N, de los A.: La quinta fachada es un tema que surgió y fue analizado a partir de un proyecto que desarrolló Centro EURE durante 2023 y 2024 en Pátzcuaro, Michoacán, México (no obstante, este escrito no forma parte de ningún capítulo elaborado por Centro EURE).
Pátzcuaro y Morelia son territorios emblemáticos del Estado de Michoacán, México, con gran carácter histórico, político, religioso y cultural; además de ser destinos con vocación turística relevante por su invaluable patrimonio cultural material e inmaterial. Mientras Pátzcuaro posee la categoría de “Pueblo mágico” desde 2002, Morelia adquiere el distintivo como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1991. Tales distinciones reconocen y dan paso a espacios territoriales de gran valor por sus características formales de edificación, armonía volumétrica y calidad constructiva, en donde se presentan diferentes estilos arquitectónicos perfeccionados a través de los siglos, lo que permite consolidar estilos locales y únicos en América Latina.
Los inmuebles reconocidos en los Centros Históricos de Pátzcuaro y Morelia, siendo estos últimos asentamientos humanos primigenios, han conservado a lo largo de décadas su valor patrimonial excepcional, único en su tipo. No obstante, con el trascurrir de los años, el Paisaje Urbano Histórico de los inmuebles en ambos Centros Históricos revela ciertas modificaciones, sobre todo en azoteas, techumbres y cubiertas (quinta fachada) que, en lo general, suelen pasar inadvertidas por los viandantes cotidianos.


Morelia (izquierda) y Pátzcuaro (derecha) Michoacán, México.
Fuente: Pátzcuaro en tus Sentidos (2025).
1. Precursores de la quinta fachada
El término terraza-jardín (techo verde) o como en este escrito se denomina como “quinta fachada”, fue expresado en los albores del siglo XX por el arquitecto y urbanista francés Charles-Édouard Jeanneret-Gris, Le Corbusier, en una serie de conceptos teóricos expuestos en su manifiesto “Cinco puntos sobre la Arquitectura Moderna”, con la intención de visibilizar y recuperar las azoteas de los inmuebles de las ciudades para el uso y esparcimiento de los residentes. En otras palabras, asignar una utilidad social a las azoteas (García, 2022); bajo la premisa de devolver el área verde en la terraza que la construcción había restado, así como brindar un tratamiento distinto a las azoteas con el cometido de mejorar el confort de los inmuebles.

