Comentario de la autora en la presentación de El nuevo pacto urbano. Diálogo sobre un proyecto de reforma radical de las ciudades de América Latina, de Pedro Abramo, Fernando Carrión Mena, Marcelo Corti y Patricia Ramírez Kuri, en el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, en el marco del festejo por los 20 años de café de las ciudades, el pasado 29 de noviembre
Comparto a continuación algunas de las ideas de este libro que, desde mi lectura, se constituyen como un aporte para el urbanismo pensado desde Latinoamérica.
Cambios y permanencias de contexto que hacen necesario un NPU
1- En los últimos veinte años los procesos migratorios y de movilidad de trabajo están vinculados a procesos internacionales de migración hacia las ciudades capitales. Las grandes ciudades crecen menos y cuando lo hacen crecen a partir de migraciones internacionales. Esto determina un uso intensivo del suelo en asentamientos informales ya consolidados, que articula la lógica de la necesidad y el mercado informal para el acceso al suelo y la vivienda. Hay un nuevo sujeto urbano, las y los migrantes latinoamericanos, sujetos de reivindicaciones y derechos, lo cual introduce nuevos debates sobre las políticas urbanas.
2- Se evidencia un cambio en las políticas de planificación urbana, con flexibilización de normativas, diseño de la ciudad por fragmentos urbanos, acupuntura urbana, etc., que, si bien han tenido impactos positivos en algunos sectores de la ciudad, han desplazado un abordaje integral. El Estado ha abandono la planificación de los usos del suelo y así las decisiones sobre los usos son definidas en gran parte por el mercado. Esto tiene efectos especulativos y de incertidumbre, ha producido mayor fragmentación y segregación socio espacial e incrementado la injusticia territorial urbana.
3- Una tercera cuestión que acuerdan los diferentes autores es la crisis ambiental y climática, que pone en duda la idea de crecimiento (urbano y económico) y replantea las posibilidades y límites de la movilidad, y también las matrices energéticas que sostienen a las ciudades (sostiene Corti). El impacto del avance de las actividades humanas sobre los ecosistemas naturales y los cambios de usos de suelo intensifican esta crisis.
¿Cuáles son los principales puntos de nuevo pacto urbano? Vías para construir el proyecto reformista urbano y radical
1- Rol del Estado / intervencionismo urbano:
– Rol central de estado en la concepción, dirección y conducción de las transformaciones urbanas. El criterio de evaluación de los proyectos prioritarios no debe ser la viabilidad económica sino el interés colectivo hacia la reducción de la desigualdad. En un rol estatal pasivo, el mercado produce plusvalías y el Estado se apropia de ellas de manera residual. En cambio, si se posiciona de manera activa, puede producir las materialidades (por ejemplo, a través de agencias públicas) y así obtener directamente las ganancias. El Estado no solo debe aplicar instrumentos de planificación (normativos o de gestión) sino que debe reposicionarse como productor de las materialidades urbanas.
El Estado no solo debe aplicar instrumentos de planificación (normativos o de gestión) sino que debe reposicionarse como productor de las materialidades urbanas.
2- Del derecho a la ciudad a la producción de una ciudad de los derechos:
– En el Estado de Bienestar, el derecho a la ciudad incluye reivindicaciones según el principio de ciudadanía (acceso a vivienda, servicios, equipamientos) y, por lo tanto, el interlocutor de los movimientos que luchan por el derecho a la ciudad va ser el Estado. Por ejemplo: las conferencias de Naciones Unidas sobre hábitat, agendas de la reforma urbana, cartas por el derecho a la ciudad, etc. La informalidad urbana clásica se caracteriza por la toma o la ocupación de tierras, seguida de un largo y progresivo proceso de auto-consolidación participativa con gestión comunitaria.
– En el neoliberalismo urbano, se da un nuevo tipo informalidad urbana: el acceso al suelo y a la vivienda se da vía el mercado informal a través de la compra o arriendo. En las grandes ciudades capitales (Lima, Río Janeiro) la oferta está concentrada en las manos de pocos urbanizadores piratas o traficantes de suelo (así los llama Abramo) y la gestión y gobernanza es mediada por la lógica mercantil entre sujetos en asimetría de poder, sin ningún tipo de regulación estatal (vendedor-arrendador y comprador o inquilino). Se plantea (Abramo) que en este nuevo contexto la discusión por el derecho a la ciudad pierde peso, ya que principalmente son necesarias políticas urbanas de mediación y regulación del Estado frente al mercado informal, y de defensa del inquilinato informal.
3- Rol de la democracia en la gestión y producción de la ciudad:
– Democracia directa y participativa y no tanto representativa. Una sociedad organizada de abajo hacia arriba (remarca Ramírez Kuri), que recupere las experiencias latinoamericanas de organizaciones sociales, sindicatos, movimientos sociales, organizaciones vecinales. América Latina debe recuperar su historia, sus movimientos sociales, sus luchas urbanas. Un proyecto de ciudad, un proyecto colectivo, que sea reconocido como tal (dice Carrión). Llenar de contenido la búsqueda de la justicia social y espacial (territorial); hacer vinculante la teoría (sostiene Ramírez Kuri).
