En la reciente reunión de la comisión de investigación proyectual, en el marco de la 4ta edición de las Jornadas de Triangulaciones en Investigación, acaecida en Córdoba con presencia muy numerosa de profesores, docentes e investigadores, junto a funcionarios de gestión académica de las Facultades de Arquitectura local, de Rosario, Santa Fe y Montevideo, se produjo un milagro, ya que en pocos minutos se pudo presentar y debatir puntos de interés común, como núcleo de las inquietudes de nuestros respectivos ámbitos de trabajo, no sin recelo de algunas personas participantes, con la sana desconfianza que corresponde a quien trabaja en la educación superior.
Se intercambiaron diagnósticos y propuestas, conjuntamente, acerca del rol de las nuevas tecnologías aplicadas al proceso proyectual en diseño, arquitectura y paisaje -en especial aquellas desarrolladas por la Inteligencia Artificial- que exploren sus capacidades y potencialidades, no desde un enfoque meramente instrumental sino como herramienta aplicada a dicho proceso, que atiendan a las demandas actuales y futuras del territorio. Herramientas que postulen nuevos significados sobre el conocimiento producido hasta el momento por nuestra disciplina y desde la universidad pública, y que colaboren en la formación de profesionales críticos cuya experticia sea situada y comprometida en la detección, análisis y resolución de demandas sociales, culturales y ambientales diversas. Asimismo, la incorporación a los avances en las prácticas en inteligencia artificial, la información del proceso de investigación proyectual desde la extensión territorial en lugares de fragilidad espacial y socio-ambiental y, finalmente, la transversalidad y la unificación de las distintas aplicaciones de la investigación proyectual misma, en arquitectura, diseño gráfico, industrial, de indumentaria, del paisaje etc. resultan los ejes del necesario debate actual. Esta triada de postulaciones que envuelven dichas disciplinas, en lo que se puede intuir, abarca todas la universidades y facultades de arquitectura latinoamericana, donde la producción de conocimientos en el sentido amplio de las ciencias del espacio, en las escuelas con incumbencia en estas materias o disciplinas, de la construcción y de la dinámica entre arte y técnica, pueden sacudir el mismo corazón del cuerpo del saber hacer, de nuestras cotidianas prácticas.
La transversalidad y la unificación de las distintas aplicaciones de la investigación proyectual misma, en arquitectura, diseño gráfico, industrial, de indumentaria, del paisaje etc. resultan los ejes del necesario debate actual.
Recorriendo las grandes metrópolis de Latinoamérica cuanto menos, nos empapamos sensible y racionalmente, en la condición de autoconstrucción espacial, no ya de la vivienda de cada familia sino propiamente de barrios o ciudades, en un aproximado sin temor a equivocarnos, de entre el 40 al 70% de su superficie. Se sabe que hay excepciones donde se están articulando experiencias comunes, pero en lo ordinario no hay ninguna incidencia de profesionales de la arquitectura y el diseño en estos procesos socio-económicos, constructivos, de trabajo y renta, de grandes o gigantes comunidades de inusitada potencia cultural, donde el divorcio entre las profesiones de servicio del espacio y de su construcción y la misma dinámica de desarrollo de estas comunidades es prácticamente, absoluto e inadmisible. Ni hablar de las regiones donde se funden trágicas historias de abandono de cuencas de ríos o arroyos urbanos transformados en basurales, cuya calidad urbano-ambiental, así como de las comunidades que se asientan en sus bordes, están en una grave situación de vulnerabilidad y exclusión.
Consideramos que esta expansión de los claustros, este empoderamiento del trabajo conjunto acerca de nuevos programas de necesidades socio-ambientales, con actores y lugares concretos, precisos, el dialogo conjunto incorporando a la metodología del proceso proyectual, es el camino correcto que muchas unidades académicas hemos ya iniciado, compartido, ejecutado, difundido y en plena perspectiva de su consolidación definitiva.
SC y MB
Soledad Chamorro es Arquitecta (2009) y Profesora en Arquitectura (2016) – FAPYD-UNR. Master of Science in Design Theory and Pedagogy (2020), SCI-Arc. Premio Hsinming Fung and Craig Hodgetts Postgraduate Thesis Prize. Docente en las carreras de Arquitectura y Diseño Industrial. Investigadora y extensionista. Coordinadora del Área de Vinculación Tecnológica y Territorial FAPYD-UNR.
Marcelo Barrale es Arquitecto (1980) y Profesor ordinario titular de Proyecto Arquitectónico y PFC / FAPYD-UNR. Vicedecano FAPYD 2004/2011. Miembro del cuerpo de jurados del CAPSF. Director proyecto de investigación Arquitectura de la periferia. Fundador y presidente de la Asociación civil “Matéricos periféricos”.