En Où va la villeaujourd’hui?, libro publicado en 2012 por la municipalidad parisina, el arquitecto, profesor e historiador urbano Jacques Lucan realiza un detallado y didáctico análisis de la evolución de las formas urbanas, y en particular las de la manzana y las grandes operaciones de desarrollo urbano de Francia en las últimas décadas.
Estos desarrollos se han realizado en general bajo el régimen que regula las zonesd’aménagement concerté (ZAC). Las zonas de acción concertada fueron instituidas en Francia por la Ley Marco sobre la Propiedad No 67-1253 y están destinadas a las intervenciones sobre Zonas de Urbanización Prioritaria (ZUP), generalmente grandes predios estatales en desuso u obsolescencia funcional. Su función primordial es facilitar la concertación entre el sector público y los promotores privados. La Ley establece un protocolo completo y detallado de actuación, que incluye entre otros componentes:
- Definición de posibles escenarios urbanos
- Formulación de hipótesis de desarrollo
- Confección de un Plan de Ocupación del Suelo por parte de un urbanista en jefe
- Mecanismos participativos formalizados para recabar la opinión de los distintos actores sociales sobre el Plan
- Formulación normativa
- Determinación de mecanismos de gestión, en muchos casos a partir de Sociedades de Economía Mixta pública-privada
- Desarrollo de proyectos específicos, bajo la supervisión del urbanista-jefe
En el caso específico de París, el APUR (Atelier parisiend´urbanisme) es la entidad que tiene como misión estudiar y analizar los cambios urbanos y sociales que intervienen en la definición de la planificación y desarrollo de políticas públicas, contribuir al desarrollo de estas políticas y, en particular, elaborar los documentos de planificación de la ciudad sus metrópolis y los para la ciudad y su metrópolis.
Otro marco normativo importante es la Ley SRU (solidaridad y renovación urbana) de diciembre de 2000, que establece para las ciudades de más de 50.000 habitantes un porcentaje mínimo de un 20% de las viviendas construidas para ser destinadas a fines sociales. Este porcentaje debe ser aplicado en cada caso particular. Y también contribuyen a estas operaciones algunos mecanismos financieros, como la constitución de fideicomisos para la “venta en estado futuro”.
Lucan realiza en su libro un exhaustivo análisis de las operaciones francesas del último medio siglo, integrando las cuestiones de desarrollo inmobiliario, coordinación de programas, proyectos y obras, mixturas, escalas de proyecto y paisaje urbano; en definitiva, los puntos clave de cualquier tipo de desarrollo urbano. Comienza ese proceso con la historia del reconocimiento del “îlot” o manzana urbana, las características de su división catastral y los distintos intentos de coordinación funcional y morfológica a partir de Haussmann, incluyendo las visiones opuestas de Robert Auzelle y Le Corbusier. Esta tensión entre el urbanismo de grandsensembles y las propuestas para transformar el îlot en “una suerte de Palais-Royal abierto en sus lados” recorre todo el siglo XX.
A fines de la década del ´60 comienza a establecerse el reconocimiento de la calle, la manzana y la parcela como elementos constitutivos del paisaje urbano parisino, y en general el respeto al tejido constituido de la ciudad, “un espacio de sedimentación con una forma construida y un valor antropológico”. Este será un punto de suma importancia en el proyecto de las ZAC, siendo Bercy, con su correlación entre vecindad medianera de las unidades construidas y apertura de las manzanas al parque la operación que sintetiza la búsqueda urbanística de los años ´80. Búsqueda que continuará evolucionando, ya en la ribera opuesta del Sena, con las operaciones a uno y otro lado de la Biblioteca nacional de Francia.
Christian de Portzamparc aporta un concepto decisivo en estas evolución al plantear su teoría de las 3 edades de la ciudad: la edad I, de la ciudad histórica y las calles definidas por la edificación medianera o aislada; la edad II, del urbanismo moderno ortodoxo; y la edad III, que contiene a ambas, es heterogénea, refractaria a los modelos normativos y trabaja con su contexto en “una poética de contrastes y de oposiciones, no de imitaciones”. Producto de esta investigación es la manzana abierta, cuyo corazón contacta con la calle y cuya conformación está a cargo de distintos arquitectos y desarrolladores. Una aplicación de este razonamiento es el “parcelario tridimensional” y las diferencias tipológicas y morfológicas al interior de la manzana, que dan pie a una arquitectura “de gálibo”, resultado de la explotación maximizada de las capacidades de construcción de un determinado terreno, en el marco de una concertación de orientaciones, asoleamientos, etc.
