“…Terquedades será una tribuna de doctrina” (C. Ricot)
Foto: mibelgrano.com.ar
Ha habido violencia sobreactuada en la represión de los cartoneros de Belgrano, y muchas debilidades en el discurso oficial sobre el tema. Gabriela Micchetti parece haber descubierto en estos días que los recicladores informales porteños no cirujean como una forma de expresión contracultural sino como un medio de vida, que eso implica la venta de los residuos que recogen y que en esta venta puede haber procesos de discusión de precios susceptibles de injusticias o deformaciones (como las que también puede presentar una licitación para la recolección formal de residuos, por ejemplo). El Gobierno de la Ciudad supone que la explotación de la que serían objeto los cartoneros legitima su represión (curiosa forma de luchar contra la explotación…). Y el Jefe de Gobierno preconiza el pase de los cartoneros a actividades de servicio requeridas por el auge del turismo, previo plan de capacitación que permitiría, por caso, que un cartonero del Tren Blanco transmute en camarero cool de un bistró palermitano (“ya salen los gigots de cordero, chicos”). Párrafo aparte para el uso del espacio público como coartada de la expulsión de pobres de la Ciudad (se ha mencionado, al respecto, la diferente actitud del oficialismo porteño respecto a cartoneros y piqueteros con respecto al tendido aéreo de las empresas de televisión por cable).
Pero aun más preocupante que estas cuestiones es lo que nos dice el episodio sobre el programa oficial para la recolección y disposición de residuos urbanos… o sobre su ausencia. Un gobierno local, cualquier gobierno que tiene un proyecto a desarrollar, instala en sus primeros días, y aun antes de asumir, sus principales estrategias de gestión en la opinión pública. Lo ha hecho este mismo gobierno porteño, con cuestiones tales como la reestructuración laboral del empleo municipal, la policía propia, la ya citada interpretación del espacio público, etc.
No ha habido en cambio referencia alguna a la forma en que se atenderá un sistema de recolección de residuos al borde del colapso (concepto tan en boga en los últimos tiempos, y en pocos casos tan certero como en este tema). La chicanera amenaza provincial sobre un cese de la recepción de basura porteña suena poco creíble, pero ¿cuanto tiempo falta hasta que la suma de las distintas protestas ciudadanas en los municipios donde se realiza la disposición final lleve esa amenaza a su concreción? ¿Cuanto tiempo resistiría la paciencia de los otros ciudadanos, los de adentro de la General Paz, los que “pagan los hospitales”?
La pregunta no es, como con buena intención sugiere una consulta del Foro de la Ciudad de La Nación (“Baches, calles mal iluminadas, problemas con la recolección de basura. ¿Cuáles son los problemas que requieren una solución más urgente en la ciudad?”) cómo resolver la recolección de residuos, sino qué hacer con ellos una vez recogidos.
Más temprano que tarde, alguien deberá decirle a los ciudadanos porteños que no pueden seguir generando un kilo y medio o más de basura por día, ni pretender que el mismo día esa basura sea retirada eficientemente del frente de sus casas, e ignorar el calvario de esos residuos hasta su disposición final en el conurbano o en el interior provincial. Alguien tendrá que explicarles que hay que reciclar, reutilizar y reducir; alguien tendrá que decirles que no se pueden seguir usando 5 envoltorios de plástico para entregar un vulgar delivery de un almuerzo de oficina en el microcentro, ni un conjunto de cartones, polímeros y espumas que duplican o triplican el volumen del electrodoméstico que envuelven; alguien deberá explicarle lo mismo a los supermercados y a los shoppings. No parece ser esa la intención del Gobierno de la Ciudad, al parecer más preocupado por la estética del espacio público que por molestar a su electorado con cambios de conducta y convocatorias a un consumo responsable.
Foto: mibelgrano.com.ar
Ver los informes respectivos de la Fundación Ciudad y la Fundación Metropolitana.
Sobre el colapso, ver la presentación del numero 56 de café de las ciudades.
Ver la nota de Artemio Abba en este número de café de las ciudades.
El 13 de marzo, de 9: 30 a 16: 30 horas, se realizará en el Auditorio Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales –UCES-, Paraguay 1338, Subsuelo 3, la Jornada Reducir, Reusar, Reciclar – Experiencias en Japón. Acreditación previa: [email protected] o 4328-8780.