
La crisis global socio-ambiental, energética y económica impacta en cada territorio de forma diferente, aunque sus causas estructurales son comunes. El sistema de extracción, producción, distribución, consumo y descarte es uno de los aspectos del modelo socio-económico que ofrece mayores oportunidades de transformación. La ciudad de Rafaela, en la Provincia de Santa fe, Argentina, se ha propuesto a través del Programa Rafaela + Sustentable avanzar hacia una economía verde, que promueva la creación de empleo y nuevos eco-emprendimiento que ayuden a restablecer la calidad ambiental y cerrar los ciclos de la materia. El programa despliega estrategias territoriales que fomentan el uso racional de los recursos (conservando su capacidad de regeneración natural), la producción más limpia y el uso de energías renovables, eficientes y descentralizadas, la minimización, reutilización, reciclado y valorización de residuos, la incorporación de criterios de sustentabilidad en la vivienda y el urbanismo, los modos de desplazamiento más respetuosas con el entorno, la producción local de alimentos, la extensión del verde urbano diverso y autóctono y la promoción de hábitos y rutinas de consumo responsable, asegurando así la sostenibilidad en el tiempo de los bienes y servicios ambientales.
Estas estrategias, aplicadas al proceso de desarrollo de Rafaela y la región, implican una fuerte concertación entre el sector público, el privado, el sistema científico tecnológico y la comunidad, la implementación de emprendimiento referenciales (unidades demostrativas) impulsados por el sector público, la transversalización de las acciones emprendidas con liderazgos compartidos, la apuesta a la calidad y la innovación, la adecuación del marco normativo, la extensión de las experiencias de proximidad y participación ciudadana, la promoción de medidas de facilitación al acceso de las nuevas aplicaciones y tecnologías y la mancomunión de esfuerzos regionales para solucionar problemas locales.
Ha pasado un año y medio desde la creación del Programa, y los logros son realidades palpables.

De residuos a recursos
Una de las áreas en las que más aportes ha realizado el Programa es la gestión y transformación de los residuos. Entre 2010 y 2011, no sólo se sancionó una ordenanza que regula el sistema de gestión de residuos sólidos urbanos de toda la ciudad (la Ordenanza Nº 4404, de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos), sino que también se repensó todo el sistema, bajo la idea de que los residuos pueden convertirse en materias primas de otros procesos productivos, convirtiendo así desechos en recursos. Fue necesario intervenir en toda la cadena de valorización, desde la separación de los residuos recuperables y no recuperables que hacemos en casa hasta la disposición final en el relleno sanitario
Se comenzó refuncionalizando la Estación de Residuos Clasificados (ERC), lo que supuso no solo convertirla en una de las más avanzadas de la región sino, sobre todo, incorporar la diferenciación de los residuos domiciliarios potencialmente peligrosos (que en la mayoría de las ciudades no se tratan y suelen acabar en el relleno sanitario, mezclados con el resto de los desechos). Se construyó un punto verde móvil, que recorre los barrios apoyando la recogida diferenciada de estos residuos
La planta de recupero y el relleno sanitario han optimizado su funcionamiento, logrando mayor eficiencia y productividad y mejores condiciones de seguridad e higiene. También se han abierto nuevos espacios: en lo educativo; se destaca la Sala de Usos Múltiples, construida con materiales reciclados, y en lo productivo el Parque Tecnológico de la Industria del Reciclado y la radicación de una planta de tratamiento de envases plásticos de agroquímicos.
Todos los indicadores han mejorado: más residuos recuperados, menos residuos enterrados en la celda del relleno, más trabajo y nuevos emprendimientos. En esta línea, se puso en marcha el plan de reciclado de aceite vegetal usado: el aceite empleado en las frituras empezó a convertirse en biodiesel, un combustible que no contamina. También se comenzaron a tratar los residuos electrónicos e informáticos que pueden ser peligrosos para el medio ambiente: se crearon dos talleres de revalorización de componentes informáticos, que (con la incorporación de 13 jóvenes a un “oficio verde”) reduce la cantidad de “basura electrónica” que llega al relleno sanitario, porque lo que no se puede reutilizar en una nueva PC se clasifica y se deriva a un gestor o empresa de tratamiento de residuos peligrosos autorizada para su reciclado o correcta disposición final.

