"No se puede realizar un cambio fundamental sin un cierto grado de locura… El coraje de darle la espalda a las viejas fórmulas, el coraje de inventar el futuro". Thomas Sankara, presidente de Burkina Faso (1985).
"Con su capacidad para unir naciones y comunidades en solidaridad, la Gran Muralla Verde representa el mejor tipo de cooperación internacional que se requerirá en este siglo". Michael D. Higgins, actual presidente de Irlanda.
“Lo esencial de la empresa es el pensamiento de construir una torre que llegue al cielo. Lo demás es secundario. Ese pensamiento, una vez comprendida su grandeza, es inolvidable: mientras haya hombres en la tierra, habrá también el fuerte deseo de terminar la Torre”. Franz Kafka, El escudo de la ciudad.
Según su sitio en la Web, la Gran Muralla Verde africana es un movimiento liderado por africanos con una ambición épica: cultivar una nueva maravilla natural del mundo, con 8.000 kilómetros de extensión a todo lo ancho de África. Si la operación se completa será seguramente una maravilla; la discusión sobre su carácter “natural” o antrópico es en todo caso semántica.
La citada fuente abunda en reflexiones e imágenes de gran impacto y sensibilidad, pero con escasa información técnica y operativa. No obstante, los objetivos del proyecto son lo suficientemente loables como para atender un pedido de la misma página: la difusión internacional del proyecto. A continuación reproducimos entonces algunos fragmentos extraídos de greatgreenwall.org.
En una década de avance y con aproximadamente un 15% en marcha, la iniciativa ya está devolviendo la vida a los paisajes degradados de África a una escala sin precedentes, proporcionando seguridad alimentaria, empleos y una razón para permanecer a millones de personas que viven en sus alrededores. Una vez finalizada, la Gran Muralla Verde será la estructura viva más grande del planeta, con tres veces el tamaño de la Gran Barrera de Coral.
La Gran Muralla Verde echa raíces en la región africana del Sahel, en el extremo sur del desierto del Sahara, uno de los lugares más pobres del planeta. Más que en cualquier otro lugar de la Tierra, el Sahel está en la primera línea del cambio climático; millones de residentes ya están enfrentando su impacto devastador. Algunas de sus muchas consecuencias son las persistentes sequías, la falta de alimentos, los conflictos por la disminución de los recursos naturales y la migración masiva a Europa.
Sin embargo, las comunidades están reaccionando, desde Senegal en el oeste hasta Djibouti en el este. Desde el nacimiento de la iniciativa en 2007, la vida ha comenzado a regresar a la tierra, aportando mejoras en la seguridad alimentaria, el empleo y la estabilidad para la vida de las personas.
Historia
El sueño de una Gran Muralla Verde africana se remonta a la década de 1970, cuando vastas extensiones de tierra fértil en la región del Sahel comenzaron a degradarse severamente. En solo unos pocos años, esta región que alguna vez fue exuberante y verde se había vuelto cada vez más seca y estéril debido a los efectos combinados del cambio climático, el crecimiento de la población y las prácticas insostenibles de manejo de tierras.
Sin una tierra productiva suficiente para cultivar alimentos o mantener vidas dignas, surgió rápidamente un ciclo en espiral de pobreza. A lo largo de los años esto ha alimentado una grave escasez de alimentos y agua, conflictos recurrentes por la disminución de los recursos naturales, el desempleo masivo y la migración forzada.
Ante circunstancias cada vez más desesperadas, tanto los líderes comunitarios como algunos dirigentes políticos comenzaron a buscar una solución a largo plazo. En la década de 1980, la extraordinaria idea de transformar los paisajes degradados de la región a través de una "Gran Muralla Verde" que se extiende a lo ancho de África, desde Senegal en el oeste hasta Djibouti en el este, comenzó a cobrar impulso.
Finalmente, en 2007, con el liderazgo de la Unión Africana, los países de la región dieron el paso audaz de convertir este sueño africano de larga data en una realidad.
La región del Sahel reune algunos de los desafíos más apremiantes de la humanidad. La rápida degradación del entorno natural es un factor clave. Estas son en la actualidad algunas de las estadísticas más alarmantes en el Sahel:
• El 46% de la tierra africana está degradada, poniendo en peligro los medios de vida de casi dos tercios de la población del continente.
• 20 millones de personas en el Cuerno de África fueron declaradas en 2017 al borde de la inanición tras una grave sequía y crisis alimentaria.
