La convocatoria 2008 al Concurso de Buenas y Malas Prácticas Urbanas de café de las ciudades (que está abierta hasta el 20 de diciembre) tiene como eje el de “premiar como buenas aquellas prácticas que procuren y logren mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas, más que adular o representar a los poderes políticos y económicos o favorecer procesos de renta especulativa en las ciudades” y hacer “escarnio de malas prácticas cuyo origen esté, justamente, en la voluntad de representación de los poderes por sobre los intereses de la gente que vive las ciudades, o que descaradamente busquen favorecer procesos especulativos o de exclusión urbana”.
En esa inteligencia, se han establecido tres categorías posibles de prácticas, coincidentes con las tres dimensiones que se atribuyen a la ciudad: las de ser, simultáneamente, urbs, civis y polis. Intentaremos definirlas en lo que sigue:
· Urbs: la ciudad como hecho físico, desde su mobiliario y su arquitectura a su paisaje, sus infraestructuras y su extensión en el territorio.
· Civitas: la ciudad como producción social y cultural, con énfasis especial en las conductas de sus ciudadanos/as y las relaciones entre individuos y colectivos.
· Polis: la ciudad como ámbito y condición de las relaciones de poder y el ejercicio de los derechos ciudadanos y las libertades públicas.
Cada una de estas dimensiones deriva en sendas disciplinas o atributos: el Urbanismo, que ordena las actuaciones sobre la estructura física de la ciudad; el Civismo, relativo a las conductas de los ciudadanos; la Política, que organiza las instituciones y el gobierno de la ciudad.
Propuestas 2008:
- Incompatibilidades en el Tejido urbano de La Plata
Propuestas como mala práctica urbana por Gabriel Losano, de La Plata



Mi propuesta de mala práctica urbana se ubica en la categoría Urbs, pero como resultado de otras malas prácticas relativas a Civitas y Polis. Si bien estas fotos son de la ciudad de La Plata (cuyo diseño urbano fue el hecho cultural más vanguardista del siglo XIX en la Argentina), representan a cualquier ciudad argentina y reflejan un Estado ausente en lo legislativo, una gestión en donde se prioriza la construcción sin importar qué se construye ni donde y una sociedad en donde prepondera el individualismo en el espacio público. La multiplicación del fenómeno permite pensar en mecanismos sociales que activan los engranajes de una inadvertencia que nos impide salir de la configuración de ciudades que poco aportan a lograr una calidad de vida y al deleite de la sociedad.
GL
Voto a las incompatibilidades en el Tejido urbano de La Plata como mala práctica urbana
- Proliferación del juego en la Argentina
Propuesta como mala práctica urbana por Carmelo Ricot

Según una reciente nota de Carlos Pagni en La Nación, solo en la Ciudad de Buenos Aires se jugaron en 2007 cerca de 15.000 millones de pesos. En el Casino Flotante de Puerto Madero se registran apuestas anuales por 1820 millones de pesos, según cifras de 2004. En muchas ciudades del interior, el Casino es el edificio más lujoso y concentra la recreación popular, además de restar a la economía local buena parte de los salarios de muchos trabajadores que se consumen en las maquinas tragamonedas o el bingo. No es muy clara la forma en que el Estado controla el eventual lavado de dinero que pudiera producirse en esta actividad (más que propicia a tal efecto). Las redes entre dirigentes políticos y empresarios del juego distorsionan la transparencia de las instituciones democráticas.
Voto a la proliferación del juego en la Argentina como mala práctica urbana
· Rellenos en el Río de la Plata
Propuestos como mala práctica urbana por Oscar Arévalo, de Ensenada (Buenos Aires)


