Definimos lo doméstico como un universo que interactúa con muchísimas capas de la vida, modelando las rutinas y afectando al bienestar. Así, entendiendo a los hogares como una expresión de los modos de vida, planteamos que los espacios domésticos son espacios que participan de manera determinante en la construcción de subjetividad.
Resaltamos el hecho de que, en los hogares, hoy lugares de refugio, es donde se profundizan las violencias contra las mujeres y disidencias. Por tanto, buscamos interpelar y cuestionar las lógicas que naturalizan estos comportamientos.
El espacio doméstico, establecido fuera del dominio público desde una mirada androcéntrica y heteronormativa -que uniformiza a todas las personas como sujetos universales-, es el reflejo de las relaciones de poder que establecen las normas sociales. En este sentido, resaltamos el hecho de que, en los hogares, hoy lugares de refugio, es donde se profundizan las violencias contra las mujeres y disidencias. Por tanto, buscamos interpelar y cuestionar las lógicas que naturalizan estos comportamientos.
En este sentido, partiendo de teorías ecofeministas y queer -que desde hace años vienen revelando el espacio doméstico como un espacio de políticas del cuerpo- destacamos la importancia de entender la vivienda como campo de batalla política de primer orden, atravesada por luchas y controversias sociales y ecológicas urgentes de ser atendidas.
Los espacios comunes serían aquellos capaces de convertir a la vivienda colectiva en una interfaz entre las diferentes escalas de lo doméstico, permitiendo una diversidad de espacios y gradientes con capacidad de interactuar y fomentar redes solidarias
Así, con el objetivo de resignificar lo doméstico, proponemos el concepto de posdomesticidad. Esta idea representa la voluntad de generar un debate abierto y en proceso para indagar escenarios domésticos superadores y radicales, desde una perspectiva feminista y ecosistémica. Apostamos por nuevos escenarios posdomésticos que puedan superar los límites establecidos en términos binarios -entre público y privado, interior y exterior o Estado y mercado- hacia la co-construcción de comunidades más saludables y resilientes.
Postulamos que los espacios comunes serían aquellos capaces de convertir a la vivienda colectiva en una interfaz entre las diferentes escalas de lo doméstico, permitiendo una diversidad de espacios y gradientes con capacidad de interactuar y fomentar redes solidarias. Además, sostenemos que se deben poner de manera urgente los cuidados en el centro, haciendo foco en las tareas reproductivas y en la transescalaridad entre los espacios domésticos más íntimos y las redes barriales de contención comunitaria. En este sentido, proponemos revisar los límites de lo doméstico, más allá de lo público y lo privado, teniendo en cuenta los espacios comunes como articuladores de nuevas domesticidades más abiertas y dinámicas.
En definitiva, defendemos (re)politizar lo doméstico para la construcción de alternativas urbano-habitacionales al sistema patriarcal que permitan poner los cuidados en el centro. Nos debemos el reclamo por el derecho al espacio y a niveles de habitabilidad mínimos que puedan promover una vida doméstica sana. Para ello, es necesario pensar espacios domésticos diversos, adaptables y saludables, capaces de hacer frente a las necesidades de todas las personas y de albergar múltiples estructuras de convivencia y programas habitativos, promoviendo la escala de proximidad y la vida cotidiana. En resumen, entendemos a la vivienda como un pequeño laboratorio donde ensayar procesos para explorar otras formas de vivir.
CH
Imagen: Catalina Mahé en Instagram.
Habitaria es una plataforma colectiva de arquitectura, conformada por Natalia Kahanoff,
Víctor Franco y Luciana Pellegrino. Nuestro interés se centra en indagar acerca de la desnaturalización del espacio en el que habitamos. Nuestro objetivo es revisar, resignificar y repolitizar el espacio doméstico. Para ello, trabajamos en torno a la vivienda colectiva, investigando sobre nuevas formas de cohabitar y proponiendo alternativas habitacionales centradas en lo común.
Nuestro marco conceptual se basa en temas muy presentes en los debates de la cultura contemporánea, como son el feminismo, el ecologismo y el paradigma de lo común. Estos temas nos interpelan para investigarlos y aplicarlos con responsabilidad y urgencia, puesto que tienen muy poco lugar en los espacios académicos formales y en la práctica arquitectónica.
Nuestra metodología de trabajo se basa en una indagación sensible y de escucha activa y en procesos de co-diseño a partir de la imaginación de otros futuros posibles, promoviendo escenarios que fomenten prácticas de vida más inclusivas, saludables y resilientes.