N. de la R.: En esta oportunidad, Celina Caporossi nos presenta un adelanto del número 3 de Enredados, dedicado a la cuestión de las Casas.
CIP
Ediciones Infinito publicó en 2008 la versión en castellano de “Une petite maison”, de Le Corbusier. El libro relata la historia de una pequeña casa frente al lago Leman, Suiza, que el arquitecto proyectara en 1923 para sus padres.
Escrito en 1954, cuando Le Corbusier ya había desplegado su genio en el mundo, proyectando sus mejores obras de escala (1953 fue el año de gestación de la Unidad de Habitación de Marsella, de Chandigarh, de la Tourette, entre otras obras), el libro –en clara sintonía con ese otro texto suyo de 1942 “La casa de los Hombres”– produce un movimiento hacia un espacio mucho más referencial e íntimo.
Una pequeña casa es un pequeño gran texto. Amable, de escritura sencilla y emotiva, no exento de humor, su lectura entusiasma. Es precisamente en esa operación narrativa hacia lo mínimo que el texto adquiere un carácter pedagógico diferencial, leído hoy desde los ámbitos académicos.
En muy pocas páginas y en una lectura de imágenes, enfoca la mirada, reduciendo intencionalmente la escala –en este sentido su título no parece casual–, para dejar en evidencia la complejidad de las decisiones que involucran el pensar y hacer arquitectura.
Casi contestatario y anti-canon, en contracorriente con la mega arquitectura y muy lejos de la banalidad, parece guardar un mensaje latente, restableciendo ciertas coordenadas disciplinares necesarias.
Sin discurso ni arquitectura grandilocuente, es la reivindicación de la “búsqueda de una arquitectura decente”. Y decente parece ser en definitiva una arquitectura consecuente con su lugar y su época; aún a pesar de sus contemporáneos, dirá en el texto, que no comprenden la “nueva arquitectura”.
Lo que atrae del texto es la construcción de una mirada teórica sobre la arquitectura desde el relato minucioso de una casa. En definitiva, no deja de ser la memoria descriptiva de una casa de 60 m2, sobre la que Le Corbusier articula un discurso sobre la dimensión de la arquitectura. El mecanismo narrativo es casi de cirujano, diseccionando lo esencial para diferenciar lo secundario, y en esta operación no solo reubica el punto de vista: lo que en una primera impresión parece obvio, con una lectura más atenta deja de serlo. Así se articularán pequeñas grandes lecciones sobre la observación, sobre el paisaje, sobre el clima, sobre la arquitectura, sobre el territorio. Sobre el dato fáctico al servicio de las ideas. Sobre el transcurso del tiempo.
La casa es de apariencia simple, el proceso de proyecto es complejo.
Leer Una pequeña casa es entonces un excelente disparador –y un motivador– de ideas y reflexiones sobre la arquitectura que hacemos, como y porque la hacemos. Aquí van algunas de estas lecturas, apenas esbozadas, pero que guardan el objetivo de sugerir en los futuros lectores de “Una pequeña casa” otras lecturas posibles sobre este gran texto.
Primera lectura. Un territorio y una casa…
Como las cajas chinas, el territorio contiene a la casa, y la casa al territorio.
Independientes, establecen una relación topológica, la idea de la “casa” existe a priori y va en busca del lugar que la contenga y determine.
El territorio, a su vez, parece en espera de la arquitectura que lo complete y transforme.
El clima, el viento, la luz, el agua, las visuales, los caminos son elementos del lugar que la arquitectura aprovecha; “sol, espacio, verde…conquistados”, los puntos que conectan la casa con el medio natural a la vez que la organizan, conscientes de su artificialidad. Su artificialidad no se oculta, no se solapa, aún a costa de traspasar o forzar los límites –la casa se pega al lago, el agua filtra.
Una cuestión de escalas
Objeto y lugar se entraman sin perder cada uno su carácter. Cada escala confirma la elección, no importa cuán pequeña sea la arquitectura. Una geografía mayor: un amplio territorio: un lugar: una pequeña casa. La arquitectura se asume, se hace responsable, importante, no por escala sino por “ser” y “pasar a ser” parte integrante del mundo artificial y natural.
Segunda lectura. Al paisaje se lo re-crea.
Las estrategias conscientes
“Para que el paisaje cuente, hay que limitarlo, dimensionarlo mediante una decisión radical: hacer desaparecer los horizontes levantando muros y descubrirlos únicamente en algunos puntos estratégicos, por interrupción del muro”. En caso contrario, dice Le Corbusier, un paisaje omnipresente en todas las caras, omnipotente, termina cansando y “uno” no lo “mira” más.
En ese continuum abierto que es el paisaje –podemos imaginar una superficie continua, infinita– la arquitectura es muro, el muro es límite. Como el mago que oculta el truco, el límite es el recurso artificial que posibilita manipular el espacio. Obturación o apertura. Y nos hace recordar ese otro operativo espacial, el de Mies Van de Rohe, en que el espacio emerge por la disposición precisa de los límites, conteniendo o expandiendo el vacío. Direcciona la mirada, y determina la condición primitiva de la necesidad de “un espacio para el hombre”.
