La oficina holandesa UN Studio, de Ben van Berkel y Caroline Bos, resultó ganadora del concurso para la ampliación del museo nacional “Te Papa” en Wellington, la capital de Nueva Zelanda. El concurso, realizado con el objetivo de revitalizar el frente costero de la ciudad, consiste de dos partes: la extensión de Te Papa (un equipamiento cultural dedicado a la cultura maorí) y una propuesta para nuevos edificios en la costanera, conteniendo una mixtura de apartamentos, oficinas y funciones recreativas. Las bases del concurso pretendían un “diseño innovador y expandir la contribución calificada que los arquitectos de Nueva Zelanda ya han dado al frente costero“.
La propuesta de UN Studio presenta algunos aspectos destacables respecto al tipo de intervención urbana en frentes costeros característico de los últimos años. Ubicado en una reconocible vanguardia arquitectónica, el proyecto reafirma las experimentaciones espaciales que han caracterizado la obra del estudio holandés, pero también propone una atildada articulación de espacios públicos y procura insertarse civilmente dentro de las preexistencias urbanas.
Wellington es una ciudad de medianas dimensiones, donde residen 163.824 habitantes. La región metropolitana incluye a las ciudades de Kapiti, Porirua, Hutt Valley y Wairarapa, llegando en total a más de 400 mil residentes. Extendida entre el mar y las colinas, su clima es templado, con más de dos mil horas de sol al año. La capital neocelandesa no ocupa un lugar de primacía en el territorio: toda la región alberga a poco más del 11% de la población del país. Pero en cambio, la ciudad se enorgullece de su sostenibilidad: cada uno de sus habitantes reside a menos de 3 kilómetros del mar y dispone de 17 m2 de espacios verdes y públicos; la urbanización es compacta y fácilmente recorrible a pie, con una cantidad de bares y restaurants per capita superior a la de Nueva York (pero aun más restrictiva en cuanto a prohibiciones para el fumador…). Su red de fibra óptica es una de las más extendidas y eficientes del mundo, y a juzgar por la página web municipal, que dedica una de sus secciones a promover la inmigración, se trata de una ciudad tolerante y receptiva.
En la presentación de la propuesta, van Berkel señala que “la nueva ampliación ha sido diseñada para tener un real impacto como marca cultural en relación con su entorno y para ayudar a conectar el área costera proyectada para Wellinton con el resto de la ciudad. Un gesto abierto e invitante será hecho hacia el corazón verde de Waitangi Park por sus dos alas extendidas, las cuales con sus voladizos ascendentes proveen un espacio abierto pero protegido a nivel del piso, y disuelven la apariencia amurallada del edificio principal“.
Como alternativa a la tradicional organización museística en galerías, UN Studio propuso unas secuencias fluidas de espacios zigzagueantes, con amplias zonas intermedias de comunicación que pueden ser acondicionadas para exhibir trabajos de tamaño inusual. Además de proveer áreas contemplativas para la experimentación cara a cara de las obras de arte exhibidas, estas plataformas permiten a los visitantes percibir las esculturas y cuadros desde diferentes alturas, ángulos y posiciones y en diferentes relaciones entre unos y otros. Pero lo que es igualmente importante para los proyectistas es la necesidad de que la ampliación del museo sirva a la vez al arte y a la gente: un museo que genere una experiencia social y educativa, estimulante, espiritual y provocativa. “El objetivo de UN Studio es construir un espacio de museo que funcione con o sin arte, con o sin gente y que, por consiguiente, funcione para clases muy diferentes de arte y personas… Subiendo y bajando las rampas en suave espiral, los visitantes encontrarán que ellos mismos son quizás una parte tan importante del hecho cultural como las obras exhibidas“.
Además de su función principal de exhibir arte, las plataformas crean una suerte de escenarios distintivos para vernissages, pequeños conciertos y presentaciones. La ampliación del museo será a la vez una cáscara protectora y una nueva bisagra para la intensa vida cultural y social de Wellington.
El jurado, presidido por John Hunt, de la Auckland University, eligió el proyecto de UN Studio después de dos exhibiciones públicas donde 3.000 visitantes pudieron cotejar los esquemas de los cinco finalistas: además de los holandeses, Architecture Workshop (Japón), Kerstin Thompson (Australia), Kas Oosterhuis (Holanda) y Shin Takamatsu (Japón), los cuales incluían también un master plan de toda el área costera, incluyendo el vecino Waitangi Park. El australiano John Wardle ganó el primer premio para tres edificios de usos mixtos vecinos a la ampliación del museo, que eran también parte de las bases del concurso. Los proyectos están destinados a fortalecer la reputación de la ciudad como capital creativa de Nueva Zelanda.
Ben van Berkel y Caroline Bos ejercen arquitectura desde 1988, luego de haber realizado estudios en Amsterdam y Londres. En 1998 establecieron la firma UN Studio (United Net), que se presenta como una red de especialistas: sus trabajos varian entre infraestructuras, diseño urbano, ingeniería, edificación comercial e industrial, vivienda y diseño interior. Entre otros proyectos, UN Studio ha realizado el Puente Erasmus en Rotterdam (pieza clave de la renovación del área sur de la ciudad), la muy difundida Casa Moebius (Holanda), presentada en la exposición UN-Private House en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y el nuevo Museo Mercedes Benz en Stuttgart.
Los nuevos medios de producción desarrollados por la industria de la construcción, la actual condición trasnacional de la arquitectura, las nuevas técnicas de diseño y la cambiante y compleja naturaleza del proyecto los han llevado desarrollar nuevas estrategias de trabajo, que favorecen una aproximación integral a la arquitectura: “tiempo, uso, circulación y todos los otros sistemas materiales y virtuales y sus valores subyacentes son estudiados, visualizados, relacionados entre sí, y finalmente se reúnen en una organización estructural inclusiva“.
Según Luigi Pestinenza, la obra de UN Studio puede entenderse como parte de la tendencia blob de la vanguardia arquitectónica reciente: una celebración de espacios fluidos y formas de matriz biológica, contrastantes con las fuentes miesianas que distinguen la obra de Rem Koolhaas o Toyo Ito. Pero a diferencia de NOX o Greg Lynn, UN Studio propone una operación más compleja, alejándose de la lógica original de las hípersuperficies hacia una forma ad hoc de alto valor metafórico. En palabras del crítico Joseph Giovannini, referidas a la casa Moebius pero que podrían aplicarse al proyecto Te Papa, “una arquitectura de gran intensidad poética que gestiona la complejidad y la diferencia al interior de un gesto unitario. Sugiere que aunque el mundo sea complejo y quizás fuera de nuestra capacidad de comprensión, puede ser contenido dentro de alguna forma de orden“.
Las fuentes originales de esta nota son la minuta de prensa provista por UN Studio y la información disponible en Internet sobre la ciudad de Wellington.
Los integrantes de UN Studio a cargo del proyecto ganador del Museo Te Papa son Ben van Berkel, Caroline Bos, Tobias Wallisser con Holger Hoffmann, Elke Scheier y Krystoph Nowak, Hans-Peter Nuenning, Jan Schellhoff. La ingeniería estuvo a cargo de Arup y el estudio de arquitectura local es Jasmax (Auckland), proyectistas del museo original.
Ver la página Web del Wellington City Council.