N. de la R.: El texto de esta nota reproduce un fragmento del libro Ciudad Coproducida, de Patricia Caldas, Edith Aranda y Paula Kapstein (editoras), EDUNI (2019).
Lima como caso de estudio
Los flujos migratorios desde las zonas rurales peruanas a la ciudad de Lima comenzaron en la década de 1930 debido a la profunda crisis de la sociedad agraria peruana, que entonces comenzaba a manifestarse. Sin embargo, la migración masiva a Lima se inició a mediados de la década de 1940, favorecida por la ampliación de la red vial y el auge de la economía dinamizada por el aumento de exportaciones que coincidía primero con el término de la Segunda Guerra Mundial y, en segundo lugar, con la Guerra de Corea en la década de 1950 (Matos Mar, 1990). A nivel local, el terremoto del año 1940 (cuyo epicentro se situó 120 kilómetros al noroeste de Lima pero afectó toda la costa central del país) incidió en el aumento de flujos migratorios y en su aceleración durante la década de los años cuarenta.
Si bien durante todo el siglo XX Lima ha acogido flujos de migración casi continuos, su crecimiento fue explosivo entre los años censales de 1940 y 2007, periodo en que su población urbana se multiplicó casi por trece: de 711.441 a 9.152.700 habitantes (INEI). En cuanto a su extensión, la ciudad pasó de ser un pequeño núcleo urbano de 6.200 hectáreas (ha) relacionado con otros poblados como Callao y Chorrillos, a constituir un área metropolitana de 266.467 ha, es decir multiplicó en este periodo su superficie por cuarenta y tres. La diferencia que se aprecia entre la gran extensión de suelo que ha consumido Lima en este periodo frente a la cantidad de población incrementada dice del tipo de patrón de urbanización dado: una alta dispersión urbana con bajas densidades edificatorias. En el año 1940 había más densidad en Lima que en la actualidad (1940: 115 habitantes/ ha, y en 2007: 34 habitantes/ ha).
La explosión urbana de Lima dada a mediados del siglo XX es en buena parte una consecuencia de los altos niveles de pobreza existentes en el Perú, particularmente en la zona de Los Andes, y también de la gran desigualdad que caracterizaba tanto el reparto de tierras rurales como su explotación durante estas décadas. Según Matos Mar (1990) el inicio de siglo encontró al Perú en un proceso de modernización económica y robustecimiento del Estado que, sin embargo, mantenía tanto las formas de producción coloniales como la expresión de sus dominios internos. La República había entregado a los criollos o descendientes de los españoles el monopolio del dominio económico, mientras que los indígenas seguían marginados y reprimidos.
Los factores que han sustentado este crecimiento explosivo de la ciudad de Lima, tanto en lo poblacional como en cuanto a la magnitud de su superficie durante el siglo XX, pueden resumirse en los siguientes condicionantes: un emplazamiento apropiado y una legislación de suelos que ha facilitado el acceso a tierras no utilizadas.
En cuanto a su emplazamiento o soporte geomorfológico, Lima es un oasis en un desierto excepcionalmente árido. Por el Este su límite se dibuja por los primeros contrafuertes de la cordillera de Los Andes y en el Oeste por el océano Pacífico, y es configurada por los valles de los ríos Chillón (al Norte), Rímac (al centro) y Lurín (al Sur). De estos tres, la urbanización de la llanura del río Chillón es la más reciente, pero entre los cauces de otros dos ríos (Rímac al norte y Lurín al sur) se forma una extensión triangular de unos quince kilómetros de lado. Esta extensión es la que acogió primeramente el asentamiento prehispánico dispuesto adyacente al río, más tarde el núcleo fundacional de la ciudad colonial y posteriormente su conurbación hacia el Callao y hacia el sur.
Figura 1. Esquema geomorfológico de Lima. Fuente: J.P. Deler, 1974, p. 49.
El clima de Lima ha sido otro factor favorable para una urbanización extensiva, pues se trata de un clima templado con unas temperaturas medias mensuales de 15 ºC a 20 ºC, con una alta humedad que no llega a presentar precipitaciones; de todos modos, es un clima que no conlleva una lucha diaria contra sus condiciones, esto claramente ha incidido en la invasión de terrenos desocupados y en la construcción gradual de la vivienda, que es característica de los barrios surgidos de invasiones.