Ejemplos contemporáneos de terraza-jardín (techo verde). Fuente: Moreira (2020). Los 5 puntos de la arquitectura moderna y su reinterpretación en 20 proyectos contemporáneos.
Debido a que los inmuebles colectivos presentaban mayor altura, las azoteas eran difícilmente observadas desde la calle; como solución, Le Corbusier planteó acciones que dieran mayor vida a estos espacios, por medio de áreas recreativas, jardines y huertos.
Otro ejemplo a destacar aconteció en la ciudad de Marsella y sus inmuebles, siendo territorios pioneros donde se aplicó la quinta fachada. Se trataba de inmuebles colectivos que en su quinta fachada albergaban guarderías, terrazas y bancos, esto es, usos mixtos. La acción anterior pretendía aprovechar y mejorar todos los espacios disponibles, potenciar estéticamente las edificaciones y con ello, construir un paisaje urbano agradable dentro de las grandes ciudades (BBVA, s/f).
Debido a que los inmuebles colectivos presentaban mayor altura, las azoteas eran difícilmente observadas desde la calle; como solución, Le Corbusier planteó acciones que dieran mayor vida a estos espacios, por medio de áreas recreativas, jardines y huertos.
2. Significado de quinta fachada
Desde una perspectiva arquitectónica se suele llamar fachada “principal” a la vista frontal de una construcción donde se ubica el acceso principal; la idea que subyace ante tal planteamiento es que existen fachadas laterales o posteriores, en tanto que existe otra fachada olvidada o residual que corresponde al techo, azotea o cubierta (quinta fachada) (García, 2022). La realidad hoy en día es que las azoteas, al menos en los Centros Históricos de Pátzcuaro y Morelia, se encuentran ocupadas por una amplia variedad de objetos e instalaciones que modifican el Paisaje Urbano Histórico: captadores solares, tinacos e instalaciones hidráulicas, antenas, estructuras metálicas para techos provisionales, tanques de almacenamiento de gas LP, tendales para ropa, entre otros elementos no reglamentados.
Bajo el ámbito normativo, ante la ausencia de especificaciones en el Reglamento de construcción y el Reglamento de zonificación de usos del suelo, tanto en Pátzcuaro como en Morelia, la figura jurídica de la “quinta fachada” no es reconocida, controlada ni regulada, lo que deja un amplio campo a la especulación e irregularidad entre lo permitido y lo correcto.
3. Principales hallazgos en los Centros Históricos de Pátzcuaro y Morelia
Actualmente los Centros Históricos de México han transformado su dinámica en comparación con aquella ejercida durante los siglos XIX y XX, sin dejar de ser áreas de comercio e intercambio. Tal cambio se origina porque el crecimiento demográfico obligó a que las áreas urbanas se expandieran hacia la periferia y, por ende, crearan nuevos centros urbanos, ocasionando que los centros patrimoniales dejaran de tener una mayor importancia en la vida cotidiana de los habitantes (Bazant, 2012).
Por el contrario, los Centros Históricos comenzaron a presentar nuevas dinámicas en las que las familias de mayores ingresos se trasladaron a la periferia, a fraccionamientos privados como es el caso de Pátzcuaro y Morelia, y las personas de menores ingresos se aglutinaron en el centro de la ciudad por medio de vecindades, dada la cercanía con las fuentes de empleo, disponibilidad de equipamiento y servicios. No obstante, en momentos recientes (siglo XXI), en los Centros Históricos existe una alta concentración de actividades comerciales, lo que ha derivado en la invasión a los espacios públicos por comercio informal, dificultando la conservación de los centros patrimoniales (Bazant, 2012).
En el caso del Centro Histórico de Pátzcuaro y Morelia, el primero conserva un Paisaje Urbano Histórico vernáculo y desarrolla actividades tradicionales; sin embargo, la insignia de “pueblo mágico”, obtenida en 2002 lo ha convertido en un atractivo turístico popular, lo que conduce a ciertas modificaciones dentro de la dinámica urbana del mismo. Uno de los principales retos a los que se enfrenta el Centro Histórico de Pátzcuaro es la preservación de su patrimonio de carácter histórico, ya que actualmente el comercio ambulante ha invadido las principales plazas y espacios públicos. Además, se presenta un fenómeno de despoblamiento en la zona, derivado de los cambios de usos de suelo, de habitacional a comercial y de servicios.
Uno de los aspectos característicos del Centro Histórico de Pátzcuaro es su quinta fachada, ya que la conformación topográfica de Pátzcuaro permite tener una imagen particular en la que los relieves topográficos o “remates visuales” eliminan la dimensión horizontal y se integran como parte de las fachadas de inmuebles, generado perspectivas únicas. Es por ello que las techumbres y cubiertas de teja de barro rojo constituyen un elemento protagónico del Paisaje Urbano Histórico; sin embargo, recientemente los usos de estos techos se han diversificado, además han incrementado los niveles de construcción permitidos, lo que ha generado un impacto negativo y una transformación de ese Paisaje Urbano Histórico de esta ciudad histórica y de vocación comercial.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta el Centro Histórico de Pátzcuaro es la preservación de su patrimonio de carácter histórico, ya que actualmente el comercio ambulante ha invadido las principales plazas y espacios públicos.

Quinta fachada en el Centro Histórico de Pátzcuaro. Fuente: Pátzcuaro en tus Sentidos (2025).
El segundo caso, el Centro Histórico de Morelia, Michoacán, mantiene una unidad que advierte sobriedad y elegancia en sus fachadas de cantera bajo una misma unidad volumétrica. Tal armonía en la unidad del conjunto ha sido severamente agredida en su quinta fachada, es decir, sobre las azoteas se han levantado terceros niveles que rompen la espectacularidad que tenía el área catedrática y su entorno (Monroy, 2019). Asimismo, el Centro Histórico de Morelia integra edificaciones de ornamentación de estilo barroco moreliano, la cual distingue el uso de cantera como material principal, así como fachadas, arcadas de los corredores y los patios de las casas vallisoletanas.
En las edificaciones del Centro Histórico de Morelia, las azoteas se han acondicionado como bares, restaurantes y terrazas, lo que representa una ampliación del área rentable. Sin embargo, este beneficio económico no parece corresponder con la calidad del diseño utilizado para la adaptación de dichas azoteas. Desafortunadamente, la proliferación de toldos y cubiertas de lámina, conforman un paisaje urbano “provisional” y “temporal” que contrasta con el carácter patrimonial del Centro Histórico (García, 2022).
La situación descrita constituye un deterioro del Paisaje Urbano Histórico, pues no sólo se modifica la relación visual entre lo edificado y el entorno geográfico, como montañas, volcanes, cerros y valles circundantes a la ciudad, sino que se modifican los remates visuales que observa el viandante cotidiano, así como el perfil urbano de la ciudad (García, 2022). Por ende, es importante regular el uso de la quinta fachada con el fin de potenciar su uso y así lograr su integración en el ámbito urbano mediante usos de suelo rentables con perspectiva ambiental, a partir de la creación de áreas verdes en techos bajo una visión con enfoque de preservación del Centro Histórico.


