La lectura de Buenos Aires – excursiones mínimas tiene, entre otras, la virtud de generar comportamientos. El más afín al texto es su cumplimiento al pie de la letra, recorriendo en la práctica los caminos indicados o, para los disidentes, otros no incluidos en él. Otra actitud posible, más intelectualizada y sedentaria, es interrogarse sobre el género en el que cabría ubicar a este texto. Puestos a considerar posibles corrientes, se destacan tres: la guía turística, el inventario patrimonial, la deriva situacionista. Ninguna de las posibilidades encaja ni desencaja completamente en la lectura de excursiones…
No es una guía turística convencional, con pretensiones globales e indicaciones de alojamiento, gastronomía y transporte; sus instrucciones se restringen a unos doce circuitos tan aleatorios en su selección como arbitrarios (randomizados, si cabe la analogía con la escucha de un CD) en su continuidad. No obstante, el visitante que crea en la pedante distinción que hace Paul Bowles entre turistas y viajeros, y se autoincluya en el segundo grupo, podrá disfrutar de agradables e instructivos paseos si se atiene a la letra de Sabugo (asumiendo que otros circuitos obligatorios del turismo porteño, como Puerto Madero, Florida y la sobrevalorada Boca del Riachuelo, serán instruidos en guías más convencionales).
No es un compendio completo del patrimonio arquitectónico y artístico de la Ciudad, aunque algunos edificios esenciales que entran en los circuitos propuestos son explicados con pericia de conocedor y, en algunos casos, profusión de datos complementarios. No es una clásica deriva, ni en el sentido psico-geográfico de los ´60 franceses ni en la reinterpretación contemporánea que Adrián Gorelik analiza en el número 86 de Punto de Vista. Pero la ya mencionada arbitrariedad de los itinerarios, y el aura de obligación autoimpuesta que asumen los recorridos, replican de alguna forma el carácter vocacionalmente absurdo de los paseos situacionistas.
Una consecuencia de esta indefinición de géneros es que el lector/a se siente tentado a plantear sus propias excursiones y completar la serie que se le propone con inorgánicos avances sobre, por ejemplo, Flores o Saavedra. O más primariamente, a desobedecer las prescripciones de Sabugo y desviarse de las excursiones propuestas (continuar por ejemplo de Patricios a Boedo, o bajar de las Barrancas de Belgrano a los restaurants chinos de la calle Arribeños). Sin pretensiones semióticas explícitas, el texto genera así una posible multiplicidad de lectores insatisfechos que completarán y ampliarán ad infinitum los recorridos por Buenos Aires.
Habrá turistas alemanes que, cantimplora en mano, empalmarán la calle Corrientes de las librerías con el Abasto “del Morocho”, el monumento a Pugliese en Villa Crespo y el Conventillo de la Paloma, para seguir por Serrano hasta el Palermo de Borges. No faltará el arquitecto que prescindirá en San Telmo de la Plaza Dorrego y se encolumnará por Balcarce, el flâneur de domingo que a los palacios recoletos prefiera la Recova de Libertador, o el disidente que encarará el inventario de Devoto.
Escrito en segunda persona hacia un estoico y voluntarioso Usted de (como vimos) múltiples posibilidades, excursiones mínimas completa sus itinerarios con referencias culturales también diversas y pluralistas, donde Arlt y Mujica Lainez conviven con Vacarezza y Marechal, con Sábato y Discepolo, el cine, Sumo y el tango. Los croquis de Edgardo Minond ritman una lectura cordial que se completa in action, en el descubrimiento o redescubrimiento de los lugares prescriptos (los no-shopping, como señala la burlona lógica de las instrucciones).
Buenos Aires – excursiones mínimas, de Mario Sabugo, con ilustraciones de Edgardo Minond, 64 páginas, mini temas H. Kliczkowski, fue publicado en noviembre de 2006 por H. Kliczkowski – ONLYBOOK, S.L.
Diversas formas de recorrer Buenos Aires, en estas notas de café de las ciudades:
Número 29 I La mirada del flâneur
Instrucciones para entrar a Buenos Aires I Con profusión de datos, advertencias para voyeurs y corbusieranos, y un anexo con experiencias análogas de Italo Calvino. I Mario L. Tercco
Número 33 I Tendencias
Turismo bizarro en Buenos Aires I El infierno está encantador. I Carmelo Ricot
Número 44 I La mirada del flâneur (I)
Munro: furor y decadencia I Apuntes de viaje de un rally conurbano. I Martín Di Peco
Número 47 I Tendencias
La promesa de la Ciudad Abierta I El pensamiento urbano, las transformaciones de escala, la semana Ciclón-tímica y la cuestión de los alquileres.
Y sobre la deriva situacionista:
Número 7 I Cultura (I)
Situacionistas: la deriva y el placer I El urbanismo contra la sociedad del espectáculo.