Con frecuencia viajo en avión por sobre la llanura pampeana. A 10.000 metros de altura, la fértil pradera es una especie de Mondrian en el que un ojo avezado podría diferenciar los distintos cultivos y sus etapas agronómicas. Algunas avenidas de árboles y manchas boscosas anuncian cada tanto algún casco de estancia. Solo interrumpen el trazado geométrico las líneas vacilantes de los cursos de agua que van a morir al Paraná, al Plata o al mar, y otros trazados ortogonales, más abigarrados y grises, las distintas configuraciones urbanas que organizan el espacio agrario. Parecen constelaciones de ciudades, aldeas y parajes de distintas escalas. Haciendo las adecuadas abstracciones o cediendo al entresueño, se imagina sobre la pampa el gélido esquema de Christaller…
Para condiciones “ideales” de superficie geográfica llana y ausencia de accidentes naturales significativos, el economista alemán Walter Christaller desarrolló en su libro Los lugares centrales del sur de Alemania, de 1933, un modelo de anillos hexagonales definiendo hinterlands agropecuarios alrededor de aglomeraciones urbanas consideradas centros de servicios de distintas escalas. El esquema complementa y perfecciona la teoría del lugar central de von Thünen (y a su vez sería perfeccionado años más tarde por Lösch). Por un lado, transforma el modelo original de círculos en un modelo hexagonal que cubre la totalidad del espacio teórico. Por otro lado, introduce la idea de una jerarquía de centros complementarios pero con cierto grado de autonomía.
Si bien la llanura pampeana se asemeja en su extensión indiferenciada a la geografía teórica de Christaller, la existencia de cuencas hidrográficas, las diversas calidades de la tierra y las interrupciones a homogeneidad del espacio introducidas por la infraestructura vial y ferroviaria introducen un factor de “distorsión” a dicho esquema. Sin embargo, es posible reconocer en el área la existencia de una diversidad de centros de diversa escala y rango de servicios, entre los cuales es posible identificar y clasificar los siguientes tipos de localidad (los rangos de población corresponden a las poblaciones reales actualmente existentes y no a modelos teóricos de organización urbana):
1- Ciudades cabeceras de Partido, con servicios administrativos municipales, delegaciones u oficinas de la administración provincial y nacional y sedes o delegaciones de empresas privadas, sedes educativas y sanitarias, equipamientos culturales y recreativos, edificios religiosos, servicios profesionales, bancos, etc., con rango de población de entre 10.000 y 80.000 habitantes.
2- Pueblos o pequeñas ciudades con prestación de servicios de distinto tipo (silos, estaciones de tren, balanza, delegaciones municipales, escuelas, dispensarios) a áreas rurales acotadas, con rango de población de entre 1.000 y 5.000 habitantes. Para el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INDEC, las localidades de menos de 2.000 habitantes son consideradas aglomeraciones de población rural concentrada, y las mayores a 2000 habitantes constituyen ciudades.
3- Pueblos o aldeas, entre 250 y mil habitantes.
4- Caseríos o pequeñas aldeas sin prestación significativa de servicios.
Algunos trabajos han abordado el problema de las jerarquías urbanas en los sistemas territoriales argentinos y, particularmente, en la Provincia de Buenos Aires.
Randle (1992) plantea un rango de ciudades intermedias y núcleos subsidiarios pero no considera el rol de las pequeñas poblaciones y localidades. Su desarrollo se basa en la Teoría del Lugar Central: cualquier ciudad, tenga el tamaño que tenga, cumple una triple función en su zona de influencia: distribuidora, coordinadora y movilizadora (Labasse, J, La organización del espacio, Madrid, IEAL, 1973) y la centralidad surge del complejo integrado de funciones. Randle plantea la idea de subcentralizar: “no solo articular mejor los núcleos urbanos haciéndolo por grados jerárquicos -no enfrentando los centros menores directamente con la Capital Federal- sino además neutralizar la centralización monopólica de Buenos Aires”.
La base de la subcentralización no es solamente la jerarquización cuantitativa sino que exista complementariedad funcional y subsidiariedad. Entre las funciones de los centros secundarios plantea, por ejemplo: estación experimental INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), hospital especializado, industria peculiar o subsidiaria de otra mayor, aeropuerto, semillería, vivero, museo, hostería, usina láctea, etc. Para Randle, las ciudades intermedias poseen menos de 200.000 habitantes y cualitativamente se desempeñan como centros de enlace para los núcleos subsidiarios dentro de un área de influencia con un radio de hasta 150 km. No es ciudad intermedia toda aglomeración urbana con una población determinada por medidas precisas, sino toda ciudad de un peso demográfico apreciable en relación con la población de una región y que ejerce sobre ella funciones diversificadas de servicio de su entorno.
Las ciudades intermedias actuarían como centros de revitalización del sistema regional si:
– la población tuviera un fluido acceso al mercado laboral, situación que demanda analizar la política de localización industrial y la radicación de nuevas inversiones.