En cuanto a la legislación estatal, según Driant (1991), esta refuerza los fundamentos físicos de la estratificación residencial limeña y contribuye ampliamente al crecimiento expansivo de la ciudad. El poder colonial estableció una legislación mediante la cual las tierras no trabajadas regresaban al Estado; después de casi cinco siglos este principio sigue vigente hoy en día. Las grandes extensiones desérticas son patrimonio del Estado, que puede transferirlas a manos privadas en forma de concesiones.
Lima |
Barriadas |
Terreno plano |
Pendiente |
Cerro |
Arenal |
Ribera río |
Norte |
356 |
96 |
34 |
208 |
17 |
1 |
Este |
339 |
105 |
73 |
155 |
0 |
6 |
Centro |
66 |
32 |
1 |
26 |
0 |
7 |
Sur |
256 |
42 |
80 |
107 |
27 |
0 |
Callao |
57 |
39 |
0 |
18 |
0 |
0 |
Total |
1.074 |
314 |
188 |
514 |
44 |
14 |
Tabla 1. Lima: Barriadas (asentamientos informales) de acuerdo a las características del suelo. Fuente: INEI. Censos Nacionales. Características sociodemográficas de los AA.HH. Elaboración: CENCA, 2000.
Las observaciones de Driant en cuanto a la relación entre el suelo y la estratificación residencial se relacionan con la información que provee la tabla 1, que se refiere a las características morfológicas del terreno. De dicha tabla se puede concluir que la mayoría de las barriadas de Lima se encuentran en cerros y en terrenos planos, y a continuación en pendientes, arenales y en las riberas del río Rímac. Respecto a las antiguas barriadas del sistema de periferias interiores (SPI) de Lima hay más barriadas en terreno plano que en cerros.
La ciudad coproducida: el derecho de adaptar la ciudad a las necesidades sociales.
Durante el siglo XX tanto arquitectos y arquitectas como planificadores y urbanistas de Latinoamérica manifestaron en sus planes y proyectos su deseo de encontrar una solución al problema de la vivienda social, en el contexto del proceso de modernización. Esto ocurrió en un periodo de crecimiento demográfico explosivo de la población. No se consideró los asentamientos informales como solución sino más bien como un problema para la forma de la ciudad. Influenciados por el modelo urbano europeo de la ciudad-jardín de la posguerra, dichos profesionales diseñaron un modelo tipológico de barrio –la unidad vecinal– importada como ciudad-satélite y fundamentada claramente en la teoría del neighbourhood-unit. El “Plan de unidades vecinales para Lima” (Sert, 1945; la primera Unidad Vecinal de Lima, UV3, fue construida cuatro años más tarde) consistió en un sistema de siete unidades autónomas o ciudades satélites con áreas verdes y equipamiento comunal, cerca de la primera periferia de la ciudad. Los arquitectos intentaron con el plan liberar los bordes de la ciudad oficial de la proliferación de asentamientos informales conocidos en Lima como barriadas. No se importó la modernidad europea ni sus motivaciones en el campo de la vivienda en masa, por ello el rol de planeamiento urbano y de la arquitectura para el proyecto de una nueva sociedad no fue entendido. Las soluciones fueron tipológicas y diversas, sin embargo las dificultades de adaptación física del modelo en un país en vías de desarrollo con herencia colonial hispana y raíces andinas como Lima fueron evidentes, así como la segregación socio espacial de los trabajadores y grupos sociales más pobres en la ciudad. El modelo europeo marcó un periodo importante de la vivienda social en Latinoamérica pero nunca resolvió el problema de la vivienda en masa.
Hoy en día se pueden apreciar los dos “modelos opuestos”, la barriada y la ciudad-jardín, representados como resultado de los procesos de cambios informales en las UV. La apropiación del modelo importado se expresa en las expansiones de varios tipos de vivienda colectiva por influencia de paradigmas de la modernidad tales como el bloque-manzana, edificios-barra y bifamiliares de estructura serial, las casas en serie y el edificio en altura. Estos tipos crecieron en el tiempo con el crecimiento de la familia. Las estrategias de la vida cotidiana en las UV se expresan también en las transformaciones del espacio exterior, en la recreación de los espacios públicos del barrio, en los cambios del equipamiento urbano existente, en el logro de nuevos servicios comunales; asimismo, en la organización vecinal y en el emprendimiento de diversos actores para manejar los cambios informales. El estudio de este fenómeno debe hacer visible la existencia de un amplio grupo social de clase media-baja que necesita de un urbanismo y una arquitectura propios: la ciudad coproducida, aquella que reúne estrategias donde el espacio informal completa la tarea social del urbanismo y la arquitectura original. Por más de cincuenta años los residentes han desarrollado las estrategias colectivas e individuales de una ciudad cotidiana en las UV planificadas.
