciones tácitas y sonidos rítmicos para el lector, buscando sencillez que no entorpezca la idea primordial: soñar.
Son de la sinrazón
Entreabro los ojos
giro
respiro y me despierto
giro y vuelvo a girar
retengo, me vuelco
trato de no pensar
giro
bostezo e intento dormir nuevamente
presintiendo el amanecer
con el rojo perfume del cedro
giro, me estiro
… (respiración de Mar)
me vuelvo a girar
trato de memorizar
retengo
giro y giro
… (profundo Mar)
despierto
creyendo haber soñado
el poema me ha tocado
… (respiración)
sonrío al vacío
me viajo
toda gira alrededor de tu brillo
vislumbro, trastoco
respiro profundo y te veo
intento perderme
no puedo seguir buscando
trato de no razonar, solo sentir
me maldigo
¡caramba, nada siento!
Solo pienso y me conduzco
llegando al final de una calle sin salida
te vuelvo a encontrar
¡Sé que estás ahí!
no te veo, no puedo tocarte
solo desdibujo algunas líneas
cercanas al mar de palabras infinitas
pero me pierdo en un asfalto que asfixia
busco otra ruta
continúa el camino
no paro, sigo
mientras el destello anuncia
hermoso encuentro contigo en el horizonte
me desnudo
buscando sensibilizar mi iniciación
entro en el mar buscándote
para seguir el camino sin perderme
y buscar el infinito negro abismo que dé continuidad al nuevo rito
me topo
con respuestas insolutas en eterno blanco
que me llevan a un cruce de ideas
cargadas de nada
un vacío que aprieta el corazón
exprimiendo sensaciones perdidas
ahogadas por la razón
donde solo un danzón hace palpitar los sentires
olvidados y guardados
Luz Maldonado
Mi nombre es Luz Maldonado, nací un 16 de junio de 1997. Soy estudiante de la licenciatura y profesorado en filosofía. Empecé a escribir de muy chica como un descargo y un cable a tierra. Encontré que en la escritura uno puede comunicar los verdaderos sentimientos que nos hacen crecer como humanos. La poesía en sí es la conexión más transparente sobre lo que siento; las palabras justas de un autor en una hoja que no está en blanco sino todo lo contrario. La poesía más allá de ser arte, expresa las sensaciones cordiales de lo que uno tiene adentro y esa voz es escuchada por aquellas personas que sienten lo mismo. No me imaginaría haciendo otra cosa más que escribir para tratar de decir.
Valentía en el callejón
Culmina la noche a la espera luz del día
camino en el sendero oscuro trazo de la armonía
respiro solo el silencio seco de la soledad
luces ajenas que ya no están
empiezo a correr para desaparecer
el camino extenso se torna
miedo invadido por mi consentida realidad
hoy ya no estás en la cajita de cristal
te abres al mundo
donde solo puedes ver al cuervo esperar
castigo tiempo que no deja frenar
seguro me perderé
no puedo ver
no sé dónde estaré
ojos ardidos por la neblina
aparezco en el farol del callejón
¿Qué es?
¿Solo mi imaginación?
¡Espera!
Ahí la veo
es la luz
estoy llegando
es la libertad
ya encontré la felicidad
estoy bien de pie
abro el corazón
ya no siento miedo
escape
sentí frio
ahora el calor me abriga
y estoy nuevamente
en el camino exacto
de acá ya no saldré
Daniel Vergara_
Nací en Haedo, provincia de Buenos Aires, en 1988. Arquitecto. Trabajando por la integración de los barrios populares. Aficionado a la música y la lectura. Incursionando en la poesía.
La Municipalidad
La municipalidad decidió
cómo iba a ser el proyecto.
Las casas del federal están aguantando
pero las flores,
del viejo cementerio contiguo,
son un camino de piedras
de agua
que todavía
no se puede
beber.
Es temprano
y en la esquina
de Osvaldo Cruz y Luna
no hay nadie
En cambio
entre las medianeras
de las otras casas
las más derruidas
detrás de los postes de luz
el día aprieta.
