N. de la R: El texto de esta nota reproduce una entrada de nuestro Glosario de las ciudades, publicación que celebra el número 200 de café de las ciudades.
Manzana en castellano, quarteirão en portugués, block en inglés, îlot en francés. Es una superficie urbana destinada a construir y rodeada por espacio público, una suerte de isla que, una vez construida, se ve como un bloque unitario. Normalmente ocupada por varios lotes y edificios, es el mediador capaz de independizar acciones de construcción realizadas por distintos actores, produciendo a la vez un resultado unitario y coherente con una cierta expectativa formal del espacio urbano, normalmente calles. Su origen puede ser el resultado de un proceso histórico, de la simple agregación de los edificios, como ejemplifican tantas ciudades medievales pero, como en las Leyes de Indias en el siglo XVI o en la fundación de La Plata en el siglo XIX, es también un recurrente y seguro instrumento de proyecto urbano, elemento organizador de la construcción que se concibe simultáneamente con un cierto espaciamiento de calles. En conjunto, pueden adoptar la forma de una grilla repetitiva, de manzanas rectangulares en la tradición nórdica europea de los países fríos o cuadradas en la tradición de los países mediterráneos de clima más cálido. La forma de la manzana se corresponde con los tipos edilicios dominantes que informaron el tipo de lote considerado para su diseño. Con el transcurso del tiempo puede comenzar la sustitución edilicia, alimentada por procesos de densificación que proceden a la subdivisión o englobamiento de parcelas para acoger nuevos tipos edificatorios.
FD
En el modelo de ciudad latinoamericana de fundación hispana, la manzana es, por excelencia, la medida organizativa del tejido. La trama de manzanas constituye el soporte del orden urbano y, a su vez, un contenedor para el desarrollo de la subdivisión interna parcelaria y de las tipologías edilicias.
En una ciudad cuyo origen se sustentó en la regularidad como modalidad de ordenamiento, la manzana mantiene su vigencia como módulo de organización territorial y espacial, frente a los procesos de transformación y las nuevas temáticas urbanísticas y arquitectónicas. Desde las experiencias de partición de manzanas con galerías comerciales hasta la conjunción de manzanas en supermanzanas, la urdimbre constituida por el trazado en damero y la subdivisión en lotes dio forma a una base bidimensional ordenada que ha demostrado tener la capacidad para reinventarse, redefiniendo a su vez este orden urbano, determinando nuevas leyes en la dialéctica entre espacio individual y espacio colectivo.
A través de su consolidación y completamiento, la trama sostiene hasta la actualidad el equilibrio formal y funcional donde transcurre la vida urbana.
CG y LG
La manzana ha sido desde siempre uno de los principales elementos de configuración urbana. En muchos casos, la definición del trazado de las calles y de las manzanas se ha convertido en sinónimo de la identidad de la ciudad: los centros de las ciudades de fundación española en Latinoamérica, el ensanche de Cerdà o el plan de 1811 para Nueva York, solo por nombrar algunos. Pero también, la manzana y la calle tradicional han sido dos de los elementos cuestionados en muchos ejemplos de arquitectura del movimiento moderno, oponiendo la idea de bloque abierto a los tipos urbanos tradicionales.
Sin embargo, en la actualidad la manzana aún puede ser una unidad válida de composición urbana que puede repensarse a partir de las diferentes tradiciones y requerimientos actuales. La manzana como abstracción constituye un módulo de agregación que, mediante su repetición y asociación, permite construir fragmentos urbanos en una escala intermedia entre el edificio y el barrio. Es una unidad de ordenación urbana que debe contener el diseño del suelo urbano y la morfología de su tejido, así como condensar atributos de complejidad funcional, compacidad y diversidad morfológica, inclusión social y parámetros de sostenibilidad ambiental. De este modo, la manzana contemporánea es de carácter complejo y flexible; su singularidad deviene de la articulación de los espacios abiertos con los construidos y de su caracterización de lo público y lo privado.
MD
Mariana Debat es arquitecta, doctora y magíster en Urbanismo. Docente e investigadora en la Universidad Nacional de Córdoba. Arquitecta urbanista en Arqtopía, estudio especializado en urbanismo y ordenación del territorio.
Fernando Diez es arquitecto por la Universidad de Belgrano, doctor por la UFRGS de Brasil, profesor en la Universidad de Palermo. Autor de Buenos Aires, constantes en las transformaciones urbanas (1996). Director Editorial de Summa+ desde 1994. Integra las academias Argentina de Ciencias del Ambiente, Nacional de Bellas Artes, y de Arquitectura y Urbanismo.
Carlos Gómez es arquitecto, Universidad Nacional de Córdoba. Profesor Adjunto Urbanismo I, UNC (1986/ 2005). Profesor de Maestría en Desarrollo Urbano, UNC (1996/ 2006). Director de Planeamiento Urbano, Municipalidad de Córdoba (1983/ 1994). Co-coordinador del Equipo Técnico Plan Director Córdoba 2020.
Leticia Gómez es arquitecta, Universidad Nacional de Córdoba, y Magíster en Proyectación Urbanística, Universidad Politécnica de Cataluña. Docente de la Maestría en Urbanismo, UNC. Directora Gral./Subsecretaria de Planeamiento, Municipalidad CBA (2012/2019).
Del Glosario de las ciudades, ver también Acera, vereda, por Miguel Jurado en nuestro número 199; Centralidad, Nueva Centralidad, por Mireia Belil, Lorena Vecslir; Derecho a la Ciudad, por Salvador Schelotto, Valeria Snitcofsky, Demián Rotbart; y Pandemia, por Natalia Dopazo en el número 200 de café de las ciudades.