La Plaza de Mayo es el espacio más representativo de las manifestaciones políticas a lo largo de la historia de la Argentina. Pero durante las últimas tres décadas, se posiciona en el mapa global debido a dos tipos de manifestaciones cuya voz exigió respuestas. En primer lugar, las manifestaciones de las Madres de Plaza de Mayo, iniciadas durante la última dictadura militar. Segundo, con las manifestaciones populares acrecentadas desde la debacle político-institucional de diciembre del 2001, que hacen uso de este espacio a diario. Una de las respuestas del poder oficial es el significativo cambio físico que caracteriza los dos últimos años de la Plaza de Mayo.
Día laboral, dos de la tarde. Llego a Plaza de Mayo. Las calles laterales estaban cortadas, circulaban solo vehículos oficiales y medios de comunicación. En todas las esquinas había grupos de policías, por el momento algo relajados. En el centro de la plaza, algunos pocos ciudadanos descansaban en los bancos o tirados en el césped. Mientras que muchos hombres de uniforme azul recorrían en grupos todo el sitio. Completaban la imagen del espacio urbano, los puestos de venta de banderitas argentinas y escarapelas, la garrapiñada, el café-cafeeé y las palomas de siempre.
Con rumbo a la Casa Rosada, pasando la Pirámide de Mayo, aparece la primera línea de vallas. Una fortificación modular, amurada al suelo, de más de 2 metros de altura, con puertas laterales que aun permitían el paso al otro lado de la plaza, hacia donde me dirigía.
En segunda línea, otra valla. Un cordón de policías paralelo a la primera.
Finalmente la tercera, ya conocida por mí, de menor sofisticación constructiva pero no por eso provisoria: lleva allí más de un par de años.
Tres horas después, alrededor de las cinco de la tarde, hago el camino inverso. Esta vez, el silencio es mayor y se respira tensión. Paso la valla de policías, ahora perfectamente alineados, y pido paso a otros que custodian una de las puertas laterales de la seudo-fortificación. Ésta vez, abierta solo para la salida. Lo más parecido a una ciudad amurallada o a un barrio cerrado.
Llego a la esquina de la Catedral. Allí estaban otra vez los policías, pero no tan relajados. Le pregunto a uno de ellos que pasaba, y me cuenta que esto sucedía a diario: “Lo de todos los días, vienen los manifestantes, los piqueteros…“, responde. Obviamente, mucho no sabía, y evidentemente yo tampoco. Subo por la Diagonal y ahí estaban, prolijamente, esperando ocupar el espacio como todos los días…
Cuesta entender estas situaciones. Yo venía de Barcelona, de aprender algunas cosas sobre el espacio publico. Me detuve en la observación y en forma abstracta intente describir la Plaza de Mayo. Un ejercicio práctico: que características tenía, los elementos que encontraba, las actividades que se desarrollaban… Ahí fue donde entendí que los policías, las banderitas, la valla uno, la dos, la tres, las puertas y los autos oficiales, eran los elementos que caracterizaban ese espacio, y las manifestaciones populares eran el uso cotidiano.
Ya me iba, y recordé algunos de los conceptos sobre espacio publico que había aprendido. “El espacio público es la ciudad: la historia de la ciudad es la de su espacio publico. Las relaciones entre los habitantes y entre el poder y la ciudadanía se materializan, se expresan en la conformación de las calles, las plazas, los parques, los lugares de encuentro ciudadano, en los monumentos“. Y ahí me quedé, reflexionando sobre la relación que existe entre gobernados y gobernantes, y que hoy mostraba este espacio de representación.
“Hoy el espacio publico vuelve a ser actualidad: …cuando la ciudad pierde cualidad de autorepresentación, se produce una reacción social y cultural de retorno al espacio publico…“.
Y con esto me fui algo más contenta, del otro lado de las vallas, esperando, junto a los otros, apropiarnos de este espacio.
A un mes de haber estado por ahí, y otra vez fuera del país, leo los periódicos del lunes 26 de mayo y recibo los llamados de mis familiares que me cuentan que estuvieron en la plaza…: ¡es una pena no haber estado!
AC