En la más reciente actualización de Doors of Perception (uno de nuestros sitios preferidos en la Web) encontramos dos datos reveladores sobre los desatinos del transporte contemporáneo. Uno: el transporte de carga ha crecido un promedio de 0,8 % por año por encima del crecimiento de la economía, en los últimos 20 años. Como ejemplo, el excelente desempeño logístico, pero delirante manejo de prioridades, que implica el transportar salmón fresco de Noruega a Japón, analizado en World Transport Policy & Practice. El otro caso: el ecologista del transporte John Whitelegg informa que en Suiza la asignación de suelo para el transporte viario es de 113 m2 por persona, mientras que para otros propósitos (nada menos que casas, jardines y patios) la cifra es de 20 a 25 m2. Los automóviles solo son usados el 2,8% del tiempo y en la mayoría de los casos por una sola persona: el resto del tiempo están estacionados sin hacer absolutamente nada. Según Whitelegg, “asignar suelo a usos tan ineficientes es una mala valorización del dinero y una pésima prioridad, teniendo en cuenta la fuerza y diversidad de las presiones sobre el uso del suelo”.
MC (el que atiende)