Son una mala práctica histórica: de hecho, la Ciudad de Buenos Aires tiene hoy 1.000 hectáreas más que a fines de siglo XIX. Pero a pesar del consenso social y profesional en su condena, se siguen practicando. Adjunto fotos del relleno que, para la ampliación del Aeroparque Metropolitano y con escombros provenientes de las obras en el arroyo Maldonado, se están realizando en la Costanera Norte de Buenos Aires. Entre sus consecuencias, una afectación al paisaje y la memoria: la vieja imagen surrealista del Club de Pescadores inserto en un muelle sobre las aguas del río, ha devenido en un anodino chalecito prácticamente anclado a “tierra firme” (recordemos que se trata de un edificio con protección patrimonial). Más cerca de mi barrio, entre Avellaneda y Quilmes, el grupo Techint planea una megaoperación inmobiliaria que implica otro voluminoso relleno sobre la contaminada costa del sur metropolitano.
OA
Voto a los rellenos en el Río de la Plata como mala práctica urbana
· Parque Central de Poblenou
Propuesto como mala práctica urbana por Rolando Gramari, de Badalona


En este extraño parque amurallado se ha invertido una millonada de euros con resultados decepcionantes (aunque el proyecto haya estado a cargo del celebrado arquitecto francés Jean Nouvel). El sitio está abarrotado de cosas y queda aislado de su entorno, siendo inaccesible para sus usuarios. Todo es ostentoso y pedante: ¿donde quedó la simplicidad y la eficacia del urbanismo barcelonés en el tratamiento de sus espacios públicos?
RG
Voto al Parque Central de Poblenou como mala práctica urbana
· Barrio Alto Comedero, Jujuy
Propuesto como buena práctica urbana por Loreto Marcic

Este barrio fue construido por la organización de trabajadores desocupados Tupac Amarú, de la CTA, en la periferia de San Salvador de Jujuy (las fotos son de indymedia.org). Se lo conoce como “el cantri de los pobres”. Incluye 1.500 viviendas, Centro de Integración Comunitaria, una fábrica textil y otra metalúrgica, una productora de bloques de cemento y una ambulancia de alta complejidad. Entre los espacios recreativos se destaca una gigantesca pileta de natación climatizada, que desmiente la idea de que solo los ricos pueden tener piscinas en esa hermosa provincia del norte argentino. También hay una Escuela Germán Abdala y la secundaria Olga Aridez, con tres materias obligatorias: autoestima, historia y cultura de Jujuy y de los pueblos originarios y lucha del movimiento obrero. La organización tiene 70.000 afiliados y reparte diariamente una copa de leche a 45.000 niños y niñas.
LM
Voto al Barrio Alto Comedero de Jujuy como buena práctica urbana
· Movilizaciones ciudadanas contra la explotación sexual en Buenos Aires
Propuestas como buena práctica urbana por Lucas Schaerer

Salir a la calle o juntarse para vencer el miedo que genera tanta impunidad como es el negocio de la esclavitud sexual, relacionado al narcotráfico, es un hecho tan loable y equiparable a la actitud de muchos vecinos que replantearon su postura de ver a la inseguridad como un problema solo policial. Los vecinos, en su ardua lucha contra la impunidad barrial en Constitución y Monserrat, comprendieron que se debe resguardar a las víctimas y no dejarse llevar por la mera moral o “buenas costumbres” y, muchas veces, la discriminación por nacionalidad.
Ellos, que tomaron a la organización La Alameda como bandera insignia de su lucha, ahora se han convertido en ejemplo para otros cientos de barrios en todo el país donde se repite sistemáticamente la violación a los más elementales derechos humanos. Cabe recordar que Argentina es parte de un negocio que significa condiciones inhumanas para millones y ganancias siderales para unos pocos poderosos. Recuerden que el tercer negocio del mundo es la comercialización de personas.
Para que en todos los barrios se haga realidad la frase “Ni esclavos, ni excluidos” propongo premiar esta buena costumbre de escrachar proxenetas y narcos frente a los prostíbulos donde se explota a mujeres, tanto adultas como menores de 18 años.
LS
N. de la R.: El argentinismo escrachar significa en el lenguaje popular algo similar a denunciar públicamente o identificar; en ese sentido, el escrache es una forma de movilización popular consistente en manifestar frente al sitio donde reside o actúa una persona o, como en este caso, los antros donde se desarrollan las actividades denunciadas. Más información en Noticias Urbanas, medio en el que escribe Lucas Schaerer.
Propuestas ya publicadas:
- Restricciones a la fotografía en el espacio público
Re-propuesta como mala práctica urbana por Pablo Nieto y Ricardo Greene (ya había sido propuesta por María Cecilia Chiappini en la edición 2007 del Concurso ByMPUs, con el título “¿Por qué no podemos sacar fotos?”)

