Introducción
La ciudad de Mar del Plata se encuentra ubicada en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, sobre la costa del Océano Atlántico. Este núcleo urbano surgió y creció a partir de la función turística y balnearia y a partir de ellas se concatenaron otras actividades que se transformaron en pilares de su desarrollo, como es el caso de la actividad pesquera y las industrias textil y de la construcción. Actualmente, al igual que otros centros urbanos latinoamericanos, esta ciudad ha mostrado un progresivo agotamiento de su modelo o perfil productivo anterior. En consecuencia, ha ocurrido un aumento constante de los índices de desocupación, desencadenando una preocupante situación social. Esta cuestión -entendemos- es consecuencia directa de las medidas macroeconómicas producto de la globalización de la economía, tales como la desregulación de los mercados, la regionalización e integración de grandes espacios, la variedad de modelos de organización de las empresas y gestión de la producción y las privatizaciones (García y otros, 1999).
El objetivo del presente trabajo es realizar un análisis crítico del Plan Estratégico Mar del Plata, sus debilidades y contradicciones. La metodología utilizada consiste en el análisis de los documentos oficiales, la observación participante y entrevistas a distintos actores.
Neoliberalismo y Pensamiento Único
En 1995, Ignacio Ramonet , director de Le Monde Diplomatique , incluía en la agenda del debate sobre globalización el concepto “pensamiento único“, para referirse a la ideología con pretensiones universales e incuestionables que defiende el dominio absoluto de la economía y del mercado sobre las esferas políticas, sociales y culturales en el mundo globalizado (Arantes, Vainer, Maricato, 2000). Los orígenes de esta corriente de pensamiento se remontan a los inicios del Neoliberalismo. Los gobiernos de Margaret Tatcher en Inglaterra y Ronald Reagan, en los Estados Unidos, consolidaron el Neoliberalismo, aplicándolo a la administración estatal a través de políticas como la disminución del gasto social, desmovilización sindical, reforma y descentralización del estado, entre otras.
Con la vista puesta hacia las periferias capitalistas, el llamado “Consenso de Washington” expresó un conjunto de ideas comunes de las burocracias anglosajonas y organismos internacionales: desregulación de los mercados financieros y de trabajo, privatizaciones y apertura comercial (Cardoso,R. 2006).
Desde fines de los años ´70 e inicios de los ´80, el discurso acerca de “cómo hacer ciudad” y la “nueva cuestión urbana” se vieron impregnados de una nueva jerga económico – urbanística: gerenciamiento, gobernabilidad, flexibilización, oportunidad, revitalización urbana, competencia, pensamiento positivo. Vocablos que se vinculan con fines de la Guerra Fría, momento en el cual los ejércitos de los países centrales tomaron la vanguardia de la investigación científica y tecnológica y el gerenciamiento científico. Estos términos serán tomados desde aquí en adelante, como sinónimos de modernización. Y las empresas empezaran a formular sus Planes Estratégicos (Cardoso,R. 2006).
En este discurso sobre los “modelos de ciudad” se reiteran las referencias a las nociones de competitividad, eficiencia, equidad, ranking de ciudades, ciudad conectada, flexible, administrada cual empresa, con fuerte apoyo de estrategias de marketing (es decir, como mercancía a ser “vendida”). Todo ello, asociado a la “ciudad sustentable”, como si de por sí fuera un atributo de la competitividad.
Durante los años noventa, en América Latina se llevaron a cabo importantes reformas macroeconómicas que confluyeron en una nueva agenda en las relaciones sociedad-estado y, por ende, generaron nuevas expresiones territoriales. La puesta en marcha de la denominada “segunda generación” de reformas del Estado reforzaron el carácter democrático, descentralizador de los cambios de los años ochenta y propugnados desde los organismos de crédito internacional y los gobiernos de la época.