El jardincito es más que un ámbito
Cuadrado, de 10 metros de lado, el jardín quedó “enclaustrado” entre los muros, convertido en una sala de verdor, un “interior”. Y aquí “interior” encierra también otro significado, un espacio propio para el ser humano, recreado para satisfacer y único en sus cualidades.
Con los límites organiza, en forma predeterminada, unas ciertas condiciones de “lugar” y la percepción que tenemos del mismo. La arquitectura entonces, es ámbito del ser humano y paisaje previo. Una ventana desde donde observar el paisaje abierto, ponerlo en perspectiva.
La naturaleza, junto a esa primera visión lógica y racional, también se compone entonces de los pequeños y “sutiles cambios de luz que se manifiestan a través de una ventana, del crecimiento silencioso de los árboles, del profundo azul del mar”.
Tercera lectura. La persona tiene escala, proporciones y medidas
La arquitectura no es naturaleza, no pretende serlo. Se posa, roza, se ubica, se entrama, dialoga pero no es naturaleza, es puro artificio.
La casa, bajo el concepto de “máquina de habitar”, establece su clara pertenencia al mundo de objetos artificiales que el hombre construye. “Medidas precisas y mínimas para funciones específicas”, será síntesis y virtud. “El hombre ve las cosas de la arquitectura con ojos que están a un metro setenta del suelo” (Vers une Architecture), punto de vista que le permitirá la puesta en juego de un conjunto de operativos –conscientes– para crear espacio. Una columna metálica que organiza un increíble ángulo recto con el lago. Una ventana de 11 metros que “jerarquiza el ingreso” alternando las proporciones. Una ventana corrida como principal actor de la fachada.
Cuarta lectura. El sentido del movimiento
Le Corbusier concibe un espacio con un recorrido. Una circulación con sentido y secuencia narrativa. Recorrido que en “Una pequeña casa” se hace explícito; será el mismo Le Corbusier quien a modo de anfitrión nos propone una visita guiada sobre cada plano secuencia.
Esta operación espacial central en su arquitectura, la promenade architecturale, planteada como superación al orden espacial estático del siglo XIX, parece recuperar el espacio clásico procesional que nos ha dejado de lección la arquitectura de la Grecia antigua –el santuario de Delfos es tal vez uno de los ejemplos más sutiles. El arquitecto compone y manipula el espacio, orientando, obturando los límites, quebrando la mirada del observador. Un travelling con secuencias montado sobre el recurso del recorrido. En el desplazamiento se van produciendo las diferentes impresiones del espacio, es la visión y la manipulación consciente de la perspectiva la que establece la relación entre el visitante-observador-habitante y el espacio arquitectónico. Vista así, la arquitectura adquiere otras dimensiones y supera el mero uso para convertirse en una experiencia vivencial.
CC
La autora es Arquitecta, Docente Titular de Arquitectura 2D e Investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba y titular del Estudio Estrategias.
De su autoría, ver también entre otras notas en café de las ciudades:
Número 73 | Planes y Normativa de las ciudades
Planificación y crecimiento urbano en la ciudad de Córdoba | Acuerdos, disonancias y contradicciones | Celina Caporossi
Número 102 I Proyectos de las ciudades (II)
Articulación y conexión territorial en Catamarca I Propuesta para la integración urbana de la Nueva Terminal de Omnibus I Por Celina Caporossi, Marcelo Corti y equipo de proyecto
Sobre Le Corbusier y su arquitectura, ver también entre otras notas en café de las ciudades:
Número 46 | Arquitectura de las ciudades
Le Corbusier: los viajes al Nuevo Mundo | Cuerpo, naturaleza y abstracción. | Roberto Segre |
Número 57 | Arquitectura de las ciudades
El autor y el intérprete | Le Corbusier y Amancio Willliams en la Casa Curutchet | Daniel Merro Johnston |
Número 77 | Arquitectura y Planes de las ciudades
Los muchachos corbusianos | La red austral: Le Corbusier y sus discípulos en Argentina, según Liernur y Pschepiurca | Marcelo Corti
Número 111 | Arquitectura de las ciudades
Curutchescas | Historias personales de una casa a partir de El autor y el intérprete, de Merro Johnston | Marcelo Corti
Carola Inés Posic es comunicadora especializada en temas urbanos. Es corresponsal en Córdoba de café de las ciudades.
