Más reflexiones a partir del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de 2022 en Argentina, que empezamos a analizar en la presentación y en la Terquedad de los cordones del número anterior. La Fundación Tejido Urbano realizó un análisis de los datos, en el que se aprecia que el porcentaje de aumento de viviendas respecto al censo del 2010 (28,5%) prácticamente duplicó al porcentaje de aumento demográfico (14,8%). Concretamente, se registraron 3.954.459 viviendas más que en 2010 (17.780.210 y 13.835.751 respectivamente), mientras que la población aumentó en algo menos de seis millones de habitantes: de 40.117.096 a 46.044.703. Cada nueva vivienda correspondió entonces a 1,5 nuevos habitantes.
A partir de este dato impactante, los autores se limitan a preguntarse quienes construyeron esas viviendas supernumerarias: ¿el Estado, el mercado formal, el mercado informal, la necesidad? Un necesario análisis más amplio y más profundo permitirá avanzar sobre esas preguntas y, en especial, sobre las explicaciones posibles para este fenómeno. Estas incluyen:
-La posibilidad –intuitivamente, remota…– de que se haya avanzado en forma notable en el acceso de amplios sectores de la población a la vivienda.
-Un crecimiento de la informalidad y la precariedad en la producción de vivienda (tanto por el desarrollo de los llamados “barrios populares” como por la proliferación de loteos, barrios privados y urbanizaciones con algún grado de clandestinidad).
-La especulación inmobiliaria y la producción de vivienda como objeto de ahorro, resguardo de valor e inversión y no como objeto de uso.
-Un cambio social en la constitución de las familias, que alienta la producción de viviendas más reducidas para hogares de una sola persona o familias separadas, etc.
Y seguramente existirán otras explicaciones posibles, que requieren en todo caso procesar una mayor cantidad y amplitud de datos censales que los actualmente disponibles.
MC (el que atiende)
Imagen de portada: desarrollo urbanístico de 115 viviendas en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, en el marco del programa PROCREAR II del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, Argentina.