En este número abordamos en dos notas distintas la cuestión de ciudad y el territorio en la agenda política y económica. En Pasado continuo, sostenemos que las discusiones relatadas por Adrián Gorelik en La ciudad latinoamericana “son en esencia las mismas que hoy tenemos, con otros ropajes, otros relatos, otros mitos”. Y en Subsidiar energía o urbanizar barrios populares, intentamos abrir un debate sobre la posibilidad de redireccionar fondos estatales para financiar la transformación estructural de las villas y asentamientos precarios en Argentina.
Sobre esta cuestión, un informe reciente de ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia) se pregunta ¿Cuánto avanzó la reurbanización en el Barrio Padre Carlos Mugica en el periodo 2016-2021?, a 6 años del inicio del proceso de integración social y urbana de la Villa 31 y 31 bis de Buenos Aires. El documento evalúa los avances en el proceso y los cambios en la calidad de vida de quienes lo habitan, para lo cual analiza información presupuestaria y sobre las obras ejecutadas, así como las percepciones de quienes habitan el barrio sobre los avances de la reurbanización.
Según el informe, con la gestión del Jefe de Gobierno Horacio Larreta, “se iniciaron los procesos de reurbanización de la Villa 31-31 bis, el Playón de Chacarita, Rodrigo Bueno y Villa 20 y comenzó un nuevo ciclo de políticas de intervención social y urbana destinada a las villas. Este giro en materia de política habitacional vinculada a barrios populares se vio reflejado en fuertes asignaciones presupuestarias en distintos programas, dirigidas a las reurbanizaciones de estos barrios”. Así, entre 2016 y 2018, el presupuesto sancionado destinado a villas creció de manera constante: el monto ejecutado durante 2019 ($21.683.533.807) se multiplicó significativamente respecto a 2016 ($2.291.256.542). Pero a partir del año 2020 la asignación presupuestaria descendió sustancialmente. “El presupuesto para 2020 descendió por debajo del sancionado para 2017, pasando de $8.059.608.883 a $7.318.766.462”. Con respecto al presupuesto efectivamente ejecutado en 2020, representó apenas el 64% del ejecutado en 2017.
Mientras tanto, la Legislatura porteña aprobó la semana pasada la ley que crea el Distrito de Integración Productiva e Impulso al Trabajo en Barrios Populares. La oposición y varias organizaciones cuestionan el contenido de la norma que, en la lógica de cluster tax free habitual de los ya numerosos precintos creados desde que se implementaron los distritos Tecnológico y Audiovisual, brinda excepciones y reintegros impositivos a grandes empresas comerciales que se instalen en las villas de la ciudad.
MC (el que atiende)