Como en las plegarias atendidas de Santa Teresa, en la Argentina se derraman más lágrimas por las promesas cumplidas del gobierno de Milei que por las no cumplidas.
Prometió eliminar la obra pública: las rutas nacionales se están deteriorando hasta la destrucción, para desconsuelo de gobernadores que en algunos casos apoyaron alegremente los decretos y leyes de la “motosierra”.
Recientemente, el desregulador oficial Federico Sturzenegger anunció que el Estado “se retira de la construcción de viviendas”, rubro que (como todos los demás en la nube ideológica mileista) estaría mejor atendido por el “mercado”. Sobre el cierre de esta edición de café de las ciudades se anuncia el cierre de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda.
Como en las plegarias atendidas de Santa Teresa, en la Argentina se derraman más lágrimas por las promesas cumplidas del gobierno de Milei que por las no cumplidas.

El modelo no habrá fracasado por malo sino porque sus ejecutores estaban locos o eran inexpertos, así como antes había fracasado porque los militares eran brutos y ‘se les fue la mano’, porque Menem robaba, porque De la Rúa era tonto, porque Macri ‘no se animó’…
¿Cómo sigue? Con un supuesto crítico de continuidad de las políticas económicas AnCap, pareciera haber cuatro escenarios posibles:
1-Disgregación y segregación territorial exacerbadas, con franjas autogestionadas de seguridad o vulnerabilidad. Este escenario no es compatible con las reglas del juego democrático.
2-Transferencia de competencias territoriales a las provincias y municipios, con algún acuerdo fiscal que permita (más o menos) sostener los costos. Un federalismo sin gobierno federal.
3-Flexibilización del componente anarquista hacia una instancia neoliberal clásica de acuerdos entre Estado “facilitador” y privados “dinámicos”. Concesiones (ahora se anuncia la privatización de las rutas, por ejemplo…), partenariados público privados, subsidio a la demanda de vivienda, etc.
4-Lo mismo que 3, pero sin flexibilización: una coalición de derecha más “sensata” y presentable que los libertarios aprovecha el ajuste y encara una nueva etapa. El modelo no habrá fracasado por malo sino porque sus ejecutores estaban locos o eran inexpertos, así como antes había fracasado porque los militares eran brutos y “se les fue la mano”, porque Menem robaba, porque De la Rúa era tonto, porque Macri “no se animó”…
A un quinto escenario hay que construirlo, pero eso ya es otra historia.
MC
Aquí, algunas notas periodísticas sobre las retiradas anarcocapitalistas:
Reclamo empresarial patagónico por las rutas 3 y 40.
Insostenible situación de las rutas nacionales en Santa Fe.
La motosierra cae sobre la vivienda.