N. de la R.: este texto responde a la nota ¿4000 viviendas para Rosario?, publicada en el número 34 de café de las ciudades. Fue publicada originalmente en el diario rosarino La Capital. Si bien es política de café de las ciudadespublicar notas inéditas, en este caso la reedición resulta apropiada para enriquecer el debate originado a partir de nuestra serie de notas sobre Rosario.

Es cierto que, a partir de 1955, las políticas públicas en vivienda, salud y educación en nuestro país comenzaron a alejarse de los intereses del pueblo y, a partir de 1976, esta frágil relación atesorada y defendida durante 18 años de resistencia popular (construida sobre el mito de la magnífica obra del `45 al `55) se quebró totalmente después del golpe gorila y genocida. La adolescente democracia argentina no ha podido aún consolidar una experiencia sensible (social y culturalmente), inteligente y concertada, en política territorial y desarrollo urbano. Salvo excepciones, como por ejemplo en la región de Rosario la transferencia al municipio y a sus ocupantes precarios o emergentes de tierras ferro-portuarias de origen nacional desafectadas, u obras fundamentales de infraestructura como la represa del arroyo Ludueña, el puente Rosario-Victoria, o la autopista a Córdoba. La fuerte apuesta del actual gobierno central, que alcanza todo el suelo nacional y está remitida a la emergencia habitacional, nos pone frente al horizonte esperanzador de 4000 viviendas para Rosario ahora y, según palabras del propio presidente, en la posibilidad de duplicarse el año próximo, o sea otras 8000 unidades. Este no es un debate únicamente para los arquitectos. Construir hábitat urbano es un concepto mucho más amplio y complejo. Construir “tejido social” sustentable es el desafío, y para ello un “tejido de viviendas” con espacio público, equipamiento social, espacio para el culto religioso, transporte, trabajo y actividad comercial, infraestructura, hasta con comisarías, para las demandas más pretenciosas, etc, son sólo el soporte físico necesario pero no suficiente para aquel objetivo, en el cual estamos seguros que el gobierno nacional está empeñado.
Quién va a llevar adelante la ejecución de este presupuesto, es lo menos importante. Seguramente, nadie recuerda quien realizó el proyecto de las miles y miles de viviendas, escuelas y hospitales en la modernidad revolucionaria y reluciente del estado de bienestar justicialista. Lo que es absolutamente improbable es que se hayan realizado en grupos de profesionales, individualmente, de a cinco viviendas. Tengamos en cuenta también que la Avenida Grandoli, desde Ayolas hasta Lamadrid, fue ejecutada por pequeños fragmentos y en el tiempo, con distintos conjuntos habitacionales pequeños y medianos, en una cantidad superior a 4000 viviendas, y está a la vista el catastrófico resultado.
Esta, como aquellas, son intervenciones de gran escala que también requieren de grandeza para su concepción, formulación y ejecución, y que todos soñamos que sean parte de un plan de gobierno progresista duradero y no una operación de prensa preelectoral. A todos nosotros nos enorgullece que, todos los fines de semana, los especializados visiten Rosario para observar la calidad de la obra de arquitectura pública realizada en los últimos 25 años, ya sea por Oriol Bohigas (Parque de España), Alvaro Siza (Distrito Municipal Sur) o Marcelo Perazzo (Jardín de los Niños), como así para admirar también otras magníficas arquitecturas privadas “de autor”.
También es cierto que un gremio de arquitectos tiene la obligación de solicitar que una inversión de este volumen derrame oportunidad laboral sobre la mayor cantidad de profesionales posible. Es posible organizar inter-institucionalmente las herramientas para que los arquitectos participen del proyecto de las viviendas, en aquellos sectores donde garantizan diversidad y heterogeneidad en las soluciones habitativas. No hay duda que, por otro lado, una variable insoslayable es el tiempo disponible para la ejecución del presupuesto; este no es un tema menor dado que el riesgo social es acuciante.