La ciudad expandida
¿se desarrolla?
¿La patria?
mira.
Ya han pasado
las obras programadas
los muertos del cementerio
vociferan el descontento
Se escuchan
los pasos
en el cemento nuevo
y se balancean
con el viento
que aún
no cortaron.
El cartel de obra
es el nuevo techo
de las deudas
del Progreso.
Carolina Guidotti
Tengo 27 años y nací en Buenos Aires. Desde chica me llamó la atención la poesía, su forma misteriosa y libre para jugar con las palabras. Luego de terminar la carrera de Diseño Gráfico, tuve un acercamiento más profundo cuando comencé algunos talleres de escritura. Así, redescubrí la poesía como un canal para conectarme con la expresividad y una forma de registrar las sensaciones del cuerpo, los pensamientos y las emociones.
Criaturas
Mi vecina me espía
mientras cuelga la ropa:
sobresalen sus largos dedos
domando broches y
sábanas húmedas,
cada tanto sus dos ojos
asoman con disimulo,
escondidos
bajo el pelo revuelto,
su cara es de nada y
su mirada sin límites
la medianera
monta un borde
falso,
porque yo también la espío.
A las 3 de la mañana
permanece quieta
pintura blanca descascarada
manchas grises,
el humo invisible que respiramos.
Pasa un auto por la cuadra
todas las sombras negras
carcomen la pared,
tintas fugaces
camina un gato
ligeramente por el borde
al filo se detiene:
me mira fijo, yo lo miro
sigilosa
gárgola protectora
en silencio
nos hacemos gestos
el aire se compacta,
la medianera nos separa
sólo cuando queremos,
ahora: no esperamos nada
Distingo sus ojos:
dos soles amarillos,
destellos de un cuerpo
que es todo noche,
orejas erguidas
escuchando el cielo
¿algún otro pájaro escondido?
¿los pasos de alguien
que se despabiló?
la vecina anidando en su pelo
las intrigas de todo el día.
La calma en su mirada
me atrapa
portal
una invitación al misterio
A lo lejos
un perro enfermo
queriendo ladrar
le falta el aire,
dragón
ahogado
ya no escupís fuego
Las sombras arrojan
más formas en la pared
peces nadando
salpican en un mar vertical
suben
al cielo
se dispersan
Así las criaturas de la noche
son las mismas
oscuridades del día:
silenciosas
suaves
tranquilas
Su necesidad
de encontrar un lugar
persevera,
mientras todos los perros
de la casa duermen.
Laboratorio Urbano. Poesía encontrada. Compilación y edición: Paula Oyarzábal. Coordinación editorial: Andrés Drimer. Diseño y diagramación: Laura Corti. Ilustración de tapa e interior: Daniel Vergara. ISBN. Primera edición: café de las ciudades, 2021, Buenos Aires.
Paula Oyarzábal, directora del taller y compiladora de Laboratorio urbano, nació en 1979 en Córdoba, Argentina. Es escritora, poeta, ensayista y performer. Trabajó en teatro, escritura y en fotografía. Estudió Comunicación en la UNC y en la Universidad de Buenos Aires. Fotografía en la Escuela Lino E. Spilinbergo (Córdoba) y Teatro CELCIT (Buenos aires). Cursó estudios en Letras modernas en la UNC. Algunos de sus poemas fueron traducidos al inglés para Palabras errantes. Escribió para las revistas La mujer de mi vida (Buenos Aires), El banquete (Córdoba) y forma parte de la antología de poetas de los 2000 Plebella (Buenos Aires) y de la Revista de Arte Latinoamericano Big sur (Chile). Formó parte de la antología cordobesa (Tinta de negros) titulada 15 (poetas mujeres). Escribió los libros Muñecas colgantes –Narrativa- (inédito), Laboratorio nupcial (inédito), Presente continuo y Ensayos naturales (Textosintrusos, 2017), Escritos en la cama –poesía- (Alción editora, 2008), La mujer sentada (Alción editora, 2010) y La virgen loca (La cartonerita Uruguaya, 2010). En Buenos Aires dicta talleres de escritura poética.