“…Terquedades será una tribuna de doctrina” (C. Ricot)
Las marchas que se realizaron el pasado 3 de junio en toda la Argentina contra la violencia hacia la mujer han sido masivas en concurrencia y contundentes en su impacto inmediato. El tiempo dirá si además tendrán efecto en lograr las respuestas necesarias desde el Estado y la sociedad; en principio, no parece probable que la energía social que insumió esta demostración se disipe sin generar resultados concretos.
La movilización tuvo varios puntos destacados: fue auto-organizada, fue simultánea en casi cien ciudades, tuvo una consigna muy clara (“ni una menos”) y tras ella unos reclamos específicos muy concretos, y tuvo concurrencia desde todos los sectores sociales. En una época de pertenencias débiles y compromisos efímeros, una demanda social unificó a prácticamente toda la sociedad (salvo a algunos francotiradores a ambos lados del river/boca K/antiK, recelosos de una manifestación social que escapó a su elemental lógica binaria).
Esas demandas concretas que mencionamos (“puntos ineludibles para recorrer el camino hacia Ni una menos”) fueron las nueve que se leyeron en los actos de cierre y en general su implementación corresponde al Estado, en sus distintos poderes y niveles:
1- Instrumentación en su totalidad y con la asignación de presupuesto acorde de la LEYN º 26.485 “Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violenciacontra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.Puesta en marcha del Plan Nacional que allí se establece.
2- Recopilación y publicación de estadísticas oficiales sobre violencia hacia las mujeresincluyendo los índices de femicidios.
3- Apertura y funcionamiento pleno de Oficinas de Violencia Doméstica de la CorteSuprema de Justicia en todas las provincias, con el objeto de agilizar las medidas cautelares de protección. Federalización de la línea 137.
4- Garantías para la protección de las víctimas de violencia. Implementación del monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones deacercamiento que impone la Justicia.
5- Garantías para el acceso de las víctimas a la Justicia. Atención de personal capacitado para recibir las denuncias en cada fiscalía y cada comisaría. Vinculación de lascausas de los fueros civil y penal. Patrocinio jurídico gratuito para las víctimas durantetodo el proceso judicial.
6- Garantías para el cumplimiento del derecho de la niñez con un patrocinio jurídicoespecializado y capacitado en la temática.
7- Creación de más Hogares/Refugio en la emergencia, Hogares de Día para víctimas,y subsidio habitacional, con una asistencia interdisciplinaria desde una perspectiva degénero.
8- Incorporación y profundización en todas las currículas educativas de los diferentesniveles de la educación sexual integral con perspectiva de género, la temática de la violencia machista y dictado de talleres para prevenir noviazgos violentos.
9- Capacitaciones obligatorias en la temática de violencia machista al personal del Estado, a los agentes de seguridad y a los operadores judiciales, así como a profesionales que trabajan con la temática de violencia en diferentes dependencias oficiales de todoel país.
Como señala el mismo documento, “Todas las medidas requieren creación de instancias de monitoreo y seguimiento para supuesta en práctica y funcionamiento efectivo”. Se trata de políticas públicas, no de aspiraciones abstractas ni enunciados generales.
Quienes nos ocupamos de las cuestiones urbanas también tenemos respuestas para dar y tareas que cumplir. Espacios urbanos (públicos, de transición, de servicio, incluso privados) bien diseñados y bien mantenidos, que faciliten el autocontrol vecinal de la seguridad y la independencia de la mujer en sus desplazamientos. Transporte público en cantidad y calidad, diseñado para una accesibilidad universal a los atributos urbanos. Vivienda accesible para mujeres solas o con hijos, liberadas así de la dependencia de un hombre violento para tener un techo seguro. Y muchos etcéteras para explorar y construir (el Colectivo Punt6, por ejemplo, trabaja desde hace tiempo con estas y otras cuestiones relativas a la ciudad y la mujer). Jane Jacobs y su magnífico análisis de la diversidad y vitalidad urbana en Muerte y vida en las grandes ciudades es, con toda seguridad, una ayuda inestimable en esa tarea.
