Acaba de aprobarse el documento final del Plan Estratégico Lobos 2020, elaborado en el marco del Programa Multisectorial de Preinversión III del Ministerio de Economía y Producción de la Nación, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) e impulsado por la Subsecretaría de Urbanismo y Vivienda del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde esa perspectiva, se presentan a continuación sus lineamientos generales.
El municipio de Lobos se localiza a cien kilómetros al sudoeste de la ciudad de Buenos Aires. Está representado por llanuras, depresiones y lagunas. Tiene una población de 33.000 habitantes y una red de núcleos urbanos conformada por la ciudad cabecera, Lobos (que concentra el 90% de la población), y un conjunto de pequeñas localidades dispersas: Antonio Carboni, Elvira, Villa Logüercio, Salvador María y Zapiola.
Su carácter es predominantemente rural e integra la Cuenca del Río Salado. La Ciudad de Lobos es un centro de comercios y servicios de jerarquía regional, potenciado por su alta accesibilidad a través de la Ruta Provincial 41 y la Ruta Nacional 205. Allí se asienta también la actividad industrial del municipio. Tiene importantes recursos patrimoniales en su área central, tal como la Casa Natal de Juan D. Perón.
Se encuentra sometido a tensiones metropolitanas (de carácter inmobiliario, laboral, comercial), así como a presiones ambientales (inundabilidad, calidad de las aguas, afectación de canales). La preeminencia rural y la existencia de paisajes y recursos naturales pampeanos muestran un estado de acelerada transformación del medio que es necesario preservar y valorizar.
Estrategias de desarrollo local
El perfil del municipio se caracteriza por una estructura productiva diversificada en la que predominan las pequeñas empresas. Si bien generan mayor cantidad de empleos, tienen restricciones de acceso al crédito y a las posibilidades de exportación, y presentan un cierto grado de informalidad. En el ámbito rural existe un marcado crecimiento de las actividades agrícolas, aunque la ganadería sigue manteniendo su preponderancia.
A nivel regional, se encuentra en una situación de “bisagra” entre la frontera de expansión de la región metropolitana de Buenos Aires y el interior rural bonaerense. Y se instala como centro de primera jerarquía, como mercado de trabajo y consumo, como oferente de servicios y como atractor de inversiones y excedentes, especialmente en comercio y turismo. Esta fuerte dependencia de variables exógenas señala la necesidad de aunar esfuerzos para diferenciar, articular y tecnificar la producción de bienes y servicios locales.
Por lo tanto, las alternativas de desarrollo local confluyen en la conformación de cadenas de valor que aprovechen las condiciones históricas, culturales y geográficas del municipio, con desarrollo de productos y servicios que le permitan acceder complementariamente a mercados más selectivos, donde la características de los bienes y servicios sean considerados como característicos de Lobos.
De acuerdo a este posicionamiento, la respuesta ha sido una mayor diversificación de las actividades productivas, con predominio del mercado interno como destino de la producción (industria alimenticia, textil, fundiciones). Sus aptitudes turísticas han permitido un aumento de las estancias de fin de semana y la aparición de dos actividades con alcance internacional, una de ellas con bajo grado de articulación local, el polo, y otra de mayor inserción en el encadenamiento local: producción y exportación de miel.
La diversificación surge de la concentración urbana en la Ciudad de Lobos, que ha permitido economías de escala para la localización de actividades productivas. A nivel regional, se destacan algunas actividades agropecuarias (ganadería, lechería, viveros, miel), industriales (metalmecánica, textiles, maderas) y de servicios (comercios, turismo, servicios inmobiliarios). Esto conduce a constituirse como centro de importancia regional.
Con lo cual, se consolida una economía fundamentalmente de base urbana, sustentada en la producción industrial y de servicios, con una producción primaria significativa en términos absolutos y como proveedora de materias primas para la transformación industrial. Su estructura productiva es diversificada y se encuentra en una situación intermedia entre los municipios típicamente agropecuarios y aquellos con cierta especialización industrial.
Las estrategias se orientaron entonces a promover una inserción competitiva del municipio en la región. En este sentido, la mejora interterritorial se basó en ciertos elementos que lo diferencien: la historia, la tradición industrial, el ferrocarril, el ambiente rural, el polo, la lechería, la miel, su localización estratégica. De modo que se busca transformar el sistema productivo local; promover el crecimiento de la producción y mejorar el nivel de vida y empleo de la población.
A partir de la interacción permanente con los distintos actores de la comunidad local, se avanzó en la formulación de lineamientos para una estrategia de desarrollo, identificando cuatro grandes áreas de actuación: provisión de infraestructuras y servicios; gestión de recursos humanos; fortalecimiento empresarial; y fortalecimiento institucional. En el caso de la provisión de infraestructuras y servicios, se considera básico extender las redes de infraestructura y servicios (energía eléctrica, pavimento, agua potable, cloacas, etc.), y la construcción y mejora de equipamientos colectivos.
