Autores: Rosario Mondejar, Agustín Berzero, Adolfo Mondejar, Pablo Mondejar y Juan Pablo Alonso.
Colaboradores: Benjamín Moneo, Sol Lauría, Pilar Jaime, Macarena Domínguez, Julián Vergara, Gustavo Vanoli, Santiago Viale, María Victoria Echegaray, Julián Franco.
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I. Contexto
Córdoba, ciudad heterogénea y topográfica, se presenta fragmentada, resuelta en capas históricas que han conformado su trazado urbano. Enmarcada en un pozo que, paradójicamente, carece de agua, la ciudad enfrenta desafíos significativos en la gestión de este recurso vital. El hábitat de Córdoba y el agua se han definido mutuamente a lo largo de su historia. Nuestra tecnología y cultura, fundamentadas en obras del siglo XIX, han tratado de controlar los efectos negativos de su escasez y garantizar la disponibilidad y el beneficio del agua en las áreas periféricas de la ciudad.
Sin embargo, la misma actividad humana ha generado excesos y desbalances que amenazan la disponibilidad futura del agua dulce en nuestro río, cañada y canales (norte y sur). Para avanzar hacia una nueva disposición en servidumbre al hábitat, se torna esencial repensar la función del agua como clave en la generación de un nuevo ecosistema de riego. Esto promoverá acciones a futuro hacia una ciudad verde, que potencie las relaciones en los espacios urbanos y naturales, facilitando nuevas dinámicas de ocupación en los espacios públicos y privados.
La Cañada, históricamente, fue una operación de higiene urbana con un enfoque funcionalista, que, al ser cubierta por tipas, reconvirtió el espacio en un lugar que le aporta carácter, belleza e identidad a Córdoba. Esta transformación también dejó un lienzo en blanco que ha permitido la renovación en altura de sus bordes. Hoy visualizamos otra oportunidad de reconversión del área planteada por el concurso en una dinámica a partir de obras que ofrezcan un nuevo espacio público regado, con pisos absorbentes y vegetación, como motor de las actividades, promoción de nuevas densidades y relaciones sociales estancadas desde hace décadas.
El crecimiento de la ciudad en los últimos 20 años ha desafiado a través de normativas de revitalización no concretadas en acciones públicas y privadas en los sectores de mayor cercanía a espacios de relevancia en la ciudad, con dotación de servicios y cercanía al microcentro, redireccionando la mirada hacia sus periferias y relegando el área central, incluyendo el Portal del Abasto.

II. Los caminos del Agua: Elemento Central para un Futuro Sostenible
En el marco de la búsqueda de ciudades más sustentables, es crucial entender al agua no solo como un recurso, sino como un elemento central de la naturaleza que media la mayoría de los procesos que ahí ocurren. Para avanzar en esta comprensión, es necesario reconocer que las ciudades son un sistema complejo, que definimos como un socio-ecosistema. En este espacio, los ecosistemas se han desarrollado a partir de las propiedades físicas del sitio, y las sociedades, incluido nuestro entorno urbano, se han construido sobre estas dinámicas naturales.
Por lo tanto, los impactos sobre las propiedades físicas (por ejemplo, la afectación en la dinámica hidrológica) o sobre los ecosistemas (como la reducción de espacios verdes por la urbanización) limitan las posibilidades de avanzar hacia ciudades más sustentables. Para fomentar trayectorias más sustentables en las urbes, resulta fundamental considerar, desde la gestión urbana e hídrica, fomentar la resiliencia de los ecosistemas, incentivando así la aparición y conservación de los beneficios relacionados con el agua que estos ecosistemas proporcionan (oasis).
Es esencial asumir que las ciudades están inmersas y dependen de un sistema natural, y que el límite urbano, a menudo arbitrario y artificial, no debería contradecir las dinámicas naturales del agua. Sin embargo, al ingresar al suelo urbano, la gestión del territorio frecuentemente se centra en el uso de tecnología con un alto consumo energético para extraer, mover y limpiar el agua, lo que en ocasiones va en contra de estas dinámicas.

