En esta década que comienza América Latina debe encarar y resolver sus problemas territoriales (urbanos y rurales), que en buena parte condensan sus problemas sociales. Los episodios de diciembre en Buenos Aires marcan, como muy pocas veces, el agotamiento de una concepción política que ignora o finge ignorar la cuestión esencial del acceso al suelo.
En este número de café de las ciudades, las notas de María Cristina Cravino, Raúl Fernández Wagner, Mario L. Tercco y Marcelo Corti abordan los problemas que Villa Soldati ha puesto precipitadamente en cuestión. Otras noticias recientes pintan el cambio de época político-territorial: desde los disturbios alrededor de la tercerización ferroviaria a la ordenanza rosarina que prohíbe los barrios cerrados (impulsada por un movimiento social, Giros). Los resultados de nuestro Concurso de Malas Prácticas Urbanas (“ganado” cómodamente por el Vial Costero de Vicente López) muestran algunos de los déficits habituales en la materia.
Está la conciencia, está la inteligencia para gestionarlo. Es menester que la política (y su brazo mediático) entienda y asuma el desafío de generar y afrontar una agenda política territorial y ambiental.
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MC (el que atiende)