Para la gestión de recursos humanos, se proponen acciones vinculadas con el fortalecimiento de los centros de educación y capacitación -más vinculados con el aparato productivo local-, la recuperación del saber industrial y ferroviario, la generación de incentivos para la contratación de mano de obra local en todos los proyectos con impacto local, y el desarrollo de emprendedores, entre otras. La dinamización del sector empresarial es el elemento clave de la estrategia planteada, pues es fundamental contar con un tejido de pequeñas y medianas empresas para generar riqueza y empleo.
Entre las acciones propuestas se encuentran: el impulso de una Agencia de Desarrollo Local; la definición de una zona industrial exclusiva; la creación de un “Agropolo” (o polo agroalimentario) en la localidad de Antonio Carboni; la creación de una “Usina Textil” en la localidad de Empalme Lobos; la generación de un “Distrito Metalmecánico” en la Ciudad; y el fomento de actividades turísticas y culturales.
Por último, el fortalecimiento institucional está vinculado con el apoyo administrativo y financiero a tal Agencia; la creación de una Oficina Municipal de Estadística e Información Territorial; la generación de un Banco de Tierras; la profundización de una estrategia de marketing territorial; y el diseño de instrumentos para captación de recursos a nivel local.
Estrategias de desarrollo territorial
Lobos es un distrito predominantemente rural, que ha incorporado ofertas como el turismo de campo y el asociado a la laguna. En la Ciudad, la ocupación del suelo decrece desde el área central hacia los bordes. Cuenta con un gran número de viviendas y edificaciones destinadas a actividades comerciales y de servicio, con aptitudes para ser preservadas desde el punto de vista histórico y turístico. Asimismo, existe cierta vulnerabilidad del sistema hídrico, tanto subterráneo -que es el único recurso para la provisión de agua potable- como superficial -que reviste interés para las actividades náuticas, turísticas y deportivas a escala regional-.
Por otro lado, en áreas de expansión de la Ciudad se produce la explotación de suelo urbano y periurbano como yacimiento minero, que ha dado lugar a cavas degradadas y abandonadas. Finalmente, el área rural contiene actividades agrícola-ganaderas y de servicios de turismo y recreación, sobre un soporte natural condicionado por el río Salado y por pendientes que le dan pertenencia a dicha cuenca, con ríos y lagunas encadenadas, tributarias del mismo.
La Ciudad de Lobos está definida por las rutas Nacional 205 y Provincial 41, las vías del ex Ferrocarril Roca y la avenida de Circunvalación, constituyendo las barreras físicas urbanísticas que delimitan al sector urbano del área rural. Asimismo, tiene barreras físico-funcionales internas, constituidas por las vías férreas del ex Ferrocarril Sarmiento, que atraviesan linealmente a la ciudad en el sentido norte-sur, y los canales Salgado y Muñiz, que recorren la planta urbana en el mismo sentido.
Estas barreras han condicionado el desarrollo del núcleo urbano, que se manifiesta en un trazado lineal, conforme al tendido de la vía férrea y a la presencia de dichos canales. De ellos, el principal es el Salgado, que divide la trama urbana en dos áreas claramente definidas y con dispar desarrollo, lo cual refleja no solamente la desigual estructura alcanzada por ambas zonas sino también el escaso protagonismo del curso de agua en la vida y desarrollo de la ciudad.
En esa línea, en el sector oeste se localizan varias explotaciones de canteras ladrilleras, criaderos de pollo y viveros, agregando consecuentes perjuicios al medio ambiente y a la población. El área central, coincidentemente con el trazado histórico, concentra la mayor cantidad de población y el grueso de las actividades relacionadas con el comercio, la administración y la residencia.
Del análisis del territorio surgieron dos niveles de comprensión: el soporte local y las pertenencias regionales. Así, sobre el soporte local se distinguen aquellos aspectos vinculados a las condiciones más estructurales, con el río Salado al sudoeste, los arroyos que atraviesan al Municipio en un medio de baja pendiente con ciclos de inundación y sequía muy marcados, con una base productiva rural agroganadera y de servicios, un fuerte centro urbano diversificado (Lobos) y las localidades rurales(Zapiola, Carboni, Elvira, Salvador María, Bahía de los Lobos y Villa Logüercio). El sistema de relaciones al interior se basa en la implantación vial, que no hace más que acentuar la centralidad de la Ciudad de Lobos.