Recuerdo una experiencia personal; siendo delegado del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe, en el cargo de Secretario de la FADEA, Federación Argentina de Entidades de Arquitectos. Con mucho dolor e impotencia vivimos en el período 1999/2001, desde ese lugar de lucha gremial-profesional, la adjudicación irreversible de la construcción de 100 escuelas en la Ciudad de Córdoba, en un solo acto, que finalmente realizó una empresa de Buenos Aires a un costo bajo en ese momento, y en un tiempo récord sin otra posibilidad para el Colegio local que negociar para su matrícula la conducción técnica. Nunca pudimos ser recibidos por las autoridades del gobierno nacional para manifestar nuestro rechazo, en particular en el sector de obras públicas (hegemonizado como de costumbre por el lobby de los ingenieros devenidos en propietarios de empresas constructoras). Hoy, en esas escuelas y en sus patios aprenden y juegan felices millares de niños cordobeses, indudablemente al margen de los detalles de la adjudicación de esa obra pública.
El déficit de viviendas en Rosario es, cuanto menos, de 20.000 familias actualmente residentes en villas de emergencia. En la Dirección Provincial de Vivienda, en particular en el área de Emergencia Habitacional, poseen entrenamiento interdisciplinario como para participar de una tarea semejante. Lo mismo en el Servicio Público de la Vivienda de la Municipalidad de Rosario: con la implementación del Rosario Hábitat se ha constituido equipos profesionales de capacidad comprobada. Las máximas autoridades provinciales habitualmente son asesoradas por expertos de dilatada experiencia, en todas las áreas competentes a este tema.
La UNR, en la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño, tiene institutos especializados como el EPEV (Equipo para el estudio de la vivienda), el CURDIUR (Centro Universitario Rosario de investigaciones urbanas y regionales) o el CEAH (Centro de estudios del ambiente humano) en condiciones sobradas de realizar propuestas de vinculación tecnológica como tareas de extensión, afines a la problemática, tratadas durante muchos años en distintas investigaciones.

También en la Facultad están en desarrollo proyectos de docencia-investigación con casi 10 años de continuidad, como “Arquitectura de la periferia – Nuevas estrategias proyectuales. 20.000 viviendas para Rosario en una perspectiva interdisciplinaria“, actualmente dirigido por el autor de esta modesta opinión. Como también otras cátedras de Proyecto Arquitectónico, que habitualmente realizan experiencias en sede académica directamente relacionadas con magnitudes semejantes a las 4000 viviendas, como parte de los trayectos formativos en intervenciones arquitectónicas de escala urbanística, estando en condiciones de ofrecer reflexiones que, seguramente, pueden ser un aporte al debate.
La localización ha sido también objeto de discusión en el medio de la cultura arquitectónica de la ciudad. Percibo con alegría que se vea como una opción real al conservador completamiento de la trama urbana la ubicación de conjuntos habitacionales en el poniente, en esa franja de tierra disponible entre lo que podríamos llamar el límite efectivamente consolidado de la ciudad en Cabín 9 y Fisherton, y la represa del Ludueña. Solo allí se podrán proponer barrios con innovadoras y mejores relaciones con la naturaleza, con zona de quintas, con espacio público y con opciones alternativas al trazado, al lote individual o el monoblock tradicional. En el caso de la zona noroeste de nuestro municipio, esta situación debe todavía ser evaluada en su impacto integral: no se debería decir que no apresuradamente. Si esta etapa ya se realizó, deberá ser adecuadamente publicitada, para ser apropiada positivamente por el conjunto de la comunidad democrática de la ciudad.
MB
El autor es arquitecto y titular de la Cátedra Barrale del Taller de Proyecto Arquitectónico I, II y III, Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la UNR. Dirige la revista matéricos periféricos.
Ver la nota ¿4000 viviendas para Rosario? en el número 34 de café de las ciudades.
Sobre Rosario, ver las notas La construcción de Rosario I y II en los números 33 y 34 de café de las ciudades.
Sobre vivienda popular, ver la nota El problema de los “con techo”…, entrevista a Alfredo Rodríguez, en el número 19 de café de las ciudades.
Ver la página web del programa Rosario Hábitat