Más eficiencia y renovables
Probablemente, el aspecto más “visible” del Programa es la promoción de energías complementarias o alternativas. Rafaela todavía depende de las energías contaminantes, como el gas y el petróleo, que se están agotando y contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. Por eso, desde hace un año la apuesta es buscar la eficiencia energética y promover el desarrollo de energías limpias.
Se empezó por el alumbrado público: se están instalando semáforos que funcionan con LEDs (unas lámparas que consumen 8 veces menos energía que las convencionales), con la idea de alcanzar el 52% del total durante este año. Además, se están reemplazando las luminarias públicas por lámparas de bajo consumo, lo que supondrá un ahorro del 40%.
Se han realizando obras puntuales, unidades demostrativas que, en un futuro, se podrán extender a todos los barrios. Es el caso de la Plaza Eva Perón: ahora, cuenta con luminarias LED y paneles fotovoltaicos; así, se usa la energía del sol para iluminarla.
La energía solar térmica es otra de las apuestas por una Rafaela + Sustentable. Y también empieza con un plan piloto. En 2010, se instalaron cuatro colectores solares térmicos para agua sanitaria, dos de ellos están siendo probados en el nuevo barrio de viviendas San José, y la idea es colocar, durante 2011, 34 colectores más en el barrio, en unidades habitacionales que están en construcción. Esta fuente complementaria de energía permite que una familia tipo –cuatro personas- pueda contar con agua caliente gracias a la energía del sol.
Otra de las intervenciones ha sido la creación de la terraza verde en el Palacio Municipal, como parte de la recomendación de ahorro energético que surgió de una auditoría energética al edificio municipal. Se trata de una cubierta ajardinada que ayuda a aislar térmicamente al edificio y así disminuye el uso de energía para enfriarlo o calefaccionarlo. También se está trabajando en la revalorización de la Usina del Pueblo, por un lado restaurando el patrimonio histórico y cultural que nos permite recordar cómo se producía la energía en el pasado, y por otro desarrollando un itinerario educativo, enfocado desde la perspectiva de la educación ambiental. Un espacio que nos invite a conocer las nuevas formas de producción de energías limpias del futuro.

Nuestro verde urbano
La promoción de la diversidad urbana ha sido otro de los ejes de este primer año del Programa R+S. En 2010, el programa “Rafaela te quiero verde” comenzó a incorporar en su plan de forestación la plantación de autóctonos –en una acción especial relacionada con el Bicentenario, llamada “200 años, 200 autóctonos”- que convocó a las empresas, instituciones y habitantes de la ciudad a apadrinar un ejemplar. Este año, un 40% de los 2.500 árboles a plantar en la ciudad serán autóctonos.
También se trabajó en la idea de un espacio integrador y productivo, y así surgió el Arboretum Takku, un arboretum de plantas nativas ubicado en un espacio de 4.000 m2 en el predio de la huerta orgánica de la Escuela de Formación Laboral Nº2082. Cuenta con 80 especies autóctonas, que son cuidadas por los alumnos de la escuela. Allí mismo se instaló el Monumento al Suelo, como un recordatorio de la importancia de cuidar este valioso recurso no renovable.

Por una nueva movilidad urbana
A lo largo de este último año, también se buscó fomentar una nueva cultura de movilidad urbana. Una de las acciones fue la puesta en marcha del primer Camino Escolar Seguro del país, en el que se busca que los chicos vayan a la escuela de manera autónoma, a pie, tanto para brindarles más autonomía como para pacificar el tránsito a la entrada y salida de la escuela. El plan piloto se desarrolla en la escuela “Centenario de Rafaela” y, según sus resultados, se implementará en otros establecimientos. Además, se avanzo en la refuncionalización de las ciclovías de Falucho y Vélez Sarsfield.

Economía verde
Desde 2008 existe en la ciudad el Rafaela Emprende, un programa que estimula el espíritu emprendedor en la región. En el 2009 el Programa trabajó con 50 emprendimientos, pero en ese entonces lo ambiental no era todavía prioritario. En 2010, las cosas cambiaron. Con el Programa R+S, se empezó a darle una especial atención a los proyectos orientados a iniciativas de la economía verde. Eso supuso valorar, en las iniciativas, los aspectos que ayuden a conservar o restablecer la calidad ambiental de Rafaela y la región, en particular los que promueven la valorización de residuos sólidos urbanos o industriales y la generación de energía a partir de fuentes renovables. A partir de este cambio de enfoque, desde el Programa Rafaela Emprende se está trabajando con varios emprendimientos vinculados a la línea verde, dedicados a la reutilización de neumáticos fuera de uso, fabricación de bolsas reutilizables, aprovechamiento de residuos orgánicos en compostaje, planta generadora de biocombustible, producción de pallets de madera fabricados a partir de residuos verdes y desarrollo de calefacción con energía solar.