En ese escenario, las ciudades latinoamericanas se propusieron encontrar alternativas para insertarse en el sistema mundial: tras la democratización política y los procesos de descentralización estatal, se produjo una revalorización del papel de los centros urbanos y de los gobiernos locales. Ese papel de actor social urbano que adquiere el municipio requeriría de la “participación activa” de la ciudadanía en la definición de nuevos mecanismos de intervención en el territorio (Borja, J., Castells, M., 1997).
En la Argentina, tradicionalmente los municipios se ocuparon de regular el uso y la producción de suelo urbano y de la construcción de infraestructura y equipamiento y la provisión de servicios básicos. Esta situación comienza a modificarse en los años noventa. El proceso de reforma del Estado, caracterizado por el ajuste financiero, las privatizaciones y la descentralización administrativa, situó a los municipios en un nuevo escenario y los obligaron a una “redefinición” de sus roles.
Como una consecuencia del ajuste realizado por el gobierno nacional, debieron hacerse cargo de los servicios de educación y salud (entre otros), sin los elementos fundamentales para soportarlo: transferencia de recursos y autonomía/autarquía suficiente para llevarlos a cabo. De esta manera, los gobiernos locales se convirtieron en receptores primarios de demandas sociales, ambientales, etc. Asimismo, empezó a producirse una feroz competencia entre municipios para atraer inversiones que generaran empleo.
El discurso de la Planificación Estratégica
La ciudad ideal del cambio de siglo ha sido modelada, a juzgar por la agenda urbana hegemónica difundida por organizaciones multilaterales, consultoras internacionales y gobierno local. Se sintetiza en la ciudad competitiva, globalizada, flexible, administrada cual empresa, con apoyo de estrategias de marketing, apta para aprovechar oportunidades con agilidad y a presentarse atractiva al mundo y a los inversionistas (Vainer, C. 2000). El “paraíso” utópico de la ciudad virtual puede revelarse como una máscara para la especulación financiera y para los grandes emprendimientos inmobiliarios. El estimulado civismo urbano puede encubrir el desprecio por la participación ciudadana.
Es así como un grupo “selecto” de ciudades es clasificada como “modelo” digno de ser imitado (Barcelona, Río de Janeiro, Curitiba, Singapur, entre otras), ciudades constituidas a partir de prácticas de gestión, indicadores urbanísticos y a lo que se ha dado en llamar “soluciones creativas” para los problemas urbanos. Esto conlleva a una adaptación simplista del modelo de planeamiento estratégico centrado en la promoción de la ciudad-imagen y en la potenciación de los aspectos mas controvertidos de la ciudad “posmoderna”, como lo son la competitividad y el marketing, indispensables para atraer inversiones extranjeras.
Según Vainer (2000), en el discurso del planeamiento estratégico la productividad y la competitividad -propias de la economía global- constituyen la “nueva cuestión urbana”, en contraposición a la cuestión urbana relacionada con el crecimiento desordenado, el consumo colectivo, los movimientos sociales urbanos. Para Vainer, el discurso del planeamiento estratégico se estructura sobre una serie de “analogías constitutivas”:
–La ciudad es una mercancíay, como tal, puesta en venta en un mercado en donde otras ciudades también están en venta. De ahí la importancia del marketing de ciudades y la necesidad de esos productos urbanos, que bien pueden ser una oferta cultural o una imagen.
–La ciudad es una empresa, es decir, un agente económico que actúa en el contexto del mercado, sesgado por la competencia con otras ciudades, para atraer inversores. Asimismo, deberá ser gestada como una empresa.
–La ciudad es una patria y como tal debe generar un sentimiento de patriotismo cívico entre los habitantes, que es posible a través del consenso y del sentimiento de identidad y de pertenencia.
El autor intenta demostrar cómo, en este tipo de planeamiento estratégico, los intereses empresariales están en detrimento de la ciudad como espacio público y político: es el rasgo de la construcción de la ciudad sin ciudadanos.
