El tempestuoso febrero metropolitano fue pródigo en olvidos u omisiones que se transforman en incumplimientos. Pero quizás se trataba de Promesas del este (filme del director canadiense David Cronenberg, recientemente estrenado en Buenos Aires), como aquellas razones que motivan a una muchacha rusa para emigrar a Londres y termina siendo víctima del tráfico de personas, prostituida y muerta desangrada mientras da a luz una niña en el hospital Trafalgar de esa neblinosa ciudad.
El primer mes del año había culminado con cierta esperanzadora práctica de los códigos del diálogo al tratar uno de los temas fundamentales de la Agenda Metropolitana (AgeMetro). Era una no esperada alternativa, para los metropolitólogos, usando un neologismo quizás innecesario, dado las propuestas ideológicas muy disímiles que los responsables del gobierno de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires representan en el escenario político nacional, pero, que sin embargo, habían enfatizado un elevado pragmatismo al priorizar las necesidades de la gestión en la campaña electoral.
Como contraste, en el segundo mes del año volvieron los discursos o monólogos de los aprietes, más propios de cafishios o malevos, que del oficio de asumir, conjuntamente, la metropolitanidad. Pareciera que se priorizan otras dimensiones de la política que se alejan de la resolución de los problemas más concretos del habitante metropolitano: el transporte, los servicios básicos, la seguridad, la salud, la educación, lista incompleta de los más mencionados.
La mayor o menor tensión política entre los actores institucionales de mas alto nivel nacional provoca la apertura o cancelación del diálogo entre los actores institucionales metropolitanos. La pulseada por la definición de los congresales de los partidos provinciales en el Congreso Nacional Justicialista o el amague de cierta parte de la dirigencia del PRO en proyectarse como alternativa de oposición a nivel nacional pareciera que alteraron las relaciones entre Scioli, Macri y el Gobierno Nacional.
I. La estética del reciclado de los RSU
A partir de que se tensa la relación política a nivel nacional se comienza a encrespar el diálogo sobre uno de los puntos de la Agenda Metropolitana que se había abierto a fines de enero con la reunión ampliada del CEAMSE por el tema de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Justamente se suscitó una ríspida polémica alrededor de hechos que bien pudieran enmarcarse en la futura política metropolitana sobre el tema, que una comisión interjurisdiccional salida de la reunión citada debía proponer en 45 días, (Abba, A. P., 2008).
La discusión sobre algunas decisiones tomadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre tramos del proceso de reciclado de la basura provocó resonancias discordantes entre la Ciudad, la Provincia y la Nación. La cancelación del Tren Blanco por parte de TBA, con acuerdo del Gobierno Nacional por un lado, el intento de potenciar “centros verdes”, donde debería efectuarse el reciclado, la puesta a disposición de camiones en reemplazo de los trenes y la “liberación” del espacio público por parte de la Ciudad apelando a controvertidos desalojos originó acusaciones de fuerte calibre.
Por una parte desde voceros provinciales y nacionales surgieron las críticas al uso de la fuerza pública contra los cartoneros con retención de los materiales y sus herramientas de trabajo; la respuesta del Gobierno de la Ciudad fue que ni la Provincia ni los Intendentes del conurbano se hacían cargo de la problemática social que originaba esa actividad. Para mostrar el tono que alcanzó la polémica, una frase recogida por los medios del Jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires lo puede sintetizar: “El macrismo debería ser menos repulsivo con los recuperadores urbanos y tratar de ayudar a resolver su situación, a algunos dirigentes de Capital Federal parece molestarles la estética de los pobres” (Clarín, 2008).
Como en la citada película de Cronenberg, en las que los protagonistas tienen que mostrar los símbolos de su linaje y jerarquía en la organización (en ese caso los tatuajes), los actores metropolitanos se sienten obligados a emitir baladronadas o bravuconadas para ser creíbles ante sus propias colectividades políticas. Solo cuando nuevamente cambia el contexto pueden atravesar la barrera entre mundos tan diferentes: el del “espectáculo” de las agrias disputas verbales y el otro de los diálogos off the record, donde es posible lograr entendimientos.
No parece creíble, y ojalá esta presunción sea errónea, que en paralelo la mencionada comisión interjurisdiccional esté trabajando en soluciones para los próximos 20 años en materia de RSU. Es que es difícil asumir un escenario tan diferente 30 días después de tomarse una decisión de tamaña envergadura como la de fijar lineamientos políticos de largo plazo en un tema fundamental para el futuro metropolitano.
II. Crónicas disonantes de un recurrente desastre natural de Buenos Aires
Esta tendencia hace eclosión en los últimos días de febrero, cuando una inoportuna inundación pone en evidencia por un lado la falta de políticas de prevención y reducción de riesgos de desastres naturales en la Gran Buenos Aires, pero por otro lado la infinita capacidad de los actores político-institucionales metropolitanos para seguir agravando el escenario interjurisdiccional elevando mas aun el tono de las fuertes acusaciones mutuas.
Si bien el Jefe de Gobierno porteño incurrió en un aparente error de comunicación, de acuerdo a la crónica de algunos medios radiales (no se encontró registro gráfico), al atribuir el anegamiento de un tercio de la superficie de la Ciudad a que la Provincia le derivaba los excesos de agua, sí hay registros de las declaraciones del director de Defensa Civil de la Ciudad de Buenos Aires (DC), Daniel Russo, que informó que en siete horas de tormenta se registraron 60 milímetros de agua caída en Capital y GBA. “Russo explicó que la mayor cantidad de agua llegó a la Cuenca del Maldonado proveniente del Conurbano. Por otra parte, remarcó que el barrio más golpeado por las lluvias fue Liniers, donde dos personas debieron ser rescatadas del sótano inundado de su casa” (Clarín, 28/02/2008).
