Posiblemente, el más importante cambio de paradigma en cuestiones urbanas registrado en los años que lleva en línea café de las ciudades es el que se ha producido en relación a la movilidad y el transporte. De hecho, la divulgación y preferencia del componente movilidad por sobre el de transporte es en sí mismo un indicador del cambio producido. Cualquier política del sector que se promueva o implemente en una ciudad (de cualquier escala, con cualquier gobierno y en cualquier lugar del mundo, salvo en la Toronto del impresentable alcalde Rob Ford) se basa hoy en día en la ampliación o incorporación de áreas peatonales, en la creación de vías segregadas para la bicicleta y en potenciar el transporte público masivo por sobre el automóvil privado. Estas propuestas son más o menos sinceras (no falta el homenaje del vicio a la virtud, como se describe a la hipocresía), más o menos serias o más o menos efectivas, pero en todos los casos implican un cambio de época aparentemente definitivo en la materia.
Hace unos días, café de las ciudades acompañó a la Fundación Metropolitana en la presentación de una iniciativa inscripta en esa línea: un proyecto para sistematizar el transporte colectivo automotor en las autopistas de acceso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue el miércoles 27 de noviembre en el Centro Argentino de Ingenieros; la Jornada se llamó Metrobus Metropolitano – “Una opción para bajarse del auto” y participaron funcionarios nacionales, provinciales y locales y operadores y especialistas en movilidad, quienes debatieron esta posibilidad.
La fábrica del movimiento, nuevo libro de editorial café de las ciudades compilado por Andrés Borthagaray y Jean Pierre Orfeuil, expresa también el cambio del que hablamos. La idea de una movilidad que se fabrica, se construye a partir de una serie de decisiones individuales y colectivas, se expresa en un conjunto de dieciséis artículos agrupados en cuatro capítulos, en los que se analizan casos concretos de siete ciudades de América Latina.
La agenda también parece estar cambiando en otros aspectos, como expone Juan Duarte en su nota sobre el Programa de Crédito Argentino del Bicentenario (Pro.Cre.Ar), su importancia para la financiación de la vivienda para sectores medios y populares y sus impactos sobre el mercado del suelo en Argentina. Otras agendas, en cambio, siguen pendientes. A 30 años de la recuperación de la democracia, los episodios iniciados en Córdoba plantean viejos interrogantes y renovados desafíos.
MC (el que atiende)
Este número de café de las ciudades está especialmente dedicado a la ciudad y población de Armstrong, Santa Fe, a quienes agradecemos por razones personales su solidaridad y dedicación.