Descontado que es una mala práctica y no sólo desde ese ángulo. Hay un principio general del Derecho (hasta donde el Derecho existe en nuestra Nación) que permite todo, a excepción de lo que alguna o todas las leyes prohíban. Con el agregado positivo de que, en principio, se trata de una acción ejercida en espacios públicos. Hay excepciones, para edificios oficiales, museos (protección a las obras expuestas), etc., que se pueden salvar con los debidos permisos.
Habría que reconocer el derecho a la restricción para fotografiar el interior de viviendas privadas, pero no su exterior. No se puede obviar la situación de la inseguridad establecida por ausencia del Estado, con su saldo de varios asesinatos diarios, circunstancia que se ha convertido en “normal” y que conlleva a convertir en anormalidad “peligrosa” situaciones normales, como fotografiar. En fin, situaciones sencillas que el deporte nacional de complicarlo todo por desprecio a las Leyes y a la Constitución las convierte en imposibles. Espero que esta reflexión no haya complicado todo un poco más.
PN
La semana pasada salí, como de costumbre, a fotografiar la ciudad de Buenos Aires. Caminé por Belgrano y al cabo de un par de horas llegué al Hipódromo. Saqué una, dos, tres fotos y de pronto, casi sin darme cuenta, tenía encima a un guardia de seguridad, con su mano cubriendo el lente de mi cámara. Me dijo que no podía sacar fotos de ese lugar, y que tenía que borrar las que ya había sacado. Le dije que no, en parte porque me negaba y en parte porque era una cámara “de las antiguas”. Me dijo que entonces tenía que darle el rollo, o que me preparara para la policía. Le dije que estaba muy preparado para la policía, pero no sabía si él lo estaba. Se puso nervioso y llamó a su superior; y este a su superior. En un par de minutos tenía a 5 funcionarios “tratando el caso”. Cuatro miraban desde lejos, amenazándome con la mirada, y uno me hablaba desde cerca, amenazándome con palabras. Le dije a este último -sin saber bien, pero confiando en que era así- que según la ley argentina estaba permitido para cualquier persona tomar fotografías en el espacio público, a no ser que estas fueran imágenes de propiedades clasificadas como de seguridad nacional; y que me parecía que el hipódromo distaba de ser mucho un edificio de seguridad nacional, aunque las señoras de los tragamonedas podían parecerse a “Cris”. Me dijo que no insultara una institución nacional -el Hipódromo…- y que no, que no estaba permitido filmar, a menos que pagara, ya que la imagen de la fachada estaba reservada “para marketing”. Como ya tenía mis fotos y no contaba con la certeza de que la ley me amparara en este caso, decidí irme. Sé que este es un tema muy conflictivo hoy en el mundo; que en Londres, por ejemplo, ha dado paso a manifestaciones populares en pos del derecho a utilizar -usar, grabar, registrar- nuestro espacio público, pero desconozco cuál es el estado de la situación aquí. Les he preguntado a varias personas, pero nadie ha podido darme una respuesta certera, así que los contacto para saber si me pueden ayudar a resolver esto.
RG
N. de la R.: Del propio relato de Ricardo Greene, Director de bifurcaciones, se desprende que nadie tiene atribuciones para pr -ohibir lo que la ley no prohiba, y no existe ninguna ley que prohíba sacar fotos de edificios no afectados a cuestiones de seguridad. Que RG pueda haberse ido sin entregar el rollo es una prueba. El tema es que el pasado autoritario argentino (quizás en Chile ocurre algo semejante, aunque el equipo de café de las ciudades no tuvo en su momento ningún problema al respecto) vuelve por estas grietas, como el agua de los subsuelos. Hace unos años, en democracia, unos arquitectos fueron presos por sacar fotos para un concurso en cercanías de un cuartel en Rosario. Lo mejor en estos casos es invocar una autoridad superior: “son fotos para la Presidencia”, o para Clarín, o para cualquier cosa que pueda generar el temor del uniformado a ser reprendido. Eso, con cara de indignación. O con cara de extrañado, decir “estoy haciendo el relevamiento para el programa de Tinelli, o para la película de Suar”, invocar algún nombre difuso y mostrarse comprensivo. Tener la tez blanca ayuda especialmente a salir de estas situaciones…
Voto a las restricciones a la fotografía en los espacios públicos como mala práctica urbana
- Barreras lingüísticas
Propuesta como mala práctica urbana por María Cecilia Chiappini

