Resultado de una extensa y comprometida investigación desarrollada a lo largo de más de 15 años, La ciudad latinoamericana. Una figura de la imaginación social del siglo XX (cuyo prólogo adelantamos en nuestro número anterior) es la nueva producción de Adrián Gorelik. El libro describe 40 años de historia del pensamiento urbanístico en las Américas, entre los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la década que algunos llaman “perdida”, los ochenta, aquella en la que simultáneamente se producían la recuperación regional de la democracia y el colapso planetario del Estado de Bienestar.
Gorelik integra un grupo de historiadores y críticos de arquitectura que desde mediados de los ochenta introduce en Argentina una particular interpretación de la disciplina, fuertemente influenciada por la escuela veneciana y en particular por Manfredo Tafuri. En la voz Historiografía y crítica de la arquitectura del Diccionario de Arquitectura en la Argentina (Liernur y Aliata, Clarín I arquitectura, 2004), Graciela Silvestri define esta línea por su intención de “vincular la historia de la arquitectura con la historia de la cultura, la historia social y la nueva historia material” y una tendencia radicalmente crítica “inadecuada para cumplir con lo que siempre cumplió la historia de la arquitectura local, celebrar brindis de obras consagradas”.
Como su anterior e ineludible La grilla y el parque. Espacio público y cultura urbana en Buenos Aires 1887-1936 (UNQ, 1999) el nuevo libro de Gorelik será un clásico. La ciudad latinoamericana combina una exasperada precisión descriptiva con una narrativa atrayente que recorre y profundiza líneas de pensamiento, contextos históricos, personajes (Redfield, Lewis, Ware, Germani, Mangin, los Leeds, Tugwell, Costa, Turner, Castells, Morse, Romero, Rama…), ciudades y territorios. Las formas en que se intenta comprender y gestionar el proceso de urbanización de las grandes migraciones rurales de la época y el contenido intelectual y político de la planificación urbana y territorial son los dos temas centrales que atraviesan el libro.
Se despliega así toda una serie de discusiones que marcaron las agendas académicas y políticas del período: las alternativas contrapuestas de los grandes conjuntos habitacionales, el lote con servicios y la autoconstrucción como respuestas a la nueva y creciente demanda de vivienda; las formulaciones de la economía regional para crear dos, tres, muchas más autoridades de cuenca y represas hidroeléctricas; la teoría de los polos de desarrollo y la alternativa cubana anti-habanera del desarrollo integrado con base rural; el antiespacialismo y la rara emergencia del arquitecto como cientista social; las génesis antitéticas de Ciudad Guayana y Brasilia; la incómoda posición de los intelectuales y técnicos estadounidenses en el contexto de la Alianza para el Progreso y la Guerra Fría, con el estigma de ser considerados izquierdistas peligrosos en su país y agentes encubiertos del imperialismo en el sur.
Juanito va a la fábrica, Antonio Berni. Pintura y collage sobre madera, 183 x 122 cm. Colección Jozami. Reproducida en blanco y negro en la apertura de la Parte 1 de La ciudad latinoamericana.
Quizás la tensión más fuerte que el libro identifica en el período es la que enfrenta a las distintas vertientes del reformismo desarrollista con las posturas de transformación revolucionaria, paralelas o requisitorias a la transformación urbana. No es necesariamente frustrante asumir que las discusiones relatadas por Gorelik son en esencia las mismas que hoy tenemos, con otros ropajes, otros relatos, otros mitos. Como señala el autor al final de la primera parte:
Hoy, cuando ya hace casi dos décadas que el debate sobre las poblaciones marginales de las ciudades latinoamericanas se ha reabierto en nuevos contextos políticos, no parece sencillo afirmar que estas dos interpretaciones, resultado de las expectativas tanto desarrollistas como revolucionarias del ciclo que analizamos aquí, hayan encontrado alguna vía de superación, lo que vuelve el análisis de las posiciones originarias que las produjeron no solo interesante historiográficamente, sino incluso necesario para iluminar este desafío continuo del pensamiento tanto como de la política urbana.
Seguramente la crisis ambiental y la irrupción de las demandas de genero son las principales novedades que el siglo XXI aporta (a la vez que tensiona y complejiza) a esa inacabada discusión novecentista. Ya adentrados en el milenio, la confianza o el escepticismo en la planificación, el rol de las comunidades y la autoconstrucción, la dialéctica entre ruralidades y concentración urbana, la cuestión del suelo y tantas otras siguen estando presentes en la academia, en las consultorías técnicas y en la lucha política. Resulta oportuno entonces este nuevo libro de Gorelik, fresco de un pasado reciente que, así como el que evocaba Faulkner, no está muerto; “ni siquiera es pasado”.
MC
Gorelik, Adrián. La ciudad latinoamericana. 1ª ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2022. 424 p.; 23×16 cm. (Hacer Historia). ISBN 978-987-801-137-0. Diseño de cubierta: Ariana Jenik. Imagen de cubierta: Facundo de Zuviría, vista de Buenos Aires hacia el sur, c. 2010.
En venta en la web de Siglo XXI, en librerías de toda la Argentina y en el exterior.
Sobre Gorelik, ver también Miradas sobre Buenos Aires. Historia cultural y crítica urbana en un nuevo libro de Adrián Gorelik, en nuestro número 25.