POSICiones anteriores:
Ver la presentación del número 104 y las notas:
Número 140 I POSICiones cordobesas:
Enseñar arquitectura aquí y ahora I Un mar de incertidumbre y archipiélagos de certezas. I Por Celina Caporossi
Número 138-139 I POSICiones cordobesas:
El espacio urbano de la adolescencia I “Una forma de adueñarnos del espacio”. I Por Juana Garabano
Número 137 I POSICiones cordobesas:
Paseo del Buen Pastor I El vacío apropiado en Nueva Córdoba. I Por Marcelo Corti
Número 135-136 I POSICiones cordobesas:
El reordenamiento del transporte público cordobés I Tiene que haber de todo en una ciudad. I Por Celina Caporossi
Número 133-134 I POSICiones cordobesas
Ciudad de barrios I Juego interactivo sobre el Espacio Urbano. I Por Celina Caporossi, Agustín Cano, Fernando Vanoli, Alejandra Llugdar, Héctor Paez Ferreyra y Emilia Davezola
Número 132 I POSICiones cordobesas
La centralidad en Córdoba I Cambios y permanencias I Por Celina Caporossi
Número 131 I POSICiones cordobesas
Zona F I Buenas intenciones, malos diagnósticos, nula incidencia I Por Carola Inés Posic
Número 130 I POSICiones cordobesas:
En torno a la ex Cárcel de Encausados I La construcción social del Paseo Güemes. I Por Carola Inés Posic
Número 129 I POSICiones cordobesas:
El Plan de Reordenamiento Territorial y Espacio Público de la Ciudad Universitaria de Córdoba I Un enfoque sistemático para la integración urbana de los equipamientos académicos. I Por Marcelo Corti c/ Carola Inés Posic
Número 127-128 I POSICiones cordobesas:
Planificar desde la inserción global I I Mundos Paralelos II. I Por Celina Caporossi c/Carola Inés Posic
Número 126 I POSICiones cordobesas
Mundos Paralelos ILa comparación entre Australia y Argentina, entre la ficción y la realidad. IPor Celina Caporossi c/Carola Inés Posic
Número 125 I POSICiones cordobesas:
Los Barrios Parques tradicionales I ¿Decadencia o renovación? I Por Carola Inés Posic
Número 124 I POSICiones cordobesas
Tres ideas para Río Ceballos I Hacia la conformación de una Ciudad Parque. Por Celina Caporossi y Fernando Díaz Terreno (Estudio Estrategias)
Número 122-123 I POSICiones cordobesas
Después del apocalipsis…I ¿Puede el arte cambiar el mundo? I Por Carola Inés Posic
Número 121 I POSICiones cordobesas
Clorindo Testa y el galponcito argentino I De la tradición popular a la gran arquitectura I Por Celina Caporossi
Número 120 I POSICiones cordobesas
Algunas reflexiones después de la visita de Jordi Borja I Cómo producir ciudad en el nuevo contexto I Por Carola Inés Posic
Número 119 I POSICiones cordobesas:
“Sacar, poner, mantener” I Un balance de las obras en el área del FC Mitre. IPor Carola Inés Posic
Número 118 I POSICiones cordobesas
Las tres Cañadas I Preservar, consolidar y proyectar I Por Celina Caporossi y Marcelo Corti
Número 117 I POSICiones cordobesas
El poder de las palabras I Ciudad y sostenibilidad y Pepe Mujica en el Río + 20 I Por Carola Inés Posic
Número 116 I POSICiones cordobesas
Cerrando Barrios I El debate sobre la normativa que regula los barrios cerrados en Córdoba. I Por Carola Inés Posic
Número 115 I POSICiones cordobesas:
El Parque Tecnológico del Este I Pensar cómo crecer.I Por Carola Inés Posic
Número 114 I POSICiones cordobesas
Sobre la concepción de “lo público” I Una relectura del Diagnóstico para Córdoba de 1973. I Por Carola Inés Posic
Número 113 I POSICiones cordobesas
La sensación de un contrato roto I De ciudades, trenes, tormentas y catástrofes I Por Carola Inés Posic
Número 111/112 I POSICiones cordobesas
Norah Lange, la mirada transversal I O como reunir una biblioteca. I Por Carola Inés Posic
Número 110 I POSICiones cordobesas
Córdoba se va “de caravana” I … y vuelve hecha una urbe latina. I Por Carola Inés Posic
Número 109 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas
Renovarse es vivir I Las formas del crecimiento I Por Carola Ines Posic
Número 108 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas
¡Es tan difícil poder ver cine! I Habemus Papam y el Director desbordado. I Por Carola Inés Posic
Número 107 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas (I)
La paradoja de la conservación I El barco de Teseo encalla en las costas del Suquía I Por Carola Inés Posic
Número 107 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas (II)
Patrimonio y después I Miradas desde el sur. I Por Mariana Isabel Bettolli
Número 106 I NUEVA SECCIÓN: POSICiones Cordobesas
Los deseos de Villa El Libertador I Sobre barrios, elecciones y política I Por Carola Inés Posic
Número 105 | NUEVA SECCION – POSICiones Cordobesas
Belgrano de Alberdi: un pirata en primera I Fútbol y Ciudad I Por Carola Inés Posic
Número 104 | Planes y Política de las ciudades
El lugar de todos | Consideraciones sobre el área central de la ciudad de Córdoba | Fernando Díaz Terreno
Número 104 | Arquitectura y Política de las ciudades
Ciudad frágil, Peatonal frágil | Obras en Córdoba: ¿Ensañamiento o ignorancia? | Inés Moisset