“…Terquedades será una tribuna de doctrina” (C. Ricot)
La foto registra dos modos discretos de informalidad, la camiseta de manga larga del señor de la derecha, la camisa arremangada del otro. Oficina genérica: anónimo sillón con apoyabrazos para el anfitrión, cómodo sillón Paulin para el huésped, moquette gris, fondo con planta, persiana americana, biblioratos y dos guitarras (la del dueño de casa y la que en algún momento empuñarán ilustres artistas visitantes). El Capitán Beto y el Guasón en amable entrevista, el Presidente electo Alberto Fernández y el Jefe de Gobierno reelecto –porque los porteños no quisieron que “Larreta también” ya fuera. La imagen alborota las redes sociales y sacude a intensos de uno y otro lado… Algo normal pero desacostumbrado, el más encumbrado gobernante opositor saluda al nuevo presidente. La reunión termina con un consenso feliz y bienvenido: el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires retirará las rejas que cortan la continuidad de la Plaza de Mayo.
Ni el arrastre del aluvión Fernández – Fernández ni el glamour cumbiero de Sudor Marika alcanzaron para forzar el ballotage en la Ciudad; mucho menos las endebles candidaturas de Matías Lammens (un tipo con futuro pero que quiso pasar del fútbol a la política con su equipo en el fondo de la tabla) y Gisela Marziotta. De escaso o nulo carisma personal, cuestionado con razón por su política para el suelo público –punto 1: vender todo al mejor postor; punto 2: aplicar el punto 1–, salpicado por escandaletes –el asbesto en un Subte cuyos recorridos no se expanden, las inscripciones imposibles en las escuelas públicas, etc. –, Horacio Rodríguez Larreta cumple y disfruta el destino monárquico que el saber popular promete al tuerto en el país de los ciegos.
Las plazas (enrejadas, eso sí) lucen radiantes en buena parte –sobre todo en la parte norte– de la ciudad. Los viaductos de Belgrano y Palermo eliminan barreras que parecían eternas y, con algunos cruces a resolver en el conurbano, permitirían aumentar a niveles japoneses la frecuencia de los trenes metropolitanos. Los barrios Carlos Mugica, Rodrigo Bueno y Fraga demuestran que la urbanización de villas miseria es factible. Las bicisendas recorren más kilómetros que los que imaginaban los más entusiastas bici-partidarios, el Metrobus no será del todo un BRT pero allí donde aparece los trayectos en colectivo son más rápidos que nunca.
Larreta pasará a la historia como el primer Jefe efectivo de Gobierno, más allá de la pasividad conservadora de Fernando De la Rúa y la prolija continuidad administrativista de Enrique Olivera (el Larreta de De la Rúa), de la pasividad progre de Aníbal Ibarra y la “actitud Buenos Aires” de Jorge Telerman, más allá incluso de la híperblindada gestión de Mauricio Macri de 2007 a 2015 –apoyada, dicho sea de paso, en la laboriosidad tenaz del propio Larreta. Como Menotti hizo en su momento con la Selección Argentina, Larreta “inventa”, crea en la práctica la primera real Jefatura de Gobierno de la Ciudad.
Ni Larreta es invencible ni el electorado porteño ontológicamente de derecha o directamente bobo, como prefiere pensar la oposición para evitar las incomodidades de la reflexión y la acción política. Se requiere una estrategia que vaya más allá de la retórica y la indignación, se requiere construir una narrativa atractiva y creíble acerca de transformar Buenos Aires y recuperar su rebeldía, su potencial cultural y renovador. Se requiere articular el hoy destartalado andamiaje del peronismo porteño con las distintas tribus independientes y progresistas, de las que además se requiere madurez y vocación de poder. Se requieren liderazgos creíbles, alianzas sociales, inserción ciudadana y lineamientos transformadores. Es difícil, es posible.
MLT
Sobre las vallas de Plaza de Mayo, ver también Terquedad de las rejas y estas notas en café de las ciudades:
Número 9 | Lugares
La transformación del espacio representativo | Plaza de Mayo (I), Buenos Aires, Argentina. | Adriana Ciocoletto
Número 9 | Lugares
Mi Buenos Aires querido… (cuando yo te vuelvo a ver) | Plaza de Mayo (II): las palmeras quemadas. | Mariela Iglesias
Ver Terquedad incineradora, Terquedad Campo de Mayo, Terquedad Smart y otras Terquedades anteriores.