(…) los impactos sobre las propiedades físicas (por ejemplo, la afectación en la dinámica hidrológica) o sobre los ecosistemas (como la reducción de espacios verdes por la urbanización) limitan las posibilidades de avanzar hacia ciudades más sustentables.
III. Propuesta
Nuestra propuesta se centra en la acción sobre los recursos naturales y de infraestructura que aportan agua a Córdoba –los canales norte y sur– reconduciéndolos según la topografía, redireccionándolos hacia el área periférica con grandes vacíos y parques, y posteriormente fluyendo al centro de la ciudad. Conocer los caminos del agua, corregirlos y actualizarlos. Esta operación de infraestructura generará un nuevo ecosistema verde (oasis), promoviendo una reconversión contemporánea y propiciando nuevas ocupaciones y densidades que reinventen un área central renovada a partir del verde y de las estructuras históricas existentes, estableciendo un nuevo lienzo de expansión y crecimiento en las áreas revitalizadas.
Las infraestructuras propuestas definirán un sistema de canales y áreas verdes, reduciendo el ingreso de vehículos y favoreciendo la apropiación ciudadana. A partir de esto, se generará un sistema de provisión de agua de riego que llegará, inicialmente, desde los canales de riego existentes renovados y completados a espacios de almacenamiento y saneamiento ubicados en los distintos barrios, en el primer anillo perimetral al centro de Córdoba, y luego será vertida por gravedad en acequias de riego a cielo abierto por los corredores seleccionados.
Cada uno de estos corredores tendrán características específicas, donde se integrarán obras simples como la incorporación de acequias, áreas verdes de absorción y purificación, instalación de nuevas especies arbóreas, sendas de circulación peatonal, mobiliario urbano y circuitos de ciclovías, manteniendo al mismo tiempo la circulación de transporte público y de vehículos de manera más restringida. Esta acción producirá una revitalización del área verde en toda la superficie regada por estas acequias, con un enfoque especial en el área central, generando así un ecosistema de espacios públicos existentes y nuevos corredores.
La ciudad incorporará así una diversidad de actividades de uso en estos espacios, recuperando bulevares perdidos con el tiempo e incorporando otros corredores verdes que dinamizarán el entorno y generarán incentivos mediante acciones complementarias. Esta transformación cambiará la proporción de uso de los corredores elegidos, aumentando las superficies de área peatonal y la cantidad de árboles, al mismo tiempo que disminuye la proporción de circulación vehicular, reservando el acceso fundamentalmente para el transporte público y para vehículos particulares que posean cocheras dentro del área central.
Los sistemas de drenaje se adaptarán a través de estanques y plazas de retención, aliviando los cursos de agua en días de lluvia e interactuando con los nuevos espacios verdes propuestos.

La ciudad incorporará así una diversidad de actividades de uso en estos espacios, recuperando bulevares perdidos con el tiempo e incorporando otros corredores verdes que dinamizarán el entorno y generarán incentivos mediante acciones complementarias.
IV. Ronda Urbana: Recuperación del Espacio Urbano
Córdoba ha perdido a lo largo de su historia las principales estructuras urbanas. La idea de modernidad ha privilegiado al vehículo sobre el peatón, desplazando a las calles por sobre sus bulevares y reconvirtiendo rotondas en calles y nudos viales. Nuestra propuesta se enfoca en la restitución de los bulevares y la construcción de una ronda periférica al área central, que unirá instituciones, parques, la ciudad universitaria, el sector gubernamental, el portal del abasto y La Cañada. Esta ronda se plantea como una estructura verde, regada, de alta calidad vivencial, con énfasis en lo peatonal, promoviendo un paseo interconectado en formato de sistema de relaciones que beneficia el centro y la periferia.
Proponemos generar seis corredores con distintas características en sentido norte-sur: la Avenida General Paz / Avenida Vélez Sarsfield, la Calle Independencia / San Martín, la Calle Buenos Aires / Rivadavia, el Bulevar Chacabuco / Maipú, la Calle Figueroa Alcorta / La Cañada, y el Bulevar Perón / Bulevar Guzmán. Además, se diseñarán cuatro corredores en sentido este-oeste: Calle Sarmiento / Humberto Primo, Avenida Olmos / Avenida Colón, Calle San Jerónimo / 27 de Abril, Bulevar Arturo Illia / Bulevar San Juan y Bulevar Pueyrredón / Estrada, Poeta Lugones / Ambrosio Olmos.
Los corredores perimetrales de este sistema –Cañada, Boulevard Perón y Poeta Lugones– configurarán un primer anillo circundante al área central. Esto establece un sistema de circulación predominantemente peatonal, complementado con un sistema de movilidad pública y acceso vehicular restringido, creando así una Ronda Urbana con nuevas áreas verdes y espacios peatonales habilitados con solados absorbentes. Esto permite una circulación periférica continua a lo largo de una serie de espacios públicos de diferentes escalas y categorías, conectando edificios públicos e instituciones relevantes, que le aportarán una nueva condición al área central de la ciudad.
Los corredores que atraviesan este sistema, tanto en sentido norte-sur como este-oeste, serán recategorizados como de tránsito vehicular restringido, principalmente para el transporte público, lo que permitirá un acceso fluido de la población al área central y aumentará las proporciones de espacio verde y áreas de circulación peatonal.
Cada una de estas arterias contará con un tratamiento particular en el que se propondrán diversas acciones para revitalizar el espacio público.