Quinta fachada en el Centro Histórico de Morelia.
Fuente: Mi Morelia.com (2020).
Algunas reflexiones
Derivado de los planteamientos anteriores se concluye que la quinta fachada representa una alternativa para el aprovechamiento de las azoteas en los Centros Históricos,ya que pueden desencadenar beneficios económicos, sociales y ambientales dentro de la dinámica urbana. Sin embargo, a la par es necesario considerar normas que regulen la localización, los usos permitidos y materiales a considerar, a fin de lograr una integración que permita preservar las características propias de los Centros Históricos, así como conservar los edificios patrimoniales en los que se implementen acciones relacionadas a la quinta fachada.
En la actualidad, el término “quinta fachada” queda muy distante de los postulados de Le Corbusier, como techo verde, pues representa la carencia de un Paisaje Urbano Histórico armónico y homogéneo. Además, con la inserción de nuevas tecnologías se ha implantado infraestructura sustentable en azoteas que debe normarse (captación de agua pluvial y captadores de energía solar, jardines y huertos urbanos), los cuales funcionan como espacios multiusos que favorecen al medio ambiente mediante la absorción de CO2, la retención de agua pluvial para uso doméstico y la regulación de la temperatura al interior de los inmuebles (Weiss s/f).
Esta alternativa ha tomado gran relevancia en ciudades europeas, creando cubiertas vegetales, lo que a su vez ha generado una microeconomía para las personas dedicadas a la agricultura. Copenhague es una de las ciudades que ha mejorado en mayor medida sus índices de habitabilidad mediante un ahorro importante de energía, absorber el 80% del agua de lluvia y reducir las temperaturas urbanas (Pozuelo, 2020). Pero en el caso de las ciudades mexicanas y en particular en los Centros Históricos de Pátzcuaro y Morelia, la intención de ocupar la quinta fachada genera espacios ociosos, saturados de objetos sin ningún beneficio al propietario, como en el caso de Copenhague.


Utilización de la azotea como espacio público (imagen superior) y Huerta en techo, Dinamarca (imagen inferior). Fuente: Weiss (2020).
Una de las principales limitantes corresponde a la dificultad de que la quinta fachada sea replicable y funcional para todos los edificios que integran a los Centros Históricos, debido a que en la actualidad las azoteas planas son poco utilizadas porque ante las fuertes lluvias resulta de mayor utilidad un techo a dos o tres aguas. Y finalmente dentro de las ciudades se presenta una fragmentación entre la vivienda y su entorno, lo que impide que la quinta fachada sea un factor de homogenización del paisaje urbano de las grandes ciudades (Llorca Group, 2023). Sin embargo, resulta útil en polígonos de actuación específicos como Centros Históricos y áreas de valor cultural, que muestran una planificación integral y de largo plazo, con normas rígidas y el constante involucramiento de la sociedad y el gobierno local.
JAJF y KMM
Jorge Alberto Juárez Flores es Maestro en Ciencias y Artes para el Diseño, con especialidad en Gestión Territorial por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, México. Actualmente se desempeña como Especialista en Planeación en Centro EURE, consultoría nacional e internacional dedicada a estudios territoriales y políticas públicas.
Karla Moya Menera es Licenciada en Planeación Territorial por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Facultad de Planeación Urbana y Regional, México.
Bibliografía
Bazant, J. (2012). Deterioro del centro histórico de las ciudades ¿es viable su reactivación? Tiempo y Espacio, 28/2012. Universidad del Bío-Bío, Chile. pp. 61-86.
BBVA (s/f). La quinta fachada: llego la hora de dar vida a las azoteas.
García, S. (2022). Urbanopolis: la quinta fachada de la ciudad.
Llorca Group (2023). ¿A qué se le llama quinta fachada en la arquitectura actual?
Monroy, I. (2019). Requiere un nuevo rescate el centro histórico de Morelia. RedLab.
Pozuelo, F. (2020). La importancia de la quinta fachada. NAN Arquitectura.
Weiss, A. (s/f). La quinta fachada, una nueva perspectiva sobre la ciudad.