Educación ambiental
Un municipio puede hacer todos los avances imaginables en materia medioambiental, pero si los ciudadanos no se asumen como protagonistas, es probable que casi nada cambie. Por eso, en Rafaela se puso en marcha en 2007 el Programa Creando Conciencia, que se focalizó en trabajar por el desarrollo de hábitos y conductas ciudadanas responsables y respetuosas del medio ambiente en lo referente a residuos. Con la creación del Programa Rafaela + Sustentable, no sólo amplió su trabajo en torno a este tema, sino que se incorporaron nuevos ejes: el uso responsable del agua y la energía, el cuidado de la biodiversidad y el verde urbano, y la incorporación de nuevo hábitos de movilidad más sustentable.
También hubo acciones puntuales de concientización, como la Eco Rafaela -un encuentro de un día con toda la comunidad, que incluyó demostraciones de cocina con energía solar, degustación de productos orgánicos, obras de teatro para chicos, etc.-; una muestra de fotos de Steve McCurry; la celebración de la Semana del Ambiente y la ambientalización de eventos, como la Expo Rural.

Entre todos
Rafaela + Sustentable es el resultado de un trabajo colectivo, articulado y transversal, de un conjunto de instituciones del sector público y privado. También las organizaciones no gubernamentales y la sociedad rafaelina han sido protagonistas. Se han involucrado todas las secretarías y direcciones de la Municipalidad de Rafaela, el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región y sus cámaras empresariales, Sociedad Rural de Rafaela, CEPIAS y diferentes empresas, los equipos profesionales, científicos, técnicos y consultores del INTI, el INTA, la UTN, la UCSF, del Programa de Competitividad ACDICAR BID FOMIN, los medios de comunicación de Rafaela y la región, la comunidad educativa, las empresas de servicios públicos provincial EPE y ASSA, el Colegio de Arquitectos, la Fundación Potenciar, Junior Achievement, la Fundación Hábitat y Desarrollo, y la Fundación de Investigaciones Energéticas y Medio Ambientales. También ha sido de mucha importancia la participación del Honorable Concejo Deliberante de Rafaela, el Consejo Consultivo Social de Rafaela, el Foro Ambiental Regional, y el financiamiento recibido desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, la Dirección Nacional de Preinversión del Ministerio de Economía de la Nación, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y el Ministerio de Desarrollo Social, sin los cuales este programa no hubiera podido dar sus primeros pasos.
ARJ
El autor es argentino, Ecólogo, Coordinador del Programa Rafaela + Sustentable.
Sobre ambiente y ciudad, ver también entre otras notas en café de las ciudades:
Número 41 | Ambiente y Economía de las ciudades
Políticas territoriales para la reinclusión social | Rolo Macera y la propuesta de una intervención en el sur del conurbano de Buenos Aires. | Rolo Macera
Número 48 | Ambiente
El impacto de los sistemas globales de alimentación | ¿Una oportunidad para el Diseño? | John Thackara
Número 51 | Ambiente y Economía de las ciudades
Sobre el origen el uso y el contenido del término sostenible | Demandas de operatividad sobre un concepto ambiguo | José Manuel Naredo
Número 58 | Ambiente
Hidrógeno y celdas de combustible: sueños y realidades | La tecnología de la segunda civilización solar | Horacio R. Corti
Número 67 | Ambiente
Innovación, solidaridad y diseño, claves para una región sostenible | Las propuestas de DOTT 07 en el nordeste de Inglaterra | Marcelo Corti
Número 74 | Ambiente
“De los ríos no me río” | Ana Carolina Herrero y Leonardo Fernández investigan (seriamente) las cuencas metropolitanas de Buenos Aires | Marcelo Corti
Número 80 | Ambiente y Política de las ciudades
Cartoneros y cooperativas de recuperadores | Una mirada sobre la recolección informal de residuos en el Area Metropolitana de Buenos Aires: entrevista a Verónica Paiva | Marcelo Corti
Número 86 | Ambiente y Ciudades
Ciudades y Naturaleza | La articulación entre dos ecologías | Saskia Sassen
Número 95 | Ambiente y Política de las ciudades
Fenómenos naturales, negocios inmobiliarios | Sobre el terremoto y la reconstrucción en Chile | Alfredo Rodríguez Arranz