N. de la R.: Una versión abreviada de esta nota fue publicada en el diario Clarín del día 28 de septiembre.
El Plan Urbano Ambiental, como lo prescribe la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, es la ley marco a la que deben ajustarse las normativas y las obras públicas. Es elaborado por el Consejo del Plan Urbano Ambiental (CoPUA), en el marco del Foro Participativo Permanente y con la colaboración de una Comisión Asesora integrada por diversas entidades profesionales, académicas, empresarias y comunitarias. Los registros de este proceso participativo y el resto de la información específica se hallan en el sitio del CoPUA en la Web.
El proyecto de ley respectivo, enviado en febrero de este año a la Legislatura de la Ciudad, se encuentra en estudio sin que se haya todavía decidido su tratamiento sobre tablas. Se trata de iniciar un proceso de “doble lectura“, compuesto por una primera aprobación, a continuación una audiencia pública, y por fin una aprobación definitiva; por ello el debate legislativo no se agota en la primera instancia y está abierto a la ciudadanía por medio de la citada audiencia pública. De resultas de este proceso, el texto de la ley que se apruebe perfectamente puede diferir en mayor o menor medida del documento del CoPUA, que por tanto no constituye un esquema rígido que imposibilite modificaciones.
Mucha tinta se ha derramado sobre el Plan en medios académicos y periodísticos, generalmente en tono positivo. Sin embargo, la decisión política de algunos bloques parlamentarios no termina de clarificarse. Incluso resultan paradójicos los cuestionamientos a la calidad del documento, formulados públicamente por algunos diputados, pues el Consejo que lo ha elaborado está integrado, mayoritariamente, por profesionales designados por el mismo cuerpo legislativo. Lo saludable sería que se plantee explícitamente que rasgos o componentes le faltarían al Plan, y a continuación, proceder a introducirlos en el texto. Lo más lamentable que puede suceder es que no haya debate, pues entonces nos encontraríamos en una seria incertidumbre acerca de lo que haya que definir, corregir, ampliar, eliminar, etc.
Este es el tercer intento de aprobar el Plan; en dos oportunidades anteriores (2000 y 2004) el proyecto no fue tratado y perdió estado legislativo; lo mismo sucedería con el actual, si no hay novedades de aquí a fin de año. Nuestro deseo es, naturalmente, que “la tercera sea la vencida“.
El documento mismo del Plan Urbano Ambiental no es, de por sí, suficiente panacea para toda la compleja problemática de desajustes urbanos y ambientales. Pero su transformación en ley es el paso imprescindible para poner en marcha un proceso superior de planeamiento. Sin Plan no hay marco legalpara reformar las normativas, para articular debidamente las obras públicas, para coordinar políticas urbanas y ambientales a escala metropolitana, ni para formular los Planes urbanos de las futuras Comunas.
Con frecuencia, en este tema se agita una antinomia entre el interés especulativo y el bien común: si se adopta ese marco conceptual, entonces es necesario reflexionar muy seriamente acerca de cuál factor se beneficia y cuál se perjudica si el Plan vuelve a ser postergado.
MS
El autor es Subsecretario de Planeamiento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
De su autoría, ver también en café de las ciudades:
Número 55 I Planes de las ciudades
Andar con pensamiento I Ciudad y urbe en tiempos del Bicentenario I Mario Sabugo
Ver también el comentario a su libro Excursiones mínimas, en el número 52.
Ver en este número el comentario a los Lineamientos Estratégicos para la Región Metropolitana de Buenos Aires, y la entrevista a Alfredo Garay.
Sobre el Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires, ver también en café de las ciudades:
Número 58 I Arquitectura de las ciudades (II)
Una ciudad para comprender I Buenos Aires, campo de acción y reflexión I Jorge Sábato
Número 56 I Política de las ciudades
La necesidad de políticas territoriales. I Asuntos pendientes de Buenos Aires. I Marcelo Corti
Número 21 I Planes
El Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires I Origen y situación actual. I Rubén Gazzoli