N. de la R.: el texto de esta nota reproduce la conferencia inaugural brindada por el autor en el Quinto Congreso Anual de SAPLAT, Sociedad Argentina de Planificación Territorial. Presente y futuro de la planificación territorial en el nuevo escenario nacional. La planificación territorial como política pública, práctica profesional y disciplina.
Desde aquella reunión fundacional donde se formalizaba la creación de SAPLAT, el 9 noviembre de 2018 en La Plata, me ha tocado intervenir en dos oportunidades en los congresos que viene desarrollando esta entidad, donde se reunían todas las delegaciones regionales. En la primera, en Bahía Blanca, expuse mi preocupación por el bajo nivel de implementación de los planes y programas que se producen desde la disciplina. En la segunda, tuve la oportunidad de exponer los avances del Plan Nacional de Obras Públicas (Argentina Grande) que como continuidad del Plan Estratégico Territorial Argentina del Bicentenario (PET) se desarrollaba en el MOP.
Proyectar las nuevas tendencias, construyendo escenarios prospectivos, que nos permitan medir los efectos de cada alternativa, y proponer un curso de acción que defina un rumbo correcto (adecuado, posible, consensuable, audaz)
El PET había reunido los proyectos y expectativas de la mayor parte de las oficinas provinciales de planeamiento, y esta nueva instancia buscaba profundizar su dimensión operativa, convirtiéndose en un formato de programación presupuestaria, que habilitaba un fuerte sistema de transferencias a provincias y municipios (Argentina Hace) y ponía en línea de realización (financiamiento, proyecto ejecutivo, licitaciones, etc.) un paquete de medidas, acciones y grandes obras de infraestructura de interés federal (manejo de cuencas, energía, logística, vialidad, ferrocarriles, puertos, redes sanitarias, entramados productivos, etc.).
En esta oportunidad, el inicio de las conversaciones de SAPLAT nos encuentra en un contexto muy diferente, que nos compromete a comprender lo sucedido con un verdadero diagnóstico, que debe incluir un importante porcentaje de autocrítica. Nos compromete también, desde nuestra disciplina, a tratar de proyectar las nuevas tendencias, construyendo escenarios prospectivos, que nos permitan medir los efectos de cada alternativa, y proponer un curso de acción que defina un rumbo correcto (adecuado, posible, consensuable, audaz).
La expansión urbana lleva a consumir mucho más suelo del necesario y en los antiguos centros se aceleran los procesos de tugurización, convirtiéndose en el recinto donde viven los sectores más postergados de la sociedad.
¿Cómo se presenta la práctica de la planificación territorial como política pública? A partir del nuevo milenio hemos visto un importante crecimiento de la actividad, a diferentes escalas. Asistimos al protagonismo del capital financiero, que con nuevos ímpetus cambia la cantidad y el tamaño de las intervenciones. La implementación de políticas neoliberales se esforzaba por sortear los esfuerzos regulatorios vigentes, mientras la sociedad asistía a una puja entre las fuerzas del mercado y la presencia estatal, con avances y retrocesos en función de los cambios de rumbo que derivan de la alternancia política.
El resultado da cuenta de desequilibrios entre regiones, muchas de las cuales se dinamizan con profundos cambios en su economía: el tipo de producto, la tecnología utilizada, las formas de financiamiento, la propiedad de la tierra y la organización del trabajo, con fuertes efectos sociales y ambientales. Presenta también asimetrías en el desarrollo de la vida cotidiana en las ciudades, donde los beneficios de la vida urbana son accesibles para una parte reducida de la población.
La expansión urbana lleva a consumir mucho más suelo del necesario y en los antiguos centros se aceleran los procesos de tugurización, convirtiéndose en el recinto donde viven los sectores más postergados de la sociedad. En las grandes ciudades, la expectativa por acceder a un puesto de trabajo favorece los procesos migratorios, el crecimiento de la urbanización precaria y el desarrollo del sector informal.
El capital avanza reconsiderando la mayor parte de los acuerdos sobre los que suponíamos había un consenso: derechos humanos, solidaridad, tolerancia, presencia estatal, cuidado del ambiente, perspectiva de género, justicia social
Se dictaron leyes, se realizaron planes, se implementaron acciones, pero no se lograron producir los cambios que se esperaban. Como resultado, los indicadores económicos y sociales vienen retrocediendo en términos de desarrollo humano.
Después de la pandemia, la proyección de este escenario de equilibrio estratégico no permita avanzar en favor de los sectores populares, mientras los liderazgos se desgastaban, en un juego mediático e institucional. Estas tendencias generales predominaron, la organización social no ha logrado contrapesar a las fuerzas del mercado, y el sistema político no ha logrado estructurar un frente consistente dispuesto a acordar un proyecto de país.