“La lluvia comenzó más temprano en el Oeste del GBA, de donde viene el Maldonado: en Morón, entre las 4 de la madrugada y las 13 cayeron 136 milímetros, y en San Miguel, 126. Por eso, el caudal del arroyo entraba a la Ciudad demasiado cargado hacia media mañana, cuando las lluvias se hicieron más fuertes. Y no permitía que el agua escurriera por los sumideros de Juan B. Justo” (Clarín, 29/02/2008).
Es que frente al hecho de los cuantiosos daños ocasionados por el desastre hidro-meteorológico, todos “se llevan agua para su molino” (en una paradójica tour de force). Mientras Schiavi, ex Ministro de Planificación y Obras Públicas de la gestión telermanista, declara que no funcionó el alerta temprana (tema central de vulnerabilidad institucional en una región urbana de creciente interjurisdiccionalidad), y por otro lado el diputado Kravetz, titular del bloque “K”, acusa al gobierno capitalino de no tener un Plan de Contingencia, en una aparente confusión sobre el significado de tal concepto: una organización para la contingencia no se refiere a qué se hace en el “momento”, sino que es una serie de acciones previstas para el “momento” en que se produce el evento de desastre. El Estado de la Ciudad debe tener un Plan de Contingencia ya diseñado por las sucesivas administraciones y que a lo sumo puede ser actualizado.
Epílogo
Volviendo a la ciudad real, el crecimiento expansivo de Buenos Aires, además de atravesar diferentes jurisdicciones ocupó tierras no aptas para el asentamiento humano, sobre todo en la etapa de mayor inmigración, por el riesgo hídrico que suponía. Es decir que la vulnerabilidad hídrica metropolitana es producto de una construcción social que se cierne sobre el conjunto del Área Metropolitana de Buenos Aires y la previsión y reducción del riesgo de inundación es uno de los puntos clave de la AgeMetro, mas aun teniendo en cuenta los nuevos escenarios del cambio climático diagnosticado por el mundo de los científicos.
Queda entender y aprender de esta pendularidad vigente en el ámbito político metropolitano, sujeta a variables exógenas de difícil previsión y control, y encontrar (al mejor estilo del personaje representado en el filme citado por Viggo Mortensen, que pasa de la máxima dureza y crueldad a conectarse con la ternura del personaje protagónico femenino), el modo de trasponer el muro que separa esas lógicas diferentes: la de la arena partidaria de la de la gestión. Es necesario robustecer redes institucionales y ámbitos de intercambio con la población que contribuyan a enraizar los momentos de dialogo sobre temas metropolitanos atravesando las barreras que periódicamente dividen las aguas de la región.
Ese foro virtual de ideas metropolitanas debiera registrar en la memoria colectiva metropolitana que de aquí a 15 días vista la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires debieran presentar en sociedad una propuesta de largo plazo para la recolección, reciclaje y tratamiento final de los RSU. Habría que agregar, después de las penurias soportadas, que los órganos de gobierno preparen una propuesta de igual envergadura para el sistema hídrico metropolitano.
APA
El autor es Arquitecto y Planificador Urbano, a cargo actualmente de la Codirección del “Proyecto Estructura Socio-Territorial del Área Metropolitana de Buenos Aires”, Centro de Investigación Hábitat y Municipio (CIHaM), FADU/UBA
De su autoría, ver entre otras notas en café de las ciudades:
Número 59 I Política de las ciudades
Comunas: una nueva institucionalidad I La construcción de centralidades locales en Buenos Aires I Artemio Pedro Abba
Número 56 I Planes de las ciudades
Densidad: ¿cual, cuando, donde, por qué?I Distintos enfoques para un debate que recién comienza. I Artemio Pedro Abba
Número 54 I Planes de las ciudades
Normativa urbana, casuística y visión procedimental I Sobre el debate “¿Evaluar impactos o planificar la ciudad?”. I Artemio Pedro Abba
Número 48 I Planes de las ciudades
Formar institucionalidad metropolitana en Buenos Aires I Propuesta de gestión para el AMBA. I Artemio Pedro Abba
Sobre el problema de los residuos sólidos metropolitanos en Buenos Aires, ver también la columna Terquedades en este número de café de las ciudades.
Bibliografía del autor:
Abba. Artemio Pedro, (2008), Buscando “la brújula dorada” en el AMBA – Apuntes apresurados sobre el paisaje metropolitano post-electoral en Buenos Aires, café de las ciudades, año 7 – número 64 – febrero 2008.
Clarín, (2008), “Un tercio de los barrios de Capital y el Conurbano, afectados por inundaciones”, Edición impresa, 29 de febrero de 2008.
Clarín, (2008), “El temporal generó caos y todavía hay alerta meteorológica para Capital y GBA”, Ultimas noticias, 17:00 hs., 28 de febrero de 2008.
Silvera, Ignacio, (2008), “Todos apuntan a la gestión de Ibarra / Durante 5 o 6 años no se hizo nada de obras en la Ciudad”, Noticias Urbanas, 29 de febrero de 2008.