El dibujo ha circulado en la Web estos últimos días. Con su habitual expresividad y poesía, Roberto Frangella nos presenta un croquis y una planta perspectivada de Buenos Aires y su metrópolis, agrupados bajo el título “Canales a cielo abierto – Paseos verdes – Porteños plenos”. La planta muestra a los arroyos entubados de Buenos Aires que resurgen de entre el pavimento y corren libres entre fragmentos de grilla hasta alcanzar el Río de La Plata. El croquis nos muestra una situación urbana similar a La Cañada cordobesa: un canal a cielo abierto (¿el Maldonado?) apropiado por caminantes, flanqueado por una frondosa arboleda y sendas hileras de edificios alineados y en altura, conformando una sección de proporciones aproximadas a 1,5 a 1 entre ancho y altura. Obviamente, el dibujo (y la amplia difusión que tuvo) se refiere a las inundaciones del 1º y 2 de abril en Buenos Aires y La Plata.
Uno de los atractivos del dibujo de Frangella es que puede ser leído en dos claves. La más tranquilizadora es verlo como una representación contrafáctica de una Buenos Aires que pudo (y debió) haber sido pero no fue, una “nostalgia de lo que nunca ha ocurrido”. Otra, más perturbadora, es considerarlo una utopía de la Buenos Aires futura, donde los arroyos pampeanos recuperan su recorrido como corredores ambientales y urbanos luego de una ambiciosa operación de de(s)construcción de infraestructuras mal pensadas. Algo parecido se sugiere como al pasar en la presentación de nuestro número 126 y en dos notas de esta edición, la Terquedad de las inundaciones (política y territorio) y La Plata, después de la inundación. ¿Será posible llevar esta idea de reconstitución ambiental desde el difuso ámbito de las intuiciones colectivas (tan bien captadas por la exquisita gráfica de Frangella) al campo más concreto del ordenamiento y la gestión del territorio?.
MC (el que atiende)