A una y otra orilla del gran río Paraná, en el nordeste argentino, Corrientes y Resistencia conforman un área metropolitana de gran interés para los estudios urbanos y con importantes retos en su futuro inmediato: ambas ciudades son cabecera de territorios con potencialidades económicas basadas en la agricultura, el turismo y la inserción en las grandes rutas productivas y comerciales de la región. Allí estuvimos en la última semana de octubre, invitados a sendas reuniones con los profesionales del Instituto de Vivienda de Corrientes (INVICO) y con docentes y alumnos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Nordeste. A todos, agradecemos la hospitalidad y el aprendizaje recibidos.
Algunos episodios urbanos de estas ciudades serán con seguridad motivo de futuras notas de cdlc. La incipiente centralidad metropolitana de la ruta que conecta el puente sobre el río con Resistencia, por ejemplo. La nobleza y significado de ese magnífico espacio público que es la Costanera correntina. Y algunas operaciones de vivienda social de notable interés, como la recuperación del Bajo Pujol en la periferia de Corrientes: un barrio ribereño cuya humildad contrasta con la magnificencia del paisaje natural, y donde las intervenciones del INVICO no se reducen a la provisión de viviendas sino a la conformación de un área integrada de la ciudad. Una agenda imprescindible para la resolución de los déficits habitacionales; como tal, parte de la reflexión que se tendrá los días 8 y 9 de noviembre en el Seminario Latinoamericano “Teoría y Política sobre Asentamientos Informales” en la Universidad Nacional de General Sarmiento, en Buenos Aires.
MC (el que atiende)
Sobre la cuenca del Río Paraná y sus ciudades, ver la nota Bigness Paranaensis, en el número 47 de café de las ciudades.Ciudad Segura