N. de la R.: El texto de esta nota reproduce contenidos de la Web de la Cooperativa de viviendas en cesión de uso La Borda. Agradecemos a Mariela Iglesias por su valiosa colaboración.
“Hablaremos del derecho a la vivienda como forma de acceso a unos recursos cruciales para garantizar nuestra independencia socioeconómica y, con ella, un conjunto relevante de certezasque nos permitan construir trayectorias vitales realmente propias. Hablaremos del derecho a la vivienda, por lo tanto, como reapropiación de una parte determinante del espacio público, un espacio público de lo que, precisamente, estamos privados”.
David Casassas en “El capitalismo se impone a la democracia: reapropiarnos de nuestras vidas”.
Según la Alianza Cooperativa Internacional, “una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido de forma voluntaria para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales en común, mediante una empresa de propiedad conjunta y gestión democrática”.
Nosotros, el grupo impulsor de la primera promoción cooperativa de viviendas en cesión de uso La Borda, queremos armonizar la necesidad de acceder a una vivienda de carácter social, económico y ambientalmente sostenibles, y al mismo tiempo promover el acceso a un lugar donde vivir sin pasar por circuitos convencionales del mercado inmobiliario.
Pensamos que es imprescindible generar formas de acceso a la vivienda de titularidad colectiva que pongan el foco en el uso efectivo de éstas, y no en su valor de cambio en el mercado capitalista. Al mismo tiempo, queremos fomentar formas de convivencia más comunitarias que faciliten la interrelación entre vecinos y vecinas, y favorezcan el reparto del trabajo doméstico y de cuidados a través de espacios comunes.
Una borda es una construcción tradicional de piedra que se utiliza como almacén y lugar para guardar el ganado. La palabra nos remite al pasado agrícola de los antiguos pueblos y villas del llano de Barcelona, da nombre también a nuestra cooperativa de vivienda y al barrio en el que estará ubicada.
El 19 de septiembre de 2014 pasamos por notario para constituir formal y legalmente Habitatges La Borda, SCCL, la cooperativa de viviendas en régimen de cesión de uso. El proyecto lo formamos unas cincuenta personas que habitaremos un edificio de unas 30 viviendas a mediados o finales de 2017.
La Borda tiene como objetivo principal proveer de alojamiento digno y estable a las personas asociadas a partir de la creación de una promoción de viviendas en la que la el suelo y las viviendas sean propiedad colectiva y exclusiva de la cooperativa. Se trata del primer intento en la ciudad de Barcelona de llevar poner en práctica esta forma de acceso legal a vivienda no especulativa, y el proyecto tiene una fuerte base comunitaria. La toma de decisiones —desde el régimen interno y el modelo de convivencia, hasta las cuestiones energéticas y los diseños de los espacios comunes— pasa por la asamblea general, principal órgano decisorio de la cooperativa. La cooperativa está organizada en seis comisiones: arquitectura, economía, jurídica, convivencia, comunicación y secretaría. Cada una lleva sus propuestas a la asamblea general o reuniones monográficas en la que se toman las decisiones. En cierto modo, se podría afirmar que La Borda es una promotora autoorganizada para acceder a una vivienda digna. Una experiencia que se piensa a sí misma como prueba piloto, para que a medio plazo no sólo queremos levantar este proyecto, sino extender el modelo y fomentar su replicabilidad.
La cooperativa de vivienda en cesión de uso es una forma alternativa de acceso a la vivienda, para hacer frente de forma colectiva a la necesidad de habitación, en un mercado inmobiliario caracterizado por la especulación y los precios abusivos, con miles de desahucios por impagos de hipoteca y una gran demanda de vivienda social desatendida.
Objetivos principales del modelo
La propiedad siempre será colectiva mientras que el uso será personal. De esta forma se disuelven los efectos perniciosos de la propiedad individual y de la mercantilización del alojamiento, liberando viviendas de los mecanismos del mercado. Se trata de una forma de autogestionar el acceso al derecho a la vivienda en un momento en que las administraciones públicas están inhabilitadas y desacreditadas para garantizarlo. Este modelo elimina la especulación inmobiliaria y el lucro en un derecho fundamental como la vivienda, y favorece la relación intergeneracional y la integración comunitaria.
Es un modelo de acceso a la vivienda alternativo al de la propiedad tradicional y al alquiler, que persigue también nuevos modelos de convivencia y de interacción entre el vecindario, con espacios comunes y sistemas colectivos en la gestión de serviciosy otras necesidades, dirigidas al desarrollo integral de las personas que viven y del conjunto del barrio, potenciando así la cohesión social.
Este proyecto quiere ser un proyecto piloto de cooperativa de vivienda de alquiler en régimen de cesión de uso al ámbito urbano, ya que actualmente sólo hay una cooperativa de estas características en funcionamiento en todo el Estado español (Cal Cases, en el Bages, cerca de Santa Maria d’Oló) que está ubicada en el ámbito rural. Con esta experiencia, esperamos generar una alternativa generalizable y replicable en el ámbito de vivienda pública y las políticas en esta materia.