Corta historia del proceso de Planificación Estratégica en Mar del Plata
Las políticas macroeconómicas han provocado un colapso de las actividades económicas tradicionales de la ciudad, generando una crisis productiva que se suma a la deteriorada situación socioeconómica nacional. Es en este contexto en el que se hace necesario pensar nuevas estrategias para reposicionarse y superar la problemática estructural, surgiendo la necesidad de una Planificación Estratégica del territorio. Sin embargo, muchos de los diagnósticos que se realizan previo a la formulación de los Planes Estratégicos carecen de un análisis dinámico, en tanto se formulan a la manera de simples descripciones de la situación del momento.
Las actividades previas a la concreción del Plan Estratégico para Mar del Plata tuvieron su inicio formal en abril de 2001, cuando diversas entidades se autoconvocaron conformando una “Junta Promotora”; en octubre de 2002 se sanciona la Ordenanza Municipal 14.957, por la que se crea la Comisión Mixta Plan Estratégico Mar del Plata. La misma convalida lo actuado por la Junta Promotora , coordinada inicialmente por el “Centro de Constructores y anexos” y sucesivamente por la Universidad FASTA , el Colegio de Ingenieros , el Colegio de Arquitectos, la Cámara Argentina de la Construcción y el Consejo Profesional de Agrimensura. Un 60 % de las instituciones que motorizaron este proceso respondían a intereses vinculados fuertemente con la rama de la construcción, al empresariado o a cámaras y colegios profesionales, con lo que corroboramos lo anteriormente señalado.
El proceso de funcionalización de cualquier tipo de espacio que quiera ser transformado conlleva una carga importante de conflictos en un doble sentido. Primero, por las tensiones por su apropiación entre distintos agentes; segundo, porque la funcionalización atribuida puede entrar en conflicto con los espacios circundantes. Por lo tanto, no nos hallamos ante un hecho neutro, sino con la modificación de un factor del sistema espacio-sociedad.
El Plan Estratégico para Mar del Plata se gestó con un fuerte perfil empresarial: el deseo que ha prevalecido no pasa por la apropiación de un excedente a través del proceso de producción de valor, sino solo el de apropiarse especulativamente de una parte del valor total generado por el sistema productivo, sin intervenir en dicha producción. El valor de nuevas localizaciones pasa a ser el centro de interés de determinados agentes-propietarios, agentes de compra-venta, de ahí la preocupación por participar en la decisión de calificación del suelo, o en el conocimiento de antemano de determinados proyectos urbanísticos. Los agentes constructores e inmobiliarios son los que asumen el papel de productores directos de espacio, conformando un grupo que, junto con las obras públicas, adquiere un volumen importante dentro de la producción de valor
En cuanto al Estado, tal como ha escrito Capel, “es a la vez agente que contribuye de forma decisiva en la producción de espacio y árbitro de los conflictos y contradicciones surgidos entre los diferentes agentes. Al mismo tiempo, realiza las acciones necesarias para la regulación del sistema en el caso de la existencia de una presión popular o a través de movimientos reivindicatorios, con lo que adopta un papel de agente subordinado y gestor del sector privado: incentivando a través de subvenciones, desgravaciones fiscales y otros mecanismos, con la reelaboración de un marco legal apropiado” (Ortega Valcarcel, 2000) . En este sentido, las recientes y constantes propuestas de modificación del Código de Ordenamiento Territorial (C.O.T.) marplatense, se condicen con nueva legislación referente a la construcción en la ciudad, reclamada por los agentes inmobiliarios urbanos.
En julio de 2003, la Junta Promotora efectúa el “Concurso de Antecedentes, Propuesta y Oposición para la confección de una propuesta de gestión para la elaboración del Plan Estratégico para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon”. Los postulantes presentaron su programa metodológico durante las “Jornadas de Exposición Pública” realizadas el 26 y 27 de Septiembre en el Honorable Concejo Deliberante. La Comisión Asesora elevo los dictámenes a la Comisión Mixta y esta designó ganador el proyecto presentado por el equipo liderado por el Arquitecto Roberto Monteverde.
