Entrega (25): Vidas paralelas
El pisito – Carmen en vuelo -Una ruptura civilizada -La primavera de Praga -Permanencias y rupturas – No el amor, sino la felicidad – Dos vidas, un cuerpo
Malgrado la fatuidad del edificio (un paralelepípedo de ladrillo visto con cortes mal resueltos, con una suerte de frontis coronando el remate de los tanques de agua y una entrada decorada con semicolumnas de yeso, dóricas, acanaladas) la ubicación era inmejorable para los movimientos cotidianos de Yanina. Con un solo colectivo llegaba en 20 minutos a la fábrica; con otro, en media hora a la casa de su madre. La vista desde el noveno piso abarcaba todo el oeste de Morón y, al fondo, el verde del Parque Leloir y la estación del INTA. Jonathan estaba en el departamento desde el lunes a la tarde, al volver de la escuela, hasta el viernes a la mañana (luego de la escuela volvía con su madre). Claudio no se molestaba con el niño, e incluso tenía una muy buena relación, que le recordaba a la infancia de sus hijos, pero prefería ir al departamento cuando el no estaba, fueran los fines de semana o los otros días durante la siesta; se iban de la fábrica casi sin disimular, pretextando vagamente algún trámite.
Jean Luc fue muy crítico y directo con respecto a la decisión de alquilar el garconniere pero Claudio consideraba que, de alguna extraña manera, la oficialización de Yanina exacerbaba una situación de transitoriedad que perduraría hasta el momento de una incierta reconciliación con Carmen. Mientras tanto (y esto no lo decía ni siquiera a Jean Luc, aunque lo admitía en sus reflexiones) el romance con Yanina en los términos en los que había derivado le permitía a la vez decorar la desazón de su fracaso matrimonial, disfrutar de un sexo a la vez excitante y confortador, y felicitarse por el gesto solidario hacia Yanina, compensatorio de la satisfacción erótica brindada por la camarera de Lalo.
A todo esto Carmen cruzaba el Atlántico por tercera vez en cinco meses, con el objeto supuesto de discutir los puntos finales de la terminación de la galería, a la vez que advertir a Mitzuoda contra los ya inocultables excesos de la obra por sobre el presupuesto asignado. Farsa esta, la del viaje de negocios, que a esa altura de la obra resultaba imposible de sostener ante un buen puñado de personas: Claudio, Carolina, los local partner de Mitzuoda, el propio Jean Luc, por supuesto que la fauna que rodeaba a Mitzuoda en Milán, y una buena cantidad de críticos y marchands de arte a ambos lados del Océano. Mitzuoda la esperaba en Malpensa vestido con un traje blanco al tono de sus scarpe y de un ridículo sombrero que se quitó al verla tras las puertas de la Aduana. La llevó en tren hasta la estación y de allí caminaron unos metros hasta el hotel. Comieron en la habitación; Mitzuoda la besó obscenamente luego de desnudarla y cumplió con destreza las fantasías de su clienta. Antes de dormirse decidieron salir de Milán al despertarse; “a cualquier parte”, acordaron como adolescentes.
En la mañana desayunaron nuevamente en el cuarto del hotel y salieron sin bañarse. El taxi los dejó nuevamente en Malpensa y el primer vuelo anunciado tenía Praga como destino; era además el vuelo 968 y su costo era de 268 euros, las coincidencias los convencieron de que algo bueno los esperaba; alcanzaron a pagar los pasajes y fueron los últimos en subir al avión.
Ahora bien, veamos algunas otras coincidencias alrededor del número 68, o más precisamente alrededor de ese año 1968 tan pródigo en acontecimientos memorables. La madre de Yanina, por ejemplo, había nacido en 1968. Jean Luc (como hemos visto en otras entregas, pero en forma diversa a la que sus amigos imaginaban) había estado en el mayo francés y había estudiado la Primavera checoslovaca; de hecho ese había sido el último tema de conversación con Miranda, que en estos momentos está tomando sol con el Artista Pop en una playa brasileña (el Artista también había nacido en 1968 y dejó embarazada a su novia adolescente cuando tenía 15 años, pero a diferencia de la madre de Yanina en ese mismo año, los padres de su novia la convencieron de abortar, así que aún no tenía hijos; sí que los tendría un tiempo después, pero eso es tema de otra entrega).