V. Densidades y Centro Histórico
El sistema de oasis propuesto reubicará las altas densidades en franca relación a los espacios vacíos verdes, sobre parques, ríos y terrenos ferroviarios, así como en relación con la ciudad universitaria, siempre considerando el oasis planteado. La visión es que la ciudad se renueve bajo un nuevo enfoque que combine parque y urbanismo, infraestructura urbana y un oasis en el centro.
Nuestra propuesta resalta un nuevo perfil para estos sectores, alentando plantas bajas libres y la creación de amplias veredas verdes, en continuidad con el espacio privado.
El área central, actualmente en deterioro y deshabitada, contiene un eslabón valioso de edificios históricos y patrimoniales que van desde la época jesuítica hasta lo moderno y contemporáneo. La falta de acción en la restauración ha generado espacios vacantes y desocupados. A partir del oasis, de la vegetación, y de la recuperación de las principales peatonales, se busca poner en valor el área peatonal amplia, definida por acequias y verde como un nuevo ecosistema de relación entre las diferentes partes de la ciudad (histórica, comercial e institucional).
Otras acciones sobre el centro histórico deben realizarse, tales como el desmantelamiento de la señalética en el microcentro, reviviendo los edificios en su carácter histórico, la infiltración de micro densidades a partir de los espacios vacantes o estructuras obsoletas, la recuperación y promoción de galerías, pensando que será consecuencia del aporte del nuevo sistema planteado en los espacios públicos.
El manejo del tiempo revitalizará las estructuras públicas del centro, promoviendo horarios de peatonalización total en fines de semana, promoviendo la máxima ocupación.

(…) se busca poner en valor el área peatonal amplia, definida por acequias y verde como un nuevo ecosistema de relación entre las diferentes partes de la ciudad (histórica, comercial e institucional).
VI. Transporte y Conectividad
Se reconocen los sistemas de transporte existentes en funcionamiento, así como algunos en proyecto de pronta implementación. Se propone dotar a la ciudad de varios anillos de transporte: el primero coincidente con la Avenida de Circunvalación (Líneas 700), de pronta implementación; un segundo anillo hacia el interior de la circunvalación correspondiente a las Líneas 600 ya en funcionamiento; y un tercer anillo más cercano al centro, que unirá los principales barrios pueblos.
Este sistema incluirá también un anillo de microbuses que recorrerá el perimetral más cercano al área central, alineándose con lo que denominamos la Ronda Urbana. Conjuntamente, se proyecta un reordenamiento del sistema de líneas actuales, que funcionará de manera radial hacia el centro de Córdoba, favoreciendo la vinculación entre los diferentes anillos propuestos, con estaciones de transferencia que facilitarán el ingreso a la zona central.
Se complementa todo con dos líneas transversales, como el Expreso Norte y el Expreso Sur, que atravesarán la ciudad, combinadas con un sistema de ferroviario urbano que se habilita parcialmente y conecta desde la zona norte hasta la Ciudad Universitaria, en su fase final.