El proceso todo de puesta en marcha del Plan Estratégico para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon puso en manifiesto que algunos objetivos y empleo indiscriminado de conceptos resultan ambiguos, antitéticos y necesitarían mayores precisiones: desarrollo sustentable/competitividad, sociedad civil, calidad de vida, ya que usados en general, sirven casi para justificar cualquier práctica. Asimismo, cabe destacar que:
- Los integrantes de la Junta Promotora -por sus características- parten de una visión “ingenua” sobre las posibilidades del desarrollo local y las ciudades como “gestoras de su propio desarrollo” y de la inserción en una economía global, acentuada por el Equipo Coordinador del Proyecto.
- Por la dinámica, la convocatoria se convirtió en un proceso cerrado y dirigista (poco espacio para la discusión y la crítica) donde la toma de decisiones basada en el “consenso” termina siendo la sumatoria de opiniones y propuestas de los asistentes a distintas escalas pero sin discusión.
- La lógica del plan excluye a la mayoría de la población: el proyecto prioriza la competitividad, la productividad y acentuará la fragmentación existente, ya que la mayor parte de las inversiones -públicas y privadas- están destinadas a los espacios de reproducción del capital y al sector turístico.
- En el Plan Estratégico, los intereses empresariales están en detrimento de la ciudad como espacio público y político.
- El “consenso” al que se alude no ha sido construido políticamente, sino que se enuncia bajo el supuesto de que todos los ciudadanos “vemos y vivimos” la misma crisis de la ciudad.
- Se niegan los conflictos y tensiones existentes.
- El diagnóstico corresponde a un espacio sin profundidad histórica, es una “fotografía “o imagen congelada del presente, no permite analizar qué es lo que pasó ni efectuar una prognosis. Se apoya en un deficiente empleo de indicadores, estadísticas, etc.
- La metodología utilizada (FODA) no es neutra, ya que no permite identificar responsables. Al no jerarquizar problemas, lleva luego al listado de proyectos, sin ningún tipo de priorización.
- Faltan referencias explícitas a la región (articulación sistema urbano, jerarquía, redes) lo cual no resulta llamativo, ya que la imagen-objetivo es la de la ciudad empresa, con aspiración de inserción en los espacios de la globalización y no con la región de pertenencia (localidades que compiten entre sí para atraer inversiones).
- Tampoco hay referencias a la verticalidad provincia – nación.
- Falta precisar a qué prácticas concretas, a qué redes de sujetos se aplican, cómo, etc.
Consideraciones finales
Por lo anteriormente expuesto podemos fundamentar que el proceso de planificación estratégica llevado a cabo en la ciudad de Mar del Plata y Partido de General Pueyrredon no parece dirigirse a la ciudad real sino a la ciudad ideal, la ciudad modelo, la ciudad turística. Esta divergencia de objetivos (ciudad para todos o ciudad para pocos) generará severas consecuencias territoriales, ya que:
- Las intervenciones urbanas están siendo realizadas de manera diferencial, de acuerdo con objetivos meramente inmobiliarios y con rápidas tasas de renovación del capital. Ejemplo son los proyectos llevados a cabo durante 2005 para la concreción de la “IV Cumbre de las Américas”, todos ellos localizados en el frente costero.
- El Municipio deja de ser el garante de los vecinos de la ciudad y se transforma en el auspiciante de las iniciativas inmobiliarias puramente especulativas (por ejemplo, la reciente construcción de torres en la costa, sector Golf y Playa Grande). Un caso reciente es el de los terrenos del asentamiento precario Villa Paso, en el cual se han ido relocalizando a los habitantes y ya se está planificando construir en altura, lo cual genera preocupación en sectores vecinales, como puede verse en una nota del diario La Capital.
- Se profundiza la dualidad entre la ciudad turística y la ciudad interna, los barrios y sectores excluidos que no se benefician por las mencionadas intervenciones
- El objetivo central de un Plan Estratégico, que debería ser mejorar la calidad de vida de la población a través de la creación de empleo y la inclusión social, termina siendo no cumplido. La ciudad real queda desdibujada por una ciudad ideal.
Nuestra opinión no constituye en si una crítica despiadada o destructiva; consideramos que los discursos asociados al “pensamiento único” minimizan las diferencias y los conflictos existentes. Es necesario deshacer los consensos e incorporar al conflicto como instancia de la planificación, si es que ésta pretende ser horizontal y participativa.