Tampoco desde nuestra disciplina (y quienes la ejercemos) hemos logrado penetrar lo suficiente en los procesos de toma de decisión, lo que nos asigna una cuota de responsabilidad en la debilidad del proyecto, que nos debe llevar a analizar los mecanismos y procedimientos que definen esta restricción. Los preceptos de un anarquismo libertario colocaron el eje de la discusión en la inflación y el gasto público, simplificación que penetró la argumentación de amplios sectores de la sociedad, instalado un diagnóstico diferente al de la compensación de los ciclos de expansión y recesión de raíz keynesiana.
En el momento actual, el equilibrio parece haberse roto, y constatamos que el capital avanza reconsiderando la mayor parte de los acuerdos sobre los que suponíamos había un consenso: derechos humanos, solidaridad, tolerancia, presencia estatal, cuidado del ambiente, perspectiva de género, justicia social.
El accionar del poder ejecutivo aparece a veces como el impulso intuitivo de un fundamentalista ideológico, y otras veces como el cálculo de un planificador que se posiciona frente a escenarios, que cede y negocia
¿Como se presenta el desarrollo de esta disciplina en la Argentina de los próximos años? De mantenerse esta tendencia, el programa que sostiene el super decreto o la ley fundacional que el gobierno propone implica una ruptura estructural de ese proyecto de país que avanzaba, aun con dificultad. Como contraparte se libera el territorio y las instituciones al despliegue de la lógica del mercado, al desarrollo de un modelo extractivista en manos del capital global, poniendo a todos los actores a competir. Un desarrollo que busca explotar los recursos y las comunidades locales, que consolida un formato territorial al servicio de las exportaciones, priorizando la gestión de las infraestructuras que el mercado destaca como rentables; que facilita el ingreso y retiro de capitales, confiándoles la prestación de funciones estratégicas (soberanía); que prescinde de la moneda, promueve una caída del salario, el crecimiento del desempleo, y la restricción de políticas sociales.
Esto implica que los temas de planeamiento sean percibidos como una presunción frente a la fuerza del mercado, y el uso de sus herramientas como un obstáculo que complica el desarrollo de los negocios. En su mirada, cada regulación se convierte en una ventanilla donde se estimula la arbitrariedad y la corrupción, y de la que se benefician los burócratas (políticos sindicales y administrativos) que conforman “la casta”.
Como contraparte, la planificación se presenta como una instancia que racionaliza el manejo de las finanzas. El accionar del poder ejecutivo aparece a veces como el impulso intuitivo de un fundamentalista ideológico, y otras veces como el cálculo de un planificador que se posiciona frente a escenarios, que cede y negocia, que evalúa el cumplimiento de metas y sanciona a sus cuadros por los incumplimientos. Es decir, de “un estratega”.
Avanzar en el desarrollo de nuestros marcos conceptuales y apoyarnos en el estudio de casos. Avanzar en la concepción de nuevos instrumentos y desarrollar pericia para manejarlos, es decir, contribuir al desarrollo tecnológico de la disciplina
No me cabe duda que la sociedad responderá a esta avalancha, con su organización, su protesta, y movilización, y que el sistema institucional encontrará la forma de reconducir este proceso. Pero creo también que la disciplina debe dar el debate cultural, resistir desde sus puestos, configurar un modelo alternativo. De abajo para arriba, de la periferia al centro, desde las provincias, y los suburbios de las grandes ciudades. Los municipios, los centros de estudio y las universidades tienen el compromiso de producir, difundir, y sostener iniciativas y argumentos que nos hablen de un tiempo nuevo.
Esto nos lleva a analizar la forma en que contribuye la disciplina. La forma de organizar la información, de interpretarla, de incorporarla a los debates de la sociedad. De comprender, de proyectar escenarios de anticipar futuros posibles y, frente a ellos, de concebir un plan. De entrar en dialogo e interactuar con los tomadores de decisiones. Habrá que revisar nuestros métodos, avanzar en el desarrollo de nuestros marcos conceptuales y apoyarnos en el estudio de casos. Avanzar en la concepción de nuevos instrumentos y desarrollar pericia para manejarlos, es decir, contribuir al desarrollo tecnológico de la disciplina.
Contribuir con la difusión y transferencia de estos conocimientos, tanto a través de la docencia como de la comunicación. Apostar por la práctica profesional, generar condiciones para su ejercicio en los diferentes ámbitos donde sea posible. Promover la apertura de espacios donde aprender a hacer este trabajo, desarrollar capacidades locales, incluyendo la capacitación de la ciudadanía y sus organizaciones.
Creo que de esto debemos discutir en este Congreso, y acordar una forma de pasar a la acción.
AG
El autor es arquitecto y urbanista. Fue titular de la Catedra de Planeamiento Urbano en la FADU-UBA. Fue Secretario de Planeamiento Urbano de la ciudad de Buenos Aires, Secretario de Vivienda y Urbanismo de la Provincia de Buenos Aires y Director de la Corporación Antiguo Puerto Madero, entre otros cargos públicos.
Sobre el Quinto Congreso Anual de SAPLAT, ver también en este número la intervención de Marcelo Corti.
Aquí están las grabaciones completas de ambas jornadas del encuentro, realizadas los días 30 y 31 de mayo de 2024.
Gráfica de SAPLAT: Brenda Grötter.