A nivel local, los principales problemas identificados se caracterizan por un desarrollo desigual de las localidades, expresado en la distribución de infraestructuras, servicios básicos y equipamientos, y diferencias de accesibilidad; y a escala urbana (Ciudad de Lobos) también se detecta una desigual distribución de infraestructuras y servicios básicos; el crecimiento de baja densidad de la mancha urbana y la dificultad creciente para la provisión de servicios públicos; los conflictos entre usos del suelo, particularmente entre usos industriales y residenciales, y problemas ambientales.
El nivel de las pertenencias regionales contempla las relaciones que se generan de/con: la cuenca del río Salado, la Región Metropolitana Buenos Aires, la Zona de Crecimiento Común y los municipios aledaños. A nivel de la cuenca del río Salado se presentan problemas con la napa freática alta, condiciones de fácil inundabilidad y varias amenazas que exigen un manejo responsable del suelo, del agua y la biodiversidad. La Zona de Crecimiento Común (Lobos, 25 de Mayo, Saladillo, Roque Pérez, Bolívar, Tapalqué y General Alvear) se basa en acuerdos entre municipalidades con el propósito de promover iniciativas locales de desarrollo regional, y de difundir e implementar programas provinciales y nacionales vinculados con la producción y el empleo.
Desde el punto de vista del desarrollo urbano, las acciones tienden consecuentemente a evitar el desarraigo de la población residente en las localidades del interior del municipio y a utilizar la capacidad instalada. Asimismo, se apunta a preservar las áreas naturales más frágiles, en particular el subsistema de lagunas, los cursos de agua y los sectores de recarga del acuífero; y a limitar la concentración de actividades cuyos efectos puedan comprometer la calidad del agua subterránea o la degradación del suelo; y regular el manejo y mejora integral de la Laguna de Lobos.
A nivel de la Ciudad, los objetivos son: mejorar el uso de la infraestructura básica; promover la conformación como subcentro de Empalme Lobos; mejorar la calidad del área central y su relación con la laguna; ampliar la diversidad de actividades como subcentro de crecimiento de Vidriera de Lobos; mejorar la percepción y calidad del Área Central y fortalecer el patrimonio local; regularizar y jerarquizar la estructura circulatoria, el sistema de transporte y la accesibilidad a la ciudad; recuperar ambientalmente el territorio.
A nivel de gestión se propone: integrar la gestión de Lobos y los municipios aledaños en cuestiones referidas a la Cuenca del Salado; gestionar la incorporación de tierras vacantes del Estado nacional y provincial al erario local para promover desarrollos productivos y urbanos; consolidar la accesibilidad a las localidades del interior; jerarquizar los accesos al centro y optimizar la percepción del paisaje y el carácter predominantemente rural del municipio.
En cuanto a las estrategias propuestas, se ordenan en tres grupos.
Las primeras, a nivel macroterritorial, reúnen a las: de protección del patrimonio rural; de preservación de la biodiversidad y tratamiento del paisaje; de protección de recarga del acuífero; de evaluación de impacto de toda nueva actividad relevante; de directrices comunes entre municipios; de promoción del turismo regional e internacional.
Las segundas a nivel de las localidades: de complementariedad entre las localidades de Elvira-Antonio Carboni y de integración entre las de Salvador María-Bahía de los Lobos-Villa Logüercio.
Y, por último, las de nivel local se agrupan fundamentalmente a las de orden urbano: de equiparación de la prestación de servicios y equipamientos y mejora de las condiciones de vida; de expansión e integración de la trama urbana; de mejora de la accesibilidad y el transporte; de jerarquización de la red vial de acceso entre la planta urbana y las rutas nacional y provincial; de revitalización del Área Central; de fortalecimiento del subcentro Empalme Lobos; de creación del nuevo subcentro Vidriera de Lobos; de localización industrial y reconversión productiva; de protección y puesta en valor de los cursos de agua a cielo abierto.
Estrategias de desarrollo prioritario
Desde esta perspectiva, se plantea como estrategias de desarrollo prioritario para la Ciudad de Lobos: la reorganización de la estructura vial y el transporte; la extensión de la infraestructura y los servicios urbanos; la expansión e integración de la trama urbana; la revitalización del área central; el desarrollo de nuevas centralidades urbanas (Empalme Lobos y Vidriera de Lobos); y la sustentabilidad ambiental.
Con el propósito de generar una propuesta para un área rural más sostenible, se plantea la creación de un Circuito Verde de Recreación y Patrimonio de Lobos, que integra un parque lineal enhebrando la antigua vía del ferrocarril Empalme Lobos-Elvira, la ribera del río Salado, el camino a Salvador María, la ribera de la Laguna de Lobos y el Corredor Verde del canal Salgado. Por último, se establecen algunos límites y condicionamientos a determinados usos en el área rural: feed lots, clubes de campo, canchas de golf, cavas.