Entonces, ambos cónyuges son felices y disfrutan del amor pasional, valga la redundancia. Pero lo hacen a miles de kilómetros de distancia, Claudio en Morón mirando películas en la cama con Yanina, Carmen con Mitzuoda en la sospechosamente impecable ciudad vieja de Praga. Resulta difícil explicar lo que sigue pero, tanto Claudio como Carmen, a la vez consideran terminada esta etapa de su matrimonio, segura una nueva etapa en un futuro impreciso, y un intervalo no menos impreciso de pasión sexual (valga la redundancia) sus respectivas historias con Yanina y Mitzuoda (a pesar de la cada vez mayor formalización que cada una de esas historias está adquiriendo, si se las considera objetivamente y no desde la óptica distorsionada de dos cuarentones que acceden a la pasión amorosa, valga la redundancia, luego de años de un matrimonio feliz, exento de amor, seguramente, pero no de una perceptible felicidad).
Socavan esta tesis compartida entre Carmen y Claudio las respectivas celosías de Carmen respecto a Mitzuoda y Claudio respecto a Yanina (ya hablaremos del malogrado espionaje que Claudio encargó a Jean Luc) y, más importante, la seguridad de que pasiones tan fuertes como el que cada cónyuge está viviendo por su parte modifican sus respectivas personalidades en forma tan clara que no es previsible puedan volver a la celestial rutina conyugal sin sentir que todo ha cambiado en forma definitiva en ellos y en el otro. Afuera es noche y llueve tanto, dice el tango, pero aunque la separación de Carmen y Claudio no involucre “ninguna escena, ningún llanto” (“tan solo fue un adiós inteligente de los dos”, completa la canción), no es probable que el regreso al Mundo Feliz de los besos de buenas noches y las miradas dulces sea solo cuestión de “ven a mi lado, me dijiste”, como en el ficticio universo de las letras de tango se refiere. Veamos, sino, algunas opciones:
– Ingreso de Carmen o Claudio (es irrelevante a los efectos de esta hipótesis si uno, otra, o ambos) a otro Mundo Feliz, pero en este caso con Yanina o Mitzuoda.
– Yanina (por torpeza o por cálculo) queda embarazada de Claudio.
– Idem con respecto a Carmen y Mitzuoda.
– La rapsodia de los acontecimientos sitúa a Yanina o Mitzuoda en un lugar de transición entre Carmen o Claudio y otro/a amante que sacude el aparato emocional de Claudio o Carmen.
– La nueva relación genera en Carmen o Claudio un marcado escepticismo con respecto al amor en general, o bien
– un deseo muy fuerte de vivir otras experiencias, conocer otros amantes, experimentar.
– Etcétera.
Pero quienes abriguen la consoladora idea de una “reconciliación”, o mejor dicho, de un regreso al Mundo Feliz de los pijamas y la seguridad conyugal, pueden tranquilizarse sabiendo que, al menos ahora, regresada Carmen de su viaje de negocios a Europa, Claudio prefiere no dormir en Morón y pasa la noche con su esposa. A pesar del cansancio, hacen el amor con cierta gracia, y tras higienizarse Claudio se duerme con su brazo derecho estirado sobre el muslo de Carmen, que lee unos minutos con la sola luz de la lámpara que ha dispuesto de modo de no molestar a Claudio, hasta que el sueño la vence y apaga la luz, besa a Claudio dormido y se acurruca llenando la figura cóncava que Claudio describe con su cuerpo.
CR c/VR
Próxima Entrega (26): El 18 Brumario de Jean Luc (Depredador)
Fin de semana salvaje – Trampas del destino – ¿Qué vas a tomar? – La objeción confirmada –
Si quieres que algo resulte, hazlo tu mismo – Justicia poética
Carmelo Ricot es suizo y vive en Sudamérica, donde trabaja en la prestación de servicios administrativos a la producción del hábitat. Dilettante, y estudioso de la ciudad, interrumpe (más que acompaña) su trabajo cotidiano con reflexiones y ensayos sobre estética, erotismo y política.
Verónicka Ruiz es guionista de cine y vive en Los Angeles. Nació en México, estudió geografía en Amsterdam y psicología en Copenhague.
En entregas anteriores
1: SOJAZO!
Un gobierno acorralado, una medida impopular. Siembran con soja la Plaza de Mayo; Buenos Aires arde.
Y a pocas cuadras, un artista del Lejano Oriente deslumbra a críticos y snobs.
2: El “Manifesto”
Desde Siena, un extraño documento propone caminos y utopías para el arte contemporáneo.
¿Marketing, genio, compromiso, palabrerío? ¿La ciudad como arte…?
3: Miranda y tres tipos de hombres
Lectura dispersa en un bar. Los planes eróticos de una muchacha, y su éxito en cumplirlos.
Toni Negri, Althuser, Gustavo y Javier.