Otra accesibilidad: POZOR! (¡Atención!): Abro el menú del restaurante y lo único que leo es: Polievka Slepačí vývar – kuraci rezen so zemiakovou kašou… Ni una imagen, ni un dibujito, ni una referencia que me ayude a descifrar qué es lo que voy a comer. Pregunto en inglés: “nie” (no), francés… ¡nada! Pruebo otros idiomas y lo único que me queda es emprender una aventura gastronómica. Y este tipo de aventuras se continúa, la situación se repite día tras día, en cada escena de la vida cotidiana, el supermercado, la farmacia, en la calle misma.
Estoy en Europa del Este y no hay posibilidades de hallar interlocutores bilingües de más de 30 años. Y parece natural, con un pasado comunista e inestabilidades político-territoriales que llegan al presente. La situación me lleva a pensar en este otro tipo de accesibilidad: lingüística-comunicacional. A preguntarme cuan preparados están los ambientes para recibir extranjeros que no sólo por turismo, sino también por estudio y trabajo, se establecen y entran en acción en ambientes extraños. Junto, claro, a aquellos que por diversos motivos no pueden leer o directamente ver.
Esto no es exclusivo del lugar donde me toca estar, sino que es un factor común fuera de los circuitos turísticos, incluyendo aquellos argentinos. Yo me cuestiono si realmente sería tan difícil realizar versiones bilingües de todo, carteles, instrucciones, aceptando que el Inglés es la lengua de operativa, de intercambio mundial; o invadirlo todo con instrucciones gráficas e imágenes simples de entender que permitan tomar decisiones, aún ante eventuales emergencias, estableciendo lenguajes comunes, señaléticas universales. Quizá así descubriría que Polievka Slepačí vývar – kuraci rezen so zemiakovou kašou… no es más que sopa de vegetales y pechuga de pollo con puré de papas.
MCCh, arquitecta argentina viviendo en Eslovaquia
Voto a las barreras lingüisticas como mala práctica urbana
- Trenes de Buenos Aires
Propuesta como mala práctica urbana por Carmelo Ricot

Aunque el sentido común bonaerense lo considera el mejor servicio ferroviario de la metrópolis, hay mucho para cuestionar a la línea ferroviaria que une Retiro con Tigre. Siguiendo la categorización sugerida por la superioridad editorial de cdlc, señalo las siguientes:
Urbs (o lo físico): trenes con aire acondicionado que no funciona o funciona mal, y cuyas ventanas selladas impiden toda ventilación natural (y dicho sea de paso, toda posibilidad de escape ante una emergencia); accesos y egresos unificados para facilitar el control de boletos, y que por este motivo y por su mezquino dimensionamiento hacen imposible el acceso en el momento en que se abren las puertas de las formaciones.
Polis (o lo político): las condiciones de la concesión, definidas por el menemismo y no modificadas en los gobiernos posteriores. Cito a Maximiliano Montenegro en una nota de Crítica de la Argentina: “La subvención del transporte público de pasajeros no es un invento argentino. Y hay consenso en que dichos subsidios benefician en su gran mayoría a los sectores de menores recursos. Sin embargo, aquí son dudosos los criterios de asignación de los subsidios; en el caso de las empresas de colectivos sobre la base de declaraciones juradas sin control de las estructuras de costos. Y en el caso de trenes y subtes, con estructuras de costos infladas por empresas vinculadas que ofician de proveedores”.
Civitas (o lo cívico, lo social): en este caso no es un problema de la empresa: gente mal educada que puja por subir mientras aun no terminan de bajar los pasajeros que intentan hacerlo.
CR
Voto a Trenes de Buenos Aires como mala práctica urbana
MC
Ver la convocatoria al Concurso ByMPUs cdlc 2008.
Ver la totalidad de las prácticas premiadas en las sucesivas ediciones del Concurso ByMPUs-cdlc desde el año 2004.