– se produjera la retención de población en edad activa, estudiando estímulos para aumentar los atractivos urbanos.
– se localizaran nuevas actividades de servicios y se desarrollaran oportunidades diversas de socialización y recreación.
En cuanto al rol de los núcleos subsidiarios, deberían funcionar como centros administrativos y agroindustriales equipados, educacional y sanitariamente, a un nivel subordinado a las ciudades intermedias, donde verían satisfechas sus necesidades complementarias. Randle estima que estos núcleos tienen una población que oscila entre los 10.000 y los 25.000 habitantes, con una tasa de crecimiento media del 1 al 5 % anual.
El autor avanza también en la función del equipamiento en la caracterización de ciudades intermedias: elementos que se consideran superiores, como administración, culto, justicia, educación terciaria, salud pública y comunicaciones, “elementos dinamizantes para la atracción y radicación de población”.
En relación a la accesibilidad, plantea redes de transporte no solo óptimas técnicamente sino que contribuyan a conformar redes jerarquizadas que estimulen la complementariedad en los tres niveles básicos de los sistemas de relaciones. Una estrategia que favorezca la subcentralización y valorice las ciudades intermedias debe elevar propuestas que contemplen la organización de una red secundaria y una red terciaria entre dichas ciudades y entre la ciudad intermedia y los núcleos subsidiarios; queda la opción de pensar en una red cuaternaria complementaria.
Es indispensable remarcar que un aspecto básico de la ciudad intermedia reside en su carácter de núcleo de transición entre pequeñas y grandes ciudades para la oferta de servicios a la región. Por lo tanto, su posición en el cuadro territorial es el punto de partida para cualquier decisión a nivel intraurbano.
Abba (1995) realiza un análisis del sistema de centralidades del Área Metropolitana de Buenos Aires, para lo cual descompone el equipamiento sanitario en Público, Obras Sociales y Privado, y el equipamiento educativo en Provincial y Nacional, oficial y privado, y nivel y modalidad. Su caracterización de los centros urbanos se basa en la idea de jerarquía: el concepto de centro se relaciona con la cantidad y complejidad de las funciones localizadas en el mismo. Se considera centro a la presencia en el espacio de por lo menos 3 de las funciones centrales consideradas. Para el análisis de la jerarquía de los centros, se considera que el Equipamiento califica las áreas centrales de acuerdo con la cantidad y calidad de los servicios a los que puede acceder la población.
Basándose en el trabajo de la Dirección Nacional de Desarrollo urbano, “Metodología de Análisis y Diagnóstico de Situaciones urbanas y del Sistema Urbano Nacional”, SEDUV, 1980, Abba establece módulos conformados para la definición de jerarquías:
– Módulos de equipamiento social: Hospitales con internación, Establecimientos educacionales de nivel medio, superior y universitario.
– Módulos de equipamiento institucional: Sedes Municipales, Sedes diocesales, Sedes del Poder Judicial Provincial en tres niveles (1, juzgado de paz, oficina de mandamientos y notificaciones, tribunales del trabajo, tribunales de menores y agentes de pobres y ausentes, 2, Juzgados en lo Civil y Comercial, en lo Criminal y correccional, 3, Cámaras de Apelaciones, Fiscalías), Comisarías.
– Módulo financiero: Instituciones oficiales y privadas.
– Módulo de comunicaciones: telefónica y postal.
– Módulo de transporte: describe los niveles de conectividad de los centros.
El método de trabajo para la construcción del escalograma consiste en la confección de una matriz de doble entrada que relaciona los centros y las funciones que se prestan en el ámbito de los mismos. Un segundo paso consiste en ordenar centros y funciones de acuerdo a:
– el número de funciones localizadas en cada centro; y
– la frecuencia de aparición de las funciones.
Para establecer las jerarquías, Abba tuvo en cuenta los siguientes criterios:
· estratificar los centros en 3 niveles jerárquicos: sub-regional, zonal y local.
· combinación para la jerarquización de dos dimensiones: cualitativa (complejidad de funciones en cada centro) y cuantitativa (indicada por el peso en términos de especialización de las funciones localizadas en cada centro).
Para determinar el área de influencia de los centros, pueden utilizarse encuestas o modelos teóricos, o preferiblemente una combinación de los dos.
Bozzano, (2000, capítulo 5) describe la realización de hipótesis territoriales para la ciudad de Huanguelén, en función de un estudio para la determinación de su autonomía municipal. Dentro del estudio es importante la determinación de límites de áreas de influencia en función de los servicios brindados por la localidad. A tal efecto utiliza el concepto de “coras”, más amplio que el de áreas de influencia.
Entre los elementos analizados se encuentra la localización del pueblo en el contexto de la organización territorial en que se ubica, peso demográfico, funciones y servicios urbanos, obras y acciones desarrolladas por la comunidad local, actividad industrial, redes viales y ferroviarias, y en relación a la zona rural, características naturales y diferencias ambientales, patrones de subdivisión y ocupación de la tierra, base agropecuaria y áreas de influencia de la localidad en la zona rural.