Resulta indispensable entonces el desarrollo de nuevas subcentralidades; la revitalización del área central; la generación de mobiliario urbano; el fortalecimiento de las localidades del interior; y la implantación de un tranway rural. Asimismo, se plantea un Programa de Sustentabilidad Ambientalcon el propósito de contar con un conjunto de acciones orientadas a proteger y a promover valores ambientales existentes, que apunta a:
– conservar la calidad de los recursos naturales existentes, en particular; la calidad de las fuentes de agua para consumo y conservar el valor productivo del recurso suelo;
– conservar y promover el valor ambiental de los elementos naturales con potencial para el desarrollo turístico y cultural y, en particular, las lagunas existentes;
– recuperar los pasivos ambientales existentes, en particular, las cavas abandonadas en áreas urbanas de la Ciudad y de la Laguna de Lobos;
– poner en valor e integrar al tejido urbano los espacios verdes y cuerpos de agua ubicados en el área urbana, permitiendo su aprovechamiento y disfrute, particularmente los canales y sus márgenes;
– minimizar los conflictos ambientales existentes entre actividades productivas y el uso urbano residencial, y establecer lineamientos para el fortalecimiento del marco regulatorio municipal en materia de control ambiental.
Se desarrolla en cinco subprogramas: Subprograma de Recuperación y Manejo de la Laguna de Lobos; Subprograma de Restauración y Control de Cavas Urbanas y Periurbanas; Subprograma de Recuperación y manejo del Canal Salgado; Subprograma de Protección del Recurso Agua; Subprograma de Fortalecimiento Institucional Ambiental; Subprograma de Recuperación y Manejo de la Laguna.
Como parte del documento final del Plan se generó un nuevo “Código de Ordenamiento Territorial” y un “Código de Edificación”, que incorpora mecanismos de participación ciudadana y de gestión, compensaciones urbanísticas, nuevos procedimientos para la aprobación, la implementación y seguimiento, y herramientas de preservación ambiental y patrimonial. Finalmente, se desarrolló y puso en funcionamiento un “Sistema de Información Territorial”, de actualización permanente, que administra datos espaciales e integra y articula las diferentes bases de datos del municipio.
A partir de la selección de temas-clave, se plantean mecanismos de consulta y de participación, basados principalmente en la organización y realización de talleres con referentes institucionales y con la sociedad lobense, con el propósito de identificar la problemática local así como validar las diversas fases propositivas. En consecuencia, con este posicionamiento estratégico, el municipio de Lobos busca planificar su crecimiento de cara a la próxima década.
GT
El autor es arquitecto y urbanista, Consultor Coordinador del Plan de Lobos.
El equipo técnico consultor del Plan Estratégico Lobos 2020 estuvo conformado por: Coordinación Técnica: Arq. Guillermo Tella; Desarrollo Local: Lic. Diego Rodríguez y Lic. Gustavo Mosto; Desarrollo Urbano: Arq. Martín Delucchi y Arq. Manuel Ludueña; Desarrollo de Proyectos: Arq. Jorge Pasín; Evaluación Ambiental: Lic. Marcelo Somenson; Normativa Urbanística: Arq. Claudia Rodríguez; Producción Cartográfica: Lic. Silvina Fernández; Producción Gráfica: Martín Bayley y Miguel Paz; y Asistencia Técnica: Lic. Estela Cañellas, Lic. Daniela Natale y Lic. Alejandra Potocko.
Para más información, ver el sitio Web de Guillermo Tella.
De o sobre Guillermo Tella, ver también en café de las ciudades:
Número 33 | Proyectos de las ciudades
El Parque Social como instrumento de integración | Una experiencia singular en San Miguel Oeste. | Guillermo C. Tella, etc.
Número 53 | Política de las ciudades (II)
Un urbanismo de abajo hacia arriba | Declaración de Guadalajara sobre el futuro de la ciudad: los ciudadanos tienen derecho a no estar satisfechos | Guillermo Tella
Número 55 | Tendencias (I)
Un crack en la ciudad | Rupturas y continuidades en la trama urbana de Buenos Aires: entrevista a Guillermo Tella | Marcelo Corti|
Número 74 | Arquitectura de las ciudades
La construcción de un Parque Social en Buenos Aires | Propuesta de nodos urbanos de inclusión para el área del Abasto | Gustavo Diéguez y Guillermo Tella |
Número 78 | Cultura y Política de las ciudades
Sudáfrica: Blacks and Whites, Rich and Poor | Cuando la ciudad colabora en acentuar asimetrías | Guillermo Tella
Y sobre la planificación de ciudades intermedias:
Número 72 | Planes de las ciudades (I)
Planeamiento urbano de ciudades intermedias en la Argentina | Apuntes del encuentro en Goya, Corrientes | Marcelo Corti