N. de la R.: El texto de esta nota fue publicado originalmente en el diario ecuatoriano Hoy.
Lo que está ocurriendo en el mundo árabe (Siria, Libia), el derrocamiento de Mubarak en Egipto, las movilizaciones contra Sarkozy o las estudiantiles en Inglaterra e Italia, parecen haber llegado a España; pero no para quedarse allí, sino para regarse inconteniblemente por el mundo: Berlín, Paris, Londres, Lisboa en Europa; Nueva York y México, Bogotá y Buenos Aires en América, entre muchas ciudades.
El escenario de la protesta son las ciudades y dentro de ellas, es el espacio público con mayor carga simbólica: la plaza o la calle frente a las Embajadas de España. En Madrid el epicentro de la revuelta es la Puerta del Sol, considerada el kilómetro cero de las carreteras radiales de España; es decir, el lugar donde se llega y desde donde se sale. Hoy la Plaza del Sol, gracias a la revuelta, es considerada el “Estado del Sol” por la Asamblea allí constituida; es decir, el sentido de la plaza empieza a em-plazarse nuevamente, como el lugar de reunión para discutir el futuro de la polis.
El Estado del Sol visibiliza a los jóvenes, gracias a su condición simbólica que se une a las nuevas tecnologías de la comunicación, adquiriendo una resonancia impresionante. El jueves se instaló unpanel solar para autoabastecer las computadoras de los asambleístas y seguir conectados al mundo.Hoy las redes sociales les permiten platear la consigna de que el “El pueblo unido funciona sin partidos”, que desafía las interpretaciones de que estos movimientos son espontáneos. Es un movimiento en banda ancha, en el que caben más sujetos de los que uno se puede imaginar y lo hacen bajo una organización horizontal.
Por eso la derecha, con el PP a la cabeza, explica el fenómeno por la vía del paro y del desempleo –para sacar provecho en el proceso electoral-. Y el PSOE busca salvar las instituciones democráticas sustentadas en el voto, tratando que la población entre en una jornada de reflexión; lo cual es contestado con “un grito mudo de reflexión” o con el reparto de “abrazos gratis” o con “votar es delegar y eso no me gusta”. Parece que ni uno ni otro entiende lo que está pasando.
Frente a las críticas al sistema de la representación bipartidista, tanto el PP como el PSOE salen a descalificarlos porque son “antisistema”, lo cual es replicado con el dicho de que “el sistema es anti nosotros”. Y, por otro, rechazan a los medios formales de comunicación (prensa, radio y televisión), asumiendo directamente su propia vocería a través del twitter, facebook, youtube y demás instrumentos de la “nube”. En twitter, este movimiento tiene ya más cuentas que el PP y el PSOE juntos.
El mundo asiste a un cambio vertiginoso: la constitución de nuevas ciudadanías y con ello probablemente el derrumbe de los sistemas de representación clásicos fundados en los partidos políticos. La democracia se redefine, no solo por el paso del concepto fundado en la igualdad de los derechos al del respeto a la diversidad, sino por la aparición de nuevas formas de mediación alrededor de las nuevas tecnologías de la comunicación. ¡Democracia real ya!
FCM
El autor es Coordinador del Programa de Estudios de la Ciudad de FLACSO Sede Ecuador; Presidente de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos (OLACCHI); Concejal del Distrito Metropolitano de Quito y Editorialista del Diario Hoy. Realizó estudios de arquitectura en la Universidad Central del Ecuador y de Máster en Desarrollo Urbano Regional en el Colegio de México. Sus áreas de especialización son los centros históricos, la seguridad ciudadana, las políticas urbanas, el desarrollo local, estudios sobre fútbol, el desarrollo urbano y las políticas de planificación.
De su autoría, ver también en café de las ciudades:
Número 26 | Política de las ciudades
La inseguridad ciudadana en la comunidad andina | Políticas contra la violencia en América Latina. | Fernando Carrión
Ver el Blog de Fernando Carrión Mena.
Sobre la movilización de los “indignados” en España, ver también la nota de Jordi Borja en este número de café de las ciudades.