– Nuevos sujetos de disputa política: los feminismos, las disidencias, los ambientalismos, los movimientos étnicos, los pueblos originarios, las infancias (Ramírez Kuri): sujetos políticos más plurales respecto a, por ejemplo, la centralidad de los sindicatos en otro momento.
– Pedagogía de los derechos y de las formas participativas para poder dialogar y construir confianza y reconstruir el tejido social. Un abordaje cultural frente a la colonización de ideas y frente al repliegue al ámbito privado y el individualismo.
4- Economía urbana plural:
– Pluralidad de actores: introducir nuevos actores económicos y construir con las economías mercantiles no capitalistas; lo denominado informal se desarrolla según una amplia gama. Mas pluralidades y menos dualidades (como “formal-informal”): pequeños productores autónomos, trabajadores organizados en cooperativas, redes de economía social y solidaria, circuitos monetarios alternativos, economía del trueque, etc. Se proponen otras relaciones interpersonales, relaciones de confianza, lealtad, amistad, parentesco, compadreo, etc., que son parte de la diversidad de la ciudad.
– Economía de los cuidados como pieza clave en la reproducción de la vida urbana que el feminismo puso en valor. La definición de los tiempos domésticos de trabajo, una nueva arquitectura institucional de la reproducción de la vida frente a lo productivo o reproductivo material capitalista.
– Nuevo marco institucional, que reconozca estas economías, las potencie, articule y produzca sinergias (y, agrego, garantice derechos a trabajadores). La economía informal tiene más articulación con lo formal de lo que imaginamos. Es necesaria una constelación de políticas públicas, porque hay situaciones muy diferentes.
5- Lo ambiental y lo rural:
– Cambio climático / perspectiva del decrecimiento. La dicotomía urbano-rural que planteo el urbanismo moderno debe repensarse. Los efectos de la producción agrícola en el cambio climático de la manera en la que se realiza (agroindustria) es brutal. Repensar las posibilidades de la agricultura urbana. Acceso al suelo, vida comunitaria, economía familiar, “la vía campesina”. Redefinición de patrones de consumo alimenticios, productos orgánicos que rompen con el paradigma de la agroindustria.
– La categoría agricultura urbana como uso de suelo debe estar en el planeamiento urbano y ser parte de la estructura de espacios verdes urbanos.
– La función social de la propiedad, el uso de suelo agrícola contra las prácticas especulativas de suelo vacante (no solo los cinturones verdes), trabajadores agrícolas sin tierra.
6- Políticas urbanas para el espacio público en tres dimensiones:
– La mitigación y adaptación al cambio climático requieren incorporar cambios en los diseños y en la concepción del espacio público para transformarlos en nuevos equipamientos e infraestructuras de defensa contra las consecuencias de los cambios climáticos.
– Defender los espacios públicos como bienes comunes, patrimonio de la humanidad, con valor universal a ser conservado. Preservación y gratuidad de acceso.
– El espacio urbano como espacio de reproducción de la vida. Pensar la ciudad en un sentido amplio, como espacio de reproducción de la vida y de sociabilidad urbana. El reconocimiento institucional de los modos de vida populares y la diversidad de géneros, clases, etnias, generaciones y, obviamente, las materialidades urbanas que permitan superar las desigualdades. Materialidades que deben proyectarse no solo como una demanda cuantitativa sino considerando especialmente sus aspectos cualitativos.
Pensar la ciudad en un sentido amplio, como espacio de reproducción de la vida y de sociabilidad urbana.
CB
La autora es arquitecta y magister en Urbanismo por la Facultad de Arquitectura de la UNC. Docente de la FAUD, donde se desempeña como profesora asistente en la cátedra de Arquitectura 3A y como profesora adjunta asesora en urbanismo en la cátedra de Tesis Arquitectura 6C. Investigadora SECyT, en el proyecto Escalas de proyecto. Lógicas y acciones en el crecimiento urbano. Directora de planificación urbana de Río Ceballos 2011-2015. Se desempeña en el ámbito académico y profesional, destacando su participación en la gestión pública y en el trabajo con organizaciones sociales. Es una de las autoras del Glosario de las ciudades.
Pedro Abramo, Fernando Carrión Mena, Marcelo Corti y Patricia Ramírez Kuri (2022). El nuevo pacto urbano. Diálogo sobre un proyecto de reforma radical de las ciudades de América Latina. Buenos Aires: café de las ciudades. 116 p.; 20 x 14 cm. ISBN 978-987-3627-60-6
Ver la presentación en el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, en el marco del festejo por los 20 años de café de las ciudades, el pasado 29 de noviembre.
Ver en este número el comentario de Celina Caporossi en la misma presentación.