“…Terquedades será una tribuna de doctrina” (C. Ricot)
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires ha presentado a la Legislatura porteña un proyecto de ley para la publicidad en la vía pública. En palabras del ministro Juan P. Piccardo, la iniciativa tiene como objetivo el ordenamiento del paisaje urbano y la puesta en valor de Buenos Aires como “la ciudad más hermosa de América”, titulo al que algunas de las imágenes que presentamos en esta nota no hacen demasiado honor.
Previsiblemente, ya han aparecido las protestas de las empresas del rubro. Los argumentos expresados por la Asociación Argentina de Publicidad Exterior (APE) en carteles callejeros hablan de puestos de trabajo en peligro y hasta aluden a las consecuencias del proyecto sobre la pluralidad de expresiones: “un cartel menos es una voz menos”, o “este cartel hizo crecer una fábrica”, sostienen sin ruborizarse; la misma APE, junto con el Sindicato Unico de Publicidad, presentó un recurso de amparo ante la justicia por la decisión del Ministerio de suspender por 120 días el otorgamiento de permisos para la colocación de carteles. Menos comprensible es la defensa que hacen de la publicidad callejera algunos legisladores porteños “progresistas”: “no apoyaremos la eliminación de una actividad”, sostuvo por ejemplo Diego Kravetz. No habría que descartar como explicación de esta rara opción progresista por la polución visual el fuerte compromiso del Secretario de Medios de Comunicación del gobierno nacional, “Pepe” Albistur, con la actividad del lobby cartelero (Albistur preside una empresa de publicidad en vía pública). Al cierre de esta nota, se registró también una acción judicial de la empresa Spinazzola S.A. tendiente a la suspensión de la licitación por la provisión del servicio de mobiliario urbano prevista por el Gobierno de la Ciudad, presentación realizada por el abogado y constitucionalista Daniel Sabsay.
Este dispositivo omnipresente de despliegue de signos publicitarios que el proyecto oficial parece poner en cuestión fue bautizado en esta revista, en una nota que va a cumplir cinco años, como El Cartel de Buenos Aires. Lejos de haberse calmado con los años, El Cartel ha encontrado nuevos resquicios donde avanzar sobre la “capacidad de carga” perceptiva de los habitantes y usuarios de la ciudad. Hoy es posible encontrar mensajes del Cartel en las alzadas de los escalones del subte, sobre la fachada del Edificio Movimiento en Retiro, sobre la torre de maniobras de la estación Retiro, en la mayoría de los colectivos de transporte público…
Escalera en una salida del Subterráneo de Buenos Aires: alguien descubrió que las alzadas de los escalones se encuentran, durante la ascensión, a la altura de los ojos del caminante…
Obelisco porteño, flanqueado por Samsung y Citibank.
La cúpula de la Rotonda de Belgrano, “flanqueada” por la cartelería de la Avenida Cabildo (esta cuadra es “Distrito de Arquitectura Especial” según el Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad…)
Delicias del paisaje urbano porteño…
La supuesta filantropía del Cartel de Buenos Aires.
Es llamativo que, mientras la cuestión de “las torres” y la protección del patrimonio histórico motivan movilizaciones ciudadanas, cantidad de polémicas y proyectos legislativos, muy poca gente se movilice y tan pocos medios se cuestionen un impacto tan evidente sobre el paisaje y el orden estético de Buenos Aires. En tal sentido, las palabras de la legisladora macrista Silvia Majdalani (nada menos que presidenta de la Comisión de Espacio Público) preanuncian una marcha atrás similar a la registrada con los carriles exclusivos: “Estamos trabajando con el sector en un ambiente cordial (sostuvo en La Nación del 24 de julio) para llegar a punto intermedio que suspenda la contaminación visual, pero sin matar la actividad comercial. El proyecto del Poder Ejecutivo transforma en ilícita una actividad que ha sido lícita por décadas. Por eso debe ser modificado”. En la jerga de la Argentina contemporánea, la “búsqueda del consenso” parece referirse exclusivamente a un dispositivo para frenar medidas que perjudican a algún sector con capacidad de cabildeo.
MLT
Sobre El Cartel de Buenos Aires, ver también en café de las ciudades:
Número 64 I Concurso de café de las ciudades
Buenas y Malas Prácticas Urbanas 2004-2007 I Bernasconi – Torres del Parque – Kavanagh – Torre Galicia – Splits – Génova Moderna – MTL – Torre Grand Bourg – Showcenter – Condón del Obelisco – Rambla de Mar del Plata – Fundación El Ceibo – Cartel de Ford.
Número 27 I Cultura de las ciudades
El más inmundo Cartel de Buenos Aires. I Un insulto de Ford a la ciudad, y la consiguiente creación del premio de café de las ciudades a las malas y buenas prácticas urbanas (a imitación de la Fundación para el Progreso de Madrid), siendo Ford y la Fundación El Ceibo los respectivos ganadores del 2004. I Mario L. Tercco
Número 12 I Estética
El Cartel de Buenos Aires I “Esto es un bebedero”. I Marcelo Corti
Terquedades anteriores:
Presentación editorial (número 65)