VII. Concepto
La propuesta se centra en el agua como motor transformador, con el objetivo de revitalizar la ciudad a través de una reconversión integral que recupere su historia, resignifique el paisaje natural y redefina las dinámicas urbanas contemporáneas. Mediante la recuperación de los canales, considerados como un capital en desuso y aprovechando la condición topográfica del terreno, se propone crear un sistema de acequias que conduzca el agua hacia el área metropolitana y central, transformando los parques y corredores en auténticos espacios verdes.
Entendemos el agua como el componente clave para la regeneración del espacio urbano, contribuyendo a la construcción de una nueva identidad sostenible que favorece la interacción social en un entorno más saludable, verde y accesible. Esta propuesta representa una transformación real, sustentada en un concepto elemental que aún no ha sido develada en los procesos actuales de planificación de la ciudad.
La propuesta se centra en el agua como motor transformador, con el objetivo de revitalizar la ciudad a través de una reconversión integral que recupere su historia, resignifique el paisaje natural y redefina las dinámicas urbanas contemporáneas.
Al poner al agua en el centro de la renovación urbana, se abre la posibilidad de construir un futuro más equilibrado y sostenible, en el que los espacios urbanos y naturales convivan armónicamente, promoviendo tanto el bienestar social como el cuidado del medio ambiente. De este modo, no solo se transformaría la estructura de la ciudad sino que también se lograría una mejora significativa en la calidad ambiental urbana, fomentando un cambio de paradigma que asegure que el centro y su área metropolitana revitalizados sean nuevamente un lugar atractivo para habitar con calidad.
RM, AB, AM, PM y JPA
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Memoria técnica de la asesoría en provisión de agua y sistema de riego
Introducción
El presente informe describe el Sistema de Riego para cubrir las necesidades de los Espacios Verdes y arbolado en los diferentes corredores previstos en el “Proyecto / Propuesta Intervención Urbanística del Área Central de la Ciudad de Córdoba”.
Los requerimientos a satisfacer con el Sistema de Riego son del orden de 16,2 km de canales y/o conductos, distribuidos en, aproximadamente, 8,7 km en el Área Central y 7,5 km en la Ronda de La Cañada – Bv. Perón – Bv. Poeta Lugones; alrededor de 450 has de Espacios Verdes y unos 4.600 nuevos árboles.
Componentes
El Sistema de Riego se compone de tres elementos básicos: fuente de provisión, red de transporte y red de distribución.
A. Fuente de Provisión
Las fuentes de agua disponibles para el sistema de riego son las correspondientes a los sistemas de los embalses San Roque y Los Molinos, cuyos componentes se muestran en la figura 1; las captaciones superficiales de los excedentes pluviales de las cuencas y subcuencas de aportes a las áreas a servir y el agua subterránea disponible en los acuíferos del sector de influencia.
Como fuente principal se adopta la correspondiente del Sistema del Embalse San Roque y como complementaria de esta, las de las captaciones de los excedentes pluviales, dejando las del Embalse Los Molinos y las de las aguas subterráneas, perforaciones, bombeo mediante, como fuentes alternativas a las dos primeras.
La capacidad de superficie a cubrir con el Sistema de Riego del “Cinturón Verde de la Ciudad de Córdoba”, según la Dirección General de Irrigación –Secretaría de Recursos Hídricos, Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de Córdoba– es del orden de las 32.000 ha, de las cuales se están cubriendo unas 6.000 ha (Figura 2), quedando unas 26.000 ha remanentes con posibilidad de ser servidas por este sistema, suficiente para satisfacer la demanda del presente proyecto.

Figura 1: Sistemas de Provisión de agua Embalses San Roque y Los Molinos (Fuente: Mapas Córdoba. APRHI)

Figura 2: Sistemas de Riego por Gravedad Provincia de Córdoba (Fuente: Dirección General de Irrigación – Secretaría de Recursos Hídricos – Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de Córdoba).
La captación de los excedentes pluviales de las cuencas y subcuencas de aporte a las áreas de influencia del proyecto y su almacenamiento, en lagunas o microembalses de regulación, se prevé como una fuente complementaria al sistema de riego del San Roque. Este recurso no solo será un aporte al riego sino que también permitirá disminuir los picos de los caudales producidos por las mismas, minimizando los efectos negativos de las potenciales inundaciones aguas abajo.
En la figura 3 se muestran, a nivel de ejemplo de la potencialidad de esta fuente de agua, algunas de las cuencas y subcuencas del sector Norte de la Ciudad de Córdoba, que serán incluidas en esta propuesta.