Queremos finalizar con lo enunciado en un trabajo presentado en las Primeras Jornadas hacia el Plan Estratégico (19, 20 y 21 de septiembre de 2002): “No podemos seguir razonando a partir de un simple rechazo a las posibilidades de la iniciativa local, pero tampoco partir de una aceptación ingenua de sus virtudes. Lo local no es un concepto que se encuentra definido de antemano, debe ser construido. Se trata de un proyecto colectivo, donde según qué mecanismos de concertación, negociación y/o cooperación se den, se podrá aseverar si dicho proyecto es incluyente o excluyente. Elaborar un “Plan Estratégico” no es ni más ni menos que definir qué ciudad queremos. ¿Se quiere hacer de la ciudad un espacio de relación y convivencia, o un espacio competitivo donde el ideal es la ciudad-empresa, donde el tiempo de la vida cede paso al tiempo vacío del capital?“.
MSG y ARV
Mirta S. González es Profesora Asociada regular e Investigadora del Grupo de Estudios de Ordenación Territorial, Departamento de Geografía, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata. Proyecto de Investigación actual (2008-2009): “Dinámica territorial, redes e innovación en el sudeste bonaerense”. Alberto R. VillavicencioesAyudante de trabajos prácticos regular, Investigador del Grupo de Estudios de Ordenación Territorial, Departamento de Geografía. Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata.
Ver el Sitio Web Oficial de la Municipalidad del Partido de General Pueyrredón, en la que se asienta Mar del Plata.
Sobre Mar del Plata, ver también en café de las ciudades:
Número 43 I Lugares
La Ciudad Feliz I Mar del Plata, referencia de la clase media argentina. I Marcelo Robutti
Bibliografía de los autores:
ARANTES, Otilia; VAINER, Carlos; MARICATO, Erminia “A cidade do pensamiento único. Desmanchando consensos”. Petrópolis. Ed. Vozes. Río de Janeiro. 2000 . 2da edición
BORJA, Jordi. y CASTELLS, Manuel “Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información”. Taurus. Barcelona. 1997
CARDOZO, Reginaldo Luis “As cidades brasileras e o pensamiento neoliberal (Submissao ao pensamiento unico : unica alternativa para as cidades?)”. En revista digital Rizoma 2006
FERNANDEZ DURAN, Ramón. “La Explosión del desorden. La metrópoli como espacio de la crisis global”.Editorial Fundamentos. Madrid. 1996
GONZALEZ, Mirta : “Desarrollo Local : utopía o desarrollo territorial hacia el siglo XXI” Primeras Jornadas hacia el Plan Estratégico. Mar del Plata, 19, 20 y 21 de Setiembre de 2002
HALL, Peter. “Ciudades del Mañana . Historia del urbanismo en el siglo XX”. Ed. Del Serbal. Colección La Estrella Polar. Barcelona 1996
ORTEGA VALCARCEL, José. “Los horizontes de la Geografía”. EditorialAriel, Barcelona. 2000
SANCHEZ, Joan Eugeni “Espacio, Economía y Sociedad”. Ed. Síntesis. Madrid. 1991
SANTOS, Milton “De la totalidad al lugar”.Oikos Tau. Madrid.1996
SASSEN, Saskia. “Los espectros de la globalización”. Fondo Cultura Económica. Bs. As. 2003.
Documentos del Plan Estratégico:
-Documento de Presentación Pública de Propuestas de Plan Estratégico para el Partido de General Pueyrredón. 26-27 de septiembre de 2003.
-Documento base de Diagnóstico. 7 de Julio de 2004.
-Documento “Líneas Estratégicas, objetivos de actuación e iniciativas agrupadas”. 27 de septiembre de 2004.
-Documento de Estrategias y Proyectos. 22 de noviembre de 2004.
-Documento base de trabajo. Plan de Ordenamiento Territorial para Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon. 23 de marzo de 2006.