Uno de los referentes directos de este tipo de cooperativas es el modelo Andel (‘cooperativa’ en danés), en funcionamiento en Dinamarca desde hace un siglo y que actualmente integra 125.000 viviendas. O también el de la FUCVAM (Federación Uruguaya de Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua).
Primera fase
En 2012 constituimos la Asociación para la Promoción de la Vivienda Cooperativo en Régimen de Cesión de Uso Can Mangala, a la que se asociaron todas aquellas personas que compartían los objetivos indicados. Además de crear la asociación y darle una forma jurídica, pusimos en funcionamiento diversas comisiones (modelo de convivencia, arquitectura, economía, jurídica y comunicación), a partir de éstas vamos pensando y trabajando en las diferentes dimensiones del proyecto. Las comisiones van respondiendo a las inquietudes que plantean las personas, mediante el desarrollo de asambleas, talleres y trabajo colaborativo virtual.
Segunda fase
En enero de 2014 celebramos un acto público de presentación de la iniciativa en Can Batlló y se incorporaron al grupo nuevas personas. Tras un periodo de discusión y debate intenso para aprobar los Estatutos de la cooperativa, finalmente el 19 de septiembre de 2014 se constituye legal y formalmente Habitatges La Borda, SCCL.A lo largo de esta fase, además, en Asamblea General hemos elegido también las personas que forman parte del Consejo Rector de la cooperativa: la presidenta, la secretaria, la tesorera y cuatro vocales. En los Estatutos de la cooperativa hemos definido tres tipos de personas socias:
- Los y las colaboradoras: las personas que quieren impulsar los objetivos de La Borda, pero que no optan a acceder a una vivienda. Estas personas son socias de la Asociación Can Mangala.
- Los y las socias expectantes: las personas que, además de impulsar los objetivos de la cooperativa, optan a acceder a una vivienda en régimen de cesión de uso.
- Los y las socias habitantes: las personas que disfrutarán de una vivienda en cesión de uso una vez esté construido el edificio. Deberán hacer la aportación al capital social de la cooperativa y abonar las cuotas de uso.
Tercera fase
Durante esta última fase se llevará a cabo la construcción de las viviendas. Habrá tres tipos de viviendas (de 40, 60 y 70 m2), y se fijarán unos criterios de habitabilidad, un máximo y mínimo de personas que pueden vivir en cada piso en función de la superficie.
El comienzo de las obras está previsto para el verano de 2015, y la finalización de las mismas, para mediados-finales de 2017.
Financiación
En estos años de proceso hacia la constitución de la cooperativa nos hemos puesto en contacto con diversas experiencias del Estado español y de ámbito internacional. Todas ellas coinciden en señalar que la cuestión de la financiación es la más complicada, especialmente porque se trata de la primera operación. La situación cambiará radicalmente una vez la primera promoción se haya desarrollado, porque empezará a generar fondos propios, y se dispondrá tantos de los edificios como de los derechos de la cooperativa, que actuaran como garantía. Pero hasta alcanzar este punto, poner en marcha la primera promoción será difícil.
Las diferentes experiencias consultadas afirman que han tenido que relacionarse con entidades de crédito más o menos convencionales. Excepto en Francia, no encontramos ningún caso en que un proyecto de estas características haya tenido el apoyo únicamente de una entidad de crédito de la economía social. Esta es la voluntad del colectivo y parece que, en el caso de La Borda, será posible.
Propuesta financiera
Según los primeros estudios, el presupuesto de la construcción asciende a 2.4 millones de euros. Sobre esta cifra, queremos intentar rebajar el presupuesto un 18% por medio de la autoconstrucción. Esta reducción significativa del presupuesto se quiere conseguir no sólo aportando horas de trabajo de las personas socias en concepto de mano de obra, trabajos reproductivos, sino también presionando sobre los márgenes industriales, la contratación directa, entre otros conceptos.
La estructura financiera está compuesta por cuatro grandes fuentes: el capital social, los préstamos participativos, los títulos participativos y los préstamos a la inversión.
El capital necesario que no podamos lograr por medio de préstamos y títulos participativos, lo tendremos que pedir por la vía de los préstamos de inversión. Por esta razón, durante el 2015 iniciaremos una campaña para conseguir el máximos de socias y socios cofinanciadores.
Sistema de garantías
Nuestra necesidad de financiación exige unas garantías sólidas. Las negociaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para la cesión del suelo apuntan a que dispondremos del terreno alrededor de 99 años. Este hecho nos permitirá levantar garantías sobre el mismo, por lo que la cooperativa podrá acordar traspasar la cesión del suelo y la propiedad del edificio a las entidades que financien la construcción, en caso de fracaso de la operación. Además de esta garantía principal, la cooperativa se compromete a buscar el máximo posible de avalistas para el préstamo de inversión.