Figura 3: Cuencas y Subcuencas de Aportes Zona Norte de Córdoba (Fuente: Municipalidad de Córdoba).
B. Transporte
El transporte del agua desde la fuente correspondiente al Embalse San Roque hasta la Red de Distribución se prevé se realice por el sistema existente de los Canales Maestros Norte y Sur.
Estos canales forman parte de las “Obras de Irrigación de los Altos de la Ciudad de Córdoba”, proyecto emblemático y ambicioso que se desarrolló y ejecuto entre los años 1883 y 1891, año en que fue inaugurado el Dique San Roque (el primero), el Dique Mal Paso proyectados por los Ingenieros Carlos Adolfo Cassaffousth y Esteban Dumesnil.
El sistema está compuesto por el dique Mal Paso, ubicado en la localidad de Dumesnil, entre Saldan y La Calera, sobre el propio cauce del Río Suquía (ex Río Primero), que permite embalsar las aguas del río y elevar el nivel del pelo libre para alimentar en su nacimiento a los dos canales maestros, denominados Sur y Norte, destinados al riego de las zonas más elevadas de la ciudad a ambas márgenes del río.
En su origen el sistema de irrigación totalizaba unos 340 km de longitud de canales secundarios y terciarios, además de los propios canales maestros. Este sistema está operado por partidores, más de 2.200, y compuertas que permiten el manejo de los caudales para las 16.300 hectáreas a las que regaba.

Figura 4: Canal Maestro Norte (Fuente: Mapas Córdoba. APRHI)

Figura 5: Canal Maestro Sur (Fuente: Mapas Córdoba. APRHI)
C. Red de distribución
Desde los canales secundarios y terciarios del sistema de Irrigación, se vinculará la Red de Canales y conductos que permitirá la distribución de las aguas de riego por los sectores a intervenir, según se muestra en la figura 6.
El Diseño de los componentes, secciones, forma, material de revestimiento, ubicación relativa dentro del espacio público (calle) entre otros, responderá, en cada tramo a la propuesta de intervención a las demandas de caudales de riego y a los conceptos de la intervención urbana propuesta.
Los valores de caudales estimados a satisfacer varían entre los 10 a 25 litros por segundo (0,010 m3/seg a 0,025 m3/seg), los que para una velocidad de flujo del de alrededor de los 0,80 m/seg, resultan secciones, del orden de 1,00 m de ancho y 0,40 m de profundidad, compatibles con los espacios disponibles dentro de los Perfiles Tipo adoptados.
Asimismo, esta red se complementará y adecuará al Sistema Urbano de Drenaje Sustentable (SUDS) que se prevé sea parte integrante de la propuesta de intervención.

Figura 6: Red de Distribución Sector de Intervención.
Evaluación del Jurado:
[AGUA] Bajo este seudónimo, el equipo plantea el agua como eje central de su propuesta, abordándola tanto como desafío como oportunidad para una infraestructura verde en escalas media y micro. En este contexto, sugiere una red escalonada de canales y acequias, descendiendo del norte hacia el centro de la ciudad, con el fin de favorecer el crecimiento de vegetación. Aunque la viabilidad de esta estrategia hídrica requiere evaluación técnica, se reconoce su valor en la mejora de las condiciones ambientales.
Desde una perspectiva intermedia, la propuesta contempla un aumento controlado de densidad, acompañado por una red de espacios públicos de calidad. Entre sus intervenciones destacan la consolidación de la Ronda Urbana pericentral y la revitalización de sectores aledaños.
A nivel más detallado, se introduce un modelo de crecimiento a pequeña escala, basado en basamentos con plantas bajas de circulación libre. Esta configuración facilita el acceso a áreas comunes, promueve la movilidad peatonal y contribuye a la recuperación del patrimonio construido.
En paralelo, el proyecto incorpora soluciones técnico-materiales para optimizar la absorción y el manejo del agua. Elementos como veredas adaptadas, acequias y cazuelas de árboles se integran a la propuesta, priorizando la permeabilidad y la gestión hídrica controlada. Estos aspectos se ilustran mediante un transecto Norte-Sur, desde el río Suquía hasta la Cañada, complementado con detalles constructivos en escala 1:100.