4: La de las largas crenchas
Miranda hace un balance de su vida y sale de compras. Un llamado despierta la ira de una diosa.
El narrador es un voyeur. Bienvenida al tren.
5: El Depredador
Conferencia a sala llena, salvo dos lugares vacíos. Antecedentes en Moreno.
Extraño acuerdo de pago. Un avión a Sao Paulo.
6: Strip tease
Ventajas del amor en formación. Encuentro de dos personas que no pueden vivir juntas pero tampoco separadas.
Miranda prepara (y ejecuta con maestría) la recepción a Jean Luc.
7: Nada más artificial
Extraño diálogo amoroso. Claudio parece envidiar a Jean Luc, pero sí que ama a Carmen.
Virtudes de un empresario, razones de una amistad.
8: Empresaria cultural
Carmen: paciencia, contactos y esos ojos tristes. Monologo interior ante un paso a nivel.
Paneo por Buenos Aires, 4 AM.
9: La elección del artista
Bullshit, así, sin énfasis. Cómo decir que no sin herir a los consultores.
La ilusión de una experiencia arquitectónica. Ventajas de la diferencia horaria.
10: Simulacro en Milán
La extraña corte de Mitzuoda. Estrategias de simulación. Las afinidades selectivas.
Una oferta y una cena. La Pietà Rondanini. Juegos de seducción.
11: Más que el viento, el amor
Al Tigre, desde el Sudeste. El sello del Depredador. Jean Luc recuerda la rive gauche, Miranda espera detalles.
La isla y el recreo. Secretos de mujeres. El sentido de la historia.
12: El deseo los lleva
La mirada del Depredador. Amores raros. Grupo de pertenencia. Coincidencias florales.
Influida y perfeccionada. Un mundo de sensaciones. Abusado por el sol.
13: Acuerdan extrañarse
Despojado de sofisticación. Las víboras enroscadas. Adaptación al medio. Discurso de Miranda.
Amanecer. Llamados y visitas. ¿Despedida final? Un verano con Mónica.
14: No podrías pagarlo
Refugio para el amor. Viscosas motivaciones. Venustas, firmitas, utilitas.
Una obra esencialmente ambigua. La raíz de su deseo. Brindis en busca del equilibrio.
15: La carta infame
Estudios de gestión, y una angustia prolongada. Demora inexplicable.
La franja entre el deseo y la moral. Lectura en diagonal a la plaza. Sensiblería y procacidad.
Entrega 16: En la parrilla de Lalo
Paisaje periférico. Estudio de mercado. Sonrisa melancólica, proporciones perfectas.
Un patrón apenas cortés. Elogio del elegante. Suite Imperial. Desnudez y democracia.
Entrega (17): La investigación aplicada
Más de lo que quisiera. Temas de conversación. La insidiosa duda.
Estrategia del celoso. Peligros. La casa del pecado. Suposiciones y conjeturas.
Entremés – Solo por excepción (I) / La drástica decisión.
Entremés – Solo por excepción (II)/ Los trabajos y los días
Entremés – Solo por excepción (III y última del entremés)/ El experimento Rochester.
18: La afirmación positiva
Una visión panóptica. La eficacia de las caricias. No lejos de la fábrica.
Los motivos de su conducta. Hipótesis oportunista. Certero impacto del Artista Pop.
19: El amor asoma su sucia cabeza
Hipótesis de conflicto – El perseguidor – Preguntas capciosas – Efectos colaterales –
Sólo en Buenos Aires – La tristeza de un jueves a la tarde
20: La forja de un rebelde
Propuesta del superior – Llegar tarde a todo – Disciplina y cinismo – La luz y el aire del Sur –
Adiestramiento de un servicio – Los pruritos morales – Doble agente
21: Al servicio de la República
La llegada a América y las primeras misiones – Jean Luc seduce a propios y extraños –
Por la razón o por la fuerza – Foja de servicios – El hombre justo en el lugar equivocado
22: ¿Qué pasa, General?
Pequeño apartamento en Las Condes – Aeropuerto ´73 – Balada del mochilero –
Dos puntas tiene el camino – El trabajo ya está hecho – Reciclaje y redención
23: Suite Mediterránea
Mujer en el balcón – Vernissage – Lo útil y lo agradable – La entropía de un matrimonio feliz –
Animales – Los caminos del arte contemporáneo – Hipertexto y collage
Entrega 24: Una walkyria conurbana
¿Vivís por acá? – No somos perras – La prohibición de involucrarse – Ningún cuidado es excesivo –
Reconversión en el área servicios – Aparición del príncipe azul