N. de la R.: El texto de esta nota fue publicado originalmente en el BLOG DE CIDEU. Laboratorio de Estrategias Urbanas
Desde fines del año pasado, producto de la pandemia de la COVID-19, las ciudades han sufrido el embate de una crisis multidimensional de consecuencias impredecibles. La pandemia no solo trajo cambios en la vida cotidiana de las sociedades urbanas sino también en las dinámicas y estructura de las urbes. Estas mutaciones ya se prefiguraban en los ámbitos sociales, económicos, culturales y, sobre todo tecnológicos, pero se aceleraron significativamente en esta coyuntura pandémica.
De allí que muchas actividades materiales, propias de la ciudad, se trasladan hacia el mundo virtual, cuestión que, con la pandemia y las políticas adoptadas, se generaliza. Hoy se vive la masificación de la Teleeducación, Telecomercio, Teletrabajo, Telegobierno, Telesalud, actividades urbanas que conducen a la mutación de la urbanización, bajo la lógica de lo que podría denominarse teleciudad; esto es, de un tránsito de la ciudad material (urbs) hacia otra de carácter virtual. En esta línea, la infraestructura de plataforma produce un viraje sustancial en la ciudad.
Ciudades de plataforma
El auge de las plataformas digitales significa un nuevo modelo de economía, sustentado en la descentralización productiva y en la flexibilización laboral global (Todolí, 2015). Se trata de una estructura económica flexible que no invierte en bienes (taxis, viviendas, fábricas y comercios) pero sí usufructúa de ellos. En este nuevo orden económico el consumo es impuesto por la oferta, como el pequeño capital y la fuerza de trabajo son colocados en el papel de colaboradores, lo cual le exime al capital del reconocimiento de derechos laborales y del pago de impuestos (evasión fiscal). Esta economía colaborativa, de tendencia neoliberal, evade las normas legales para obtener mayor ventaja y eficiencia económica, gracias al uso intensivo de bienes y recursos de propiedad de terceros. A ello se añade la inteligencia artificial que articula, por un lado, información proporcionada inconscientemente por la población y procesada por algoritmos que determinan sus comportamientos sociales y, por otro, al productor y al consumidor bajo una misma figura (prosumidor) (Carrión y Cepeda, 2020).
Las infraestructuras urbanas, que son la base material de la ciudad, se trasladan al mundo remoto de las plataformas, configurando un nuevo paradigma urbano sustentado en el tránsito del espacio de los lugares al de los flujos (Castells, 1974) cuestión que se acrecienta con las políticas de reclusión en el mundo doméstico, acelerando, potenciando y masificando el uso de las tecnologías. Aquí tres ejemplos de la metamorfósis:
- La urbe se configura a partir de un triple ensamble estructural: i) la ciudad físico material; ii) la ciudad de los imaginarios urbanos; y iii) la teleciudad. La urbanización transita desde su constitución original de la contradicción campo y ciudad; sigue con la consolidación de la ciudad nuclear o central; luego con la formación de un sistema urbano (ciudad global); para llegar al momento actual de la superabundancia tecnológica, con la teleciudad, que expresa una nueva articulación del ciberespacio (software) con su contraparte material (hardware) en el domicilio y en las centralidades convertidas en los nodos de articulación global, evidenciando una nueva articulación del espacio virtual, interfaz neuronal, con el material, la bóveda (metáfora del robo del siglo: antes se debía entrar a la bóveda del banco para hurtar, mientras ahora es al cerebro de la computadora).
- La teleciudad comprende una nueva realidad urbana que abarca al conjunto de las actividades que se despliegan en las plataformas multiuso, altamente flexibles y dúctiles. Allí se ubican los servicios de la vida cotidiana, produciendo una reorganización espacial de las ciudades, a partir de tres modificaciones interrelacionadas:
-La Relocalización de las actividades principales de producción y consumo de bienes, servicios y trabajo, del mundo físico-material al virtual, con lo cual el mundo telemático se acrecienta (“El trabajo remoto al menos una vez por semana ha crecido un 400% desde 2010”; Businesswire, 2020)
-La Deslocalización del trabajo y los servicios de zonas urbanas tradicionales hacia otras ciudades o periferias de regiones urbanas, provocando la desinversión en las zonas urbanas centrales (“Londres: la mitad de las constructoras piensan reducir sus proyectos ante una previsible caída del 20-30% de las tasas de ocupación de oficinas”; Política Exterior, 2020)
-Y la Alocalización del trabajo, porque se contrata desde cualquier lugar del mundo en función del precio y calificación de la fuerza de trabajo; como también los servicios pierden localidad debido a su carácter global, con ofertas producidas en cualquier lugar, pero comercializadas por plataformas con requerimiento de pago electrónico.