La mayoría de los residentes de las UV, quienes recrearon su entorno construido, son propietarios de su vivienda desde mediados de 1960, lo que permite comprender la libertad para llevar a cabo cambios informales en estos conjuntos. Ellos son en su mayoría “nuevos limeños” o “limeños de primera generación" (Portocarrero, 1993), es decir, hijos de migrantes que reproducen sus condiciones sociales de existencia en la ciudad o, mejor dicho, recrean sus patrones culturales en la ocupación del espacio.
¿Por qué estos grupos de residentes de bajos ingresos ampliaron y adaptaron espacios de vivienda de manera informal en las UV? La respuesta se refiere a la necesidad de espacio de vivienda para la “familia ampliada” en la vivienda existente. Esto ocurre también en las barriadas de Lima, al respecto J. Turner señala: “…las barriadas surgen como solución a la necesidad de vivienda…” (Mc Guirk 2014, pp. 70-72). Esta necesidad se complejiza con la expansión de la “familia extendida”. Se trata de un patrón muy dinámico, en oposición al patrón convencional planteado desde la visión funcional y racional, el de la familia nuclear en las UV transformadas; de ahí que una vivienda, diseñada originalmente para una familia estándar o nuclear de padres e hijos, pueda llegar a incrementar su área original en un 50 %, y a veces puede duplicarse o hasta triplicarse (por ejemplo de 35m2 a 135m2, de 100m2 a 150m2) para adecuarse a las necesidades de espacio de una “familia extendida”. La cultura de la “familia extendida” ha generado soluciones en tiempos de crisis y junto a ellas estrategias de sobrevivencia frente a las carencias en la vida urbana. En relación con la vivienda esta situación impulsó a los residentes a mejorar sus condiciones de vida en la vivienda existente. El patrón de la familia extendida es esencial en la cultura urbana de Lima, no solo para gente de bajos ingresos.
Debido a la diversidad tipológica de los cambios informales (de la unidad de vivienda, de las facilidades comunales, del espacio público y de modernización de lo que existe por envejecimiento natural), las modificaciones de las UV pueden ser vistas hoy en día como un laboratorio urbano, pues dilucidan la fuerza de patrones culturales influenciados por una arquitectura y urbanismos racionales.
Estos barrios estatales de las UV no fueron diseñados para el cambio, como sucede en el caso internacional de PREVI (también ubicado en Lima); las transformaciones surgieron espontáneamente convirtiendo la vivienda en proceso. PREVI fue una experiencia internacional que consideró la vivienda como proceso: “…optando no por la artillería pesada del mega bloque…sino un esquema de viviendas unifamiliares que los mismos residentes podían ampliar…en PREVI…los mejores arquitectos de su generación fueron traídos [sic] para discutir la cuestión de la vivienda social” (Mc Guirk 2014, pp. 15). Las UV fueron diseñadas por los mejores arquitectos peruanos de su generación, formados en Europa, Estados Unidos y Perú. Su visión de un modelo ideal de ciudad para el futuro de Lima se expresó en la producción arquitectónica de calidad de las UV, basada en principios racionales. La cual, más tarde, los residentes moldearon en respuesta a sus propias necesidades y deseos no considerados en la planificación original.
Problemas urbanos
1. Primer problema: el sistema de periferias interiores (SPI) de Lima presenta una alta vulnerabilidad social, ambiental y urbana.
Se puede enfocar este problema de dos maneras: en primer lugar la identificación de un sistema de periferias interiores en el centro de Lima, que comprende una serie de asentamientos informales que configuran una entidad urbana con sus propias características y problemas. Estos asentamientos informales o barriadas formaron parte de la periferia norte de Lima hasta la década de 1950 y se extendieron a lo largo del curso del río Rímac, el borde entre el distrito de Lima y la emergente extensión norte del área urbana (Kapstein y Aranda, 2014).
Es necesario reconocer este tipo de áreas principalmente debido a su propia invisibilidad frente a las regulaciones urbanas. Además, hay una ausencia de planes y programas para la regeneración de zonas céntricas vulnerables en Lima como son las periferias interiores. Se requiere de un planeamiento abierto y flexible, capaz de incorporar las demandas de los vecinos. ¿Cómo recuperar las áreas degradadas y vulnerables ubicadas en posiciones céntricas (antiguas barriadas) para integrarlas al resto de la ciudad?