• Se teme que millones de personas emigren de partes degradadas de África en las próximas dos décadas.
• Se espera que de 100 millones de habitantes del Sahel la población crezca a 340 millones para 2050.
• 200 millones de los 375 millones de jóvenes de África que ingresarán al mercado laboral en los próximos 15 años vivirán en áreas rurales.
La Gran Muralla Verde es un esfuerzo de colaboración extraordinario en una escala sin precedentes. Trasciende las divisiones geográficas, políticas y culturales al unir a las personas a través de las fronteras. Desde los 11 países originales que se unieron a la iniciativa, hoy hay un grupo en expansión de más de 20 países que se han unido a este movimiento verdaderamente panafricano: Burkina Faso, Camerún, Chad, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Ghana, Mali, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Sudán, Argelia, Benin, Cabo Verde, Egipto, Gambia, Libia, Somalia y Túnez.
Estos países africanos involucrados están apoyados por un movimiento global con un amplio conjunto de socios internacionales, que incluyen a la Unión Africana, el Observatorio para el Sahara y el Sahel, el Comité permanente interestatal de lucha contra la sequía en el Sahel, la FAO, la República Francesa, las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Unión Europea entre otros.
Además de cultivar árboles y plantas, la Gran Muralla Verde busca transformar las vidas de millones de personas en la región del Sahel y hacer una contribución vital a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) a través de.
- El cultivo de tierras fértiles, uno de los recursos naturales más preciados de la humanidad.
- Aumentar la seguridad alimentaria para millones de personas.
- Proveer salud y bienestar a algunas de las comunidades más pobres del mundo.
- Aumentar la seguridad de acceso al agua para que mujeres y niñas no tengan que perder su tiempo buscando agua todos los días.
- Aumentar la equidad de género y empoderar a las mujeres con nuevas oportunidades.
- Generar energía sostenible, impulsando a las comunidades hacia un futuro mejor.
- Generar empleos verdes, dando ingresos reales a las familias en todo el Sahel.
- Generar oportunidades económicas para impulsar la pequeña empresa y la actividad comercial.
- Generar “una razón para quedarse”, para ayudar así a romper el ciclo de la migración.
- Generar patrones de consumo sostenibles a fin de proteger el capital natural del Sahel.
- Producir acciones contra el cambio climático en una región donde las temperaturas aumentan más rápidamente que en cualquier otro lugar de la Tierra.
- Cultivar un símbolo de paz en países donde los conflictos continúan desplazando a las comunidades.
- Crear asociaciones estratégicas para acelerar el desarrollo rural en África.
- Crear y fortalecer un símbolo de armonía interreligiosa en toda África.
Resultados
La Gran Muralla Verde creará una barrera contra el cambio climático que atraviesa la región del Sahel. Esta región semiárida del oeste y centro-norte de África se extiende desde Senegal hasta Djibouti. Forma una zona de transición entre el árido desierto del Sahara al norte y el cinturón de sabanas húmedas al sur. Para 2030, el Muro pretende restaurar 100 millones de hectáreas de tierra actualmente degradada, retener 250 millones de toneladas de carbono y crear 10 millones de empleos en las áreas rurales. Como logros concretos pueden mencionarse:
- En Senegal: en menos de una década se plantaron 12 millones de árboles resistentes a la sequía.
- En Etiopía: se restauraron 15 millones de hectáreas de suelo degradado.
- En Burkina Faso: 3 millones de hectáreas de suelo han sido rehabilitadas a través de la práctica usada por las comunidades locales, el Zaï.
- En Nigeria: se restauraron 5 millones de hectáreas de suelo degradado.
- En Niger: se restauraron 5 millones de hectáreas de suelo, aportando un adicional de 500.000 toneladas de granos por año (suficientes para alimentar a 2,5 millones de personas).
El crecimiento de una maravilla mundial de 8.000 km en África no es una conclusión inevitable. 10 millones de hectáreas de tierra degradada deben ser restauradas cada año desde ahora hasta 2030. Necesitamos la acción colectiva de los ciudadanos de todo el mundo para ayudar a impulsar este movimiento urgente y crear un legado único y duradero para toda la humanidad.
GGW
Más información, en el sitio de la Gran Muralla Verde africana.
Este es el sitio para apoyar, firmar el “gran compromiso verde” y colaborar con la Gran Muralla Verde africana.
Ver Growing a world wonder, breve video sobre la construcción de la Gran Muralla Verde africana.