La transformación del espacio representativo

Comenzaron nuestras charlas de café de las ciudades, y algunos debates surgidos en ellas se emparientan con aquellos que recorren Cities Transformed, el libro editado por la Academia de Ciencias de los Estados Unidos. El trabajo es producto de una investigación sobre los aspectos demográficos del proceso mundial de urbanización, y presenta dos aspectos distintivos: la autocrítica en acto que realizan los profesionales de la Demografía sobre los instrumentos y la gestión de su disciplina, y el cruce interdisciplinario con conceptos de la sociología, la economía y otras profesiones que también estudian los fenómenos de urbanización.
Las autocrítica disciplinaria se centra en la confiabilidad en los datos y su manejo (en especial las proyecciones), la inconsistencia y heterogeneidad de las definiciones de lo urbano, la necesidad de dotar de una base espacial a la información, y el replanteo de conceptos como los que asocian pobreza con ruralidad y crecimiento urbano con migración a las grandes ciudades. También se menciona la inadecuación de los actuales instrumentos de medición de la pobreza para captar la real dimensión de la pobreza urbana (que en algunos aspectos aparece como más vulnerable que la pobreza rural).
El libro toma un gran interés, para el público general, por las especulaciones y reflexiones que esta autocrítica induce, entre otras cuestiones, acerca de los procesos de globalización, las nuevas formas de producción, los problemas de segregación e inequidad, la necesidad de nuevas formas de gobierno metropolitano y las formas de potenciar ventajas de la urbanización, a la vez que reducir sus riesgos (entre los que se menciona la extensión de enfermedades contagiosas en zonas concentradas de pobreza y segregación). Se destaca la importancia de las ciudades como transmisoras de información: en el llamado “experimento Taichung”, por ejemplo, se comprobó la rápida transmisión de información sobre salud reproductiva a partir de las denominadas “externalidades informacionales” intraurbanas e incluso urbano/rurales. Otra comprobación del informe es la falta de correspondencia entre migración y movilidad económica.
Saskia Sassen, integrante del panel multidisciplinario que realizó el informe (y de quien tendremos una nota exclusiva en el próximo número de café de las ciudades) afirma en esta investigación sus tesis sobre la “ciudad global”, y sostiene la existencia de dos circuitos distintos de economía informal de actividades no ilícitas en la ciudad contemporánea. Uno es el tradicional, marginal y de baja calificación, y el otro es la nueva economía informal distintiva del capitalismo avanzado, con altas renumeraciones y extrema flexibilidad: en general, profesionales del área de los servicios especializados. Ambos circuitos se desarrollan en forma paralela en las ciudades y ambos han crecido en los últimos años.
Algunos de los datos contenidos en el informe confirman que en los próximos 30 años, el mayor crecimiento de la población mundial ocurrirá en las ciudades. Ya hay 400 ciudades en el mundo que superan el millón de habitantes. Pero la mayor parte del crecimiento se dará en ciudades menores, de entre 100.000 y 250.000 habitantes, y una parte importante en ciudades de menos de 100.000 habitantes (que están menos preparadas para dotar de infraestructuras y servicios a sus nuevas poblaciones, y además son más vulnerables en los procesos de competencia entre ciudades).
La discusión sobre lo que significa hoy lo urbano y lo rural, una de las preocupaciones de Cities transformed (se cita el caso de Montecasino, una aldea entre México DF y Cuernavaca que no cumple con ningún requisito formal que la defina como ciudad, pero presenta todas las características sociales y económicas asociadas a la urbanidad) es una constante en la teoría urbanística de las últimas décadas. Ya en los ’60, Henry Lefebvre postulaba la hipótesis de la urbanización completa de la sociedad, y englobaba en su definición de sociedad urbana todos aquellos conceptos con que las ciencias parciales y especializadas han caracterizado a la sociedad post-industrial: sociedad tecnificada, de la abundancia, del ocio, de consumo, en fin, la “sociedad burocrática de consumo dirigido“. Cities Transformed postula que la “urbanidad”, un concepto “que elude las definiciones pero es fácil de percibir“, no reside tanto en alguna dimensión individual como en la combinación de las distintas dimensiones de lo urbano.
Es aquí donde se enlazan los debates de las charlas de café de las ciudades, donde no tardaron en surgir preguntas sobre la naturaleza de los fenómenos urbanos, centrados en la vieja discusión sobre “el tamaño óptimo” de la ciudad. En la vida urbana contemporánea actuamos al mismo tiempo, o en periodos sucesivos de corta duración, en varias escalas territoriales: el barrio, la periferia, el municipio, la gran ciudad , la megaciudad, o “la ciudad global”. Lo “ideal”, según alguna de las hipótesis que se discutieron, podría estar dado por la posibilidad igualitaria para todos los ciudadanos de actuar en las escalas que necesiten en cada momento: la vida barrial y sus posibilidades de identidad y familiaridad, la metropolitana y sus oportunidades, el contacto con la naturaleza, los centros intermedios de equipamiento y servicios, etc.
Una vida urbana que permitiera a todos disfrutar de una vida barrial en un entorno reconocible, con vecinos cuyo nombre conozca y a quien recurrir de ser necesario, y a los más pobres obtener las ventajas de los servicios y amenidades de la gran ciudad, comenzando por la más inmediata: la posibilidad del trabajo digno, socialmente útil y justamente renumerado.
MC (el que atiende)