Una mirada arrabalera a Buenos Aires

Sin mayores precisiones sobre su contenido, Carmelo Ricot “amenaza” desde hace unas semanas con enviarnos para su publicación un ensayo de su autoría titulado “La década empatada”. Descontando el conocido gusto de Ricot por la boutade, pareciera que el concepto podría desafiarnos no tanto en cuanto a la interpretación histórica de los años de gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, sino especialmente en cuanto al “cómo seguimos”. Dos recientes artículos periodísticos, Macroeconomic Populism Returns, de Paul Krugman, y El debate político, entre la conspiración y el apocalipsis, de Eduardo Fidanza, parecen coincidir (a pesar de lo diverso de sus temáticas y posturas) en la necesidad de afinar y precisar los análisis sobre las políticas post-crisis en Argentina, no como un ejercicio de supuesta neutralidad o “consenso”, sino como una obligación intelectual y política de ajustar los diagnósticos y propuestas a la realidad. Las pasiones, la ideología, los deseos son imprescindibles para hacer política, pero no son en sí mismos la política.
Este número de café de las ciudades abunda en posibles contribuciones a ese debate más preciso y afinado que reclamamos, en nuestro caso, para las políticas territoriales: las contradicciones entre fijos y flujos cordobeses, en mi nota y en la POSICión sobre el reordenamiento del transporte público, las nuevas reglas de juego que Robledo describe en las políticas de suelo a partir de la Ley de Acceso Justo al Hábitat, el caso particular de Moreno analizado por Gambino, la crisis eléctrica en las miradas de Iglesias y de Abba, la discusión que Sonderéguer reclama para Buenos Aires, el debate “capital” que Tercco rescata en la propuesta de un diputado….
MC (el que atiende)