El estudio analiza diez “coras”;
– Número de consultas por explotación y localidad o paraje en el consultorio externo del Hospital Municipal.
– Establecimientos o explotaciones con suministro de electrificación rural prestados por la Cooperativa eléctrica local.
– Productores ganaderos que operan con la oficina local del SENASA.
– Padrón de clientes de una empresa consignataria.
– Usuarios móviles y fijos de telefonía rural.
– Cartera de clientes del Banco Nación, con discriminación de productores residentes y no residentes.
– Estudiantes secundarios en explotaciones agropecuarias que asisten a la escuela del pueblo.
– Jurisdicción operativa de la asociación de Bomberos Voluntarios.
– Jurisdicción de la subcomisaría.
– Jurisdicción de la oficina del registro de las Personas.
La Subsecretaría de Planificación Federal de la Inversión Pública (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios) presentó en la Jornada “Argentina Urbana”, en noviembre de 2007, una Identificación de Tipologías de Ciudades en el Sistema Urbano Argentino, la cual analiza el sistema urbano argentino con los siguientes criterios metodológicos:
– Información considerada:
– Centralidad (jerarquía de centros urbanos)
– Regiones PET (modelo territorial actual)
– Dinámica poblacional
– Especialización económica
– Condiciones particulares de actividades y localización
– Elementos de análisis:
– Dinámica económica
– Dinámica sociohabitacional
– Dinámica urbana
– Dinámica jurídico institucional
Dicha investigación, utilizada en la formulación del Plan Estratégico Territorial – 1816-2016 Argentina del Bicentenario determina las siguientes categorías de centralidad y tipologías:
El avión inicia el descenso al Aeroparque Jorge Newbery. La azafata me despierta para que pliegue la bandeja y el paisaje bajo el avión ya es otro, más difícil de encuadrar y comprender, más metropolitano. La Historia del territorio se aparta de la Teoría. Los hexágonos de Christaller vuelven al mundo de las postulaciones ideales y se disocian de la llanura pampeana, un lugar que solo ocuparon en mi entresueño…
CR
Carmelo Ricot es suizo y vive en Sudamérica, donde trabaja en la prestación de servicios administrativos a la producción del hábitat. Dilettante y estudioso de la ciudad, interrumpe (más que acompaña) su trabajo cotidiano con reflexiones y ensayos sobre estética, erotismo y política. De su autoría, ver Proyecto Mitzuoda (c/Verónicka Ruiz) y sus notas en números anteriores de café de las ciudades, como por ejemplo Urbanofobias (I) en el número 70, El Muro de La Horqueta (c/ Lucila Martínez A.) en el número 79, y Turín y la Mole en el número 105. Ver también sus Ruteras con Carola Inés Posic: Salamone Tour en el número 106 y Cruz Diez en el número 110.
Sobre el Plan Estratégico Territorial, ver también en café de las ciudades:
Número 66 | Planes y Política de las Ciudades (II)
El Plan Estratégico Territorial y la construcción de la Argentina deseada | La búsqueda de consensos para el despliegue territorial de la inversión pública | Marcelo Corti
Bibliografía del autor:
Abba, Artemio –Responsable (1995) Centros Urbanos y Equipamiento, Capítulo V de El Conurbano Bonaerense – Relevamiento y análisis, Coordinación General: Néstor Magariños, Alfredo Garay, CONAMBA, Ministerio del Interior
Bozzano, Horacio (2000) Territorios Reales, Territorios Pensados, Territorios Posibles – Aportes para una teoría territorial del ambiente, Espacio Editorial, Buenos Aires
Corti, Marcelo –Coordinador técnico, Quetglas, San Román, Daniele, Falcón, Robutti, Castillo (2010). Plan de Ordenamiento y Desarrollo Urbano Territorial y Estrategias de Desarrollo Local para el Partido de Lincoln. Municipalidad de Lincoln – Unidad de Preinversión (UNPRE).
Christaller, Walter. (1966) Central Places in Southern Germany. Prentice Hall, N. York.
Randle, Patricio H. –Director (1992), Graciela Francini, Susana M. Sassone, María A. I. de Nistal, Sonia Vidal, Ciudades Intermedias – Su reactivación en la región pampeana – Bases para una política de reordenamiento de la red urbana para un más orgánico desarrollo nacional y regional, Fundación Banco de Boston, Buenos Aires, Concurso Metas para el Futuro Argentino
Subsecretaría de Planificación Federal de la Inversión Pública (Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios) (2007), Jornada “ARGENTINA URBANA”, 20 de noviembre de 2007, Identificación de Tipologías de Ciudades en el Sistema Urbano Argentino.
Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (2008) “1816-2016 Argentina del bicentenario. Plan Estratégico Territorial. Avance 2008: proceso de construcción conducido por el Gobierno Nacional, mediante la formación de consensos, para el despliegue territorial de la inversión pública.” – 1ª Ed. – Buenos Aires: Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, v. 1. 284 páginas y CD Room.