Y por supuesto, como ciudadanos y ciudadanas, las respuestas individuales, personales, las alertas cotidianas, el saber escuchar, el cuidar a la amiga, la hija, la madre, la hermana, la vecina, la compañera de trabajo, la chica que pasa por la calle. Ayudar a la víctima, antes que se convierta en víctima.
La marcha fue también el vehículo de muchas otras reivindicaciones, más o menos consensuadas, grupales o individuales, y en ocasiones confrontadas unas con otras. En lo personal, tengo muchos reparos con la postura que ve una relación directa o indirecta entre la exhibición del cuerpo femenino en los medios y la violencia hacia la mujer. No veo el programa de Tinelli (síntesis y estandarte involuntario de ese cuestionamiento), no por una cuestión ética o moral sino porque simplemente no me gusta: en realidad, hace tanto que no lo miro que ya ni siquiera podría explicar porque no me gusta. Dicho esto para aclarar que no siento ninguna simpatía particular por esta persona (ni siquiera la muy difusa que podría deducirse de la comunión de sentimientos futbolísticos), pero que no me parece atinado asociar chabacanería cultural con cultura de la violencia hacia la mujer.
Creo incluso que ese tipo de razonamiento es sustancialmente similar a aquel de los sectores más reaccionarios que en los comienzos de la democracia cuestionaban la apertura cultural y la eliminación de la censura y pronosticaban un aumento de los delitos sexuales ocasionado por los estímulos que los potenciales violadores recibirían desde la comunicación social. Y en este punto enfrentamos el peligro siempre renovado de una reivindicación de la censura, amparada en este caso en una causa noble pero con nulos efectos respecto a su intención. En Carmen, de Bizet, un militar despechado asesina a su amante gitana, algo mucho más directamente violento hacia la mujer que la exhibición de culos en Showmatch; ¿deberíamos aplicarle el mismo razonamiento? ¿O a El túnel, de Ernesto Sábato, o a La intrusa, de Borges? Ni que decir de la milonga Amablemente o el tango Dicen que dicen. En todo caso, la batalla cultural pasa por escribir otros libros, otros tangos, otras narrativas que a su vez construyan otro paradigma social, el de la igualdad y respeto entre los géneros.
MLT
Ver el documento leído en la marcha Ni una menos.
Sobre las consideraciones de género en las políticas urbanas, ver también en café de las ciudades:
Número 49 | Política de las ciudades (I)
Ciudad próxima | Urbanismo sin género. | Por Zaida Muxí Martínez
Número 65 | Política de las ciudades (I)
Mujeres públicas | Urbanismo y género | Por Col·lectiupunt 6
Terquedades anteriores:
Presentación editorial (número 65)
Terquedad de las clases medias (y sus críticos)
Terquedad de las villas y los funcionarios
Terquedad del Plan Urbano Ambiental
Terquedad de las Guías (los itinerarios de Eternautas y la ciudad bizarra de Daniel Riera)
Terquedad de las políticas urbanas
Terquedad de Puerto Madero y los paseos costeros
Terquedad del Fútbol (dePrimente)
Terquedad de los vecinos y los medios
Terquedad del gorilismo (y de las palabras)
Terquedad (optimista) del Riachuelo
Terquedad de la no-Ciudad Universitaria
Terquedad periférica (sobre el número 35 de Mu)
Terquedad de las urbanizaciones privadas
Terquedad del Manual (urbanismo para asentamientos precarios)
Terquedad del agua y las cloacas
Nueva Terquedad del suelo, entre la academia y la política
Terquedad de Sabato y Evita en el Cartel de Buenos Aires
Terquedad del Subte, los manteros y el 2015
Terquedad de los que se fueron
Terquedad del fallo (y del Código Civil)
Terquedad de la pasión azulgrana
Terquedad del Plan que realmente existe
Terquedad de ACUMAR en movimiento (lo duro, lo blando, lo lateral)
Terquedad del hábitat y la movilidad
Terquedad de las inundaciones (política y territorio)
Terquedad de Gentili y sus respuestas
Terquedad del colectivo en la autopista
Terquedad recurrente de las ocupaciones
Terquedad Libertadores (sobre la identidad cultural)
Terquedad de las playas (ferroviarias)