- Las nuevas desigualdades urbanas que nacen de la economía colaborativa (brechas tecnológicas) se suman a las históricas, provenientes del marco jurídico (legal/ilegal; formal/informal) y de la soberanía del consumidor (oferta/demanda). En la era del fordismo la constante y acelerada movilidad significó un auge del sector automotriz y, por lo tanto, el crecimiento acelerado de las ciudades, mientras en la actualidad la necesidad de movilidad se reduce, pero aumenta la demanda de conectividad. El modelo fordista de producción aumentó el ejército de trabajadores localizados en las cercanías de las zonas industriales y periféricas, cuando ahora significa la precarización y el aumento del ejército de reserva en condiciones de informalidad.
Conclusiones
El paso de una ciudad material a una teleciudad, inscrita en un sistema global de interconexión, se presenta como un reto más de las políticas urbanas actuales. ¿Cómo hacer política urbana desde un gobierno local cuando el grueso de las actividades más significativas se ubica en el ciberespacio, son globales y de carácter privado? ¿Cómo definir políticas urbanas integrales a partir de los fragmentos provenientes de una inteligencia artificial adscrita a un sistema global de interconexión? Por lo tanto, la aparente paralización de las ciudades en este último año no fue total, pero sí bastante desigual, gracias a los cambios que la tecnología está introduciendo en nuestras ciudades; uno de ellos es la profundización de la precarización laboral, la informalidad y las brechas de acceso tecnológico que aumentan la inequidad.
FC y PC
Fernando Carrión Mena es Arquitecto de la Universidad Central del Ecuador y Maestro en Desarrollo Urbano Regional en el Colegio de México. Investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede Ecuador. Académico del Departamento de Estudios Políticos FLACSO-Ecuador. Ex Concejal del Distrito Metropolitano de Quito y Presidente de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos, OLACCHI. Ha publicado numerosos libros, entre ellos en café de las ciudades: Luchas urbanas alrededor del fútbol, Fernando, Carrión Mena y María José Rodríguez (2014); El giro a la izquierda, Fernando Carrión Mena (2015); y Ciudades para cambiar la vida, Jordi Borja, Fernando Carrión y Marcelo Corti (2016).
Paulina Cepeda es académica e investigadora del Departamento de Estudios Políticos de FLACSO Ecuador.
De Fernando Carrión, ver también en café de las ciudades:
Número 26 | Política de las ciudades
La inseguridad ciudadana en la comunidad andina | Políticas contra la violencia en América Latina. | Fernando Carrión
Número 104 | Política de las ciudades (II)
El Estado del Sol | 15 M: la rebelión de los indignados | Fernando Carrión Mena
Número 105 | Cultura y Política de las Ciudades
Fútbol y violencia | Las razones de una sin razón | Fernando Carrión Mena
Número 111 | Cultura de las ciudades (II)
La academia en su laberinto | Un buen texto no se define por los aportes académicos que haga, sino por el número de veces que es citado | Fernando Carrión Mena
Número 187 I Política, Urbanidad Contemporánea
El Derecho a la Ciudad: una aproximación I Un discurso en disputa. I Fernando Carrión Mena y Manuel Dammert-Guardia
Referencias:
Carrión, F y Cepeda, P (2020). “Ciudades de plataforma: la uberización”, en Revista Foro No 101, Bogotá.
Castells, M. (1974). La cuestión urbana. Madrid: Marsilio Editori.
Todolí, A. (2015). El impacto de la Uber Economy en las relaciones laborales: los efectos de las plataformas virtuales en el contrato de trabajo. IUSLabor.