Sucesivas operaciones irán aportando a la búsqueda de mixtura social, morfológica y de usos, que aparece como una preocupación esencial de este tipo de desarrollos: “un “grano urbano” que responda a las necesidades contemporáneas y aporte densidad y diversidad”. El paso siguiente es la conformación del “macrolot”, ejemplificado entre otros por la ZAC de Boulogne-Billancourt, en el Alto Sena. Se trata de una manzana constituida por varios programas (residencial privado y social, viviendas para estudiantes o tercera edad, comercios, oficinas, equipamientos), con diversos desarrolladores y arquitectos. Todos estos programas están coordinados y los distintos actores se reúnen periódicamente a tal efecto; las metas de realización son la mixtura programática, la diversidad arquitectónica y la rapidez de ejecución. Caracteriza a esta nueva unidad la complejidad de vías circulatorias (pasantes, transversales, internas; de convivencia de tráfico o peatonales) y la trama paisajística, y las llamadas mutualizaciones, que permiten compartir áreas de estacionamiento vehicular y espacios verdes; aspiran, básicamente, a eludir la monofuncionalidad característica de muchas operaciones del siglo XX. Hay que decir también que estas operaciones favorecen la concentración de grandes desarrolladores inmobiliarios (Nexity, BouyguesInmobilier, Vinci, Inmobilier, etc.) y esto incide en que raramente se sobrepase el mínimo de 20% establecido para viviendas sociales.
Una derivación de esta búsqueda es que en los macrolots la mixtura programática no se dé exclusivamente en “vertical” (programas que varían en cada parcela de una manzana) sino en “horizontal, ya que en una misma parcela se superponen una cantidad de funciones diversas. Esto lleva al resurgimiento de las “dalles” o placas de basamento con zócalo comercial y terrazas de uso colectivo, como en el caso de la operación Chapelle International, en el entorno de la Gare du Nord parisina.
A diferencia de las operaciones sesentistas (como las Olympiades o el Front de Seine), estos conjuntos no toman como pauta la megaestructura sino una relación respetuosa con el tejido construido y las preexistencias urbanas. Por ejemplo, los locales comerciales dan a la calle y no a un mall interior, y la continuidad del espacio público externo e interno al macrolot es considerada esencial, así como la clara distinción entre las distintas gradaciones del espacio público y el dominio privado.
Postulan, además, una diversidad morfológica superpuesta a la diversidad programática. Las volumetrías de los distintos edificios pueden diferir, en tanto contribuyan a una forma coherente y razonable de manzana que ya no es el volumen unificado de la manzana haussmanniana. Lucan menciona como un antecedente de “familia” la manzana de Breda, diseñada por OMA-Rem Koolhaas; las reglas de este juego pasan a ser entonces los intercambios de alturas, el principio de compensación(una constructividad máxima para la parcela, con posibilidad de repartirla en diversas alturas) y la “coordinación dimensional”, que fija un estrato base o zócalo de 6 a 7 metros de altura, un estrato medio o podio de 15 a 17 metros y “emergencias” de hasta 50 metros. Estos juegos morfológicos permiten, además, el estudio de orientaciones de modo de generar una arquitectura “heliotrópica”, también entendida como “mutualización energética”. Y en última instancia, a una suerte de urbanismo paramétrico.
Lucan cita al profesor y arquitecto Christian Devillers al sostener que las exigencias ambientales y de mixtura están generando nuevas formas urbanas, “una revolución urbanística como no había habido después del Movimiento Moderno”. El concepto de proyecto urbano evoluciona al de plan-guía para un territorio que no es vacante, porque tiene ya una historia y una configuración. Se trata de una forma de desarrollo urbano que ha dejado muy atrás la idea de tabla rasa y trabaja en cambio a partir de la especificidad de cada situación particular, que instala un dialogo permanente entre la gran escala del territorio y la pequeña escala de la manzana, que aspira al ideal de un urbanismo negociado entre actores y agentes sociales (cuya metáfora apropiada es la del “tablero de go”).
El libro acompaña las tesis del autor con una amplia y pertinente información sobre las principales operaciones urbanas realizadas en Francia en las últimas décadas, lo cual facilita la comprensión de los complejos mecanismos de desarrollo urbano e inmobiliario que se describen. Resulta entonces una excelente base, tanto para entender el urbanismo francés contemporáneo como para calibrar la posibilidad real de la utilización de algunos de los conceptos descriptos en contextos nacionales distintos al de su origen.
MC
Où va la villeaujourd’hui? Formes urbaines et mixités. Jacques Lucan. Prefacio: Anne Hidalgo. Mairie de Paris. Editions de la Villette, 2012. 208 pag. ISBN 978-2-915456-68-4.
Un fragmento del libro en la Web de la Universidad Sciences Po.
Una buena descripción y análisis del proceso de una ZAC, en castellano, es el desarrollado en el artículo Modalidades de gestión de grandes proyectos, de Alfredo Garay, en Carajillo de la Ciudad número 10.
Sobre la manzana como unidad urbanística y las operaciones que permite, ver también la presentación del número 137 y estas notas en café de las ciudades:
Número 46 | Lugares
Dos manzanas del Centro de Buenos Aires | Apuntes para una normativa urbana (II). | Mario L. Tercco
Número 116 | Cultura de las ciudades (II)
Nueva visita a la manzana de Buenos Aires | Una exploración urbana en la pintura de Miguel Jurado | Mario L. Tercco
Número 130 I Arquitectura y Proyectos de las ciudades (I)
Crónica de un desencuentro I Una propuesta para el Concurso de Caballito y la intervención en las metrópolis post-industriales I Por Tony Diaz
Número 130 I Arquitectura y Proyectos de las ciudades (II)
El híbrido urbano I La “manzana latinoamericana” de MVRDV para Emmen I Por Marcelo Corti