N. de la R: El texto de esta nota reproduce los aportes de Laura y Francisco a nuestro Glosario de las ciudades, 200 conceptos urbanísticos por 200 autoras/es en celebración del número 200 de café de las ciudades.
Libertad
La libertad existe como concepto y aspiración en las sociedades occidentales modernas porque la esclavitud, el sometimiento y la opresión existen como realidades intrínsecas a ellas. En las sociedades democráticas, la libertad como valor fundamental presenta importantes dilemas para la planificación. La misma génesis disciplinar está vinculada al control socioespacial, el manejo de las voluntades y deseos individuales (y también colectivos) y la distribución de cargas y beneficios espaciales entre las personas que constituyen un territorio. No es casual que los sistemas de planificación más “eficientes” de nuestra historia moderna son aquellos al servicio de gobiernos autoritarios, como las ciudades modelo del apartheid en Sudáfrica, los programas de erradicación de villas de las dictaduras latinoamericanas, y el redlining en Estados Unidos de mediados de siglo XX. Con la reconceptualización de la disciplina del planeamiento urbano hacia el ejercicio de la “libertad de hacernos y rehacernos a nosotros mismos y a nuestras ciudades como uno de nuestros más valiosos derechos” (Harvey, 2008) es necesario replantearnos los fundamentos básicos del bien común, el interés público y el bienestar social, que han guiado a la disciplina de la planificación occidental, y en qué medida estos fundamentos han constituido –explícitamente o no– aparatos legales y de diseño para mantener en su lugar a las estructuras de poder que someten, oprimen y esclavizan espacialmente a los subalternos.
LW
La misma génesis disciplinar está vinculada al control socioespacial, el manejo de las voluntades y deseos individuales (y también colectivos) y la distribución de cargas y beneficios espaciales entre las personas que constituyen un territorio.
Recursos
Los recursos son los medios o elementos que pueden utilizarse para realizar actividades orientadas a la satisfacción de necesidades. Los recursos se sustentan, en definitiva, en las características fundamentales del planeta Tierra del cual somos parte. En este sentido, el recurso más valioso es la biodiversidad, que incluye la diversidad ecológica (variedad de ecosistemas), la diversidad biológica (variedad de especies) y la diversidad genética.
Desde un punto de vista no antropocéntrico, esto es, alejado de la suposición errónea y arrogante de que el ser humano puede domesticar a la Naturaleza para sus propios fines, podemos considerar a la biodiversidad y los servicios prestados por los ecosistemas como la principal fuente de recursos para la vida en general. Me refiero a cuatro tipos de recursos o servicios prestados por los ecosistemas:
* Los servicios de aprovisionamiento de bienes materiales y energéticos que aseguran los ecosistemas, como alimentos, agua potable, materias primas, fuentes de energía y recursos medicinales y farmacéuticos.
* Los servicios de regulación proporcionados por los ecosistemas, para asegurar la calidad del aire y el clima local, el almacenamiento de carbono, la moderación de los desastres naturales, el tratamiento de aguas residuales, la prevención de la erosión del suelo y de su fertilidad, la polinización de los cultivos y el control biológico de los ecosistemas en la regulación de plagas y enfermedades.
* El hábitat o los servicios de apoyo que sustentan a los demás servicios ecosistémicos, como el aseguramiento de hábitats para las diferentes especies y el mantenimiento de la diversidad genética.
* Finalmente, hay que incluir los servicios culturales, estéticos, espirituales y psicológicos, esto es, los recursos intangibles o inmateriales que proporcionan los ecosistemas, como las actividades recreativas necesarias para el mantenimiento de la salud física y mental, el turismo de la naturaleza (o ecoturismo), la apreciación estética del paisaje y la inspiración para la cultura, el arte y el diseño, así como la experiencia espiritual y desarrollo del sentido de pertenencia e identidad territorial.
Como vemos, los recursos pueden clasificarse en recursos tangibles (suelo fértil, agua potable, aire limpio, alimentos) y recursos intangibles (como los recursos de conocimiento, los recursos educativos, la seguridad, la soledad o la belleza, entre otros).
El recurso más valioso es la biodiversidad, que incluye la diversidad ecológica (variedad de ecosistemas), la diversidad biológica (variedad de especies) y la diversidad genética
Por su parte, los recursos naturales se clasifican en recursos perennes (energía solar directa, energía eólica, energía geotérmica, biomasa), los recursos no renovables (combustibles fósiles, minerales metálicos y no metálicos) y los recursos potencialmente renovables (como los bosques, árboles, pastos, aire limpio, suelo fértil o el agua potable, entre otros). Estos últimos tienen ciclos de generación (o regeneración) por encima del nivel de su extracción por el ser humano. El reciclaje y reutilización de algunos de los recursos no renovables constituye una exigencia fundamental para reducir el uso de estos recursos. Sin embargo, otros recursos no renovables (como los combustibles fósiles) no pueden reciclarse o reutilizarse. En este caso hay que sustituirlos por otras fuentes de energías renovables.
La degradación ambiental puede convertir los recursos potencialmente renovables en no renovables o no utilizables, como ocurre con la pérdida de suelo fértil debido al avance de la urbanización y construcción de las grandes infraestructuras físicas, la contaminación de los acuíferos subterráneos debido a la utilización intensiva de fertilizantes en la agricultura industrial a gran escala, o la contaminación atmosférica provocada por el incremento de la presencia de los gases de efecto invernadero.
FAL
Del Glosario de las ciudades, ver también Acera, vereda, por Miguel Jurado; Centralidad, Nueva Centralidad, por Mireia Belil, Lorena Vecslir; Pandemia, por Natalia Dopazo; Manzana, por Fernando Diez, Carlos Gómez y Leticia Gómez, Mariana Debat; Humedal; Periurbano, por Laura Alcalá; Universidad, por Cecilia Becerra, Mercedes Di Virgilio y Mirela Fiori; Demografía, por Carolina Peralta, Privatopía, por Sonia Vidal-Koppmann y Fernando Carrión Mena, Cartografía; Mapa; Mapeo, por Graciela Favelukes, Grandes Proyectos Urbanos, por Camila Maleronka, Eduardo Reese, María Cristina Rojas y Mirta Levin, Libertad y Necesidad, por Laura Wainer y María Daels, y Precariedad y Sociedad, por Agustín Cesio y Pablo Vitale.
Laura Wainer (Buenos Aires, Argentina) es arquitecta de la Universidad de Buenos Aires y Doctora en Planificación Urbana y Regional del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Su trabajo se focaliza en la informalización física, económica e institucional de los proyectos de vivienda social para analizar la intersección entre la vivienda, la política del diseño y la gobernanza urbana en Latinoamérica y Sudáfrica.
Francisco Alburquerque Llorens (Córdoba, España – Andalucía) es Doctor en Economía General por la Universidad de Madrid y máster en Desarrollo y Políticas Públicas por el Instituto de Planificación Económica y Social para América Latina y El Caribe (ILPES). Ha sido director de Desarrollo y Gestión Local en la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), Santiago de Chile. Colabora en actividades de asesoría, evaluación y capacitación en Desarrollo Económico Local con programas y organismos de cooperación técnica internacional.
Referencias
Harvey, David. (2008). La libertad de la ciudad. En Antípoda. Revista de antropología y arqueología, (7), pp. 15-29.