Objetivo 1: Definir un enfoque de planeamiento innovador para contextos urbanos informales que asocie el concepto de periferia interior con el de ciudad coproducida (Lámina 1). Esto puede generar un apoyo analítico para la combinación de un planeamiento top-down con otro planeamiento bottom-up que ayude a mejorar las condiciones de vida en la ciudad informal.
Hipótesis 1: El SPI puede ofrecer espacios y oportunidades de acceso a la vivienda por su alta capacidad de transformación y la existencia de áreas en desuso o de sitios eriazos, como también de propiciar espacios de recuperación ciudadana, a través de la construcción de nuevos equipamientos y el mejoramiento del espacio público.
2. Segundo problema: la necesidad de vivienda por parte de grupos sociales de bajos ingresos de Lima genera la apropiación informal de las UV.
Los patrones informales para conseguir nuevo espacio de vivienda existen no solo en el sistema urbano de las antiguas barriadas de Lima (SPI) sino que han surgido, en menor o mayor grado, en los conjuntos de vivienda estatal que siguieron el modelo de la UV y que se ubicaron próximos al sistema de periferias interiores. Esto pone de manifiesto el problema del cambio o transformacion de un modelo urbano planificado por el Estado, como es el de la unidad vecinal debido a construcciones informales llevadas a cabo por sus residentes. Las alteraciones hacen evidente la necesidad de espacios de vivienda por parte de grupos sociales de bajos ingresos.
El Estado, el sector privado y la Municipalidad de Lima intentaron en los últimos tiempos ofrecer vivienda a estos grupos en terrenos próximos a estas barriadas (en Carabayllo, periferia norte de Lima; cerro El Agustino y cerro San Cosme, antiguas barriadas del área central de la ciudad; y en Villa El Salvador, periferia sur de Lima).
Este esfuerzo es válido pero las propuestas no son apropiadas para estos grupos sociales, porque consideran la vivienda como producto terminado sin posibilidad de cambio y no toman en cuenta aspectos socioculturales. De otro lado, los recientes proyectos de las empresas inmobiliarias del sector privado dirigidos a esta clase social se rigen solamente por el mercado, es decir, por el incremento de la demanda de vivienda de estos grupos, no solo en la ciudad de Lima sino también en otras ciudades del país.
La combinación de lo formal y lo informal en la coproducción de la ciudad, específicamente en las UV, pone de manifiesto que no solo habitantes de asentamientos informales muestran rasgos de pobreza. Los grupos sociales de clase baja también están excluidos del mercado oficial de la vivienda a causa de sus bajos ingresos. Hay una ausencia del Estado respecto a políticas públicas para proporcionar vivienda dirigida a estos sectores. Las dos cuestiones sobre este problema son: ¿Cuál es el impacto de la apropiación en los casos de estudio seleccionados próximos al sistema de periferias interiores de Lima? ¿Cuáles son los patrones de organización de los residentes y la dinámica de los actores urbanos en los procesos de cambios informales?
Objetivo 2: Analizar de un lado las dinámicas del crecimiento espacial producido por la apropiación informal en unidades vecinales de Lima (Lámina 2) y, de otro lado, identificar los actores sociales y sus estrategias en los barrios estatales mencionados.
Hipótesis 2: La ciudad coproducida de los barrios estatales ubicados en el SPI reúne una serie de estrategias urbanas participativas de estratos sociales medios y bajos. Se considera que estas estrategias pueden ser de utilidad en la construcción de un modelo de planificación en contextos urbanos predominantemente informales en grandes ciudades latinoamericanas como es el caso de Lima, de rápido crecimiento poblacional y escasos recursos económicos.
Los cinco conjuntos de vivienda ubicados cerca de la zona de periferias interiores (CHManzanilla, CHPalomino, UVMatute, Barrio Obrero N°3 y N°4, y UV3) pueden ser considerados como casos paradigmáticos de la ciudad coproducida a escala de barrio, principalmente por su gran participación social y diversidad de actores en la transformación del entorno construido de estos conjuntos.