Can Batlló
Habitatges La Borda SCCL forma parte de los proyectos aprobados por la Plataforma Can Batlló es del barrio. Este espacio es uno de los últimos recintos industriales históricos que quedan en la ciudad de Barcelona. Construido a principios del siglo XX por la familia Batlló, pretendía ser el recinto industrial textil integral más grande de España, con más de 11 hectáreas de superficie y más de 15 naves repartidas por el recinto en conjunto. Antes de terminar la construcción, el sector del textil entró en declive, por lo que rápidamente las naves se subdividieron y acogieron durante décadas cientos de pequeños talleres y empresas, que daban trabajo a más de 1.500 personas. La Bordeta, uno de los barrios del distrito de Sants-Montjuïc, se contruye alrededor de este recinto.
Con la aprobación del Plan General Metropolitano (PGM) de 1976 —con el que se quería erradicar la actividad industrial dentro de la ciudad— comienza el progresivo abandono de los talleres y la decadencia del recinto. Ya entonces, el movimiento vecinal comenzó a reivindicar que una vez cesaran los usos industriales, se instalasen equipamientos y una gran zona verde, ya que la Bordeta es uno de los barrios con menos servicios de la ciudad. En 1981, el ayuntamiento socialista prometió que se iniciarían los trámites para que se llevaran a cabo las obras, pero mantuvo una postura pasiva durante los 25 años siguientes. Los y las vecinas de la Bordeta, sin embargo, nunca dejaron de reclamar lo que estaba acordado.
El ciclo inmobiliario fue el que finalmente atizó a que los titulares de la propiedad —la familia Muñoz Ramonet— presionara a las administraciones para desatascar el programa, por lo que se cedió suelo al ayuntamiento para hacer el parque, los equipamientos y las viviendas de protección oficial, a cambio de permitir a la propiedad construir cinco grandes edificios de pisos de alto nivel. Las negociaciones se dilataron en el tiempo, hasta el punto que en 2008, concluido el ciclo alcista y sin un proyecto aceptado por todas las partes, parecía que el proceso volvería a quedar atascado. Esta vez, sin embargo, el vecindario tomó la iniciativa.
Con la campaña Tic-Tac Can Batlló, en 2009 el vecindario pone fecha límite el 1 de junio de 2011 para que comiencen las obras de apertura y transformación del recinto. El ayuntamiento incumplió una vez más las promesas y, finalmente, el 11 de junio de 2011, tres columnas de vecinos y vecinas accedieron por diferentes puntos. Días antes, el nuevo ayuntamiento cedió in extremis una de las naves a la gestión vecinal, el BlocOnze, en régimen de autogestión. Ya han pasado cuatro años desde el 11 de junio de 2011. Desde entonces, la gestión vecinal en Can Batlló ha ido conquistando cada vez más espacio y esferas de la vida del barrio: ya funciona la Biblioteca Popular Josep Pons, el bar del BlocOnze, el rocódromo, las salas de ensayo y entrenamiento y el Auditorio; los talleres abiertos de carpintería, reparación de vehículos y trabajos con metal; un centro de formación ocupacional, espacio familiar y de crianza, de artes plásticas y una imprenta popular. Desde el 20 de septiembre, está constituida también la cooperativa de viviendas La Borda. Y muy pronto, en el BlocQuatre, se empezará a poner en funcionamiento el Espacio para Iniciativas de la Economía Social Coòpolis.
Durante el primer año, los esfuerzos se destinaron a rehabilitar esta primera nave, transformándola en el Espacio Vecinal Autogestionado que es hoy, y que acoge la Biblioteca Popular Josep Pons, el Espacio de Encuentro, el Auditorio, el rocódromo , las salas para talleres y charlas. El empuje del movimiento, y su diversidad, combinado con la falta de ideas y medios del ayuntamiento, hizo que el barrio iniciara un proceso participativo, entre las más de 300 personas que se vinculan al proyecto, para elaborar un listado de proyectos e iniciativas que garanticen la diversidad de usos en el recinto y ocupen nuevas naves.
Después de tres años, el resultado de este proceso ya sumaba un total de 15 proyectos, entre los que se encuentran el Espacio de Iniciativas para la Economía Social Coópolis, proyecto de promoción económica cooperativa; los talleres abiertos de carpintería, reparación de vehículos y trabajos con metal; un centro de formación ocupacional, espacios de crianza y artes plásticas; una imprenta popular, así como la cooperativa de viviendas en cesión de uso La Borda, entre otros. Todos estos proyectos e iniciativas se deben ubicar en diferentes naves del recinto.
De momento, se ha logrado imponer los planteamientos y tiempo de la Plataforma Can Batlló es para el barrio a los de la administración, aunque el colectivo ya está trabajando para blindar su presencia en el recinto. Uno de los objetivos principales consiste en modificar el PGM vigente para que contemple los usos y distribuciones que la plataforma propone.
CVCULB
Web de La Borda, La Borda en Facebook.
Sobre La Borda y Can Batlló, ver también Coopolis, cantera de cooperativas en Can Batlló, en El País, y Proceso de constitución de una cooperativa de vivienda de cesión de uso en Can Batlló, Barcelona, en Arquypielago.
Sobre los procesos urbanos recientes de Barcelona, ver las notas de nuestro número 149-150: El tejido social y vecinal de Barcelona debe ser protagonista de una revolución democrática. Entrevista a Ada Colau, y Barcelona después de Barcelona.Instantáneas de un Modelo, por Marcelo Corti.