PC, PK y EA
Diseño de las láminas: Bach. Arq. Mariel Valdivia
Patricia Caldas T. es Arquitecta y Magister en Arquitectura (2002) por la Universidad Nacional de Ingeniería, Lima. Becaria en la TU-Berlin (2004). Colaboradora libre en la oficina Anja Beecken Architekten (2009), Berlín. Grado doctoral Dr. rer.pol. por la HCU-Hamburg, Alemania (2015). Docente en la FAUA-UNI desde 1998. Funda el grupo DANI "Investigaciones en Vivienda Social" en 2017.
Paula Kapstein L.es Arquitecta Universidad de Valparaíso (Chile) y Máster en Tecnologías Avanzadas en Construcción Arquitectónica por la Universidad Politécnica de Madrid (1996). Doctora por el Departamento de Urbanística de la U. Politécnica de Madrid (2010). Ha sido profesora en el área de urbanismo en las universidades Alfonso X El Sabio de Madrid (1999 – 2005), Católica del Norte, Chile (2013 – 2015) y actualmente en la Universidad de Piura, Perú.
Edith Aranda D. es Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Magíster y Licenciada en Sociología por la P. Universidad Católica del Perú. Profesora principal de la Universidad Nacional de Ingeniería (FIEECS y FAUA). Investigadora RENACYT- CONCYTEC, Perú.
El libro Ciudad Coproducida, de Patricia Caldas, Edith Aranda y Paula Kapstein (editoras), 147 páginas, fue publicado en agosto de 2019 por EDUNI, el fondo editorial de la Universidad Nacional de Ingeniería (Lima, Perú). Con prólogo escrito por Kathrin Golda-Pontgratz, el libro se dedica a revisar el fenómeno de la coproducción en el contexto urbano peruano, entendiéndose este concepto como la construcción y habilitación del entorno cercano a la vivienda o su ampliación por sus propios residentes desde un soporte provisto por el Estado, como ocurre en los casos de unidades vecinales; aunque también se dan casos de coproducción en las barriadas de Lima, principalmente en los barrios que se identificaron como periferias interiores. Además, se revisan las formas de sociabilidad asociadas a la coproducción de la ciudad, lo que hace que este libro aporte en el campo de la sociología urbana. El texto contiene 5 capítulos. En los tres primeros se presentan casos de estudio en Lima (Kapstein, Caldas y Aranda), mientras que el cuarto capítulo se dedica a describir una iniciativa de planificación participativa en Piura (su autora es Stella Schroeder) y el último de ellos expone la memoria y planos del proyecto “Lima: co-produced city” de las autoras del libro. Dicho proyecto fue ganador de una mención en la categoría de innovación social en el concurso Planetary Urbanism (Arch +) el año 2015. Este libro se vende en EDUNI, y en las librerías San Cristóbal y Libun de Lima. Será presentado en la Feria de Libros, Becas y Artes Qhatuni que se realizará en la Universidad Nacional de Ingeniería entre el 19 y el 22 de mayo del presente año.
La propuesta “Lima: co-produced city” resultó premiada en la categoría de innovación social del concurso Planetary Urbanism – Critique of the present in the medium of information design, convocado el año 2015 por la revista ARCH + Verlag Aachen. Los resultados del concurso fueron publicados al año siguiente en el N° 223 (Sabine Kraft, Anna Aichinger y Zhen Zhang, editores).
Sobre la producción y situación del hábitat en América Latina ver también nuestras publicaciones Producción Social del Hábitat, de Mercedes Di Virgilio y María Carla Rodríguez; Hacia una política integral del hábitat, de Barreto y Lentini (editores); y Hábitat en deuda, de Michael Cohen, María Carrizosa y Margarita Gutman (editores).
Referencias Bibliográficas
Caldas, P. (2015). Die andere Moderne. Informelle Veränderungsprozesse in staatlich geplanten Siedlungen in Lima, 1938-1971. Tesis doctoral, publicación online de la biblioteca de la Universidad HCU-Hamburg.
Kapstein, P. y Aranda, E. (2014). Las periferias interiores de Lima: localización e identificación de los barrios focos de vulnerabilidad. El caso de San Cosme. INVI, 29 (82), 19-62. doi: 10.4067/S0718-83582014000300002
Instituto Geográfico Nacional (2012). Plano de Lima Metropolitana.
Matos Mar, J. (1984). Desborde Popular y Crisis del Estado. El nuevo rostro del Perú en la década de 1980. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Mc Guirk, J. (2014). Radical cities. Across Latin America in Search a New Architecture. London/New York: Editorial Verso.
Portocarrero, G. (1993). Los nuevos limeños. Sueños, fervores y caminos en el mundo popular, pg. 5. Lima: Sur.